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viernes, 5 de agosto de 2016

EL JARDÍN COLGANTE

A veces los premios....tienen un regusto un poco raro y esta novela ha sido premiada en 2012 con el Premio Biblioteca Breve, como las críticas que más nos gustan son las de nuestros amigos lectores, aquí dejo la de un gran amigo y lector impenitente:

Novela RESEÑADA POR RICARDO CORTAT
9 de Enero de 2013
Empiezo a sospechar que la vida de crítico literario es un infierno. Por eso algunos son como son. O eso parece.
Yo podría solucionar esto con un "me gusta"/"no me gusta" acompañado de un "porque sí"/"porque no" y quedarme tan ancho.
El crítico debería analizar el o los simbolismos ocultos en el libro (el meteorito, las drogas, Ibiza...), discernir si es una novela sobre la transición o una novela política o un subidón de psicotrópicos.
Incluso debería opinar sobre la obra del autor y dejar claro si es un premio merecido y es un escritor con futuro o si hay una sobrevaloración total y se le está poniendo en el escaparate sin motivo ninguno.
Cabe también la posibilidad de estudiar el por qué todos los personajes son feos o estrambóticos o simplemente están mal acabados y punto.
Ya veis, con lo fácil que es decir porque sí o porque no. Claro, que aquí no cobramos, ¿verdad?

No puedo estar más de acuerdo con la opinión de Ricardo y es que la novela nos lleva a 1977 para recrear la "transición" desde un punto de vista muy particular y, en mi opinión, absolutamente delirante. No me ha gustado el ambiente, ni los personajes, ni la supuesta "ironía" con la que el autor maneja las situaciones. El talento no sobra y en esta novela mucho menos.
Un fragmento les ilustrará sobre la especial forma de escribir del autor:

NO HAY PROTOCOLO 
"La posición en que la secretaria del capitán de artillería Ponce Oms encuentra a Arístides Lao, alias Sirio, en un rincón del suelo de su despacho es esa postura genuflexionada y con el cuerpo muy echado hacia delante que uno asocia con musulmanes a la hora del rezo o bien con gente que ha perdido una lentilla. La secretaria mira a Lao y a continuación levanta la vista hacia las paredes. Lao se incorpora hasta quedarse de rodillas, sosteniendo la espátula con la que está enmasillando la parte baja de la pared, y vuelve su cabecita pelirroja y alopécica hacia ella. 
—Puedo explicarle esto —dice con su voz sin inflexiones—. Si quiere, hasta puedo rellenarle un informe de incidencia. Usted sólo lo tiene que firmar."