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jueves, 4 de enero de 2018

LAS CONFIDENTES


RESEÑA DE CLARA GLEZ para LIBROS, 30 de Mayo de 2017.

LAS CONFIDENTES - ELIZABETH SUBERCASEAUX
Me gustan las historias de mujeres, y esta lo es. ...
Dos mujeres con una vida muy distinta, en distintas naciones, pero con una trayectoria igual de traumática.
Una serie de historias que se van entremezclando, con muchas connotaciones parecidas. Con unos personajes femeninos muy bien definidos. Con una ambientación perfecta, sobre todo la que se desarrolla en Chile, con una personaje que me pareció magistralmente descrito: Prudencia. Un paseo en el tiempo, en culturas muy dispares con un denominador común, historias de mujeres, y su devenir por sus circunstancias. Con formas de vida y de pensar muy dispares, pero que al final pueden ser casi idénticos en su búsqueda del amor y la felicidad.
Me gustaría resaltar la crítica de la autora a determinadas formas de vida, y de pensar en algunos de sus protagonistas. Al fin de cuentas una crítica a la sociedad.
No sé si se puede llamar thriller, pero quizás tenga más de ese género de los que se clasifican así. Altamente recomendable


Opinión de LIBROS sobre esta novela:
Gracias Clara Glez por la recomendación, no es una obra maestra pero he disfrutado con esta novela de "relaciones", más que de confidencias, escrita con gran sencillez y, porque no decirlo, un poco de sentimentalismo.....
Dicen las sinopsis oficiales que es un libro de dos mujeres, no estoy de acuerdo en absoluto, creo que es un libro de dos parejas, multiplicadas por 2, y de todos los que les rodean, algunos más interesantes que las propias parejas.
Me ha resultado entretenido y lo he leído en un "vuelo"
Pero como soy malvada....os voy a dejar otra opinión acerca de la novela, es "sangrienta" y, en parte, la comparto.....vosotros decidiréis:
http://letras.mysite.com/pe290111.html


Sinopsis (Ed. Siruela)
«Aguda y directa, Elizabeth Subercaseaux es tan crítica con su país natal como lo es con su Norteamérica adoptiva.» Qué Leer

Dos mujeres, la norteamericana Quinn y la francesa Juliette, se conocen casualmente en la India. Son dos mujeres con un pasado traumático y nada en común, aparentemente. Sin embargo, lo que las vincula es mucho más que aquello que las separa. Muchos años antes ambas fueron protagonistas de una historia similar que dio un giro inusitado a sus vidas: las dos perdieron a sus amantes prácticamente el mismo día y ambas lo perdieron a causa de un crimen sucedido en la misma fecha y casi a la misma hora, uno en Chile y el otro en Estados Unidos. En torno a ellas se aglutinan todos los personajes de sus vidas: los del campo chileno, la Provenza francesa y los barrios bajos de Pennsylvania, hilvanando historias donde la dureza de la vida se contrapone a la pasión, los deseos de reinventarse y de alcanzar los sueños.


Las confidentes (fragmento)

Quinn

Wallingford, Pennsylvania, jueves 3 de abril 2008
Me pregunta cómo era mi vida en el momento de conocer a Joshua y ¿quiere que le diga algo? Por trágico y patético que suene, mi vida no era tan distinta de la de ahora, para que vea… Levantarse a las siete para ir todos los días a un trabajo aburrido y mal pago. Después a un bar a tomar un par de copas, por si me encontraba con el hombre de mi vida, el príncipe azul, o simplemente para hablar con alguien. Vuelta a la casa a mirar la tele. A veces alquilaba una película en el Blockbuster de Media o veía Law and Order. Más o menos así era mi vida cuando conocí a Joshua. Lo único que me diferenciaba de Bridget Jones es que a mí no me gustan los helados y nunca he sido gorda, pero en todo lo demás nos parecíamos bastante, voy a decirle.
Había días, sobre todo los fines de semana, en que me pasaba hasta tres o cuatro horas dándome vueltas por el mall de Springfield, sola o con alguna amiga tan dejada de lado como yo. Comíamos en algún Denny’s, una pizza en cualquier parte, o hasta un pretzel con mostaza, porque lo que es yo, no me meto en la cocina. Además, ¿quién va a cocinar para sí misma? Era un pasar sin ton ni son, para qué estarnos con cuentos. Tenía veinticinco años y aunque había comprobado que una mujer podía llevar una vida perfectamente normal sin tener sexo, me hacía falta un compañero, una pareja, alguien con quien compartir.
En eso estaba cuando conocí a Joshua.