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sábado, 30 de diciembre de 2017

UN HOMBRE OCIOSO


En una hermosa edición, muy propia de la editorial Gallo Nero, he leído la primera de las dos novelas escritas por Yusuf Atilgan, escritor turco desconocido, hasta ahora, para mi.
Y en Un hombre ocioso, Atilgan relata en cuatro estaciones la vida de C. un hombre que vive de rentas y dedica su tiempo infinito a oponerse a todo lo que conoce, a todos los convencionalismos y a todas las opiniones que considera alienantes y absurdas. Dedica su tiempo infinito, además, a la búsqueda de la mujer perfecta porque, en el fondo, C. es un hombre profunda y absolutamente solo.
Narrada con gran precisión en algunos momentos se hace pesada por la dificultad insuperable de empatizar con los personajes, aun así se trata de una propuesta literaria original que me ha gustado leer por la exploración de los sentimientos y el estilo narrativo.

Sinopsis (Ed. Gallo Nero)
«Amo a Yusuf Atilgan, el escritor intensamente turco que se inspiró en Faulkner.»
Orhan Pamuk
Un hombre que se opone a todo, que se enfrenta a todo, que resiste a todo: un hombre ocioso. Ni tan siquiera tiene nombre. «C.» es como Yusuf Atilgan lo llama, así, escuetamente.
C. no aguanta lo ordinario, lo monótono, las comodidades de la rutina, es superior a sus fuerzas. Hombre extraño y ansioso, desilusionado del amor, deambula por las calles de Estambul decidido a no sucumbir a las expectativas de la familia y de la sociedad.
Publicada en 1959 y a menudo comparada con El extranjero de Albert Camus, Un hombre ocioso desafió los valores de la joven República de Turquía poniendo de manifiesto el sentido de alienación del hombre moderno.

Un hombre ocioso (fragmento)

« A su lado pasaba un vendedor de roscas con la tabla en la cabeza y la hora pegada: lo paró y le compró una.»
"Como los asideros del tranvía. Te estiras y te agarras. Unos se agarran a su riqueza, otros a su puesto de director, otros, a su trabajo, a su arte. Los hay que se agarran a sus hijos. Todo el mundo cree que su asidero es el mejor, el más alto. No ven que es ridículo."