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lunes, 4 de diciembre de 2017

JUSTO ANTES DE LA FELICIDAD


Esta novela Prix Maison de la Presse-2013 (Premio de los libreros franceses), titulada originalmente Juste avant le Bonheur; me ha hecho llorar....
Justo antes de la felicidad es una novela de amor, poco amor romántico y mucho amor fraternal, maternal, generoso, desinteresado e inesperado. A través de la vida de una joven madre con dificultades sin fin, asistimos al discurrir de la vida de unos protagonistas "como nosotros" que se divierten, sufren, ríen, lloran y se levantan cada día con la esperanza de que "un milagro" les alcance.
Con lenguaje sencillo y estructura clara, se lee sin tregua y se disfruta o se sufre, también sin tregua, es una explosión de sentimientos que hace difícil interrumpir la lectura en algún momento. Y es "mano de hierro en guante de seda" ya que la aparente dulzura de la forma, no esconde la dureza del fondo, que es la dureza que, en algún momento, a todos nos muestra la vida.
Por resaltar algo negativo, creo que le sobran algunas páginas hacia el final de la novela, pero es un mal menor que no empaña la facilidad con que un@ se sumerge en la historia y en las vidas de los personajes.
La recomiendo¡¡¡ (creo que a Rosi Torres Marino y a Anita Ember les encantará)

Sinopsis (Ed. Grijalbo)
La conmovedora historia de una joven madre soltera que sorprende a todos con su coraje y fortaleza cuando el destino la desafía.
Novela galardonada con el Prix Maison de la Presse, el premio de los libreros franceses.
Hace demasiado tiempo que Julie ha dejado de creer en los cuentos de hadas, en la bondad y todas esas patrañas. Con apenas veinte años, es cajera de un supermercado donde aguanta las impertinencias y el acoso de su jefe por miedo a perder su puesto. No se lo puede permitir, necesita ese trabajo. Es madre soltera y tiene que valerse por sí misma, ya que su familia le dio la espalda cuando se quedó embarazada del pequeño Lulú, un niño de tres años adorable.
Pero un día un desconocido le tiende una mano por pura generosidad. Conmovido por su situación familiar, Paul, un cliente del supermercado, la invita espontáneamente a pasar con el niño unos días en la costa bretona junto a él y su hijo Jérôme. Reacia en un primer momento, la joven madre acaba aceptando la propuesta sin saber que estas vacaciones van a cambiar sus destinos para siempre. Un viaje de no retorno y una cadena de sucesos inesperados mostrarán a Julie la cara más triste pero también la más amable de la vida.
Una historia llena de vitalidad y esperanza que nos reconcilia con la vida.
El optimismo, la ternura y un fino humor impregnan las páginas de esta emotiva novela.


Justo antes de la felicidad (fragmento)

Un nombre en una chapa

En peores se ha visto Julie.
Podría haber dicho que no, habérsela jugado, perder el trabajo, pero conservar la dignidad.
¿Qué dignidad?
Hace mucho tiempo que esta mujer menuda perdió su dignidad. Cuando se trata de sobrevivir, dejas a un lado los grandes ideales que te forjaste de niño. Y encajas el golpe, callas, dejas que digan lo que quieran, aguantas.
Además, necesita ese trabajo. Lo necesita de verdad. Y el cabronazo de Chasson lo sabe. Es un director sin escrúpulos, capaz de echar a una cajera por un error de diez euros. ¡Conque cincuenta…!
Julie sabe sin embargo quién le robó esos cincuenta euros cuando se alejó un momento. Pero está mal visto denunciar a las compañeras. Muy mal visto. Te ganas mala fama y ya no hay quien te la quite. Prefiere evitarlo.
—Señorita Lemaire, podría despedirla ahora mismo. Pero conozco su situación, sé que no puede devolver el dinero. Ándese con ojo, podría exigirle una solución para corregir sus errores de caja. ¿Entiende a lo que me refiero? Si no, pregunte a algunas de sus compañeras, ellas ya se han enterado de lo que tienen que hacer —le suelta mirándola fijamente sin escrúpulos y con una sonrisa malvada en los labios.
«¡Cabrón!»
Y eso que no tiene mala pinta. El yerno ideal. Alto, dinámico, sonriente, con la barbilla cuadrada y las sienes plateadas. Siempre una palmadita en la espalda para tranquilizar, para animar. Siempre una palabra amable cuando se acerca a saludar a sus empleados los lunes por la mañana. Una esposa elegante y unos hijos bien educados. El típico que empezó desde abajo y que fue subiendo los peldaños con el sudor de su frente, ganándose el respeto y la admiración de todos. Esa es la cara brillante de la moneda. Pero en la otra está el lobo, el depredador, el hombre que quiere mujeres a sus pies para demostrarse a sí mismo que es el más fuerte.