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martes, 11 de diciembre de 2018

LUGAR DE EJECUCIÓN

Aunque es una novela relativamente antigua, me ha gustado leer Lugar de ejecución y lo he hecho gracias a la invitación de mi querida Chelo Casas y sus maravillosas amigas de Club de Lectura.
Lugar de ejecución fue premiada en 2001 con el BookAward a la mejor novela de intriga y misterio, y podría ser premiada de nuevo porque mantiene la chispa propia de Val McDermid. Tiene intriga, personajes únicos y resolución "inesperada" (esto es un decir....porque si eres lector avanzado descubres enseguida las trampas), se le podría reprochar su longitud, creo que la tercera parte es totalmente prescindible; pero a pesar de todo (trampas, páginas excesivas, estereotipos....) entretiene y se disfruta.
Recomendable con alguna pequeña reserva!

Sinopsis (Ed. RBA)


Manchester, 1963. El inspector George Bennett se enfrenta a uno de los sucesos más desconcertantes de toda su carrera policial: la desaparición de dos adolescentes que no han dejado ninguna huella tras de sí. Poco tiempo después, otra joven de sólo trece años desaparece también en una pequeña localidad del condado de Derbyshire. Pasados muchos años, la periodista Catherine Heathcote está trabajando en la publica-ción de un libro acerca de aquel antiguo caso, por lo que cuenta con la inestimable cola-boración de Bennett. Súbitamente, el ex inspector encargado de la investigación deja de colaborar con ella sin explicación alguna. Como en el caso de las muchachas, esta nueva desaparición abre más interrogantes de los que Catherine quizá pueda resolver. 
En 2001, Lugar de ejecución recibió el Book of the Year Award de Los Angeles Times en la categoría de novela policiaca y de suspense, además del Dilys Award, prestigioso premio concedido por la Independent Mystery Booksellers Association norteamericana.

Lugar de ejecución (fragmento)

PRÓLOGO
La niña se despedía de la vida. Una despedida nada fácil.
Como cualquier chica de trece años siempre encontraba de qué quejarse, pero ahora que estaba a punto de perder la vida, esta le parecía de pronto muy deseable. Ahora entendía por fin porque los mayores se aferraban con tal tenacidad a cualquier momento de la existencia aunque fuera doloroso. Por mala que fuera su vida, la alternativa era infinitamente peor.
Incluso había empezado a arrepentirse de cosas: de las veces que había deseado que su madre muriera, de las veces que había deseado que sus sueños de ser una niña cambiada al nacer fuesen ciertos, del odio que había sentido por los chicos de la escuela que la insultaban por no ser como ellos, de los fervientes deseos de ser mayor y que aquellos sufrimientos quedasen atrás. Ahora todo parecía no tener importancia. Lo único que contaba era la preciosa vida que estaba a punto de perder.