sábado, 6 de enero de 2018

ELENA SABE


"Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda él. O ella. Y se pregunta si al Parkinson habría que tratarlo de él o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa “que enfermedad puta”. Y puta es ella, no él. Con perdón de la palabra, dice. Ella"

Acostumbrada a la sutil ironía y el velado humor que Claudia Piñeiro vierte en sus novelas, inicié la lectura de Elena sabe, una de las pocas obras de la autora que no había leído. Y no hay humor, ni tan siquiera ironía; hay bofetadas de realidad cruel, sentimientos antiguos y nuevos, dolor, enfermedad, prohibiciones, negación, frustración, muerte, relaciones patológicas, maternidad....
Elena sabe, transcurre en un solo día en el que se repasa una vida y se investiga una muerte. Es una lectura tan desasosegante que menos mal que tiene sólo 175 páginas porque de ser más larga tendría que haberla dejado a medias.
Elena sabe me ha dejado un poso amargo que tardaré en borrar de mi mente y eso es prueba de la maestría de Claudia Piñeiro, a pesar de la escasa empatía con los personajes, una no puede dejar de leer.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Un relato que rompe el silencio y se pronuncia en alta voz sobre la libertad de elegir.
Poco después de que Rita aparece muerta en la iglesia que suele frecuentar, la investigación se da por cerrada, y su madre es la única que no renuncia a esclarecer el crimen. Pero jaqueada por la enfermedad, es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino. Un penoso viaje de los suburbios a la Capital, una vieja deuda de gratitud, una conversación reveladora.
Una novela que desnuda los secretos de sus personajes y las facetas ocultas del autoritarismo y la hipocresía que conforman nuestra sociedad.
Elena sabe ganó en Alemania el certamen LiBeraturpreis 2010, que premia a la mejor novela escrita por una mujer.

Elena sabe (fragmento)

1

Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centímetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la mañana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomó a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco después de que la medicación logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicación habrá declinado hasta desaparecer y ella estará igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actúe. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Así le dijeron, y ella misma lo anotó en un papel porque sabía que no iba a entender la letra del médico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atrás para adelante y de adelante para atrás. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Sólo la separan cinco cuadras de la estación, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavía no puede andar con sus pasos esforzados aunque sí repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le dé el pésame tardío por la muerte de su hija. Cada día se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevió. O no quiso. Cuando alguien muere como murió Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estación tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algún vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recién a las diez, cuando su tren esté entrando en la estación y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del andén para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara sólo para pagarle a los que primero llegan.


BETTÝ


"Si Bettý entra en tu vida, ya nada volverá a ser lo mismo. Ella es una mujer de una belleza única. Y también posee algo más. Una mujer de las que no se olvidan nunca, de las que saben lo que quieren y a las que no puedes responder con un no. Por una mujer como ella cualquiera podría llegar a cometer una locura." Bettý

«Bettý es un ejercicio de estilo virtuoso y una intensa novela negra… Brillan
...te». Le Figaro

«[Bettý] Encierra ese tipo de sorpresas que dejan totalmente atónito y casi empujan al lector a volver a empezar la novela desde el principio». La Liberté

«La manipulación entendida como un arte [en Bettý] alcanza una de sus cimas gracias a Arnaldur Indridason». Le Soir

Esta es la sinopsis y estas son las críticas de una novela que, realmente, no es una novedad sino que se publicó en Islandia en 2003 y......, Indridason, que se confiesa apasionado de la novela negra norteamericana, se lo planteó como un experimento en su carrera literaria; pues bien yo le recomendaría que volviese a la negra-nórdica porque aún a despecho de que Bettý tiene algún giro sorprendente es una novela mediocre en la que no se reconoce al narrador que nos ha conquistado con sus personajes, sus tramas y su ambientación oscura.
Dudé mucho antes de leer esta novela, y ahora creo que no habría debido hacerlo, no he reconocido la pluma de Indridason en ninguna de las líneas de esta novela, los diálogos artificiosos y la resolución apresurada no han contribuido a mejorar las cosas.
Por eso Mr. Indridason, los experimentos con gaseosa......!

Sinopsis (Ed. RBA)
¿Podría alguien haberse negado a los deseos de una mujer como Bettý? Probablemente nadie podría haberse resistido a ella, nadie podría haberse negado a todas y cada una de sus proposiciones. Desde el momento en que aparece una mujer así en tu vida ya nada vuelve a ser igual. Con Bettý es inevitable caer en un universo de sensualidad, pasión y también perversidad como jamás nadie había soñado.
Betty (fragmento)

1Todavía no he llegado a entender del todo lo que ocurrió, pero por fin sé cuál fue mi función en esta historia.
Llevo tiempo tratando de ensamblar las piezas, pero no es sencillo. Por ejemplo, no sé cuándo comenzó todo. Sé en qué momento entré en juego, recuerdo cuándo la vi por primera vez, pero quizá mi papel en aquella extraña maquinación estaba adjudicado desde hacía mucho tiempo. Mucho antes de que ella se acercara a hablar conmigo.
¿Podría haberlo visto venir? ¿Podría haberme percatado de lo que pasaba y haber escapado? ¿Haberle puesto fin y desaparecer? Ahora, tras haberse esclarecido lo que realmente sucedió, me doy cuenta de que podría haber adivinado hacia dónde se encaminaba todo. Debería haber detectado las señales de peligro. Debería haber entendido mucho antes lo que pasaba. Debería... debería... debería...
Qué fácil es cometer errores cuando se vive en la ignorancia. Ni siquiera son errores hasta que no nos damos cuenta, mucho tiempo después, de lo que ha ocurrido; hasta que no echamos la vista atrás y vemos cómo se han producido los acontecimientos y por qué. Cometí un error. Caí en una trampa tras otra. En ocasiones queriéndolo. En mi fuero interno sabía que era peligroso, pero había cosas que no sabía.
A veces pienso que seguramente volvería a caer otra vez en algunas de ellas, si tan solo tuviera la ocasión de hacerlo.

SEGÚN VENGA EL JUEGO


María (pronúnciese maraia) Wyeth, actriz de dudoso talento, vive una vida sin vivir en ella, nada le es propio y nada decide, ocupa su tiempo en conducir por el desierto y sus pensamientos vagan de una cosa a otra sin propósito y sin decisión. Son los años 70 y es la meca del cine, es el "american way of life" a la inversa.
Según venga el juego es la crónica de una mujer rota, sin sentimientos, sin pensamiento y sin nada a que aferrarse, es una crónica de locura individual y de soledad colectiva.
Es posible que en el momento de su publicación fuese un "bombazo" literario pero actualmente hay muchos relatos que le igualan e incluso le superan.
Me ha gustado, más por el estilo de la autora, que por los personajes que son profundamente antipáticos, del primero al último; o por las situaciones descritas que se llevan al extremo en aras de la originalidad o la crítica salvaje.
La recomiendo para aquellos que quieran explorar una narrativa nueva en su momento, pero superada en la actualidad.

Sinopsis (Ed. Literatura Random House)
De la autora de El año del pensamiento mágico, una novela perturbadora sobre la realidad de ser mujer. Un clásico de la literatura norteamericana.
A sus treinta años, Maria Wyeth se encuentra emocionalmente a la deriva y ajena a todo lo que la rodea. Su carrera de actriz se ha limitado a papeles en películas de tercera y siempre ha vivido a la sombra de su marido, un reconocido director de Hollywood que nunca le ha permitido tomar sus propias decisiones con respecto a su hija de cuatro años, recluida en un centro médico para niños con necesidades especiales, ni con respecto a su nuevo embarazo.
Con una mirada implacable y una voz inconfundible, Didion disecciona sin contemplaciones la sociedad estadounidense de finales de los años sesenta, explorando por un lado la realidad de ser mujer en una sociedad en la que siempre han prevalecido las necesidades masculinas y, por otro, capturando el estado de ánimo de toda una generación que vive bajo el engaño de las apariencias, la amoralidad, las consecuencias del liberalismo extremo y el hastío generalizado del individuo contemporáneo.
Incluida por la revista Time en su lista de las mejores cien novelas en lengua inglesa publicadas entre 1923 y 2005, Según venga el juego está considerada, después de más de cuatro décadas desde su publicación, un clásico moderno de las letras norteamericanas y una de las mejores novelas de Joan Didion.

Según venga el juego (fragmento)

MARIA

¿Qué hace malvado a Iago?, preguntan algunos. Yo nunca pregunto.
Otro ejemplo, uno que me viene a la cabeza porque esta mañana la señora Burstein ha visto una cascabel pigmea entre las alcachofas y desde entonces está intratable: yo nunca pregunto por las serpientes. Por qué debería Shalimar atraer a los búngaros. Por qué habría de necesitar una serpiente de coral dos glándulas de veneno neurotóxico para sobrevivir mientras que una serpiente rey, tan similar, no necesita ninguna. Dónde queda la lógica darwiniana. Podrías preguntarlo. Yo nunca lo hago, ya no. Recuerdo un incidente recogido no hace mucho en el Herald-Examiner de Los Ángeles: cerca de Boca Ratón encontraron muerta en su caravana a una pareja de luna de miel, oriunda de Detroit; una serpiente de coral seguía enroscada en la manta térmica. ¿Por qué? A menos que estés dispuesto a pensar a largo plazo, no existe una «respuesta» satisfactoria para tales preguntas.

DERECHO NATURAL


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 25 de Marzo de 2017.

Derecho Natural – Ignacio Martinez de Pisón
Quizás no sea lo mejor que le he leído a este autor, pero aun así mereció la pena hacerlo.
Situada en la época de la transición española, esta novela relata las vicisitudes de una familia típica de la época....
Una madre a caballo entre la vieja escuela, y la apertura de los nuevos tiempos, un padre despreocupado de todo, irresponsable y vividor, y unos hijos con una personalidad distinta y derivada de estos factores, que le harán caminar por distintos caminos y derroteros.
Narrada en primera persona por Ángel, el hijo mayor, cuenta las raíces de su familia afincada en la Barcelona de los 70, y su devenir por los nuevos tiempos.
Además de la vida familiar, se nos cuenta de una manera impecable, el proceso político que se vivió en estos años, el cómo las personas de aquella sociedad se fue adaptando a los tiempos, los mítines, el referéndum constitucional, la ley del divorcio, la movida, la irrupción de las drogas, el golpe de estado, la objeción de conciencia.
Quizás esté contado con una cierta dosis de benevolencia, sin querer hacer sangre. Sin sacar de madre a los personajes, que aunque tienen sus “ lados” malos , estos no llegan a mayores. Ahí es donde yo le pondría cierto fallo.
Pero a pesar de todo es una buena novela, o será que como me tocó vivir aquellos años , hasta aquel comienzo de carrera en enero, como una de las protagonistas, me ha gustado mucho. Ha identificado a sus personajes, con otros que formaron parte de mi entorno cercano, de aquellos personajes que por una causa o por otra permanecen en los recuerdos.

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
La nueva novela de Ignacio Martínez de Pisón PREMIO NACIONAL DE NARRATIVA.

Al tiempo que pasa de la infancia a la edad adulta en una España en pleno proceso de apertura tras la Transición, en el interior de Ángel, el protagonista de Derecho natural, late la imperiosa necesidad de dotar de sentido a las cosas, de encontrar un orden, dado que su familia ha sido un modelo de inestabilidad y desorden. El padre, errático actor de películas de serie B e imitador de Demis Roussos, tiene una irrefrenable tendencia a la huida. Sus apariciones y desapariciones estelares dejan huellas invisibles pero indelebles en cada uno de sus cuatro hijos. La madre, por su parte, es una mujer enamorada que, harta de creer en él, tendrá que hacer esfuerzos sobrehumanos para tomar las riendas de su propia vida en una España que aún no ha despertado del todo del franquismo. A través de la voz conciliadora de Ángel, que estudiará Derecho y buscará una reconciliación con el padre, nos asomamos a la Barcelona de los años setenta y al Madrid de los ochenta.
Derecho natural recoge en su título aquellos años en que se empezó a construir un desarrollo legislativo pleno, en abierta contradicción con el largo tiempo en que no había coincidencia entre derecho y justicia. 
«¿Cómo se resume una vida?», se pregunta el narrador en un momento dado. Según dónde se coloque el punto final, ese resumen adoptará la forma de drama o de comedia. En la reconstrucción que él hace, comedia y drama conviven en una intimidad inextricable que una y otra vez nos lleva de la emoción a la risa.

Derecho natural (fragmento)

1
Entre mis recuerdos más antiguos está el del primer regreso de mi padre, una madrugada del año 67. Vivíamos en Barcelona, en la calle Vilamarí, muy cerca de la plaza de toros de Las Arenas. Hacía dos años que mi padre no daba señales de vida, y mi madre, al oír ruidos en la cerradura, creyó que eran ladrones tratando de entrar. Lo primero que hizo fue correr a mi cuarto y abrazarme con fuerza. Estaba en bata y camisón, llevaba puestas las gafas y temblaba. Luego fue a la cocina y agarró el cuchillo de cortar el pan.
—¿Quién anda ahí? —dijo, casi sin voz—. ¡Acabo de llamar a la policía!
Me acuerdo muy bien de esta frase porque en ese piso no había teléfono. Al otro lado de la puerta seguían forcejeando con la cerradura.
—¡Acabo de llamar a la policía! —repitió con más aplomo, y añadió—: ¡Váyanse!
Hubo entonces una larga pausa y varios golpes en la puerta. Golpes suaves, dados con la palma de la mano. Salté de la cama y me asomé al pequeño recibidor. La única luz encendida era la de la cocina. Mi madre, de espaldas a mí, se interponía entre la puerta y yo, pero en el espejo ovalado del perchero veía su expresión de espanto, los labios apretados, los ojos muy abiertos.
—¡Soy yo! —oímos.


NO ME TOQUES


Algo me ocurre con Camilleri cuando Montalbano no es el protagonista, el escritor sigue escribiendo igual de bien, sus ideas son fantásticas como siempre, la descripción de personas y situaciones sin igual, pero....algo me falta si me falta Salvo, sobre todo si, como en esta novela le sustituye un policía muy culto y amable, pero soso...
Este es el argumento, que "gestionado" por Montalbano sería... otra cosa!
Una pintura de Fra Angelico (1390-1455), «Noli me tangere» (no me toques), juega un papel muy especial en la trama y da título al libro. Y una obra de teatro del estadounidense T. S. Eliot (1888-1965), titulada «The Cocktail Party» (1949), basada en elementos de «Alcestis» de Eurípides, completa las referencias culturales de esta historia curiosísima, profunda y apasionante.
En todo caso, escasamente 200 paginas para disfrutar con el talento de Camilleri.

Sinopsis (Ed. Destino)
Vuelve el gran maestro de la novela negra y creador del Comisario Montalbano con un gran homenaje a la sensualidad femenina en una fascinante novela de pasión y muerte.
La frase que Jesús le dijo tras resucitar a María Magdalena para que no se acercara a él, da por título a la nueva novela del genial creador siciliano, una exploración en la apasionante vida de Laura, una joven experta en historia del arte que desaparece en oscuras circunstancias y a la que el sagaz comisario Maurizi tratará de encontrar. Pero seguir la pista de Laura se convertirá en mucho más que una carrera contrarreloj.

No me toques (fragmento)
5 de junio de 2010
—¿Diga?
—Mattia...
—¿Cómo estás, cariño?
—Ahora mejor, la casa por fin está a una temperatura agradable y he podido trabajar. ¿Desde cuándo no veníamos?
—Déjame pensar...Desde enero.
—También he tenido que limpiar un poco. Había polvo por todas partes.
—¿Has cenado?
—Sí.
—¿Cómo te encuentras?
—Mejor.
—¿Ha pasado el lebeche?
—Casi del todo. Ahora voy a dormir un poco.
—¿Me llamas por la mañana?
—¿A las nueve te va bien?
—Muy bien.
—Buenas noches, Mattia.
—Buenas noches, cariño.

viernes, 5 de enero de 2018

LA BIBLIOTECA DE LOS LIBROS RECHAZADOS


"En Crozon (Bretaña), un bibliotecario decide albergar todos los manuscritos que han sido rechazados por los editores. Estando de vacaciones en la localidad bretona, una joven editora y su marido escritor visitan la biblioteca de los libros rechazados y encuentran en ella una obra maestra: Las últimas horas de una historia de amor, novela escrita por un tal Henri Pick, fallecido dos años antes."
Mi admirado Foenkinos se ha pasado al thriller humorístico y metaliterario.
Esta es una novela para lectores porque su universo son los libros y su intención provocar una sonrisa sarcástica.
Con un humor refinado, Foenkinos narra la historia de un libro, de un escritor, de una editora y de un éxito literario para "hurgar" de forma inmisericorde en la sociedad que consumimos y nos consume.
Diferente y recomendable!

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
El autor que conquistó a más de tres millones de lectores con La delicadeza y ganó el Premio Renaudot y el Goncourt des Lycéens con Charlotte, vuelve con una trepidante novela de misterio, en la que no faltan el romanticismo y el humor y que demuestra que un solo libro puede cambiar la vida de los lectores.
Todos llevamos un escritor dentro...

En Crozon (Bretaña), un bibliotecario decide albergar todos los manuscritos que han sido rechazados por los editores. Estando de vacaciones en la localidad bretona, una joven editora y su marido escritor visitan la biblioteca de los libros rechazados y encuentran en ella una obra maestra: Las últimas horas de una historia de amor, novela escrita por un tal Henri Pick, fallecido dos años antes. 
Pick regentaba, junto a su viuda Madeleine, una pizzería, y según ella nunca leyó un solo libro y mucho menos escribió nada que no fuera la lista de la compra. ¿Tenía el autor una vida secreta? 
Rodeado de un gran misterio, el libro triunfa en las librerías, provoca efectos sorprendentes en el mundo editorial y cambia el destino de muchas personas, especialmente el de Jean-Michel Rouche, un periodista obstinado que duda de la versión oficial de los hechos. ¿Y si esta publicación no es más que un cuidado plan de marketing?
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La biblioteca de los libros rechazados (fragmento)

1.

En 1971, el escritor norteamericano Richard Brautigan publicó The Abortion[1]. Se trata de una intriga amorosa bastante peculiar entre un bibliotecario y una joven de cuerpo espectacular. Un cuerpo del que esta es víctima, por decirlo de alguna manera, como si la belleza estuviera maldita. Vida, que así se llama la protagonista, cuenta que un hombre se mató al volante por culpa suya; subyugado por aquella transeúnte pasmosa, sencillamente se olvidó de que iba conduciendo. Tras el batacazo, la joven echó a correr hacia el coche. Al conductor, ensangrentado y agonizante, solo le dio tiempo a decir, antes de morir: «Qué guapa es usted, señorita».
A decir verdad, la historia de Vida nos interesa menos que la del bibliotecario. Pues en él reside la peculiaridad de esta novela. El protagonista trabaja en una biblioteca que acepta todos los libros que han rechazado las editoriales. Se puede uno encontrar allí, por ejemplo, con un hombre que ha acudido a dejar un manuscrito tras haber padecido cientos de rechazos. Y de esa forma se van juntando ante los ojos del narrador libros de todo tipo. Se puede dar allí tanto con un ensayo como El cultivo de las flores a la luz de las velas en una habitación de hotel cuanto con un libro de cocina que recoge todas las recetas de los platos que aparecen en la obra de Dostoievski. Una gran ventaja de esta organización: es el autor quien elige el lugar que quiere en los estantes. Puede deambular entre las páginas de sus colegas malditos antes de localizar el sitio que le corresponde en esa forma de antiposteridad. En cambio, no se acepta ningún manuscrito que llegue por correo. Hay que ir en persona a dejar la obra que no ha querido nadie, como si esa acción simbolizara la voluntad postrera de abandonarla definitivamente.

LA VIDA NEGOCIABLE


Asomarse al Universo de Luis Landero es vivir en papel, es sentir, es sufrir, es gozar y odiar, creer y olvidar, entrever como Hugo espera su gran momento, pero también lo sabe: “A lo mejor la vida, o al menos la mía, consiste sólo en eso, ir de camino a lo que salga”. La vida es negociable, como decía su padre, pero no suele dejar que lo hagamos.
Esta novela de Landero es desesperanzadora, ácida ..., y triste, con una tristeza difusa que emana de todos sus protagonistas atrapados en una "negociación" que nunca llega a buen término. Narrada en primera persona por una especie de "pícaro" moderno e impúdico, La vida negociable nos guía por los subterráneos de la conciencia, por esos deseos ocultos que jamás revelaríamos a nadie, por esa red de acciones inconfesables que alguna vez asomaron a nuestra mente y nunca nos atrevimos siquiera a imaginar reales; porque como dice el padre del protagonista "recuerda Huguito, que dios todo lo ve....." No hay un solo personaje en La vida negociable que sea admirable, todos "repugnan" un poco, de tan crudos y bien construidos.
Lo admirable de esta novela es la prosa rica y perfecta de Landero, la estructura clásica de la novela, la falta de artificio y trampa que nos llevan en volandas a un final que, no por esperado, deja de ser sorprendente.
Otra vez me ha conquistado Luis Landero a pesar de que ninguno de sus personajes me ha llegado al corazón y eso demuestra, una vez más, la grandeza literaria del autor.
La recomiendo para leer con calma, para saborear los capítulos como una delicatesen literaria en la que, por una vez, el argumento es secundario.

Sinopsis (Ed. Tusquets)
La nueva y esperada novela de Luis Landero tras el éxito de El balcón en invierno.
Hugo Bayo, peluquero de profesión y genio incomprendido, les cuenta a sus clientes la historia de sus muchas andanzas, desde su adolescencia en un barrio de Madrid hasta el momento actual, ya al filo de los cuarenta, en que sigue buscándole un sentido a la vida. Y así, recordará la relación tormentosa y amoral con su madre, el descubrimiento ambiguo de la amistad y del amor, sus varios oficios y proyectos, sus éxitos y sus fracasos, y su inagotable capacidad para reinventarse y para negociar ventajosamente con su pasado, con su conciencia, con su porvenir, en un intento de encontrar un lugar en el mundo que lo reconcilie finalmente consigo mismo y con los demás.

La vida negociable (fragmento)

1
Señores, amigos, cierren sus periódicos y sus revistas ilustradas, apaguen sus móviles, pónganse cómodos y escuchen con atención lo que voy a contarles. Cuando yo era adolescente, cuando apenas sabía nada del mundo de los mayores ni tenía clara conciencia del bien y del mal, e ignoraba por tanto de qué manera prodigiosa puede llegar uno a convertirse en un momento, quizá sin advertirlo, como en un cara o cruz, en un canalla o en un santo, un día mi madre me llevó con ella a un lugar secreto, y yo supe que era secreto porque eso fue lo primero que me dijo en cuanto llegamos allí.
Tú eres capaz de guardar un secreto, ¿no?
Por supuesto, dije yo.
¿Seguro? Piénsalo bien antes de responder.
Seguro.
Pues escucha bien lo que voy a decirte y no lo olvides nunca. Lo que voy a decirte es un secreto entre tú y yo, y por nada del mundo debes contárselo a nadie, por nada del mundo, ¿me oyes?, y menos que nadie a tu padre, que bastante tiene ya el pobre con lo suyo para que encima sufra todavía más por mí.
Y me hizo jurar que no quebrantaría jamás aquel secreto.

YERULDELGGER, MUERTOS EN LA ESTEPA


Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por  Khaltar Guichyguinnkehn Yeruldelgger comisario de la brigada criminal de la policía en Ulán Bator, Mongolia

Cuando yo era jovenzuela, los pasaportes franquistas (si es que te lo concedían) hacían dos excepciones para los viajeros españoles....URSS y Mongolia Exterior, de esta última sólo sabíamos su capital Ulán Bator, exótica reminiscencia de la geografía del bachillerato y que había sido territorio de Genghis Khan, leyenda alimentada por las aventura de Marco Polo. Si alguien en ese momento me hubiese... hablado de un detective que desentierra muertos en la estepa mongola me hubiese reído sin parar!!
Y aquí estoy con las aventuras de Khaltar Guichyguinnkehn Yeruldelgger comisario de la brigada criminal de la policía en Ulán Bator, Mongolia; debo decir que empecé el libro con recelo ya que el título no anima y la extensión es considerable pero.....lo he devorado!!!
Dejando aparte el escenario exótico y sus costumbres, comidas, evolución histórica y cambio político (todo ello nuevo para mi) los personajes son muy de novela negra, desgraciados y misteriosos (como debe ser), la corrupción y la marginalidad campan a sus anchas por el país y las tramas personales son interesantes y pueden dar mucho de sí.
Resumiendo, que la iba a reservar para vacaciones de SS y ya me la he "pulido" en un plis-plas.
La recomiendo, por su originalidad y su ritmo que no da tregua al lector.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
En la inhóspita inmensidad de las estepas mongolas, una familia de nómadas realiza un macabro descubrimiento: el cuerpo de una niña de cinco años enterrada junto con su triciclo. El comisario Yeruldelgger, un tipo temperamental marcado por la tragedia y a quien su trabajo ha llevado casi al límite de la locura, observa la escena del crimen con una mezcla de perplejidad y agotamiento infinitos. Apenas cinco horas antes se encontraba en Ulán Bator, en las oficinas de una empresa china, investigando la aparición de tres cadáveres salvajemente mutilados, y ahora, por extraños motivos, su jefe lo ha apartado del caso.
Esto no significa, claro está, que un tipo como él vaya a quedarse de brazos cruzados. Empeñado en aclarar este monstruoso crimen que le revuelve las tripas, Yeruldelgger inicia una investigación paralela con la colaboración de la inspectora Oyun, una mujer intrépida, descarada y un poco enamorada de él, y de la forense Solongo, con la que el comisario mantiene una compleja relación sentimental. Poco a poco, van surgiendo vínculos inesperados entre ambos casos, y en su camino se cruzarán desde fantoches de baja estofa hasta una red de políticos y empresarios sin escrúpulos que anteponen los negocios a la vida humana. En última instancia, lo más preocupante será la corrupción policial que sostiene esa estructura diabólica, dispuesta a todo para mantener el statu quo. Así pues, desde la sombra, Yeruldelgger y su equipo se jugarán la vida para esclarecer la verdad y librar al país de una plaga que se expande por su tejido más profundo.
Ganadora de múltiples premios en Francia —entre ellos el prestigioso Premio SNCF du Polar, el Premio de las Lectoras de Elle y el Premio de los Lectores Quais du Polar/20 Minutes—, Yeruldelgger, muertos en la estepa aporta al público un ámbito geográfico exótico y desconocido, el de una Mongolia compuesta tanto por las tribus nómadas de las llanuras como por los habitantes de Ulán Bator, un nido de crimen, vicio y racismo, donde el nivel de vileza en todas las esferas convierte el trabajo policial en un desafío quijotesco.

Muertos en la estepa (fragmento)

1
Una especie de felicidad...


Yeruldelgger observaba el objeto sin entender. Al principio, había mirado, incrédulo, la inmensidad de las estepas de Delgerkhaan. Unas estepas que lo rodeaban como océanos de hierbajos que el viento agitaba con un oleaje irisado. Durante un buen rato, en silencio, había procurado convencerse a sí mismo de que estaba de verdad en aquel lugar, y sí, de verdad estaba allí. En medio de extensiones infinitas, al sur de la provincia de Hentiy y a cientos de kilómetros de cuanto hubiera podido justificar de algún modo la presencia incongruente de semejante objeto.

El policía de distrito se mantenía respetuosamente a un metro de distancia detrás de él. Los miembros de la familia nómada que lo habían alertado estaban enfrente, a varios metros. Todos lo miraban, esperando que diera alguna explicación satisfactoria a la presencia del objeto que sobresalía, inclinado, de la tierra. Yeruldelgger respiró hondo, frotándose el rostro fatigado con las anchas palmas de sus manos, y luego se agachó delante del objeto para observarlo mejor.
Se sentía vacío, agotado, consumido por aquella vida de poli cuyo control sin duda había perdido. Esa mañana, a las seis, lo habían enviado a investigar la aparición de tres cadáveres hechos picadillo en las oficinas de administración de una empresa china situada en los suburbios de Ulán Bator, y cinco horas más tarde se encontraba en la estepa sin comprender siquiera por qué lo habían enviado hasta allí. Hubiera preferido con mucho quedarse en la ciudad para investigar con su equipo el asunto de los cadáveres chinos. Sabía por experiencia, y por afición a la adrenalina, que la primera hora en el escenario de un crimen es crucial. No acababa de gustarle no estar allí, a pesar de que confiaba plenamente en la inspectora Oyun, a quien había dejado a cargo del asunto. Ella sabía qué hacer y lo pondría al corriente si fuera necesario.

TIENE QUE SER AQUÍ



«En apariencia, soy marido, padre, profesor, ciudadano; pero si se mira al trasluz, me convierto en desertor, en impostor, en asesino, en ladrón. En la superficie soy una cosa, pero por debajo estoy plagado de agujeros y cuevas, como un paisaje de piedra caliza» (p. 47).

Las palabras de Daniel, protagonista de la novela, definen a la perfección el discurrir de la misma. Parece una cosa pero entre ...tanto "adelante y atrás", personajes banales y prescindibles y situaciones altamente irreales, se convierte en una narración plagada de cuevas y agujeros que esconden, de alguna forma, el talento de la escritora y el interés de la historia.
De alguna manera, y aunque el protagonista es un hombre, me ha parecido una historia sobre la maternidad y como esta nos marca por presencia o ausencia, por amor o sufrimiento, por deseo o consecución, por ser o por recibir; por eso algunos personajes que, a priori, podrían parecer prescindibles pueden ser comprendidos en el contexto de la novela en la que por todas partes "aparecen" hijos, queridos o no, conocidos o no, ausentes o presentes, mayores y pequeños, vivos o muertos, naturales o adoptivos.....multitud de hijos y sus madres.
Me ha gustado porque el estilo narrativo de O'Farrell se mantiene pero la estructura compleja de la novela hace que pierda fuerza y el cúmulo de personajes hace que algunos queden desdibujados o, incluso, tan irreales que "estropean" el efecto general.
He dicho que Daniel es el protagonista porque aunque la pretensión de la autora parece ser que los protagonistas sean Daniel y Claudette, fracasa totalmente en la construcción del personaje femenino que despierta una profunda antipatía y en ningún momento se percibe como plausible.
Ya veis que, superadas las ganas de dejarla a la mitad, me ha dado mucho que pensar e incluso me ha gustado.
Recomendable para leer sin prisa.

Sinopsis (Ed. Libros del Asteroide)
Daniel Sullivan y Claudette Wells son una pareja atípica: él es de Nueva York y tiene dos hijos en California pero vive en la campiña irlandesa; ella es una estrella de cine que, en un momento dado, decidió cambiar los rodajes por la vida en el campo, la fama por el anonimato. Ambos son razonablemente felices.
Sin embargo, esta idílica vida, trabajosamente construida entre los dos, se tambaleará cuando Daniel conozca una inesperada noticia sobre una mujer con la que había perdido el contacto veinte años atrás. Este hallazgo desencadenará una serie de acontecimientos que pondrán a prueba la fortaleza de su matrimonio.
Tiene que ser aquí cruza continentes y atraviesa husos horarios siguiendo a un heterogéneo grupo de personajes durante varias décadas para trazar el extraordinario retrato de una pareja, de las fuerzas que la unen y de las presiones que amenazan con separarla. Una epopeya íntima y cautivadora sobre aquello que abandonamos y aquello en lo que nos convertimos mientras buscamos nuestro lugar en el mundo.
Una novela, la séptima de la autora, que ha confirmado a Maggie O’Farrell como una de las más fascinantes narradoras británicas actuales.


Tiene que ser aquí (fragmento)

Tengo una sensación rarísima en las piernas Daniel, Donegal, 2010
Un hombre.
Está en el peldaño, liando un cigarrillo. Hace un típico día variable, el huerto está exuberante, resplandeciente; las ramas, cargadas de lluvia que no cesa.
Un hombre, y ese hombre soy yo.
Estoy en la puerta trasera, lata de tabaco en mano, y veo algo entre los árboles, una silueta, al borde del huerto, donde los álamos se apelotonan contra la valla. Otro hombre.
Lleva prismáticos y una cámara de fotos.
«Un ornitólogo aficionado —me digo, mientras me paso el papelillo por la lengua—; los hay por estos parajes»; pero al mismo tiempo me digo: «¿De verdad? ¿Observando pájaros tan arriba del valle?»; y también: «¿Dónde estarán mi hija, el pequeño y mi mujer? ¿Cuánto tardaría en llegar a su lado, si fuera necesario?».
El corazón se me pone a mil, me golpea las costillas. Miro el cielo blanco con los ojos entornados. Me dispongo a salir al huerto. Quiero que el tío ese sepa que lo he visto, que vea que lo veo. Que se percate de lo grande que soy, de mis músculos de antigua estrella de la pista de atletismo (un poco más flojos, menos recios ahora, tengo que reconocerlo). Quiero que se imagine quién saldría peor parado si nos enfrentáramos. No puede saber que no me he peleado en la vida ni tengo intención de hacerlo. Quiero que sienta lo que sentía yo cuando mi padre iba a castigarme por algo.
«A mí tú no me la das», decía, señalándose el pecho con el índice, y luego a mí. «¡A mí tú no me la das!», me dan ganas de gritar mientras intento guardar el cigarrillo y el encendedor en el bolsillo.

CÁSCARA DE NUEZ



"Pues aquí estoy, cabeza abajo en una mujer, con los brazos cruzados pacientemente; esperando; esperando y preguntándome quién soy yo allí dentro, para qué estoy allí. Mis ojos se cierran con nostalgia cuando recuerdo cómo llegué al interior de mi translúcido saco amniótico, cómo floté entre sueños en la burbuja de mis pensamientos a través de mi océano privado, dando volteretas a cámara lenta. Creo que soy inocente, pero, al parecer, formo parte de un complot. Creo que el corazón de mi madre -bendita sea por siempre-, con su ruidoso chapoteo, está implicado en él”.

Así empieza la novela de McEwan y en este tono transcurre, una mezcla de humor negro y alta literatura que atrapa desde el primer al último párrafo de sus, aproximadamente, 200 páginas.
Creo que no desvelo nada si digo que el narrador omnisciente es un feto que se asoma al mundo a través de su oído y su intuición, con un lenguaje tan poco común que cautiva e intriga al lector empujándole hacia el acto final con una mezcla de intriga y certidumbre que no resta ni un ápice de calidad al conjunto de la novela.
Tampoco desveló nada nuevo si digo que el talento de McEwan consigue llevar a buen puerto un argumento loco que en cualquier otro novelista sería absurdamente patético.
Los personajes, cuatro, están construidos de sentimientos crudamente reales: amor, odio, venganza, rencor, ambición, incertidumbre, egoísmo...... una construcción que se mantiene sólidamente anclada gracias a un narrador atípico y a un escritor magnífico.
Me ha encantado!!


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 31 de Marzo de 2017.
Cascara de nuez - Ian McEwan.
“Pues aquí estoy, cabeza abajo en una mujer”, así comienza cascara de nuez..
Aunque con la sinopsis de este libro nos hacemos una idea de su contenido, no se puede decir que haga spoiler, porque la maraña de pensamientos y preguntas de este feto es lo que merece la pena, la razón del libro.
Nada de lo que cuenta este ser que aún no ha visto la luz , puede dejarte indiferente, desde el lugar donde se supone será su nacimiento, el amor –odio que siente por sus progenitores, según el devenir de los acontecimientos.
La visión del mundo que se supone que le dará cobijo, los planteamientos casi metafísicos del futuro, la complejidad de sus sentimientos, nada te deja indiferente, nada deja de plantearte preguntas sobre la realidad del mundo en que vivimos.
El discurso de este neonato, a veces irónico, a veces redicho, con una visión traumática de lo que siente, hace que no puedas olvidarte de él. Que leas y leas, para que cuando acabe , te plantees una relectura más pausada, porque es un libro que hay que digerir, despacio, quizás con una segunda lectura.
No quiero alargarme en enumerar las sensaciones, las preguntas, los sentimientos que me ha traído esta lectura, sólo diré que no me dejó impasible. Una sensación agridulce, al pensar que se le puede transmitir a los hijos queriendo o sin querer, antes de su nacimiento…

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Trudy mantiene una relación adúltera con Claude, hermano de su marido John. Éste, poeta y editor de poesía, es un soñador depresivo con tendencia a la obesidad cuyo matrimonio se está desintegrando. Claude es más pragmático y trabaja en negocios inmobiliarios. La pareja de amantes concibe un plan: asesinar a John envenenándolo. El motivo: una mansión georgiana valorada en unos ocho millones de libras que, si John muere, heredará Trudy.
Pero resulta que hay un testigo de esta maquinación criminal: el feto que Trudy lleva en sus entrañas. Y en una pirueta de triple salto mortal que parece imposible de sostener pero le sale redonda, McEwan convierte al feto –al que todavía no han puesto nombre porque no ha nacido– en el narrador de la novela, desde la primera página hasta la última.
Lo que sigue es una mezcla genial de comedia negra, trama detectivesca y astuta reescritura intrauterina de un gran clásico, por cuyas páginas asoman también una joven poetisa amante de John y una bregada inspectora de policía. Pero además de observar desde primera fila los preparativos del asesinato de su padre a manos de su madre, el feto filosofa sobre el mundo y la vida, lanza preguntas incómodas y se lo cuestiona todo, mientras las copas de vino –y alguna bebida de más graduación– que bebe su madre tienen efectos mareantes sobre él.
Jugando con un narrador inaudito, Ian McEwan plantea un audaz experimento literario que es un auténtico tour de force sólo al alcance de un escritor superdotado. Y el resultado es una novela redonda que avanza con el palpitante ritmo de un thriller, trufada del mejor humor británico.

Cáscara de nuez (fragmento)

1Así que aquí estoy, cabeza abajo dentro de una mujer. Aguardo con los brazos pacientemente cruzados, aguardo y me pregunto dentro de quién estoy, qué hago aquí. Los ojos se me cierran con nostalgia cuando recuerdo que iba a la deriva en mi bolsa corporal translúcida, flotaba en sueños dentro de la burbuja de mis pensamientos a través de mi océano particular de volteretas a cámara lenta, chocando suavemente contra los límites transparentes de mi encierro, la membrana acogedora que vibraba, mientras las amortiguaba, con las voces de unos conspiradores de una ruin empresa. Esto fue en mi juventud despreocupada. Ahora, totalmente invertido, sin un milímetro de espacio para moverme, con las rodillas apretadas contra el vientre, mis pensamientos, al igual que mi cabeza, están muy ocupados. No me queda otro remedio que tener la oreja pegada día y noche contra las sanguinolentas paredes. Escucho, tomo notas mentalmente y estoy preocupado. Oigo conversaciones íntimas sobre un designio mortífero y me aterra lo que me espera, lo que podría arrastrarme.
Estoy inmerso en abstracciones, y sólo las relaciones que proliferan entre ellas crean la ilusión de un mundo conocido. Cuando oigo «azul», cosa que nunca he visto, imagino una especie de suceso mental que se acerca mucho a «verde», cosa que tampoco he vis- to nunca. Me considero inocente, exonerado de lealtades y obligaciones, un espíritu libre, a pesar de mi exiguo habitáculo. No hay nadie que me contradiga ni me reprenda, no hay nombre o dirección anterior, no hay religión ni deudas ni enemigos. En mi agenda, si existiera, sólo figura mi próximo nacimiento. Soy, o era, a pesar de lo que dicen ahora los genetistas, una pizarra en blanco. Pero una pizarra porosa, escurridiza, que no serviría para un aula ni para el tejado de una casa de campo, una pizarra que se escribe a sí misma a medida que crece cada día y se va llenando. Me considero inocente, pero al parecer formo parte de una intriga. Mi madre, bendito sea su corazón incesante que chapotea ruidoso, parece estar implicada.

RECURSOS INHUMANOS



"Me llamo Alain Delambre y tengo cincuenta y siete años. Soy un directivo en paro."
«En Mensajerías Farmacéuticas, donde trabajo, Mehmet es «supervisor», y siguiendo un comportamiento vagamente darwiniano, cuando asciende pasa de inmediato a despreciar a sus antiguos compañeros y a considerarlos meras lombrices. Me he encontrado muchas veces con eso en mi carrera, y no solo entre trabajadores inmigrantes. Lo he visto en mucha gente que venía de abajo, de hecho. En cuanto progresan, se identifican con sus superiores con una convicción tal que los superiores no se atreverían a soñar. Es el síndrome de Estocolmo aplicado al mundo del trabajo».
Esto es lo más sensato que he leído en la nueva novela de Lemaitre, la definición del "trepa" y la presentación del protagonista.
El resto es tan increíble, tan atropellado, tan delirante y caricaturesco que arruina de forma irremediable la magnífica prosa de Lemaitre e incluso el atinado título de la novela.
Este autor me tiene "descolocada" porque entre ráfagas de talento brutal y personajes absolutamente inspirados nos cuela argumentos increíbles y personajes anodinos o, lo que es peor, personajes deficientemente construidos en argumentos delirantemente deconstruidos.
Poco más puedo decir de una novela protagonizada por un débil mental con aspiraciones de superhéroe al que acompañan una serie de bobos y fantasmas que caen en todas sus trampas sin ton ni son....
Me ha decepcionado profundamente y ello sumado a algún otro fiasco perpetrado por el autor hará que le olvide durante un tiempo.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Puede el paro convertirnos en una bomba de relojería?
Con humor, crudeza y un realismo brutal, Lemaitre explora el lado más inmoral del mundo empresarial y los efectos perversos que el desempleo puede llegar a tener en cualquiera de nosotros.
Me llamo Alain Delambre y tengo cincuenta y siete años. Soy un directivo en paro.»
El antaño flamante director de recursos humanos Alain Delambre ha perdido toda esperanza de encontrar trabajo y se siente cada vez más marginado. Cuando una empresa de reclutamiento considera su candidatura, está dispuesto a todo con tal de conseguir el empleo y recuperar su dignidad, desde mentir a su esposa hasta pedirle dinero a su hija para poder participar en la prueba final del proceso de selección: un simulacro de toma de rehenes. Sin embargo, la ira acumulada en años de agravios no tiene límites... y el juego de rol puede convertirse en un macabro juego de muerte.
La novela ganadora del Premio de Novela Negra Europea, por el ganador del Premio Goncourt, tres Dagger Awards, el Premio Best Novel Valencia Negra y el Premio San Clemente, con más de 3.000.000 de lectores.

Recursos Inhumanos (fragmento)

1.

Nunca he sido un hombre violento. No me viene a la memoria ningún momento en el que haya querido matar a nadie. Sí que he tenido ataques de ira de vez en cuando, pero nunca la voluntad real de hacer daño. De destruir. Así que, claro, estoy sorprendido. La violencia es como el alcohol o el sexo: no se trata de un fenómeno, es un proceso. Entramos en ellos casi sin notarlo, simplemente porque estamos maduros, porque nos llegan en el momento justo. Me daba perfecta cuenta de que estaba enfadado, pero nunca habría imaginado que aquello se transformaría en furia despiadada. Y es eso lo que me da miedo.
Y que todo esto lo haya pagado Mehmet…
Mehmet Pehlivan.
Es turco.
Lleva en Francia diez años, pero tiene menos vocabulario que un niño de esa edad. Solo conoce dos maneras de expresarse: o se cabrea o pone cara de cabreo. Y cuando se cabrea, mezcla el francés con el turco. Entonces nadie le entiende, pero a todo el mundo le queda claro lo que piensa de nosotros. En Mensajerías Farmacéuticas, donde trabajo, Mehmet es «supervisor», y siguiendo un comportamiento vagamente darwiniano, cuando asciende pasa de inmediato a despreciar a sus antiguos compañeros y a considerarlos meras lombrices. Me he encontrado muchas veces con eso en mi carrera, y no solo entre trabajadores inmigrantes. Lo he visto en mucha gente que venía de abajo, de hecho. En cuanto progresan, se identifican con sus superiores con una convicción tal que los superiores no se atreverían a soñar. Es el síndrome de Estocolmo aplicado al mundo del trabajo. Pero, cuidado, no es que Mehmet se crea el jefe, más bien lo reencarna. Es el jefe cuando el jefe desaparece. Resulta evidente que aquí, en una empresa que debe de contar con cerca de doscientos asalariados, no hay un patrón propiamente dicho, solo jefes. Pero Mehmet se siente demasiado importante como para identificarse con un simple jefe. Él se identifica con una especie de abstracción, un concepto superior al que llama «la Dirección», algo vacío de contenido (nadie conoce aquí a los directores) pero rebosante de sentido: la Dirección es como decir el Camino, la Vía. A su manera, ascendiendo por la escala de la responsabilidad, Mehmet se acerca a Dios.

jueves, 4 de enero de 2018

FELICIDAD FAMILIAR



"El papel de Polly no consistía en ser elogiada, sino en elogiar; no en ser distinguida, sino en distinguir. Su excelencia se consideraba normal y corriente, no una cualidad por la cualidad por la que hacer alharacas."
Felicidad Familiar es una de esas novelas en las que no pasa nada, aparentemente, la vida fluye en una gran familia judía de clase alta, la vida fluye en la superficie mientras una ...corriente subterránea socava los cimientos de esa familia perfecta en la que todo está decidido de antemano.
Felicidad Familiar es una novela de sentimientos y sensaciones, de pensamientos más que de acción y es la novela en la que cualquier mujer de cierta época puede reconocerse y reconocer a su familia, lo de menos es el status, lo de más la presión, la exigencia, el puño de hierro en guante de seda que nos hacer prisioneras sin grilletes y carceleras de nuestra propia prisión.
Felicidad Familiar es una novela profundamente feminista aunque el tema no se roce ni de lejos y aunque no haya sido esa la intención de la autora (realmente lo desconozco) y lo es porque su lectura obliga a plantearse las propias convicciones, lo que enseñamos a nuestras hijas y que es, de verdad, la felicidad.
Me ha gustado mucho y más que eso, me ha hecho pensar!


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 23 de Marzo de 2017

Felicidad Familiar - Laurie Colwin
Este libro se podría emparejar con la canción corazón loco. ¿ se pueden querer dos personas a la vez y no estar loco?
Polly es una chica de 30 años, felizmente casada, con dos hijos y una familia en donde los lazos familiares son fundamentales para la felici...dad.
Polly es mujer, madre, hija, esposa, hermana y trabajadora intachable, su vida se fundamenta en dar la talla a todas horas, en anteponer su familia a su vida .Hasta que un día se siente insatisfecha, sin motivos, dirían algunos, no le falta de nada, familia , dinero, posición social, pero se siente un mero peón manejado por todos.
Y conoce a Lincoln…un pintor al que le cuesta compartir su soledad, pero que colma la vida de Polly.
Claro está que esto será una mancha, algo que ocultar en la vida de esta “perfecta” Polly. Y aquí cobra vigor la canción :
“Aquí va mi explicación
A mi me llaman sin razón
Corazón loco
Una es el amor sagrado
Compañera de mi vida
y Esposa y madre a la vez
y La otra es el amor prohibido
Complemento de mi alma
Y ala que no renunciare
Y ahora ya puedes saber
Como se pueden querer
Dos mujeres a la vez
Y no estar loco…"
En este caso loca…Tremendo dilema el seguir con una vida establecida, con un marido, unos hijos, que la quieren pero como diría Antonio Gala ,son amantes sordomudos: te quieren mucho, pero ni te escuchan, ni te hablan. O dejarse llevar por un amor algo bohemio, que le haría renunciar a esa vida cómoda que tan bien conoce desde su infancia.
El libro es fácil de leer, llega a tocar los sentimientos, es sincero y valiente.
Y en mi caso me recuerda a nubosidad variable, de Carmen Martin Gaite, donde otra mujer explica sus vicisitudes a la hora de dar la talla en todos los frentes.

Sinopsis (Ed. Libros del Asteroide)
Polly es una treintañera neoyorquina casada con un exitoso abogado y madre de dos hijos encantadores. Criada en el seno de una familia judía de muy buena posición, se ha hecho adulta de la noche a la mañana, convirtiéndose en una versión moderna y más perfecta de su madre. Sin embargo, su vida dará un vuelco inesperado cuando se enamore de un pintor algo bohemio: de pronto, las ideas en las que había sido educada y su visión del mundo dejarán de tener sentido. Felicidad familiar nos cuenta la historia de una esposa y madre feliz que se ve embarcada de pronto en una impredecible relación amorosa.
Tras escribir sobre el comienzo del amor en su celebrada Tantos días felices, Laurie Colwin se ocupa en Felicidad familiar de la dificultad de cumplir las expectativas que uno se marca durante la juventud. Colwin es uno de los secretos mejor guardados de la literatura norteamericana. Su prematura muerte en 1992 le privó del éxito que sin duda merecía; aun así, el número de devotos de sus peculiares comedias de costumbres no ha dejado de crecer desde entonces.

Felicidad familiar (fragmento)
¿Te acuerdas de cuando éramos jóvenes y todo el mundo pensaba que las mujeres eran sentimentales? —preguntó Vincent—. Me pregunto quién sería el afortunado que tuvo esa ocurrencia. Descubrir que antes las cosas eran aburridas pero ahora son absolutamente extrañas es algo horroroso. Las chicas a las que conocía las veo ahora como superfluas, pero empiezo a pensar que una mujer que se derrita por ti puede resultar muy atractiva.

MÁS ALLÁ DE LA VERDAD


Séptima entrega de la serie de novelas protagonizadas por Hanne Wilhelmsen, subinspectora de homicidios en la jefatura de policía de Oslo (Noruega).

Esta es la entrega número 7 de la serie protagonizada por la inspectora Hanne Wilhelmsen , lo curioso es que yo ya he leído la entrega 8 e incluso una que podría pertenecer a la serie, en la que Wilhelmsen actúa como personaje secundario....., misterios de la política editorial española.

Dejando al margen estas cuestiones, la verdad es que Wilhelmsen me gusta, es un personaje intenso y bien construido que nos conduce siempre hasta el borde del abismo, en esta novela nada es verdad, todo es verdad y solo Hanne puede conducir la investigación hasta un final trepidante e insospechado.
Lo he pasado bien y espero la traducción de las últimas entregas, porque las que siguen ya las he leído....

Sinopsis (Ed. Reservoir Books)
Cuando leas un libro de la serie de la inspectora Hanne Wilhelmsen no vas a poder parar.
«¡Cuatro cadáveres, Hanne! La madre, el padre, el hijo mayor y otro del que no sabemos nada.»
Poco antes de Navidad, un grotesco asesinato múltiple en uno de los barrios más acomodados de Oslo tiene a la opinión pública en vilo. ¿Ha sido una tragedia familiar? La inspectora Hanne Wilhelmsen no lo cree. Hay demasiados cabos sueltos. ¿Quién es la cuarta víctima? ¿Y qué hacía con los Stahlberg, la famosa estirpe de armadores?
Las luchas de poder en el seno de la familia Stahlberg y el extraño comportamiento del nuevo presidente de la empresa naviera tampoco le facilitan precisamente la búsqueda del asesino a Hanne. Y aún más complicada es su relación con sus viejos colegas, sobre todo con su compañero de investigaciones, Billy T. Tanto más cuando ella insiste en que quizá la clave de todo esté en otro asesinato múltiple cometido tiempo atrás.

Más allá de la verdad (fragmento)

Jueves, 19 de diciembre

Era un perro viejo. Tenía las caderas anquilosadas. La enfermedad le había conferido el aspecto de una hiena de pecho ancho y cuello poderoso que desembocaban en un trasero ínfimo. Llevaba el rabo pegado a los testículos.
El sarnoso animal iba y venía, nadie era capaz de recordar cuándo lo había visto por primera vez. En cierto modo formaba parte del lugar, una molestia inevitable, como el ruido del tranvía, los coches mal aparcados o las aceras cubiertas de hielo. Era preciso tomar precauciones: cerrar la puerta del sótano, llamar al gato para que pasara la noche en casa y dejar bien tapados los cubos de basura del patio trasero.
De vez en cuando algún vecino presentaba una queja ante las autoridades sanitarias, sobre todo si amanecían tres mañanas seguidas con restos de comida y otros desperdicios tirados junto al soporte de las bicicletas. No solían recibir respuesta alguna y nadie hizo nunca nada para atrapar al perro.

CAFÉ AMARGO


Última novela de Simonetta Agnello Hornby que, en su línea habitual, nos relata un retazo de historia italiana a través de una familia, de varias familias sicilianas y, sobre todo, a través de un triángulo amoroso que es una verdadera aproximación a la historia italiana del último siglo "ni contigo ni sin ti...."
De Libia a la Segunda Guerra Mundial, pasando por el nacimiento del fascio, dos familias sicilianas unidas por el matrimonio de Maria y Pietro, sobreviven al mundo que cambia y sobreviven a pesar de sí mismas.
Se mantiene el estilo elegante y claro de la escritora y ese toque especial que hace que sus novelas nos conquistan.
Me ha gustado!!

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Un amor clandestino en la Italia convulsa de la primera mitad del siglo XX.
Ojos grandes y almendrados, cabello castaño: la belleza de Maria seduce al joven Pietro Sala (hasta el punto de que la pide en matrimonio aunque ella no tenga dote alguna), y también, de manera más sutil, a Giosuè, el joven al que el padre de Maria ha acogido y que ha sido para ella como un hermano mayor. Maria tiene sólo quince años, Pietro treinta y cuatro; él es unbon vivantque ama los viajes, el juego, las mujeres; ella proviene de una familia socialista de grandes ideales pero magros recursos. Y sin embargo el matrimonio resulta ser feliz: fuera de los muros familiares, Maria descubre la libertad y el derecho al placer. Sin embargo, durante un viaje a Trípoli, con el desierto como cómplice, Maria descubre los soterrados lazos que siempre la han atado a Giosuè. Comienza así una historia de amor que durará más de veinte años, llena de encuentros clandestinos, de separaciones, de amargas consecuencias familiares, hasta que ambos encuentren una nueva paz…después de una sangrienta guerra.
Desde los «fasci» sicilianos hasta el ascenso del fascismo y la segunda guerra mundial, la autora sigue las andanzas y vicisitudes de la protagonista, convirtiendo su vida poco convencional en un fragmento decisivo de la historia de Sicilia y de Italia.


Café amargo (fragmento)

1
Un enamoramiento de otros tiempos

Alto y reluciente como el carro de Santa Rosalia, el Isotta Fraschini subía retumbando por via Grande, una calle que cruzaba serpenteando el pueblo de Camagni. Debajo de la capota de lona impermeable, Pietro Sala iba al volante —gorra de cuero negro, gruesa chaqueta turquesa, anteojos y bufanda— con Leonardo a su lado, él también con gorra, anteojos y sobretodo gris cruzado. En cada curva, el automóvil parecía rozar los muros de las casas: detrás de las contraventanas, muchos ojos atónitos.

Vía Grande se había quedado vacía. Las mulas de carga con provisiones y mercancías a lomos habían sido atadas a toda prisa en las anillas de las escaleras que cortaban la calle. Como hormigas enloquecidas, la gente, las carretillas, las calesas y las carrozas habían buscado refugio. Los zaguanes nobles estaban abarrotados de extraños, al igual que el interior y los umbrales de las tiendas, las putìe; los carreteros habían acercado los carros a los muros y habían echado una manta sobre la cabeza de las mulas. De vez en cuando resonaban rebuznos aislados y gritos de algún memo. Los perros estaban alerta. Las escaleras exteriores de las casas y las escalinatas de las iglesias se habían transformado en palcos y refugios.
Al paso del vehículo, accionado por una energía inanimada, los alumnos del Colegio Menor Nacional, apiñados en los balcones del internado, dieron rienda suelta a un aplauso entusiasta. Fue suficiente para que volviera la normalidad. Los perros ladraban. La gente se echaba a la calle, curiosa. Los chicos seguían al automóvil despreocupados del humo que les abrasaba los ojos y la garganta. Cu sunnu i forasteri? Cu c’i purta? Unni vannu? ¿Quiénes son esos forasteros? ¿Quién conduce? ¿Adónde van? ¿Qué clase de máquina es ésa? En la última curva, el Isotta Fraschini aminoró la marcha; después volvió a acelerar hasta que llegó a la placita a la que daba el barroco palacio Tummia.


RESTOS MORTALES


Vigesimosexta entrega de la serie de novelas protagonizadas por el comisario veneciano, Guido Brunetti.

Hace ya tiempo que no me encontraba con Brunetti y, la verdad, siempre reconforta pasear por Venecia con los viejos amigos. En esta última novela el comisario es más protagonista que nunca (su familia esta vez es muy secundaria), esta estresado y tiene que marcharse un par de semanas a una finca cercana para reposar y olvidarse de los problemas pero......algo surge que trastoca sus planes.
He visto un Brunetti más íntimo, más reflexivo, con más dudas acerca de todo....será la edad.
Acostumbrada a los finales abruptos de Donna Leon no me ha sorprendido esta novela, pero quizás debería moderar la tendencia.
Lo dicho, recomendable para fans y para pasar el rato porque un Brunetti al año, no hace daño.
Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Entrega número 26 de la exitosa serie del comisario Brunetti, la primera que aborda la ecología y los delitos contra el medioambiente.
El infalible comisario Brunetti necesita unas vacaciones. Así se lo ha recomendado su doctora y también insiste en ello su esposa Paola, que finalmente convence a su marido para que se vaya una temporada a una casa familiar en San Erasmo, la isla más grande de la laguna veneciana. El comisario tiene pensado pasar unas semanas casi en plena soledad, leyendo libros y haciendo el tipo de trabajo manual que le ayude a mantener la cabeza alejada de la oficina. Una vez allí, Brunetti entabla amistad con Davide Casati, el hombre encargado de cuidar la casa, un tipo duro y peculiar al que sólo parece haber una cosa que le preocupa desde la muerte de su mujer: el cuidado de sus abejas, que misteriosamente están desapareciendo a causa de algún extraño fenómeno que afecta a toda la zona. Cuando Casati, que conoce cada una de las islas al milímetro y es un experto navegante, aparece ahogado en las aguas de la laguna, Brunetti pondrá a su equipo a resolver un asunto que implica a una gran empresa dedicada al manejo de residuos tóxicos y que podría poner en peligro el equilibrio natural del ecosistema.

Restos mortales (fragmento)

1Tras el intercambio habitual de fórmulas de cortesía, la sesión se había alargado media hora más y Brunetti empezaba a sufrir las consecuencias. Le habían pedido al hombre que tenían delante — un abogado de cuarenta y dos años cuyo padre era uno de los notarios de mayor éxito y, por consiguiente, con más poder de toda la ciudad— que acudiese esa mañana a la questura porque dos personas distintas lo habían nombrado como el individuo que dos días antes le había ofrecido unas pastillas a una chica en una fiesta que se había celebrado en un domicilio particular.
La joven se las había tomado con un zumo de naranja que, según la información que había recibido la policía, también le había dado el mismo hombre. Un rato después se había desmayado y la habían llevado a urgencias del Ospedale Civile, donde había quedado ingresada con pronóstico reservado. Antonio Ruggieri había llegado puntual a las diez y, como muestra de su fe en las capacidades y probidad de la policía, no se había molestado en llevar consigo a otro abogado. Tampoco se había quejado del calor que hacía en aquella sala de ventana única, aunque había posado la mirada un instante en el ventilador de la esquina, que hacía lo que podía — si bien en vano— por contrarrestar el bochorno agobiante del mes de julio más caluroso del que se tenía constancia.