Mostrando entradas con la etiqueta Max Aub. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Max Aub. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de diciembre de 2017

LAS BUENAS INTENCIONES


Buscando una novela actual, del mismo título, he topado con esta joya del gran Max Aub.
Las buenas intenciones tiene un aroma galdosiano que nos lleva a la España de los años 20-30 y relata con maestría los mejores y peores estereotipos de un país atascado entre la iglesia y la monarquía, la modernidad y las convenciones, la verdad y la mentira....
Apenas 200 páginas para dibujar un fresco magnífico de gran altura literaria. Un clásico¡¡¡

Sinopsis (Ed. Alianza Editorial)
"Las buenas intenciones", ambientada entre 1924 y 1939, es un relato del Madrid popular bajo la mirada del protagonista, Agustín Alfaro, descendiente de una familia segoviana. Además de ser un recorrido por las gentes de la capital española, la novela nos pasea por Zaragoza y Barcelona a través de un realismo sin adornos. Con un particular sentido del humor, Max Aub se muestra firme ante una burguesía timorata que, según el autor, era la culpable de los males que padecía España a comienzos del siglo XX.

Las buenas intenciones (fragmento)
"Don Marcelino Guzmán era hombre de sesenta años y llevaba cincuenta y dos entre relojes y casi tantos con su cristal de aumento pegado al ojo derecho en busca de espirales, volantes, escapes, áncoras o disparadores rotos o mal equilibrados; no le temblaba la mano, la pinza entre los dedos, componiendo desde el fino Longines al pétreo Roskoff. Pero al ver las cosas de tan cerca, con lupa o cuenta hilos, había acabado por darle un concepto muy meticuloso de las cosas. Lo veía todo con mayor detenimiento que la generalidad de los seres humanos. De cómo el fijarse en cualquier detalle lo había llevado al colmo de la avaricia es cosa fácil de comprender. Su concepto microscópico del mundo le empujó, desde temprana edad, a economizar lo más mínimo.
Hacía cerca de treinta años que estaba establecido en un portal de la calle de Atocha. Allí seguía, a pesar de que sus ahorros podían haberle permitido comprar en traspaso, o abrir una relojería importante en cualquier barrio si no más comercial más elegante. Pero, por lo visto, su anteojera le impedía ver más allá del reducidísimo campo que se le abría, eso sí, sin faltar detalle.
Vivía en el último piso de la misma casa, con su mujer, que fue criada de un general muy nombrado a principios de siglo y que ocupó, hasta el día de su muerte, el año 10, el principal de la casa. Marcelino la había estudiado muy por lo menudo, charla que te charla, sin perder la finalidad que le llevaba a tanto parloteo, ni el tiempo. María de los Ángeles era de Villarrobledo, hija de unos campesinos pobres y como tales de familia numerosa. Muy seria, un tanto redicha, más bien fea y ferozmente apegada al ahorro, lo que les había unido desde el principio. La verdad es que no se casaron hasta que Angelita estuvo en edad de ir a la escuela. "

martes, 22 de julio de 2014

LAS BUENAS INTENCIONES


Max Aub tiene el dudoso honor de haber sido un escritor, triple o cuadruplemente, exiliado, en algún momento de su vida llegó a tener cuatro nacionalidades (alemana, francesa, española y mexicana) de todos los países hubo de huir excepto de México que le cobijó hasta su último suspiro y cuya nacionalidad fue una elección no una imposición. Exiliado, también, de los lectores, injustamente olvidado, en las bibliotecas y en las librerías, sólo Muñoz Molina en su discurso de ingreso en la RAE y Francisco Ayala en su contestación, paliaron levemente este olvido. Es, sin embargo, un narrador profundamente hispano, con un realismo transcendente trufado de ironía y en ocasiones de comicidad, imprescindible para entender muchas cosas de España, su historia y su literatura. En esta novela a través de la vida de Agustín Alfaro (un buen chico) dibuja un retrato agridulce de la España de la II República y la guerra civil, de la burguesía madrileña y de los avisos no escuchados, un final, no por esperado, menos crudo remata este fresco no tan amable como pudiera parecer a primera vista. Un libro inolvidable.