martes, 5 de diciembre de 2017

LA PUERTA DE LOS ÁNGELES


No soy capaz de describir apropiadamente porque me ha gustado esta novela, quizá sea por su ambiente tan británico, tan de College universitario, o quizá por esas "casualidades" que encierra, por sus referencias literarias o su prosa magnífica. No sé explicarlo, pero lo cierto es que me ha encantado¡¡¡
En este artículo se explica mucho mejor y por tanto aquí os lo dejo para que podáis decidir con mayor conocimiento del que yo puedo proporcionar y además leer las primeras páginas como regalo:
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/21/babelia/1445426491_541675.html

Sinopsis (Ed. Impedimenta)
Ángeles y fantasmas. Razón e imaginación. Certeza y casualidad… Cada elemento se conjuga con su opuesto para hacer de esta novela una lectura apasionante y adictiva marcada por la búsqueda del amor y por los siempre inesperados vericuetos del azar.
Fred Fairly, un brillante joven, tiene ante sí un prometedor futuro como profesor de Ciencias en Cambridge, siempre y cuando respete una de las normas ancestrales del college al que pertenece. El St. Angelicus, como el Monte Athos, se caracteriza por no haber permitido que ninguna mujer traspase sus muros desde hace más de quinientos años. Por tanto, el matrimonio es algo impensable. Pero parece que Fred, miembro de la peculiar Sociedad de los Desobedientes, comienza a rebelarse contra la rigidez del mundo que le rodea: empieza por confesar a su padre que ha perdido la fe y, tras un aparatoso accidente de bicicleta, acaba por enamorarse de una misteriosa joven con un dudoso pasado. Y es que en cualquier lugar, hasta en el riguroso St. Angelicus, existe una puerta oculta…

La Puerta de los Ángeles (fragmento)

"La lluvia le corría a Fairly en cascadas por la cara y se acumulaba en la punta de su nariz antes de caer. Más que a una choza, el cobertizo se parecía a la capota antirrociones del puente de un barco, bajo la cual, como mucho, quizá se pudiera estar un poco más seco que fuera. De una sola zancada, sin embargo, se plantó bajo el Arco del Fundador y de ahí pasó al patio interior, con su gran nogal solitario. Allí, con los firmes muros bloqueándole el paso, apenas se notaba el viento. Con cierta sensación de aturdimiento, como sumido en un sueño, Fairly comenzó a cruzar el césped en diagonal, rumbo a su habitación en el ala noroeste. Una pequeña porción de oscuridad se desprendió de la penumbra que reinaba bajo los árboles. Era el director del college, cuya toga se mecía levemente en la serena atmósfera del patio del St. Angelicus. "

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