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martes, 5 de diciembre de 2017

DEL COLOR DE LA LECHE


"Este es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano"

Esta es la historia de Mary, campesina analfabeta en el inhóspito siglo XIX. Mary propiedad de un padre brutal y una madre ajena a todo sentimiento, Mary adolescente, Mary....
Es una novela corta que se lee en un suspiro, es una novela magnífica, a pesar, de lo crudo del relato. Es una novela que no puedes dejar de leer aunque la congoja invada tu pecho y, casi, al final se te escape una lágrima furtiva y amarga, como la vida de Mary.
He leído esta novela gracias a mi querida amiga Anita Ember, porque si os digo la verdad, el título no me hubiese atraído jamás.
Gracias Anita¡¡¡

Sinopsis (Ed. Sexto Piso)
Elias Canetti escribió que en escasas ocasiones las personas logran liberarse de las cadenas que las atan para, inmediatamente después, quedar sujetas a otras nuevas. Mary, una niña de quince años que vive con su familia en una granja de la Inglaterra rural de 1830, tiene el pelo del color de la leche y nació con un defecto físico en una pierna, pero logra escapar momentáneamente de su condena familiar cuando es enviada a trabajar como criada para cuidar a la mujer del vicario, que está enferma. Entonces, tiene la oportunidad de aprender a leer y escribir, de dejar de ver «sólo un montón de rayas negras» en los libros. Sin embargo, conforme deja el mundo de las sombras, descubre que las luces pueden resultar incluso más cegadoras, por eso, a Mary sólo le queda el poder de contar su historia para tratar de encontrar sosiego en la palabra escrita. En Del color de la leche, Nell Leyshon ha recreado con una belleza trágica un microcosmos apabullante, poblado de personajes como el padre de Mary, que maldice la vida por no darle hijos varones; el abuelo, que se finge enfermo para ver a su querida Mary una vez más; Edna, la criada del vicario que guarda tres sudarios bajo la cama, uno para ella, y los otros para un marido y un hijo que no tiene; todo ello, enmarcado por un entorno bucólico que fluye al compás de las estaciones y las labores de la granja, que cobra vida con una inocencia desgarradora gracias al empeño de Mary de dejar un testimonio escrito del destino adquirido, al cual ya no tiene la posibilidad de renunciar.

Del color de la leche (fragmento)

éste es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano.
en este año del señor de mil ochocientos treinta y uno he llegado a la edad de quince años y estoy sentada al lado de mi ventana y veo muchas cosas, veo pájaros y los pájaros llenan el cielo con sus gritos, veo los árboles y veo las hojas, y cada hoja tiene venas que la recorren, y la corteza de cada árbol tiene grietas, no soy muy alta y mi pelo es del color de la leche, me llamo mary y he aprendido a deletrear mi nombre, eme. a. erre, i griega, así es como se escribe.
quiero contarte lo que ha pasado pero tengo que tener cuidado de no apresurarme como hacen las vaquillas en la entrada, porque entonces iré por delante de mí misma y puedo tropezarme y caerme y de todas maneras tú querrás que empiece por donde se debe empezar.
y eso es por el principio.