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jueves, 4 de enero de 2018

AFTER DARK


Segundo intento con Murakami y, la verdad, confirmo mi primera impresión. Sentencioso, superficial y con un toque adolescente que no acaba de convencerme. En esta historia corta de un Japón americanizado con personajes que no terminan de "cuajar" y otros mucho más interesantes que se quedan en un esbozo de lo que podía haber sido y no fue...
Todo me ha sonado falso en este "cuento de hadas" cruel que se queda en "comic" cuando podría haber sido novela.
Quizás vuelva a intentarlo, o no....

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Murakami vuelve a deslumbrarnos con su estilo conciso, su sutil sentido del humor, su habilidad para construir tramas cautivadoras y escalofriantes, y su maestría para dar cuenta del escurridizo espíritu de nuestro tiempo.
Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico, Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre una segunda interrupción: Kaoru, la encargada de un «hotel por horas», pide que le ayude con una prostituta china agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y poco a poco empieza a distinguirse en la pantalla una imagen turbadora... pese a que el televisor no está  enchufado.

After Dark (fragmento)

Golpea suavemente el estuche del instrumento musical que se encuentra a su lado. Parece que esté dándole palmaditas en la cabeza a un perro fiel.
     —Los de mi grupo ensayamos en el sótano de un edificio de por aquí. Puedes meter tanto ruido como quieras, nadie se queja. La calefacción no funciona bien y, en esta época del año, te congelas, pero nos lo dejan usar gratis, así que no podemos andarnos con exigencias.
     Mari dirige una mirada al estuche.
     —¿Es un trombón?
     —Sí. ¿Cómo lo sabes? —dice él, ligeramente sorprendido. 
     —Sé qué forma tiene un trombón. Hasta ahí alcanzo.
     —Sí, ya. Pero este mundo está lleno de chicas que ni siquiera saben que el trombón existe. En fin, supongo que es inevitable. Ni Mick Jagger ni Eric Clapton se convirtieron en estrellas del rock tocando el trombón precisamente. ¿Y has visto alguna vez a Jimi Hendrix o a Pete Townshend destrozando un trombón en el escenario? Ni pensarlo. Todos destrozan guitarras eléctricas. Si machacaran un trombón, lo único que harían es el ridículo.
     —Entonces ¿por qué lo has elegido tú?
El hombre se hecha crema de leche en el café que le acaban de servir y da un sorbo. 

jueves, 5 de octubre de 2017

LOS AÑOS DE PEREGRINACIÓN DEL CHICO SIN COLOR


RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 26 de Julio de 2014.
Parafraseando a Paco Martínez Soria.... "Murakami no es para mí"
Llevo horas digiriendo lo leído, intentando darle sitio y casi hasta sentido. Había leído con anterioridad que esta novela era fiel al estilo del autor pero que los seguidores del escritor echaban a faltar esa nebulosa onírica y esa dualidad entre realidad y sueño. Así que pensé... que era justo el libro con el que poner en la balanza al escritor después de leer "Tokio Blues". Pero me volví a equivocar. No me ha gustado, no consigo verle la genialidad al señor Murakami. No me gusta el ritmo de su narración, no me creo sus personajes, los dos libros que he leído suyos me parecen escritos por adolescentes, no le veo la reflexión filosófica que dicen por ningún lado.....
La historia que narra me pareció interesante en un principio pero según avanza la lectura y la peregrinación de Txukuru se fue haciendo mas y mas insustancial.
Lo dicho, Murakami no es para mí.

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Los años de peregrinación del chico sin color, de Haruki Murakami, autor de otras obras de la narrativa extranjera como 1Q84 o Tokio Blues, es una entrañable novela sobre la amistad, el amor y la soledad de aquellos que todavía no han encontrado su lugar en el mundo. Haruki Murakami (Kioto, 1949) estudió literatura en la Universidad
de Waseda y regentó durante varios años un club de jazz.
Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, le gustaba sentarse en las estaciones a ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de tren, pero en el fondo no ha dejado de ver pasar los trenes. Lleva una vida holgada, tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, algo se remueve en lo más profundo de su ser. Y revive, en particular, un episodio de su juventud: dieciséis años atrás, cuando iba a la universidad, el que había sido su grupo de amigos desde la adolescencia cortó, sin dar explicaciones, toda relación con él. Así empezó la peor época de su vida, hasta el punto de que acarició la idea del suicidio. ¿Ha acabado esa época? ¿Es posible que aquello le marcara más de lo que él cree? Tsukuru decide entonces ir en busca de cada uno de los miembros del grupo para averiguar la verdad. Con la pieza de Liszt titulada Los años de peregrinación como leit-motif, comenzará esa búsqueda, que le llevará a lugares tan dispares como la ciudad de Nagoya o Finlandia, o tan recónditos como algunos sentimientos. Decididamente, a Tsukuru le ha llegado la hora de subirse a un tren.
«Uno de los mejores escritores del mundo, que tiene los ojos bien abiertos y asume grandes riesgos.» The Washington Post Book World
«Murakami es, sin duda, el narrador más agudo del presente.» Frankfurter Allgemeine Zeitung
«Murakami escribe la mitología del nuevo milenio.» The New York Times

Los años de peregrinación del chico sin color (fragmento)

1
Desde el mes de Julio del segundo curso de carrera hasta el año siguiente,  Tsukuru Tazaki vivió pensando en morir. Entretanto cumplió veinte años pero esa muesca en el tiempo no significó nada para el. Durante esos meses la idea de acabar con su vida le parecía de lo más natural y legítima. Todavía ahora, mucho tiempo después, ignoraba la razón por la que no había dado ese último paso, a pesar de que, en aquel entonces, franquear el umbral que separaba la vida de la muerte le habría resultado más fácil que tragarse un huevo crudo.
Si Tsukuro no llegó a consumar el suicidio fue quizá porque su fijación con la muerte era tan pura e intensa que el modo en que podría suicidarse no se asociaba en su mente a una imagen concreta. En su caso, la concreción era más bien un aspecto secundario. De haber tenido a su alcance una puerta que condujese a la muerte, la habría abierto sin titubear, sin pensárselo dos veces, como una prolongación de su día a día, por así decirlo. Pero, por fortuna o por desgracia, no encontró a mano esa puerta.

domingo, 13 de agosto de 2017

BAILA, BAILA, BAILA


"Cuando uno vive solo durante mucho tiempo, suele quedarse mirando fijamente las cosas. De vez en cuando también hablas contigo mismo. Comes en locales concurridos. Y poco a poco te vas quedando anticuado." Murakami
Abandono, temporalmente, la lectura de esta novela por puro y duro aburrimiento, estuve a punto de empezar a mirar fijamente las cosas y......he decidido dejarlo por ahora¡


Pero aunque yo no lo he terminado, si lo ha hecho nuestra amiga Patri, y aquí va su reseña:

RESEÑADA por losrelatosdepatri para LIBROS,el 10 de Julio de 2013.
He terminado "Baila, baila, baila" de Haruki Murakami.
Lo he disfrutado mucho, echaba de menos su prosa, sus mundos y personajes extraños, me encanta este autor, periódicamente me gusta leerlo, sumergirme en el subconsciente de estos personajes solitarios, perdidos, con un gran mundo interior. En concreto "Baila, baila, baila" es una búsqueda ...de su lugar en el mundo del protagonista, que ha de dar un giro a su monótona vida para encontrar un sentido a su existencia, se verá rodeado de personajes peculiares de los que irá aprendiendo, incluso de su acompañante más joven, Yuki, una adolescente de 13 años que es muy madura para su edad, pero que a la vez, dadas las circunstancias, está muy perdida y encontrará su amarre al mundo gracias a él. En el libro también hay una clara burla a la vida lujosa, de las altas esferas, de los ricos y famosos, una vida llena de lujos absurdos y vacíos, de derroche y de corrupción, tiene su comicidad sobre todo en los tiempos en los que estamos que todo lo imaginable entra en gastos de representación y es fiscalmente deducible.
Lo dicho, lo disfruté mucho, aunque mis preferidos de Murakami siguen siendo "Kafka en la orilla" y "El pájaro que da cuerda al mundo".

Baila, Baila, Baila (fragmento)"-Tú has perdido muchas cosas, cientos de cosas valiosas. No se trata de buscar culpables. El problema es que, cada vez que has perdido algo, has abandonado cosas que se hallaban prendidas a ese algo. Era como una especie de señal. No debiste hacerlo. Abandonaste incluso cosas que te convenía conservar. Al hacerlo te has ido desgastando.

– Sí –constesté-. Entonces, ¿ qué diablos hago?

– Baila –dijo el hombre carnero-. No dejes de bailar mientras suena la música. ¿Lo entiendes? Baila. No dejes de bailar. No pienses por qué lo haces. No le des vueltas ni le busques significados. En realidad, no significa nada. Si te pones a pensar, las piernas se detienen. Y si eso sucediera, servidor no podría hacer nada para ayudarte. Tu conexión desaparecería. Para siempre. Entonces ya sólo podrías vivir en este mundo. Te verías arrastrado desde aquel mundo hasta este mundo. Así que no permitas que tus piernas se detengan. Por muy ridículo que te parezca, no dejes de bailar. Lograrás que lo que ya está endurecido empiece a distenderse. Todavía deberías estar a tiempo. Utiliza todos tus recursos. Echa el resto. No tienes nada que temer. Estás cansado, lo sé. Cansado y asustado. A todos nos sucede. A veces sentimos que todo es un gran error. Y entonces las piernas se detienen.

Alcé la mirada y observé la sombra proyectada en la pared.

– Pero no queda más remedio que bailar –prosiguió el hombre carnero-. Y hacerlo lo mejor que puedas. Deslumbrando a todos. Si lo haces así, quizá pueda ayudarte. Así que baila, baila mientras no cese la música."