sábado, 12 de agosto de 2017

MARCAS DE NACIMIENTO


Dicen los estudiosos que los 6 años es la edad de los primeros recuerdos, la edad a la que se cura la "amnesia infantil" para almacenar historias que, un día u otro, vuelven y que, en numerosas ocasiones, dirigen nuestra vida y determinan nuestro futuro.
Nancy Huston nos cuenta una historia única y coral, en las voces de cuatro niños de 6 años, una historia en la que nada es lo que parece al principio, una historia que va del presente al pasado, escrita con una exquisita sensibilidad y toques de humor negro.
Esta novela engancha del principio al final o del final al principio, según como se mire.
Muy recomendable¡

Y esta es la opinión de mi querida amiga Mari Dolores:

RESEÑADO POR MARI DOLORES para LIBROS
12 de Enero de 2013
Terminé "Marcas de nacimiento" de Nancy Huston. La historia de cuatro generaciones relatada en orden inverso, de adelante hacia atrás, narrada por cuatro niños de la misma familia, que hablan y sienten como adultos. Todos ellos tienen una marca de nacimiento y según van narrando la historia nos deja un detalle en suspenso que se desvela en el siguiente
... protagonista, lo que mantiene el interés durante toda la novela hasta conocer la historia de la bisabuela donde se desvelan las incógnitas. Una historia de recuerdos y sentimientos muy original por su estructura, con un sutil sentido del humor, especialmente con su primer narrador: Sol. Interesante, amena y muy original. Me ha gustado.

Marcas de nacimiento (fragmento)
"—Ay, cariño, lo siento mucho —dijo mamá—, sigue con la historia, por favor.
Sencillamente tenemos que asegurarnos de que Solly sepa lo importante que es apartarse de la carretera cuando oye venir un coche, eso es todo. Pero papá se negó a contarnos lo que había ocurrido aquel día en Vermont.
U otra vez que estábamos en casa, ya habían cenado y yo no tenía ganas de probar bocado, así que no me senté a la mesa, y luego subimos a ver una película familiar no violenta en la tele y a mitad de la peli empecé a tener un poco de hambre, así que le pedí a mamá que me trajera algo de comer. Bajó y me trajo una bandeja con leche y galletas, cosa que le agradecí de veras porque se estaba perdiendo la mejor parte de la película, le di las gracias pero de pronto, sin que viniera a cuento, papá gritó:
—Tess, ya va siendo hora de que dejes de desvivirte por tu hijo. ¡Eres su madre, no su esclava! ¡Ser su madre significa que tú estás al mando, tú tienes la autoridad, no él, por el amor de Dios!
Y a mamá le sorprendió tanto que se expresara así, sobre todo pronunciando el nombre de Dios en vano, que las manos le temblaron cuando me dejó la bandeja delante
.—Ya hablaremos de eso luego, Randall —dijo
En el curso de relaciones paternofiliales probablemente le dijeron que no era buena idea que los niños estuvieran presentes en las peleas conyugales delos padres. Mamá ha seguido toda clase de cursos sobre meditación y pensamiento positivo, relajación y autoestima, y ha llegado a ser una experta en el asunto, así que luego, en la cama, los oí hablar de lo ocurrido y hacer el intento de precisar con exactitud cuándo había empezado a aumentar la tensión en el transcurso de la velada.—¿Quizá te ha recordado alguna escena de tu propia infancia? —sugirió ella con suma delicadeza. Papá lanzó un gruñido
—. ¿O tal vez, en cierto modo, estás celoso porque tu madre nunca se ocupó de ti como me ocupo yo de Solly?
Unos cuantos gruñidos más y murmullos y suspiros reacios por parte de papá. Supongo que se las arreglaron para resolver sus diferencias conyugales, aunque debo decir que nunca los he oído follar a pesar de que mi habitación está al lado de la suya, separada únicamente por una puerta de madera contrachapada. Igual la gente casada folla en silencio, a diferencia de lo que se ve en las páginas web de XXX Brutal, en las que jadean y braman.
Una cosa en la que mis padres están de acuerdo por completo es en que nunca se me debe abofetear, azotar o someter a ninguna clase de castigo corporal. Eso es porque han leído cantidad de libros en los que se demuestra que los niños maltratados se convierten en padres maltratadores, los niños que han sufrido abusos en pedófilos, y los niños violados en chulos y prostitutas.
Así que lo importante es que siempre hay que hablar, hablar, hablar, preguntarle al niño porque se ha portado mal y darle la oportunidad de explicarse antes de indicarle, con la mayor delicadeza, como puede portarse mejor la próxima vez. No hay que pegarle nunca."

EL TANGO DE LA GUARDIA VIEJA



Tras una inmersión total en el tango, he tenido que meditar si será este el libro de mi reconciliación con Arturo Pérez-Reverte, o tendrá que permanecer en el ostracismo una temporada más....
A priori, puede parecer, que vuelve el autor fresco y original, culto y entretenido, de sus primeras novelas que, sin duda, me fascinaron; sin embargo he notado un tufillo discreto a recurso facilón que me ha "amargado", un tanto, la reconciliación anunciada...
¿Es entretenido el libro???, sin duda. ¿Esta bien escrito?, sin duda, dentro del peculiar estilo "revertiano", sólo eso lo salva de ser un "folletín total", a saber, tres momentos en la vida de un hombre y una mujer con final previsible y estructura clásica "corintelladiana" de "chico conoce chica, chico pierde chica, chico recobra chica" multiplicado por tres.
En fin.....una nueva semi-decepción mitigada, en parte, por las escasas expectativas con las que comencé la novela.
En cualquier caso, nada que ver con los últimos libros del autor, espero que la recuperación se consolide, pero para hablar de amor, para narrar un amor a lo largo de toda una vida, hay que entrenar un poquito más¡¡¡ o leer de nuevo a Tolstoi, Clarín y similares.
Un amigo, dice que "es una pena tanto talento desperdiciado, a causa de esa faceta de aventurero-peliculero...."
Creo que tiene razón mi amigo y que Don Arturo debería dedicarse a lo que sabe, escribir,  olvidando esa pseudofilosofía trasnochada que intenta transmitir en sus libros, aunque si desea hacerlo que escriba ensayos, pero las novelas, por favor, que sean novelas¡¡¡

Y esta es la opinión que mi querida Noelia Vallina, escribió para LIBROS en 2013
RESEÑADO POR NOELIA VALLINA
3 de Febrero de 2013
Terminado "El tango de la Guardia Vieja", y no me convenció, le falta la pasión de otras novelas, esos personajes potentes con los que te identificas y vives los acontecimientos a través de sus ojos. Esta vez me quedé en la barrera, y no es lo mismo. Me aburrí, vamos. 

El tango de la guardia vieja (fragmento)

"En noviembre de 1928, Armando de Troeye viajó a Buenos Aires para componer un tango. Podía permitírselo. A los cuarenta y tres años, el autor de Nocturnos y Pasodoble para don Quijote se encontraba en la cima de su carrera, y todas las revistas ilustradas españolas publicaron su fotografía, acodado junto a su bella esposa en la borda del transatlántico Cap Polonio, de la Hamburg-Südamerikanische. La mejor imagen apareció en las páginas de Gran Mundo de Blanco y Negro: los De Troeye en la cubierta de primera clase, él con trinchera inglesa sobre los hombros, una mano en un bolsillo de la chaqueta y un cigarrillo en la otra, sonriendo a quienes lo despedían desde tierra; y ella, Mecha Inzunza de Troeye, con abrigo de piel y elegante sombrero que enmarcaba sus ojos claros, que el entusiasmo del periodista que redactó el pie de foto calificaba como «deliciosamente profundos y dorados».
Aquella noche, con las luces de la costa visibles todavía en la distancia, Armando de Troeye se vistió para cenar. Lo hizo con retraso, retenido por una ligera jaqueca que tardó un poco en desaparecer. Insistió, mientras tanto, en que su esposa se adelantase al salón de baile y se entretuviera allí oyendo música. Como era hombre minucioso, empleó un buen rato en llenar con cigarrillos la pitillera de oro que guardó en el bolsillo interior de la chaqueta del smoking, y en distribuir por los otros bolsillos algunos objetos necesarios para la velada: un reloj de oro con leontina, un encendedor, dos pañuelos blancos bien doblados, un pastillero con píldoras digestivas, y una billetera de piel de cocodrilo con tarjetas de visita y billetes menudos para propinas. Después apagó la luz eléctrica, cerró a su espalda la puerta de la suite-camarote y caminó intentando ajustar sus movimientos al suave balanceo de la enorme nave, sobre la alfombra que amortiguaba la lejana trepidación de las máquinas que impulsaban el barco en la noche atlántica."

LA VIDA IMAGINARIA



Quizás si hubiese leído la crítica de Babelia sobre este libro no me sorprendería tanto el resultado, quizás si hubiese atendido a mi intuición sobre los Premios Planeta ni siquiera lo hubiese empezado, quizás-quizás-quizás......pero lo cierto es que lo empecé y lo terminé y, todavía, no puedo creer que haya sido publicado, mucho menos que haya sido finalista  un premio literario, aunque sea el Planeta¡¡¡ ...
No tengo palabras para describir el despropósito, por eso utilizo las de Babelia:
“intercambio cansino de banalidades y lugares comunes que en conjunto hacen que esta novela tenga el estilo y el ambiente de peluquería rancia”.

Si algun@ tiene la tentación de comprarlo le recomiendo que done el dinero a una ONG, si algun@ tiene la tentación de leerlo le recomiendo que vaya a la peluquería y lea el Hola, por lo menos estará informado de las noticias del corazón de primera mano, la "calidad" literaria es equiparable a los artículos de una revista del corazón, creo que sin exagerar, cualquier estudiante de primaria redactaría mejor que la autora.

La vida imaginaria (fragmento)

1
LA VIDA
"La vida es una mierda. Que yo no digo siempre, digo ahora. Que yo no digo que la vida sea una mierda desde que nací, yo digo estos días, estas semanas, estos meses. Éstos en los que abro la ventana por las mañanas y me da igual si el pruno que hay enfrente está florido o se ha podrido. Estos meses que no tienen color, que ni siquiera son en blanco y negro, sino que son planos. Como las hojas del calendario, como las mañanas en el curro, como las tardes en las que me tiro en este sofá y miro atentamente la pared hasta que todo está emborronado y tengo que parpadear porque se me ha nublado la vista.
Yo nunca pienso si_no_es_ahora_cuándo / si_ no_eres_tú_quién, como me dijiste tú aquel día. Nunca lo pienso. A mí lo que me gusta imaginar es que un día nos encontramos en una ciudad cualquiera, en una ciudad en la que no vivimos. Tendría que ser una ciudad del extranjero donde no existiera ni una sola posibilidad de encontrarte, donde no te esperara ni tú me esperaras a mí, aunque ya sé que esto último tendría más lógica porque hace bastante tiempo que tú no me esperas...¡Joder! Ya estoy dramatizando. Paso de dramatizar. Estábamos en una ciudad donde encontrarnos. 
Tendría que hacer frío. París valdría, por ejemplo. Sí, París estaría bien.
Hace frío, yo voy con gorro porque con el pelo corto se me enfrían las orejas. Llevo el gorro de punto que me ha hecho mi abuela para este invierno."


TRAICIÓN EN LISSON GROVE


Vigesimosexta entrega de la serie protagonizada por el inspector Thomas Pitt en el Londres victoriano.
Nada como una novela victoriana de crímenes y traiciones imposibles para despejar la cabeza.
Anne Perry publicó en 2010  la vigesimosexta entrega de la serie protagonizada por Thomas y Charlotte Pitt, esa pareja perfecta que nació, allá por, 1979 durante la resolución de los crímenes de Cater Street.
El conflicto irlandés de fondo y la monarquía cuestionada en primer plano ¿no les suena?.
En todo caso muy entretenida¡

Traición en Lisson Grove (fragmento)

1


"—¡Es él! —gritó Gower por encima del ruido del tráfico.
Pitt se volvió sobre sus talones justo a tiempo de ver una silueta que se escabullía a toda velocidad entre la parte trasera de un coche de punto y los caballos de la carreta de un cervecero. Gower desapareció tras él, librándose de ser arrollado por solo unos centímetros.
Pitt se precipitó a la calle, giró bruscamente para evitar un cupé y se detuvo de manera abrupta para dejar pasar otro coche de punto. Cuando llegó a la otra acera, Gower se encontraba a unos veinte metros y Pitt solo logró distinguir su mata de pelo al viento. El hombre al que perseguía había desaparecido. Abriéndose paso entre oficinistas vestidos con traje de raya diplomática, paseantes sin prisa y alguna que otra mujer con faldas largas que había salido a comprar temprano y se interponía en su camino, Pitt acortó la distancia hasta situarse a menos de doce metros por detrás de Gower. Alcanzó a ver al hombre que huía: tenía el pelo de un intenso rojizo anaranjado y llevaba una chaqueta verde. A continuación se esfumó, y Gower se volvió con la mano derecha alzada durante un momento en señal de advertencia antes de desaparecer por un callejón.
Pitt lo siguió entre las sombras, y sus ojos tardaron un par de segundos en adaptarse a la falta de luz. El callejón era largo y estrecho, y se extendía a lo largo de cien metros, tras una curva pronunciada. La penumbra se debía a los aleros que sobresalían de los edificios y a la húmeda oscuridad de los ladrillos, con largos chorreones de mugre que brotaban de los canalones rotos. La gente se apiñaba en los portales; otras personas avanzaban lentamente, cojeando o tambaleándose bajo el peso de rollos de tela, barriles y sacos abultados."

LAS LEYES DE LA FRONTERA


"Las Leyes de la Frontera se asoma, de nuevo a la transición pero esta vez nos enseña la cara B del postfranquismo". Con esta premisa comencé con grandes expectativas esta novela, la primera que publica Javier Cercas después de haber recibido el Premio Nacional de Narrativa en 2010, y......pues una recreación con pretensiones de la historia de "El vaquilla" que aquí se llama "el Zarco".
Gerona suburbial, marginación, quinquis, cárcel, héroe mediático....y todo lo que se puedan imaginar si han visto las películas de los 70-80 dirigidas por Juan Antonio de la Loma.
Como toque de "originalidad" la novela está narrada por un abogado, un inspector de policía y el director de la cárcel de Gerona.
Sinceramente, "para este viaje no necesitábamos estas alforjas"....decepcionante  Javier Cercas.

Las leyes de la frontera (fragmento)

PRIMERA PARTE

MÁS ALLÁ

1

–¿Empezamos?
–Empezamos. Pero antes déjeme hacerle otra pregunta. Es la última.
–Adelante.
–¿Por qué ha aceptado escribir este libro?
–¿No se lo he dicho ya? Por dinero. Me gano la vida escribiendo.
–Sí, ya lo sé, pero ¿solo ha aceptado por eso?
–Bueno, también es verdad que no siempre se le presenta a uno la oportunidad de escribir sobre un personaje como el Zarco, si es a eso a lo que se refiere.
–¿Quiere decir que el Zarco le interesaba antes de que le ofrecieran escribir sobre él?
–Claro, igual que a todo el mundo.
–Ya. De todos modos la historia que voy a contarle no es la del Zarco sino la de mi relación con el Zarco; con el Zarco y con…
–Ya lo sé, también hemos hablado de eso. ¿Podemos empezar?
–Podemos empezar.
–Cuénteme cuándo conoció al Zarco.
–A principios de verano del 78. Aquella era una época extraña. O yo la recuerdo así. Hacía tres años que Franco había muerto, pero el país continuaba gobernándose por leyes franquistas y oliendo exactamente a lo mismo que olía el franquismo: a mierda. Por entonces yo tenía dieciséis años, y el Zarco también. Por entonces los dos vivíamos muy cerca y muy lejos.
–¿Qué quiere decir?
–¿Conoce usted la ciudad?
–Por encima.
–Casi es mejor: la de aquella época se parece poco a la de ahora. A su modo, la Gerona de entonces era todavía una ciudad de posguerra, un poblachón oscuro y clerical, acosado por el campo y cubierto de niebla en invierno; no digo que la Gerona de ahora sea mejor –en cierto sentido es peor–: solo digo que es distinta. En aquella época, por ejemplo, la ciudad estaba rodeada por un cinturón de barrios donde vivían los charnegos. La palabra ha caído en desuso, pero entonces servía para referirse a los emigrantes llegados del resto de España a Cataluña, gente que en general no tenía donde caerse muerta y que había venido aquí a buscarse la vida… Aunque todo esto ya lo sabe usted. Lo que quizá no sabe es que, como le decía, a finales de los setenta la ciudad estaba rodeada por barrios de charnegos: Salt, Pont Major, Germans Sàbat, Vilarroja. Allí se aglomeraba la escoria.

EL CIELO PROTECTOR (THE SHELTERING SKY)


Como estoy estudiando inglés, he leído esta novela en versión original y en una edición especial 50 aniversario.
Me gustó el viaje sin retorno de Kit y Port Moresby la primera vez que lo leí, ahora me ha fascinado de nuevo.
Todos buscamos "El cielo protector" en nuestras vidas.....algunos creen encontrarlo y hallan el infierno perfecto.
No os la perdáis¡¡¡¡ 13 años después de la muerte de su autor Paul Bowles sigue teniendo la fuerza de la aventura del alma¡

El cielo protector (fragmento)

"Anduvo por las calles , buscando inconscientemente las más obscuras, feliz de estar solo y de sentir el aire nocturno en la cara. Las calles estaban atestadas. Las gentes lo empujaban al pasar, lo miraban desde umbrales y ventanas, hacían francos comentarios sobre él -por la cara no se podía adivinar si inspiraba simpatía o no- y a veces se detenían para observarlo.
"Hasta que punto son amistosos? sus caras son máscaras. Todos parecen tener mil años. La poca energía que poseen se reduce al ciego , masivo deseo de vivir, porque ninguno de ellos come lo suficiente para tener fuerzas propias. ¿Qué piensan de mí? Probablemente nada. ¿Me ayudaría alguien si tuviera un accidente? ¿O me dejarían tendido en la calle hasta que la policía me encontrara? ¿Qué motivo tendría alguno de ellos para ayudarme? No les queda religión. Saben lo que es el dinero y cuando lo consiguen lo único que quieren es comer. ¿Y que tiene eso de malo? Porque me pongo así con ellos? ¿Sentimientos de culpas por estar sano y bien alimentado? Sin embargo, el sufrimiento se distribuye por partes iguales entre los hombres : cada uno ha de aguantar el mismo fardo..."
Algo le decía que esta idea era falsa, pero en aquel momento era una creencia necesaria: no siempre es fácil soportar las miradas de los hambrientos. Con esas ideas podía seguir caminando por las calles. Era como si él o los otros no existieran. Ambas suposiciones eran posibles. La criada española del hotel les había dicho" La vida es pena" "Así es" , contestó sintiéndose en falso, preguntándose si un norteamericano puede, sin mentir, aceptar una definición de vida como sinónimo de sufrimiento. Pero en ese momento aprobó el sentir de la mujer porque era vieja, reseca, tan visiblemente pueblo. Durante años había tenido, entre otras la superstición de que la realidad y el conocimiento verdadero podrían descubrirse hablando con las clases trabajadoras. Y si bien, ahora veía claramente que las fórmulas que esas clases aplicaban para pensar y hablar eran invariables y adocenadas- y por lo tanto , tan lejos de la verdad profunda como la de cualquier otra, solía descubrirse en actitud d espera, con la infundada fe en que de esas bocas aún podrían brotar perlas de la sabiduría."

The Sheltering Sky (fragment)

BOOK ONE Tea in the Sahara
 I

He awoke, opening his eyes. The room mean very little to him; he was too deeply immersed  in the nonbeing from which he had just come. If he had not the energy to ascertain his position in time and space, he also lacked the desire. He was somewhere, he had come back through vast regions from nowhere; there was the certitude of an infinite sadness at the core of his consciousness, but the sadness was reassuring, because it alone was familiar. He needed no further consolation. In utter comfort,  utter relaxation he lay absolutely still for a while, and then sank back into one of the light momentary sleeps that occur after a long, profund one. Suddenly he opened his eyes again and looked at the watch on his wrist. It was purely a reflex action, for when he saw the time he was only confused.

La película, dirigida en 1989 por Bernardo Bertolucci e interpretada por John Malkovich y Debra Winger en los papeles principales, recrea fragmentos de la novela y ofrece un paseo interesante por una cultura y unos paisajes inolvidables.
https://www.filmaffinity.com/es/film623419.html

LA SOCIEDAD LITERARIA Y EL PASTEL DE PIEL DE PATATA DE GUERNSEY


Realmente no hay peor consejero que uno mismo a la hora de decidir lo que es original y lo que no lo es, creo que la escritora de este libro debería meditar al respecto¡¡¡
Seguramente a esta mujer le pareció "superoriginalísimo" el género epistolar, pero el resultado deja mucho que desear, desgraciadamente es lo que ocurre cuando escribes aguijoneada por tu "club de lectura".
La sinopsis de la editorial es, absolutamente, engañosa ya que nos presenta una novela entrañable, entretenida y literaria, nada más lejos de la realidad, no voy a reproducirla porque está al alcance de cualquiera en la contraportada de la novela y en numerosas páginas web pero les advierto que "todo parecido con la realidad es anecdótico".
La longitud y pertinencia del título, daría para una tesis doctoral....
Una historia con grandes posibilidades, transformada en un libro totalmente prescindible¡
Y esta es la opinión de una amiga de LIBROS:
RESEÑADA POR LOS RELATOS DE PATRI
31 de Diciembre de 2012
Termino "La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" de Mary Ann Shaffer.
Este libro ha despertado en mí sentimientos contradictorios, por una parte, la historia y la idea en sí me han gustado y me han parecido originales. La literatura como forma de escape ante las desgracias, la unión entre personas diferentes y lejanas por medio también de los libros, la visión que nos ofrece de muchos aspectos de la Segunda Guerra Mundial, me ha gustado. He disfrutado con pasajes, me ha gustado la amistad que traba Juliet con los componentes de la sociedad literaria, en cierto modo esa clase de nexo lo entiendo, me recuerda al que creas con tantas personas a las que lees en las páginas en las que hablamos de libros y literatura, cuando comentan sus lecturas, y sabes que libros buscarás a partir de sus comentarios, te imaginas como serán y no te importaría conocerl@s y charlar de libros tomándote un café.
Pero por otra parte el modo en que está escrito, todo a base de correspondencia, le resta credibilidad y profundidad a los personajes. Son todas demasiado uniformes, a pesar de ser personas muy diferentes entre sí, en la forma de escribir las cartas no se aprecia. Es una pena, pues la novela tiene mucho potencial y esto hace que no acabe de ser una tan buena novela como podría llegar a ser de haber estado escrita de otra manera.
Aún así no me arrepiento de haberla leído, me ha parecido interesante y entretenida. (Los Relatos de Patri)

Un fragmento de la novela para lector@s arriesgados:

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey (fragmento)

"Una tarde mi vecina, la señora Maugery, me envió una nota.

”Ven rápido-decía- y trae un cuchillo de carnicero”.
Intenté no hacerme muchas ilusiones, pero salí hacia la casa solariega a grandes pasos. y ¡era cierto! tenía un cerdo, un cerdo escondido, y ¡ me había invitado a unirme al festín con ella y sus amigos!.
Fue el primer encuentro de la “Sociedad Literaria y Pastel de Piel de Patata de Guernsey”, a pesar de que todavía no lo sabíamos. La cena fue singular, pero la compañía fue mejor. Hablando y comiendo no nos dimos cuenta de la hora y del toque de queda. Saltárselo era un delito grave y quedarse con un cerdo era aún más grave.
Los alemanes nos echaron el alto y nos quedamos paralizados.
Pero Elizabeth cogió aire y dio un paso adelante. Nunca oí tantas mentiras. Que sentía mucho haberse saltado el toque de queda. Que veníamos de una reunión de la Sociedad Literaria y que el debate de esa noche sobre “Elizabeth y su jardín alemán” había sido tan agradable que habíamos pedido la noción del tiempo."

LOS DÍAS DEL ARCOÍRIS


Me gusta Skármeta, me gustó El cartero de Neruda, me encantó La boda del poeta y lloré con El baile de la Victoria.
Ahora me vuelve a sorprender con Los días del arcoíris. Esta no es una novela más sobre la dictadura chilena, es una novela sobre la esperanza y la desesperación, una historia que Skármeta nos cuenta como si no conociésemos el final, una historia de chilenos en los que me reconozco, a pesar de la distancia y el tiempo, a pesar de las circunstancias y la historia.
Una buena historia y una novela muy recomendable.
En el siguiente enlace entrevista con Skármeta a raíz de la presentación de la novela en 2011:
http://youtu.be/R5dID8wP9gE

Y aquí un fragmento de la novela:

Los días del Arcoíris (fragmento)

Capítulo 1

"El miércoles tomaron preso al profesor Santos.
Nada de raro en estos tiempos. Sólo que el profesor Santos es mi padre.
Los miércoles a primera hora tenemos filosofía, después gimnasia y luego dos sesiones de álgebra. Casi siempre vamos juntos al colegio. El prepara el café y yo frío los huevos y pongo el pan en el tostador. Papá toma su café cargado y sin azúcar. Yo le pongo mitad leche, y aunque tampoco le echo azúcar, doy vuelta a la cucharilla en la taza como si le hubiera puesto.
Este mes el tiempo está malo. Hace frío, cae una llovizna y la gente se envuelve las narices con sus bufandas. Papá tiene un impermeable claro, color beige, como los de los detectives en las películas. Yo me pongo sobre el uniforme una chaqueta de cuero negro. Las gotas resbalan en la piel y no alcanzan a mojarme. Al colegio son cinco cuadras. En cuanto salimos del ascensor, papá enciende su primer cigarrillo y se lo va fumando lentamente hasta la misma puerta del liceo.
El tabaco le alcanza justo hasta ese punto, y entonces lo tira al suelo y me hace un gesto teatral para que yo aplaste la colilla con el zapato. Después pasa a la sala de profesores a buscar el libro de clases y cuando entra a nuestro curso pregunta en qué estábamos la última vez.
La última vez estábamos en Platón y el Mito de la Caverna.
Según Platón, los hombres vivimos como zombis mirando contra la pared de una caverna las cosas que pasan, que no son nada más que las sombras de cosas reales proyectadas por un fuego contra el fondo. Esos hombres, que nunca han visto las cosas de verdad, creen que las sombras son cosas reales. Pero si salieran de la caverna y vieran las cosas bajo la luz del mismo sol se darían cuenta de que han vivido en un mundo de apariencias y lo que tenían por cierto es un pálido reflejo de la realidad."


MILDRED PIERCE


Entre la novela negra y la crónica de la depresión norteamericana, la vida de una mujer fuerte y luchadora para el trabajo; débil para todo lo demás.
Las relaciones materno-filiales relatadas con toda la crudeza que permiten los años 30 y un final que da rienda suelta a la imaginación del lector.
Después de unos cuantos fiascos, recomendable para desintoxicar¡¡¡

Un fragmento que refleja de un modo veraz el tono general de la novela:

Mildred Pierce (fragmento)
" Al cabo de unos días, la situación económica de Mildred mejoró bastante, porque en seguida resultó ser la mejor camarera del local, no sólo por lo bien que servía, sino por su maña en conseguir propinas. El truco de mantener los platos en equilibrio lo aprendió en casa, ensayando a la hora en que las niñas estaban acostadas. Usó platos de metal, cargados de piedras del jardín, y llegó a poner hasta tres entre los dedos de la mano izquierda, dos más en el brazo y, sin sacar la lengua, dar vueltas a la mesa de la cocina sin que nada se le cayera.
Respecto a las propinas, intuyó que dependía de los clientes habituales que dejaban monedas de diez centavos, en vez de mera calderilla. Se concentró en los hombres, como hacían todas, porque eran mucho más generosos que los mujeres. Se las arregló para saber sus nombres, acordarse de sus gustos, aversiones y manías, y vigiló que Archie hiciera lo que querían. Aunque el coqueteo silencioso era una cosa que se le daba bien, descubrió en seguida que no servía de nada. Dar de comer a un hombre era, por lo visto, un acto de intimidad muy antiguo; si se rebasaban sus límites, el hombre se sentía incómodo, y se imponía un aire de banalidad, fuera de lugar, en una relación esencialmente solemne. Lo que él quería, al parecer, era que le sirvieran amistosamente y con sencillez, a la vez que prestando minuciosa atención a sus necesidades personales, y, de esta manera, consiguió que le invitaran a menudo a dar una vuelta en coche, a cenar o a ir al teatro. Las primeras veces no supo cómo debía tomárselo, pero en seguida encontró la fórmula para rehusar sin ofender. Les decía que no quería dejar de gustarles, que quizá «la mirarían con otros ojos cuando la vieran sin uniforme». Con esto lograba inspirarles el vivo temor de que quizá no fuera tan atractiva vestida de calle, sin que, a la vez, no dejara de parecerles una pobre chica, inspirándoles la suficiente pena para seguir creyéndose obligados a frecuentar el local y darle oportunidad de servirles comida. Descubrió que lo de tocarle la pierna ocurría a diario y que más valía resignarse. Incluso a los que le metían mano podía convertirles, con maña, en generosos clientes que deseaban demostrar cuán buen corazón tenían.
Se mantuvo a distancia del restaurante en sí, y del personal relacionado con él. Esto no era totalmente resultado de sus ideas de superioridad social. En su fuero interno creía que la cocina dejaba mucho que desear, y temía enzarzarse charlando, por miedo de decir lo que pensaba, y de que la despidieran. Por eso decidió confiarse exclusivamente a la señora Gessler, a quien cada noche entretenía con una durísima descripción de la forma en que hacían las cosas. De lo que más se quejaba era de las tartas. Las compraban a la Handy Kaking Company, y la señora Gessler se reía con ganas de los detalles con que Mildred intentaba convencerla de su poco apetitoso aspecto, de lo pegajoso y desgustado de sus rellenos, y de lo dura e indigesta que era la pasta. En cambio, en el restaurante, ponía buena cara a todo, hasta el día en que oyó cómo Ida gritaba al señor Chris. "

La película, dirigida en 1945 por Michael Curtiz e interpretada por Joan Crawford, absolutamente recomendable, (en España la titularon Alma en suplicio):
https://www.filmaffinity.com/es/film910755.html

La serie de televisión de 2011, dirigida por Todd Haynes, interpretada por Kate Winslet y multipremiada, también es muy recomendable:
https://www.filmaffinity.com/es/film755653.html

RONDA NOCTURNA


La vida de cuatro londinenses, durante la II Guerra Mundial e inmediata postguerra. Un libro de amor, muerte, celos y traición, bajo las bombas alemanas y bajo la paz¡
Todo lo prohibido vuelve y tras la ronda nocturna, amanece, lo que se vivió en las trincheras no puede vivirse bajo la luz del sol¡¡
Un libro que me atrajo por su portada y por la sinopsis de la contracubierta, no había leído nada de Sarah Waters y, la verdad, no me ha convencido, en ocasiones se hace muy largo y tedioso, y la estructura narrativa, seguramente le parece muy original a la autora pero, en mi opinión, sólo contribuye a la confusión general.
Desde luego, pienso, que con estos mimbres podría haberse hecho un cesto fantástico y se ha quedado en una cestilla corriente.

Un fragmento del principio de la novela:

1947
1
"Así que te has convertido en esto, se dijo Kay a sí misma: en una de esas personas a las que se les han parado los relojes de pared y de pulsera, y que saben la hora por el tipo de lisiado que llama a la puerta de su casero.
Estaba, en efecto, de pie junto a la ventana abierta, con una camisa sin cuello y unas bragas grisáceas, fumando un cigarrillo y observando las idas y venidas de pacientes del señor Leonard.
Llegaban puntuales; tanto, que en realidad sabía la hora gracias a ellos: la mujer jorobada, los lunes a las diez; el soldado herido, los jueves a las once. Los martes a la una venía un anciano, acompañado de un chico con aire visionario: a Kay le gustaba acechar su llegada.
Le gustaba verles subir despacio la calle: el hombre, pulcro y vestido con un traje oscuro de dueño de funeraria; el chico, paciente, serio, guapo: le recordaba una alegoría como las de Stanley Spencer o algún remilgado pintor moderno de similar cuerda. Tras ellos llegaba una mujer con su hijo, un niño cojo y con gafas; después, una vieja india con reúma. El muchachito cojo a veces se entretenía revolviendo con la botaza el musgo y la tierra del camino quebrado que llevaba a la casa, mientras su madre hablaba con Leonard en la entrada. Una vez, hacía poco, él había levantado la vista y había visto a Kay mirando; y ella le había oído armar jaleo en la escalera porque no quería subir solo al cuarto de baño.
—¿Son ángeles los de la puerta? — oyó decir a la madre—. Cielo santo, ¡sólo son cuadros! ¡Un chico grande como tú!
Kay conjeturó que no eran los chillones ángeles eduardianos los que le asustaban, sino la idea de encontrarse con ella. Debió de suponer que ella merodeaba por el desván como un fantasma o una lunática. En cierto modo, el chico tenía razón, pues a veces Kay deambulaba inquieta, como se decía que hacían los locos. Y otras veces se quedaba horas sin moverse de una silla, más inmóvil que una sombra, porque había visto que las sombras reptaban a través de la alfombra. Y entonces le parecía que bien pudiera ser un fantasma, que quizá se estaba convirtiendo en parte de la estructura descolorida de la casa, disolviéndose en la penumbra que se acumulaba como el polvo en sus disparatados ángulos."


viernes, 11 de agosto de 2017

NUDOS Y CRUCES


Me encanta la política editorial española....¡¡¡¡ Ahora que el magnífico inspector John Rebus se ha jubilado, nos sorprenden editando los primeros libros con este policía escocés como protagonista......Sin palabras, me han dejado¡¡¡¡
Aun así he disfrutado muchísimo con esta primera entrega de la serie. Nudos y Cruces desvela muchas claves sobre John Rebus, su vida, sus circunstancias y su evolución posterior, todo ello escrito magistralmente por Ian Rankin, creador de uno de los policías más oscuros y tiernos, que conozco, en un marco incomparable, Edimburgo¡

Nudos y cruces (fragmento)

1
" La niña dio un grito, solo un grito.
Fue un leve descuido de él. Podría haber sido el final de todo, y casi desde el principio; algún vecino que sospecha, la policía que se presenta. No, no era nada conveniente. La próxima vez la amordazaría más fuerte, un poquito más, un poquitín más.
A continuación fue al cajón para sacar un carrete de bramante, y con unas tijeras para las uñas, como esas que usan las niñas, cortó un trozo de unos quince centímetros y volvió a guardar las tijeras y el carrete en el cajón. Al oír el motor de un coche, se acercó a la ventana, derribando un montón de libros que había en el suelo y sonrió al ver que el coche pasaba de largo. Hizo un nudo en el bramante, un nudo corriente. Había dejado un sobre encima del aparador.
2
Era el 28 de Abril, llovía - como no - y el agua empapaba la hierba, cuando John Rebus se dirigía a la tumba de su padre, que había muerto hacía cinco años. Colocó sobre el mármol reluciente una corona amarilla y roja, los colores del recuerdo, e hizo una breve pausa, intentando encontrar algo que decir; pero no tenía nada que decir, nada que pensar. Había sido un padre bastante bueno y punto. Al viejo no le habría gustado que malgastara palabras. Así que permaneció de pie, con las manos a la espalda, respetuosamente, en medio del graznido de los cuervos en las tapias del recinto, hasta que el agua que le calaba los zapatos le recordó que en la puerta del cementerio le aguardaba el confortable coche.
Condujo despacio, enojado por haber vuelto a Fife, aquel lugar del pasado, de los buenos tiempos que nunca lo había sido, donde los fantasmas enmohecían en los aposentos de casas vacías y por las tardes alzaba las persianas alguna que otra tienda, esas persianas metálicas que ofrecían a los gamberros un soporte para escribir sus nombres.
Rebus detestaba todo aquello...." 

SIN ANA BEATRIZ


"La noche llegaba mascando menta y recuerdos"
Desde la primera frase de la novela, el autor nos sumerge en un torbellino desconocido y vagamente tropical de personajes, historias, recuerdos y sentimientos que se mezclan con un lenguaje duro y poético, tan original que algunas frases hay que leerlas varias veces para grabarlas en la memoria.
Un periodista (que se nos antoja trasunto del escritor), una mujer omnipresente en la novela, un pianista húngaro exiliado de su piano, un viejo gallego exiliado de si mismo y un ambiente que es sórdido hasta en los clubes más elegantes. Todos estos ingredientes mezcla Quinito López Mourelle, arrastrándote a lo largo de 189 páginas que dedica a Charles Darwin (en el bicentenario de su nacimiento) y esta dedicatoria (lástima que esté al final de la novela) forma parte de las claves ocultas que, como en un thriller psicológico, no se desvelan hasta el final, un final en el que todo encaja y todo se ve claro, ya que;
".....la vida es sólo eso: un misterio, un sortilegio, una palabra más alta que otra para acabar en un triste silencio."
Les recomiendo que se pierdan en el sortilegio de esta novela, no se arrepentirán de conocer a este autor y les aseguro que repetirán.

ME CASÉ CON UN COMUNISTA


Esta última semana en la que, finalmente, la Academia Sueca ha vuelto a olvidarse de Philip Roth en la concesión del Nobel de Literatura, he vuelto a leer la más incomprendida de las obras que configuran la Trilogía Americana (también llamada trilogía estadounidense) me refiero a Me casé con un comunista y nuevamente he disfrutado de una novela profunda, irónica, muy muy norteamericana; una novela que relata, realmente, una historia de amor, celos y venganza, de ideologías incomprendidas y sirve para mostrar el profundo analfabetismo político de los Estados Unidos de Norteamérica, la profunda hipocresía de una sociedad que, se vende, como la más democrática del mundo, eso sí, mientras los demócratas no piensen y digan, lo que no deben ni pensar ni decir.
Una obra para tiempos convulsos, una obra que no tuvo éxito, una obra que me encanta¡¡

Me casé con un comunista (fragmento)
"Sus ademanes y posturas eran del todo naturales, tendía a la verbosidad y era casi amenazante al expresar sus ideas. Le apasionaba dar explicaciones, clarificar, hacernos comprender, y por ello descomponía en sus principales elementos cualquier cosa de la que habláramos, con la misma meticulosidad con que efectuaba el análisis gramatical de una frase en la pizarra. Tenía un talento especial para dramatizar los interrogantes que suscitaban los temas, para darnos la intensa sensación de que estábamos escuchando un relato incluso cuando realizaba una tarea estrictamente analítica, y para examinar con toda claridad, a fondo y en voz alta, lo que leíamos y escribíamos.
Junto con la fuerza muscular y la evidente inteligencia, el señor Ringold aportaba a la clase una espontaneidad visceral que era reveladora para los chicos amansados y adecentados incapaces de comprender todavía que obedecer las reglas del decoro impuestas por un profesor no tenía nada que ver con el desarrollo mental. Su simpática predilección por arrojarte un borrador de pizarra cuando le dabas una respuesta errónea tenía más importancia de la que quizás él mismo imaginaba. O tal vez no, tal vez el señor Ringold sabía muy bien que aquello que los chicos como yo necesitábamos aprender no era sólo las manera de expresarnos con precisión y reaccionar con más discernimiento a lo que nos decían, sino a ser revoltosos sin ser estúpidos, a no disimular demasiado ni comportarnos demasiado bien, a iniciar la liberación del ardimiento masculino, encerrado en la corrección institucional que tanto intimidaba a los muchachos más brillantes."

¡LLAMA A LA COMADRONA!


Acabo de leer este "caprichín" que me atrajo por su portada y por la promesa de historias reales en el East End londinense de guerra y postguerra.
Entretenido sobre todo para las personas relacionadas con las Ciencias de la Salud, y poquito más.
Se nota mucho la falta de experiencia de la autora en "novelar experiencias", valga la redundancia, en algunos pasajes peca de ñoñería y le falta ritmo narrativo, pero también aporta información sobre el nacimiento de una profesión e historias con interés histórico y humano.
Para un ratito sin pretensiones¡

¡Llama a la comadrona! (fragmento)

Introducción
"San Ramón Nonato se alzaba en el corazón de la zona portuaria londinense. Su área de influencia abarcaba los distritos de Stepney, Limehouse, Millwall, Isle of Dogs, Cubitt Town, Poplar, Bow, Mile End y Whitechapel. Se trataba de una zona densamente poblada, la mayor parte de las familias residían allí desde hacía varias generaciones y a menudo no se alejaban más que una o dos calles del inmueble en el que habían nacido. La vida familiar se desarrollaba en espacios reducidos, y los niños crecían bajo los cuidados de una nutrida parentela de tías, abuelos, primos y hermanos mayores que vivían todos ellos a unas pocas casas —a lo sumo, calles— de distancia.
Los niños entraban y salían corriendo a todas horas de las casas de unos y otros, y durante el tiempo en que viví y trabajé allí no recuerdo haber visto una puerta cerrada con llave, a no ser por la noche. Los niños eran omnipresentes, y las calles su patio de recreo. En los años cincuenta no había automóviles en los barrios pobres, pues nadie tenía vehículo propio, por lo que podían jugar en la calle sin temor. Las vías principales, sobre todo las que conducían a los muelles, bullían de tráfico industrial y pesado, pero en las callejuelas adyacentes no circulaban los coches."

LA EDAD DE LA DUDA


Decimocuarta entrega de la serie policiaca protagonizada por el Comisario Salvo Montalbano.
Me encanta Camilleri y me encanta Montalbano, aunque sea un Montalbano dudoso, enamorado y crepuscular.
Todos los personajes magníficos de Vigatá se unen para contarnos una historia de muerte y amor, de yates y diamantes, de juventud y vejez, de vida siciliana que Camilleri escribe y describe como nadie. Siguiendo la frase acuñada para Brunetti, afirmo que
"Un Montalbano al año no hace daño"¡¡¡

Un fragmento que, sin duda, no muestra ni un ápice de lo magníficamente que escribe Camilleri.

La edad de la duda (fragmento)

1
"Acababa de conciliar el sueño después de una noche horrenda - pocas había pasado en su vida peor que esa - cuando, de pronto, lo despertó un trueno que sonó como un cañonazo disparado a cinco centímetros de su oreja. Alarmado saltó de la cama soltando tacos. Ya vio clarísimo que era inútil quedarse acostado porque no volvería a dormirse.
Se levantó, se acercó a la ventana y miró al exterior. Se había desatado un temporal en toda regla: cielo uniformemente negro, relámpagos escalofriantes y olas de cuatro metros que se aproximaban sacudiendo su gran crin blanca. El agua se había comido la playa y llegaba hasta la galería. Miró el reloj; apenas eran las seis de la mañana.
Fue a la cocina, preparó café y, mientras esperaba que escampase, se sentó. Poco a poco rememoró el sueño que había tenido ¡que latazo!. ¿Por qué desde hacía unos años le había dado por acordarse de todas las chorradas que soñaba?
Por lo que él sabía no todo el mundo recordaba los sueños que tenía. Abrían los ojos y lo sucedido en sueños, agradable o desagradable, desaparecía. No era ese su caso. Y para colmo se trataba de sueños problemáticos, que le suscitaban interminables preguntas a la mayoría de las cuales no sabía dar respuesta. Y eso acababa poniéndolo de los nervios"


MISIÓN OLVIDO



"Misión Olvido" es mi único propósito desde que leí la última palabra de este libro, la última de las 326 páginas (incluidas 2 de "increíbles agradecimientos") de una especie de folletín contemporáneo trufado de expresiones castizas y personajes estereotipados, de diálogos imposibles, situaciones improbables y sentimientos banales (por decirlo de una forma suave); todo ello narrado con una prosa, ñoña y atropellada, cargada de lugares comunes, de frases que pretenden ser originales y sólo consiguen provocar la sonrisa del lector "...impulsada por la transfusión de lucidez de los recuerdos sobrevenidos....".
Es verdad que la lectura de la primera novela de la autora no presagiaba nada bueno, y no sé decir si esta es igual o peor......, desde el título, un pretendido doble sentido, hasta la última frase pretenciosa esta novela es totalmente prescindible, la inclusión en el argumento de dos de los mejores escritores de nuestra lengua Ramón J. Sender y Luis Cernuda, les hubiese dejado, a ambos, boquiabiertos, menos mal que jamás se enterarán y mucho menos leerán nada escrito por Dueñas
Dice la autora en una entrevista, previa a la publicación del libro, que "....nunca me había planteado como objetivo escribir..." pues quizás debería re-pensarlo en algún momento.

Medité mucho el incluir un fragmento de la novela por no ofender a los lector@s más de lo necesario, pero creo que será interesante para los que deseen tomar una decisión fundada en la novela y no en mi opinión.

Misión Olvido (fragmento)

Capítulo 2
"El cese abrupto de los martillazos me devolvió a la realidad. Miré la hora. Mediodía. Sólo entonces fui consciente del montón de horas que llevaba revolviendo papeles sin la más remota idea de qué demonios tendría que hacer con ellos. Me levanté del suelo con esfuerzo, noté las articulaciones entumecidas. Mientras me sacudía el polvo de las manos, me alcé de puntillas y miré por el estrecho ventanuco cercano al techo. Como único paisaje contemplé una obra momentáneamente parada y las botas recias de un puñado de trabajadores que trajinaban sus almuerzos entre pilas de tablones de madera. Noté un pinchazo en el estómago: una mezcla de flojedad, desconcierto y hambre.

Había llegado a California la noche anterior después de tres aviones y mil horas de vuelo. Tras recoger el equipaje y después de unos instantes de desorientación, localicé un pequeño cartel. Con mi nombre escrito en el trazo grueso de un rotulador azul, sostenido por una mujer robusta de mirada ausente y edad imprecisa. Treinta y cinco, treinta y siete años, cercana a los cuarenta quizá. Un vestido color vainilla y el pelo lacio cortado a la altura de la mandíbula configuraban su porte. Me acerqué hasta ella pero, ni siquiera cuando me tuvo delante, pareció percatarse de mi presencia.

-Soy Blanca Perea, creo que me está buscando."

ROSA CÁNDIDA


No todo lo que viene del frío es negra-nórdica, como paso previo a las novedades de otoño (que traen una nueva novela de Auður Ava Ólafsdóttir) decidí leer la primera de la autora, publicada en castellano, y me he encontrado una fábula cándida de un joven, supuestamente islandés, y claramente ingenuo que viaja por unos cuantos países desconocidos (claramente nórdicos) en busca del jardín soñado, aderezada con paternidad sorpresiva, muerte de la progenitora, hermano autista......
La novela conforma un mosaico extraño que, sin embargo, engancha por su prosa sencilla y por que uno desea saber, de una vez, que pretenden la escritora y su protagonista¡
La recomiendo, sobre todo, por su prosa poética, la originalidad del argumento y la sensibilidad con la que está construida.

Un fragmento será mucho más ilustrativo que todo lo que yo pueda decir.

Rosa cándida (fragmento)

Uno"Como me voy del país y es difícil prever cuándo volveré, mi padre, de setenta y siete años de edad, quiere convertir nuestra última cena en algo memorable y cocinar algo sacado de la carpeta de recetas manuscritas de mamá, algo que ella habría podido cocinar en una ocasión parecida.
—He pensado —dice— hacer eglefino empanado y de postre natillas de chocolate con nata montada. Voy a recoger a Jósef en el Saab, que ya tiene diecisiete años, a su alojamiento asistido, mientras papá intenta averiguar lo de las natillas de chocolate; está preparado desde hace rato en la acera y es evidente que se alegra de verme. Se ha puesto la ropa de los domingos porque es mi despedida, lleva la última camisa que le compró mamá, violeta con mariposas estampadas. Mientras papá rehoga la cebolla y los trozos de pescado están ya preparados sobre el lecho de pan rallado, salgo al invernadero a buscar los esquejes de rosal que me pienso llevar. Papá viene detrás de mí con las tijeras, en busca de cebolletas para el eglefino, Jósef sigue silencioso sus pasos, aunque no llega a entrar en el invernadero desde que se rompieron los cristales con las tormentas de febrero, cuando se hicieron añicos muchísimos cristales, así que se queda fuera, delante de la entrada, y se dedica a mirarnos. Papá y él llevan chalecos parecidos, de color marrón nuez con cuadraditos amarillos.
—Tu madre solía ponerle cebolletas al eglefino —dice papá, y le cojo las tijeras y me inclino sobre el arbusto siempre verde de un rincón del invernadero, corto unas hojas y se las doy.
Yo soy el único heredero del invernadero de mamá, como papá suele recordarme con frecuencia, aunque no es un invernadero de cultivo en plan industrial, no se trata de trescientas cincuenta tomateras ni cincuenta plantas de pepino lo que ha pasado de madre a hijo; en realidad solamente las rosas, que se cuidan solas sin necesidad de dedicarles excesiva atención, y quizá diez tomateras que pueden quedar. Papá regará mientras yo esté fuera."

miércoles, 9 de agosto de 2017

LA MUJER ES UNA ISLA


"Ningún hombre es una isla" John Donne (1572-1631).
Partiendo de esta afirmación del poeta metafísico inglés, Auður Ava Ólafsdóttir construye una de las mejores novelas que he leído en los últimos tiempos.
La historia es simple, mujer separada viaja por Islandia para reencontrarse, olvidar, vivir....ni ella sabe muy bien por qué viaja, en compañía de un niño.
Con este argumento sencillo y una prosa rica, delicada e irónica, cuando conviene, desarrolla los recovecos de esa isla misteriosa que es nuestra mujer protagonista.
He leído, en alguna crítica, que faltan personajes, no lo comparto, tiene los personajes justos para no resultar cargante, para ser un viaje alrededor de Islandia y alrededor de los sentimientos que en ningún momento se hace pesado.
Si tuviese que criticar algo, sería su abrupto final, pero eso también forma parte del "carácter islandés" que destila a chorros.
Cada vez me gusta más esta escritora aunque todavía no haya aprendido a pronunciar su nombre¡

La mujer es una isla (fragmento)

Cero

"Así es como lo veo cuando vuelvo la vista atrás y lo recuerdo, aunque quizá no sea en el orden correcto. De todos modos, estamos allí juntos en el centro de la foto, yo lo agarro por los hombros y él me abraza también a mí —dada su condición, bastante más abajo—, un mechón castaño oscuro me cae sobre la frente, tan pálida, él muestra una sonrisa de oreja a oreja y estira la mano cerrada, sujetando algo.
Destacan sus orejas de soplillo en la parte baja de una cabeza grande; los audífonos son curiosamente aparatosos y anticuados, como receptores de ondas llegadas del espacio. Destacan también los ojos que las gafas agrandan tanto, hasta ocupar casi toda la lente; le dan un aspecto muy peculiar. De hecho, la gente por la calle se gira y lo mira al pasar. Primero se fijan en él y luego me miran a mí, para después volver a mirarlo a él y seguirlo mientras está a la vista. Nos miran, por ejemplo, cuando pasamos por el parque y yo cierro la cancilla al salir. Cuando le ayudo a subir al asiento del coche y le abrocho el cinturón veo que todavía nos miran desde los otros vehículos. Al fondo de la foto hay un coche de cuatro años con cambio de marchas manual. Los tres pececillos rojos flotando tirados en el maletero —él todavía no lo sabe— y el saco doble de dormir azul debajo, empapado como una esponja. Pronto he de comprarme dos edredones de pluma nuevos en la cooperativa porque no es cuestión de compartir un saco de dormir, una mujer de treinta y tres años con un niño que no es de su familia, nadie hace esas cosas. La compra no debería suponer ningún problema ya que la guantera está repleta de billetes recién sacados del banco. No se ha cometido ningún crimen en ninguna parte, a no ser que sea un crimen acostarse con tres hombres en un tramo de más o menos trescientos kilómetros cuando seguía la nacional circular que da la vuelta a la isla, en su mayor parte sin asfaltar y que, de hecho, es donde más se estrecha el paso entre el glaciar y la costa, y donde la mayoría de los puentes son de un solo carril."