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lunes, 11 de marzo de 2024

NO TE VERÉ MORIR


 Una historia de amor o desamor...
La vida de un hombre a través del tiempo con el amor de fondo y el egoismo presente, el crepúsculo de la vida, los sentimientos que no cambian y el egoismo que permanece intacto.
Buena 🌞🌞

LiteraturaNovela contemporáneaNarrativa española

SINOPSIS de NO TE VERE MORIR.

Una emocionante novela sobre la fuerza del amor y sus espejismos.
Durante su juventud, Gabriel Aristu y Adriana Zuber protagonizaron una apasionada historia de amor que parecía destinada a durar para siempre. El futuro, sin embargo, tenía otros planes para ellos. Separados durante cincuenta años por un océano de incomunicación, ella atrapada en la España de la dictadura, él viviendo el éxito profesional en Estados Unidos, vuelven a encontrarse en el ocaso de sus días. Miradas, caricias, deseos acallados y viejos reproches dejarán paso entonces a la constatación de que la nostalgia de aquel primer amor lo es también de la persona que una vez fuimos.
No te veré morir es una novela sobre el poder de la memoria y del olvido, la lealtad y la traición, los estragos del tiempo y la obstinación del amor y sus espejismos. La conmovedora historia de una pasión frustrada por la vida y un hermoso retrato de la vejez escritos con una delicadeza extrema.
Tras aquel «magistral acto de fe en la escritura como depósito de memoria» (Domingo Ródenas de Moya, Babelia) que supuso Volver a dónde, Antonio Muñoz Molina vuelve al territorio de la ficción con una novela soberbia marcada por la musicalidad de una prosa que recuerda al mejor Thomas Bernhard.

FICHA TÉCNICA 

Nº de páginas:240

Editorial: @seix_barral

Idioma:CASTELLANO

Encuadernación:Tapa blanda

ISBN:9788432242328

Año de edición:2023

Fecha de lanzamiento:30/08/2023

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domingo, 16 de enero de 2022

VOLVER A DÓNDE


 

A veces dudo a la hora de leer algún libro de Muñoz Molina, en este caso porque lo narrado me resultaba tan cercano, pues dudas resueltas! Desde su balcón y su cama y su casa y sus calles, Muñoz Molina me deslumbra con su narrativa, su pensamiemto, su bondad y esa mirada incisiva que abarca desde su infancia hasta esta historia reciente que nos ha "tocado" a tod@s.
Muñoz Molina es un maestro de la narrativa mundial y todo lo que escribe es tan magnífico que el tema pasa a un segundo lugar aunque ocupe el primero en su y nuestro corazón❤
Maravillosa obra, muy, muy recomendable 🌞🌞🌞

Editorial: Seix Barral

Temática: Novela literaria | General narrativa literaria

Colección: Biblioteca Breve  352 pag.

Sinopsis:

Una lúcida mirada sobre la España actual a través de la memoria íntima de una familia a lo largo del último siglo.

«Un magistral acto de fe en la escritura como depósito de memoria», Domingo Ródenas de Moya, Babelia, El País.
«Un viaje en el tiempo hacia un pasado de calores y esfuerzos no prescritos, un soberbio abanico de emociones y sentimientos», Santos Sanz Villanueva, El Cultural.

Madrid, junio de 2020. Tras un encierro de tres meses, el narrador asiste desde su balcón al despertar de la ciudad a la llamada nueva normalidad, mientras revive los recuerdos de su infancia en una cultura campesina cuyos últimos supervivientes ahora están muriendo. A la dolorosa constatación de que con él desaparecerá la memoria familiar, se le suma la certeza de que en este nuevo mundo nacido de una crisis global sin precedentes aún prevalecen unas prácticas dañinas que podríamos haber dejado atrás.
Volver a dónde es un libro de una belleza sobrecogedora que reflexiona sobre el paso del tiempo, sobre cómo construimos nuestros recuerdos y cómo éstos, a su vez, nos mantienen en pie en momentos en que la realidad queda en suspenso; un testimonio imprescindible para entender un tiempo extraordinario y la responsabilidad que adquirimos con las nuevas generaciones.
Certero observador de la actualidad ofrece una suerte de Diario del año de la peste contemporáneo que refleja la transformación de España en el último siglo.

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miércoles, 25 de agosto de 2021

TUS PASOS EN LA ESCALERA


 

Muñoz Molina y Lisboa, Muñoz Molina y Nueva York; es difícil encontrar una simbiosis tan perfecta entre autor y ciudades, entre autor y personajes que viven en esas ciudades. 

Un hombre, del que no sabemos casi nada, ni siquiera su nombre hasta el final de la historia, se muda a Lisboa y en un apartamento antiguo repasa su vida, mientras espera a su mujer; hasta aquí  todo normal, territorio conocido...., lástima que el ambiente se vaya tornando opresivo y la historia oscura. 

Una novela donde la soledad lo ocupa todo menos la escritura luminosa y elegante de Muñoz Molina; una historia hermosa con ese fondo de tristeza que tiene Lisboa que llega a lo más profundo  del corazón. 

Muy recomendable 🌞🌞🌞

Sinopsis (ed. Planeta) "Un hombre anticipa con ilusión el momento de reunirse con su esposa mientras ultima los preparativos de su nuevo hogar en Lisboa. Atrás queda una etapa de sus vidas en Nueva York marcada por el indeleble recuerdo del 11-S. Él se adelanta con la mudanza mientras Cecilia organiza el traslado de su proyecto científico sobre los mecanismos neuronales que rigen la memoria y el miedo.  Un tranquilo barrio de Lisboa ofrece la promesa de un futuro que él se esmera en preparar con minucioso detalle. Pero incluso el refugio buscado y la rutina más apacible pueden resultar desconcertantes cuando la sospecha de una amenaza incierta altera su espera.  Tus pasos en la escalera es una novela de suspense psicológico en la que la memoria, la razón y el miedo son los elementos que determinan la realidad tangible. Sutil y progresivamente Antonio Muñoz Molina muestra que sometida a la lente de un microscopio, la realidad desvela fisuras que pueden derrumbar lo que con tanto cuidado nos hemos contado sobre nuestras vidas."

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sábado, 25 de noviembre de 2017

COMO LA SOMBRA QUE SE VA


He leído en algún lugar que esta última novela de Muñoz Molina va desde la introspección hasta los "tintes policíacos" y con la primera afirmación puedo estar de acuerdo, no así con la segunda ya que poca literatura policíaca se puede hacer con hechos mil veces narrados y de los que tod@s conocemos el final; no tiene ni el ritmo ni la intención de novela policíaca o eso es lo que me ha parecido. Y...o he leído en esta novela la historia de tres hombres, profundamente solos, dos muertos y uno vivo, tres hombres cuyas vidas pudieron cruzarse en algún momento de profunda soledad, tristeza e infelicidad. Introspectiva?, puede ser, yo más bien la veo penitente en lo que se refiere al autor, con esa intención de que los "pecados" que se cuentan en voz alta, dejan de serlo....
Me ha gustado porque me encanta el estilo narrativo de Muñoz Molina, su dominio del lenguaje, sus referencias literarias y musicales, sus historias que esconden historias. La descripción de las ciudades es, también, sobresaliente, teniendo en cuenta que hablamos de Lisboa, Granada, y el profundo sur norteamericano.
En la parte negativa, he de decir que tardé casi 100 páginas en "coger" el ritmo, que le sobran algunas páginas finales y que si la exhibición de la tristeza y la soledad tienen un alto valor literario, el alarde de felicidad desmerece un poco el conjunto.

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
La nueva novela de Antonio Muñoz Molina. Una ciudad. Un magnicidio. Una obsesión. La huida del asesino que no pudo matar un sueño de libertad.
El 4 de abril de 1968 Martin Luther King fue asesinado. Durante el tiempo en que permaneció en fuga, su asesino, James Earl Ray, pasó diez días en Lisboa tratando de conseguir un visado para Angola.
Obsesionado por este hombre fascinante y gracias a la apertura reciente de los archivos del FBI sobre el caso, Antonio Muñoz Molina reconstruye su crimen, su huida y su captura, pero sobre todo sus pasos por la ciudad. Lisboa es paisaje y protagonista esencial en esta novela, pues acoge tres viajes que se alternan en la mirada del escritor: el del prófugo Earl Ray en 1968; el de un joven Antonio que en 1987 parte en búsqueda de inspiración para escribir la novela que lo consagró como escritor, El invierno en Lisboa, y el del hombre que escribe esta historia hoy desde la necesidad de descubrir algo esencial sobre estos dos completos desconocidos.
Original, apasionante y honesta, Como la sombra que se va aborda desde la madurez temas relevantes en la obra de Antonio Muñoz Molina: la dificultad de recrear fielmente el pasado, la fragilidad del instante, la construcción de la identidad, lo fortuito como motor de la realidad o la vulnerabilidad de los derechos humanos, pero cobran aquí forma a través de una primera persona completamente libre que indaga de forma esencial en el proceso mismo de la escritura.

Como la sombra que se va (fragmento)

He pasado demasiadas horas su­mergido en su vida, días ya, desde que llegué a Lisboa. Basta teclear unos segundos en el portátil para internarse en los archivos donde se conserva el testimonio de casi todas las cosas que hizo, los lugares donde estuvo, los de­litos que cometió, las cárceles en las que cumplió condena, hasta los nombres de mujeres con las que pasó una noche, o con las que tomó algo en la barra de un bar. Sé qué revistas y qué novelas leía y de qué marca era la bolsa de galletas saladas que dejó abierta y a medio consumir en una habitación alquilada de Atlanta en la que no llegó a inscribirse en el registro, porque el dueño estaba tan borracho que no se lo pidió. Páginas fotocopiadas y esca­neadas de expedientes viejos contienen la lista de las prendas de ropa sucia que entregó en una lavandería de Atlanta el 1 de abril de 1968 y recogió la mañana del 5 de abril o el informe forense sobre la trayectoria de la bala que disparó la víspera, el día 4, en Memphis, en el cuar­to de baño de una casa de huéspedes, apoyando en el al­féizar el cañón de un rifle Remington 30.06, o la declara­ción del cirujano plástico que le operó la punta de la nariz en Los Ángeles, o la copia de una huella dactilar que dejó en un cupón de compra por correo recortado de una revista de fotografía.



domingo, 10 de septiembre de 2017

CARLOTA FAINBERG


RESEÑADA por Gloria González para LIBROS, el 1 de Marzo de 2014
"Carlota Fainberg" de Antonio Muñoz Molina.
Mi opinión resumida: unos buenos personajes para una historia regular.

Ha sido muy clara y contundente la opinión de Gloria, tanto que ha necesitado sólo 7 palabras para dejar clara su opinión sobre esta novela.
Nada que objetar, sólo decir que la calidad literaria de Muñoz Molina palía, en parte, los defectos de esta novela.
Debo decir, también, que no es de las que más me ha gustado entre las que he leído de este autor.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Claudio es un profesor español residente en Pittsburgh que, por inclemencias del tiempo, ve retrasado un viaje a Buenos Aires. En el aeropuerto conoce a Marcelo, un ejecutivo de talante abierto que le cuenta su propia experiencia, años atrás, en un hotel de la capital argentina: allí conoció a Carlota, una fantástica mujer que despertó en él profundos sentimientos. Pronto Claudio se encontrará a las puertas del antiguo hotel bonaerense, escenario de las fantasías de su compañero de espera..
Carlota Fainberg es probablemente una de las más perfectas narraciones de Muñoz Molina. Como les ocurre a los agrandes escritores que llegan a su madurez creativa con el dominio absoluto de las herramientas de su oficio, ha conseguido combinar registros muy diferentes que refuerzan y esclarecen el sentido final de la historia. Humor y sátira social dominan en esa especie de comedia de costumbres contemporáneas que tiene lugar en el forzado encuentro de dos hombre en un lejano aeropuerto. Y se prolongan en la divertida historia de intrigas universitarias y sofisticados especialistas en teoría crítica, todos al acecho de interpretar una y otra vez lo que escribieron otros. Una novela que no tiene otro público que todos aquellos a quienes gusta la auténtica literatura.

Carlota Fainberg (fragmento)

"Cuando volví a la barra me di cuenta de algo que absurdamente no había advertido hasta entonces: el camarero y ascensorista estaba borracho. Tenía los lacrimales enrojecidos y se rascaba sin ceremonia el cuello de la chaqueta roja y el mentón oscurecido de barba. Se había servido otro scotch y fumaba mascando el filtro del cigarrillo. Con un gesto más bien disgusting de camaradería me indicó agitando la botella que le acercara mi copa.
Antes, en el comedor, al oír que me llamaba, yo me había vuelto en dirección a la barra, y cuando miré otra vez hacia Carlota Fainberg ya no la vi. No había nadie sentado a la luz de la vela falsa. Hubiera querido ir a buscarla, pero no me atrevía. Soy de esas personas que viven intimidadas por los subalternos. El ruido de la aspiradora se escuchaba ahora muy fuerte: una mujer encorvada y muy vieja la manejaba entre los butacones del salón.
-Perdone el señor que lo llamara tan fuerte -dijo el camarero, aunque sin el menor tono de disculpa- Pero es que todas las dependencias del hotel, salvo las de servicio, están selladas por orden judicial. Se lo llevarán todo, todos los muebles, las alfombras, todos los recuerdos del patrón y de la señora Carlota.-
_¿Quién? -dije, haciendo como que no había oído bien.
-La señora Carlota, la esposa del patrón, el señor Matías Fainberg. El Fangio de la hostelería rioplatense, le llamaban...
-¿Puede decirme cómo era?
-Y, cómo no, ¿al señor le interesa el personaje? Alto, con su pelo blanco, con sus lentes que lo hacían tan serio. En cuanto apretaron los malos tiempos al señor Fainberg no le importó cambiarse el saco de patrón por la casaca de recepcionista... ¿Quiere creer que fuera de nosotros muy poca gente sabía que él era el dueño? Yo lo miraba y pensaba: al patrón en cuatro lustros no se le acabó el velorio. Porque de entonces a acá se torcieron las cosas y el Town Hall nunca volvió a ser ni sombra. Pero si me pone esa cara de pena el señor no le sigo contando. ¿Tomará otro traguito, otra copita, como dicen ustedes en España? Lindo país el suyo. Mis viejos vinieron de allá."

miércoles, 30 de agosto de 2017

LA NOCHE DE LOS TIEMPOS


Magnífica novela, lo mejor, por ahora del 2011.  
Realmente Muñoz Molina nunca me defrauda.
La historia de un hombre egoísta narrada en primera persona, como no podía ser menos¡¡¡
Un fresco de España anterior a la guerra civil, durante y después de la misma.
Parece un argumento manido, pero en manos de Muñoz Molina adquiere perspectivas y matices diferentes. La he leído sin parar¡

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Un día de finales de octubre de 1936 el arquitecto español Ignacio Abel llega a la estación de Pennsylvania, última etapa de un largo viaje desde que escapó de España, vía Francia, dejando atrás a su esposa e hijos, incomunicados tras uno de los múltiples frentes de un país ya quebrado por la guerra. Durante el viaje recuerda la historia de amor clandestino con la mujer de su vida y la crispación social y el desconcierto previo que precedieron al estallido del conflicto fratricida. Es una gran novela de amor ambientada en el año previo al inicio de la guerra civil española. Por ella transitan personajes reales (Negrín, Moreno Villa, Bergamín…) y personajes de ficción, tejiendo una red colectiva que contextualiza la vivencia personal de un solo individuo y convirtiendo la narración en una sinfonía de asociaciones y sugerencias, en la caja de resonancia de toda una época. Este libro inolvidable es el máximo empeño literario de Antonio Muñoz Molina, y, sin duda alguna, un texto único sobre las raíces de la sociedad en que vivimos: la confrontación entre la desvalida necesidad personal de amor y la feroz carnavalada sangrienta de los fanatismos ideológicos que arrasan el mundo moderno.

La noche de los tiempos (fragmento)

1En medio del tumulto de la estación de Pennsylvania Ignacio Abel se ha detenido al oír que alguien lo llamaba por su nombre. Lo veo primero de lejos, entre la multitud de la hora punta, una figura masculina idéntica a las otras, como en una fotografía de entonces, empequeñecidas por la escala inmensa de la arquitectura: abrigos ligeros, gabardinas, sombreros; sombreros de mujer con la visera ladeada y pequeñas plumas laterales; gorras de visera rojas de cargadores de equipajes y empleados del ferrocarril; caras borrosas en la distancia; abrigos abiertos con faldones echados hacia atrás por la energía de las caminatas; corrientes humanas que se entrecruzan sin chocar nunca entre sí, cada hombre y cada mujer una figura muy semejante a las otras y sin embargo dotada de una identidad tan indudable como la trayectoria única que sigue en busca de un destino preciso: flechas de dirección, pizarras con nombres de lugares y horas de salida y llegada, escaleras metálicas que resuenan y tiemblan bajo un galope de pisadas, relojes colgados de los arcos de hierro
o coronando indicadores verticales con grandes hojas de calendario que permiten ver desde lejos la fecha del día. Sería preciso saberlo todo exactamente: letras y números de un rojo tan intenso como el de las gorras de los mozos de estación señalan un día casi de finales de octubre de 1936. En la esfera iluminada de cada uno de los relojes suspendidos como globos cautivos a mucha altura sobre las cabezas de la gente son las cuatro menos diez minutos. En ese momento Ignacio Abel avanza por el vestíbulo de la estación, por el gran espacio de mármoles, altos arcos de hierro, bóvedas de cristal sucias de hollín que filtran una luz dorada, en la que flotan el polvo y el clamor de las voces y los pasos.
Lo he visto cada vez con más claridad, surgido de ninguna parte, viniendo de la nada, nacido de un fogonazo de la imaginación, con la maleta en la mano, cansado de subir a toda prisa la escalinata de la entrada, cruzada por las sombras oblicuas de las columnas de mármol, aturdido al ingresar en una amplitud desmesurada en la que no está seguro de encontrar a tiempo su camino; lo he distinguido entre otros, con los que casi se confunde, un traje oscuro, una gabardina idéntica, un sombrero, quizás una ropa demasiado formal para esta ciudad y esta época del año, una ropa europea, como la maleta que lleva en la mano, sólida y cara, de piel, pero ya desgastada después de tanto viaje, con etiquetas de hoteles y de compañías de navegación, con restos de marcas de tiza y sellos de aduanas, una maleta que ya pesa mucho para su mano dolorida de apretar el asa pero que parecería insuficiente para un viaje tan largo. Con una precisión de informe policial y de sueño descubro los detalles reales. Los voy viendo surgir ante mí y cristalizar en el momento en que Ignacio Abel se detiene un instante entre las corrientes poderosas de la multitud en movimiento y se vuelve con el gesto de quien ha oído que lo están llamando: alguien que lo hubiera visto entre la gente y dice o grita su nombre para ser oído por encima del tumulto; del clamor amplificado por muros de mármol y bóvedas de hierro, la confusión sonora de pasos, voces, estrépito de trenes, la vibración del suelo, los ecos metálicos de los avisos en los altavoces, los gritos de los vendedores que vocean los periódicos de la tarde. Indago en su conciencia igual que en sus bolsillos o en el interior de la maleta.