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viernes, 27 de agosto de 2021

YERULDELGGER LA MUERTE NÓMADA


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por  Khaltar Guichyguinnkehn Yeruldelgger comisario de la brigada criminal de la policía en Ulán Bator, Mongolia

Y parece que, aquí terminan las aventuras de Yeruldelgger ese policia mongol que es uno de los investigadores más originales que he encontrado en mi vida de lectora de novela negra, algo más  que un policía y algo más que novela negra, en un país desconocido para la mayoria cuya vida y tradiciones relata Manook de forma magistral. En esta última narración hay misticismo, corrupción, mafia, sangre y un final que, quizás no lo sea...!!

Espero que no sea el final porque es una serie magnífica, con personajes inolvidables y paisajes desconocidos. 

Muy recomendable 🌞🌞🌞

Sinopsis ( ed. Salamandra) 

"Los años de lucha contra el crimen y el dolor por la muerte de su hija Koshi han hecho mella en Yeruldelgger. Encerrado en un misticismo a ultranza, hace cuatro meses que el incorruptible comisario ha abandonado la policía de Ulán Bator y ha plantado su yurta en el desierto de Gobi, donde, gracias al silencio y la belleza del lugar, espera reencontrarse con las tradiciones ancestrales y recuperar la paz espiritual. Pero su retiro durará muy poco: contra su voluntad, dos jinetes extraños lo empujarán a la acción, y Yeruldelgger se verá envuelto así en un fuego cruzado entre mercenarios pagados por voraces compañías mineras, políticos inmorales, policías corruptos y jóvenes seguidores del juramento de Gengis Kan. Una maraña sangrienta en una Mongolia destripada por las excavadoras de las multinacionales, expoliada por las ansias de los especuladores y arruinada por la venalidad de sus dirigentes, y de la que Yeruldelgger, siempre fiel a sus ideales, no saldrá indemne.

Desde las áridas estepas mongolas hasta el corazón de Manhattan, y desde Canadá hasta Australia, Ian Manook insufla en el género policíaco un aire más negro y salvaje que nunca. Tras el éxito de las dos primeras entregas, con más de medio millón de lectores adictos a las hazañas del famoso comisario de Mongolia, Yeruldelgger. La muerte nómada pone un final dramático a una de las series más originales de los últimos tiempos y supone el adiós de uno de los personajes más inolvidables de la novela negra."

#LIBROS #reseñas2019 #novedades2019 #novelanegra😎


viernes, 17 de agosto de 2018

YERULDELGGER, TIEMPOS SALVAJES

«Cuando el viento del norte golpea las estepas nevadas de Asia Central, nadie te oye morir.»

Segunda entrega de las "aventuras" de Yeruldelgger, policía mongol que desarrolla su labor en la comisaria central de Ulan Bator. Una trama compleja de corrupción generalizada, espías, tráfico de personas, violencia y ese toque parapsicológico que le otorga a nuestro protagonista su educación en un monasterio de monjes shaolin....
Me gusta conocer costumbres tan diferentes, "gastronomía" exótica y tradiciones mongolas pero la complejidad de la trama hace que, en algunos momentos, uno se pierda en la estepa nevada y no vea la forma de regresar.
Seguramente le daré una tercera oportunidad porque es más lo que me gusta que, lo que me disgusta pero....algo le falta.


Sinopsis (Ed. Salamandra)

En medio de las gélidas estepas mongolas, la inspectora Oyun, ayudante del comisario Yeruldelgger, se topa con una escena difícil de interpretar: un jinete y su caballo yacen aplastados bajo el lomo de una hembra de yak que parece haber caído del cielo. La misma sorpresa experimenta su jefe cuando, en un desfiladero del macizo del Otgontenger, se descubre el cadáver de un hombre que sólo puede haber acabado ahí... precipitándose desde las alturas. Y para cerrar el círculo de hechos insólitos, el mismo comisario es detenido como sospechoso del asesinato de Colette, una amiga prostituta a la que había ayudado a rehacer su vida. Sumido en la perplejidad y temiendo ser víctima de una trampa, Yeruldelgger acomete una investigación clandestina que generará tensiones con su equipo, reabrirá viejas heridas con su hija Saraa y provocará la intervención de los maestros shaolin del séptimo monasterio en el que fue criado. Pero la situación da un vuelco completo con el hallazgo de los cuerpos sin vida de un grupo de niños dentro de un contenedor en el puerto de El Havre. Pese a los miles de kilómetros que separan Mongolia de Francia, las pistas acabarán por cruzarse para destapar un caso de corrupción y abusos a todos los niveles que afecta a las más altas esferas de diversos países, desde Europa hasta Asia. Tras la carta de presentación que supuso Yeruldelgger. Muertos en la estepa, Ian Manook regresa a Mongolia y a su carismático comisario. País de fuertes contrastes, donde las tradiciones ancestrales y la espiritualidad conviven con la mafia y el crimen organizado, Mongolia vuelve a ser protagonista de esta vibrante novela que, con personajes de marcado carácter y escenarios sobrecogedores, consolida a su autor como una de las voces más originales y sugerentes del noir en los últimos años.

Yeruldelgger, tiempos salvajes (fragmento)

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... y puso un dedo en el gatillo

Embutida en su parka con forro polar, la inspectora Oyun intentaba comprender aquel amontonamiento de cosas. Estaba agachada en la nieve, que crujía bajo su peso, y se había inclinado para verlo mejor. El frío le cortaba los ojos y el aire helado le arañaba las fosas nasales con cada respiración. Era como aspirar fragmentos de cristal. A su alrededor, un nuevo dzud, el invierno mongol más terrible y extremo, había vitrificado la estepa inmaculada. Por tercer año consecutivo, el «mal blanco» golpeaba el país. Eran inviernos polares muy largos, seguidos de veranos caniculares cortos. Tormentas de nieve que duraban días, en las que uno no veía ni su propia yurta y podía perderse y morir congelado, de pie, a un metro de ella. Luego, sobre el paisaje paralizado por el hielo, se alzaban cielos tan azules que parecían lacados, agujereados por un sol blanco y diminuto. Oyun no recordaba dzuds como ésos en su infancia. El primero del que tenía recuerdo era el de 2001. Un invierno tan crudo y largo que siete millones de animales murieron en todo el país. Guardaba en su memoria la imagen de aquellos miles de nómadas, todavía orgullosos y fuertes unos meses antes, que acudían derrotados a Ulán Bator para mendigar y morir en silencio, ateridos, en las cloacas. Los hombres habían perdido sus caballos, las mujeres, sus yaks y sus cabras, y los niños, sus corderos e incluso sus perritos. Aquel invierno mató más personas en Mongolia que los aviones de las Torres Gemelas en Manhattan.

viernes, 5 de enero de 2018

YERULDELGGER, MUERTOS EN LA ESTEPA


Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por  Khaltar Guichyguinnkehn Yeruldelgger comisario de la brigada criminal de la policía en Ulán Bator, Mongolia

Cuando yo era jovenzuela, los pasaportes franquistas (si es que te lo concedían) hacían dos excepciones para los viajeros españoles....URSS y Mongolia Exterior, de esta última sólo sabíamos su capital Ulán Bator, exótica reminiscencia de la geografía del bachillerato y que había sido territorio de Genghis Khan, leyenda alimentada por las aventura de Marco Polo. Si alguien en ese momento me hubiese... hablado de un detective que desentierra muertos en la estepa mongola me hubiese reído sin parar!!
Y aquí estoy con las aventuras de Khaltar Guichyguinnkehn Yeruldelgger comisario de la brigada criminal de la policía en Ulán Bator, Mongolia; debo decir que empecé el libro con recelo ya que el título no anima y la extensión es considerable pero.....lo he devorado!!!
Dejando aparte el escenario exótico y sus costumbres, comidas, evolución histórica y cambio político (todo ello nuevo para mi) los personajes son muy de novela negra, desgraciados y misteriosos (como debe ser), la corrupción y la marginalidad campan a sus anchas por el país y las tramas personales son interesantes y pueden dar mucho de sí.
Resumiendo, que la iba a reservar para vacaciones de SS y ya me la he "pulido" en un plis-plas.
La recomiendo, por su originalidad y su ritmo que no da tregua al lector.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
En la inhóspita inmensidad de las estepas mongolas, una familia de nómadas realiza un macabro descubrimiento: el cuerpo de una niña de cinco años enterrada junto con su triciclo. El comisario Yeruldelgger, un tipo temperamental marcado por la tragedia y a quien su trabajo ha llevado casi al límite de la locura, observa la escena del crimen con una mezcla de perplejidad y agotamiento infinitos. Apenas cinco horas antes se encontraba en Ulán Bator, en las oficinas de una empresa china, investigando la aparición de tres cadáveres salvajemente mutilados, y ahora, por extraños motivos, su jefe lo ha apartado del caso.
Esto no significa, claro está, que un tipo como él vaya a quedarse de brazos cruzados. Empeñado en aclarar este monstruoso crimen que le revuelve las tripas, Yeruldelgger inicia una investigación paralela con la colaboración de la inspectora Oyun, una mujer intrépida, descarada y un poco enamorada de él, y de la forense Solongo, con la que el comisario mantiene una compleja relación sentimental. Poco a poco, van surgiendo vínculos inesperados entre ambos casos, y en su camino se cruzarán desde fantoches de baja estofa hasta una red de políticos y empresarios sin escrúpulos que anteponen los negocios a la vida humana. En última instancia, lo más preocupante será la corrupción policial que sostiene esa estructura diabólica, dispuesta a todo para mantener el statu quo. Así pues, desde la sombra, Yeruldelgger y su equipo se jugarán la vida para esclarecer la verdad y librar al país de una plaga que se expande por su tejido más profundo.
Ganadora de múltiples premios en Francia —entre ellos el prestigioso Premio SNCF du Polar, el Premio de las Lectoras de Elle y el Premio de los Lectores Quais du Polar/20 Minutes—, Yeruldelgger, muertos en la estepa aporta al público un ámbito geográfico exótico y desconocido, el de una Mongolia compuesta tanto por las tribus nómadas de las llanuras como por los habitantes de Ulán Bator, un nido de crimen, vicio y racismo, donde el nivel de vileza en todas las esferas convierte el trabajo policial en un desafío quijotesco.

Muertos en la estepa (fragmento)

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Una especie de felicidad...


Yeruldelgger observaba el objeto sin entender. Al principio, había mirado, incrédulo, la inmensidad de las estepas de Delgerkhaan. Unas estepas que lo rodeaban como océanos de hierbajos que el viento agitaba con un oleaje irisado. Durante un buen rato, en silencio, había procurado convencerse a sí mismo de que estaba de verdad en aquel lugar, y sí, de verdad estaba allí. En medio de extensiones infinitas, al sur de la provincia de Hentiy y a cientos de kilómetros de cuanto hubiera podido justificar de algún modo la presencia incongruente de semejante objeto.

El policía de distrito se mantenía respetuosamente a un metro de distancia detrás de él. Los miembros de la familia nómada que lo habían alertado estaban enfrente, a varios metros. Todos lo miraban, esperando que diera alguna explicación satisfactoria a la presencia del objeto que sobresalía, inclinado, de la tierra. Yeruldelgger respiró hondo, frotándose el rostro fatigado con las anchas palmas de sus manos, y luego se agachó delante del objeto para observarlo mejor.
Se sentía vacío, agotado, consumido por aquella vida de poli cuyo control sin duda había perdido. Esa mañana, a las seis, lo habían enviado a investigar la aparición de tres cadáveres hechos picadillo en las oficinas de administración de una empresa china situada en los suburbios de Ulán Bator, y cinco horas más tarde se encontraba en la estepa sin comprender siquiera por qué lo habían enviado hasta allí. Hubiera preferido con mucho quedarse en la ciudad para investigar con su equipo el asunto de los cadáveres chinos. Sabía por experiencia, y por afición a la adrenalina, que la primera hora en el escenario de un crimen es crucial. No acababa de gustarle no estar allí, a pesar de que confiaba plenamente en la inspectora Oyun, a quien había dejado a cargo del asunto. Ella sabía qué hacer y lo pondría al corriente si fuera necesario.