Tras el éxito comercial clamoroso de La sombra del viento, y el fiasco delirante de El juego del ángel, realmente me producía verdadera curiosidad esta tercera parte de la trilogía (o tetralogía, no lo se a ciencia cierta) de Carlos Ruiz Zafón, y como, a la sazón, el escritor tiene adeptos fieles y detractores implacables he decidido confiar esta reseña a dos de los mejores lectores que conozco: Juan Antonio Carrera Castillo y Mari Dolores Sanchís. Aquí os dejo su opinión, tal como la compartieron un 8 de Febrero de 2012:
"He leído El prisionero del cielo de Carlos Ruiz Zafón, el tercero de la saga del cementerio de los Libros Olvidados. Continúan los diálogos tan graciosos y chispeantes de Fermín, aparecen dos personajes breves pero encantadores la Rociíto y el padre Valera, la huida de Fermín de la cárcel… para acabar diciendo que vengar la muerte de Isabella es el destino del Prisionero del cielo pero ¿lo será también el de Martín?. Habrá que esperar la siguiente entrega. Sin ninguna duda me sigue gustando." Juan Antonio Carrera Castillo (8 de Febrero de 2012)
"Yo también lo leí y opino lo mismo que Juan Antonio, muy ameno, mejor que el segundo y con unos diálogos de humor muy buenos." Mari Dolores Sanchis (8 de Febrero de 2012)
Reconozco que sólo he leído este libro motivada por las recomendaciones anteriores; si La sombra del viento me pareció un "experimento" encomiable y entretenido, aunque con más pretensiones que acierto en la construcción literaria; El juego del ángel fue, directamente una tortura, un atentado literario tanto en el fondo como en la forma. Comprobado, pues, que el autor no sólo no había aprendido de sus errores, sino que los repetía multiplicados, me había prometido formalmente no leer nada de este señor, nunca más!!!
Cedí, sin embargo, a las recomendaciones de l@s amig@s de LIBROS, y...los vicios persisten, la trama se resiente y aunque no es tan malo como El juego del ángel, no ha conseguido captar mi atención, sin duda, debido a que estoy más pendiente de las incorrecciones lingüísticas y los lugares comunes que pueblan la obra de Ruíz Zafón, que a la novela propiamente dicha.
Es cierto, además, que he desarrollado una especie de "aversión personal" por el autor tras sus intervenciones televisivas y las entrevistas promocionales que ha concedido, por tanto no soy objetiva, al respecto.
Siendo así les recomiendo que hagan caso a mis amigos Juan Antonio y Mari Dolores, o a este fragmento con el que comienza el libro, para tomar una decisión; leer o no leer.....
"Barcelona, diciembre de 1957
Aquel año a la Navidad le dio por amanecer
todos los días de plomo y escarcha. Una penumbra
azulada teñía la ciudad, y la gente
pasaba de largo abrigada hasta las orejas y dibujando
con el aliento trazos de vapor en el frío. Eran pocos
los que en aquellos días se detenían a contemplar el
escaparate de Sempere e Hijos y menos todavía quienes
se aventuraban a entrar y preguntar por aquel libro
perdido que les había estado esperando toda la
vida y cuya venta, poesías al margen, hubiera contribuido
a remendar las precarias finanzas de la librería.
—Yo creo que hoy será el día. Hoy cambiará nuestra
suerte —proclamé en alas del primer café del día,
puro optimismo en estado líquido.
Mi padre, que llevaba desde las ocho de aquella
mañana batallando con el libro de contabilidad y haciendo
malabarismos con lápiz y goma, alzó la vista
del mostrador y observó el desfile de clientes escurridizos
perderse calle abajo. " Capítulo I