sábado, 20 de enero de 2018

AGATHA RAISIN Y EL VETERINARIO CRUEL


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Agatha Raisin, mujer de mediana edad que se ha "retirado" a un cottage en las Midlands (Reino Unido) donde ejerce de detective aficionada.

Nueva aventura de la detective Agatha Raisin en su pueblo de los Costwolds, humor británico en un pueblo que recuerda a los de Agatha Christie.
Vecinos ultrabritánicos, crímenes en la comunidad y una detective aficionada, regordeta e irascible que se gana al pueblo a pesar de sus métodos. Historia de amor en ciernes y un veterinario que odia a los perros y a los gatos.
Deliciosa!!!

Sinopsis (Ed. Círculo de Lectores)
No es simpática pero te hará reír, no es detective pero es capaz de resolver un asesinato si se lo propone. A sus cincuenta y tantos, Agatha Raisin se las ingenia bien para sobre­vivir al aburrimiento de una campiña inglesa…
Con un chasco. Así empieza la última aventura de Agatha Raisin: se ha ido a las Bahamas persiguiendo a su adorado James Lacey, pero resulta que él, quizá para esquivarla, no está en las Bahamas, sino más bien en El Cairo. ¿En qué momento se le ocurrió a la pobre Agatha dejar Londres por una vida insulsa y sin hombres en la campiña inglesa? La llegada al pueblo de un joven veterinario suscita el interés de muchas mujeres de mediana edad… y también el espíritu competitivo de Agatha, que no dudará en llevar a su gata (sana) para que la visite. Nuestra heroína no se irá con las manos vacías, y con­seguirá que el veterinario la invite a cenar. ¿Despertará ese logro la envidia de sus competidoras? ¿Podrá provocar los celos de James Lacey? Agatha apenas puede saborear las mieles de su modesto triunfo: el veterinario aparece muerto en acto de servicio, justo cuando se disponía a operar a un caballo. Convencida de que se trata de un asesinato, Agatha embaucará a James Lacey para que la acompañe en sus hazañas detectivescas…
«La heroína imperfecta de M. C. Beaton es una joya.»  Publishers Weekly

Agatha Raisin y el veterinario cruel (fragmento)

UNOAgatha Raisin llegó al aeropuerto de Heathrow de Londres con la piel bronceada y un rubor de vergüenza interior. Mientras empujaba su equipaje hacia la salida, se sentía una completa idiota. Acababa de pasar dos semanas en las Bahamas persiguiendo a su apuesto vecino, James Lacey, que había insinuado que se iba de vacaciones al hotel Nassau Beach, ubicado en esas islas. Cuando iba detrás de un hombre, Agatha era tan implacable como lo había sido en los negocios. Se había gastado
una considerable suma de dinero para hacerse con un fondo de armario fascinante, había puesto todo su empeño en adelgazar y poder lucir en biquini su rejuvenecida figura de mujer de mediana edad, pero una vez allí, ni rastro de James Lacey. Alquiló un coche y recorrió los demás hoteles de la isla, en vano. Incluso llamó al Alto Comisionado Británico con la esperanza de que tuvieran noticia de él. Unos días antes de su regreso, había puesto una conferencia a Carsely, la localidad de los Costwolds donde vivía, para hablar con la esposa del vicario, la señora Bloxby, y finalmente se había atrevido a preguntar por el paradero de James Lacey.

viernes, 19 de enero de 2018

EL SILENCIO ES UN PEZ DE COLORES


No sé qué tiene Annabel Pitcher que sus novelas siempre me conquistan. He leído El silencio es un pez de colores, casi de un tirón, y me ha dejado, como siempre, una sensación agridulce.
La protagonista de esta novela es una jovencita de 15 años, Tess, que entra en crisis tras un descubrimiento inesperado que hace que su frágil mundo adolescente se venga abajo.
Pitcher es capaz de transmitir, con lenguaje sencillo y elegante, el torbellino de sentimientos que gobiernan la adolescencia y hace de chicos y chicas frágiles barcos a merced de cualquier vendaval....
Me ha gustado mucho!!!

Sinopsis (Ed. Siruela)
¿Es posible seguir adelante cuando 617 palabras escritas en un blog desmontan tu vida por completo? ¿Cómo pides ayuda si sientes que tu voz ya no te pertenece?
Tess siempre se ha sentido fuera de lugar, y la noche en que lee por casualidad lo que su padre ha escrito en una inesperada página web, comprende definitivamente que nunca conseguirá encajar en ninguna parte. Su silencio y un pez de colores serán sus mejores aliados en la nueva vida que tendrá que empezar a construirse; por no hablar perderá a su mejor amiga, encontrará a una nueva alma gemela y aprenderá una lección fundamental: el silencio es muy poderoso, pero las palabras lo son aún más.
En esta emotiva y maravillosamente escrita novela, narrada desde la perspectiva de una joven de quince años que intenta encontrar su lugar en el mundo, la exitosa autora de Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea y de Nubes de kétchup explora de manera tierna y original cuestiones como la identidad, la comunicación y la importancia de las siempre complejas relaciones familiares.
El silencio es un pez de colores (fragmento)

Capítulo 1En internet tiene que haber alguna lista de qué comprar en caso de querer irte de casa, pero mi teléfono, como de costumbre, está muerto. Juraría que siempre decide apagarse en el momento en el que las cosas se ponen feas. Ahora lo llevo grogui en el bolsillo y no puedo buscar una lista de artículos indispensables para la vida del fugitivo, aunque una linterna infantil con forma de pez de colores me parece una elección muy sensata. Tiene una pinta bastante simpática con esa carita naranja y, sin duda, un amigo me vendría de perlas ahora mismo, así que a la cesta que va. Desde allí me observa con unos ojitos negros y brillantes mientras cojo tampones, pañuelos, dos chocolatinas y una revista.
El trayecto en tren desde Manchester a Londres dura dos horas, así que voy a necesitar algo para leer y para ocultarme porque, conociendo mi suerte, Jack llamará a la policía en cuanto me eche en falta y, para cuando llegue a la estación Euston, habrá fotos mías empapelando las paredes de los servicios con un letrero que diga «Encuentren a mi Tessie-T» en fuente negrita extragrande.
No nos engañemos, Jack no es el tipo de persona que le hace ascos a un buen drama, y que tu hijo desaparezca debe de ser lo peor que le puede ocurrir a un padre. Cuando pienso en ello me dan ganas de tirar la cesta y correr de vuelta a casa, de manera que tengo que recordarme a mí misma que mi supuesto padre es ahora, y desde que vi lo que vi en su ordenador, mi enemigo número uno. Sin embargo, me duele en el alma imaginarme la expresión de su cara, con la mirada fija en mi cama vacía y en el nórdico de Star Wars. Lo compré el año pasado fingiendo que se trataba de una sarcástica declaración de intenciones, cuando en realidad lo hice porque quería dormir con Luke Skywalker. Como para no querer, viendo cómo maneja su espada láser...

AGATHA RAISIN Y LA JARDINERA PLANTADA


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Agatha Raisin, mujer de mediana edad que se ha "retirado" a un cottage en las Midlands (Reino Unido) donde ejerce de detective aficionada.

Tercera entrega de la serie (caen como hojas en otoño) y mi querida Miss Raisin vuelve de un viaje a Bermudas encontrándose una inesperada competidora en su encantador pueblecito de los Costwolds....
Alta, esbelta, buena cocinera, excelente jardinera.....¿es posible tanta perfección? Mary Fortune ha llegado para quedarse en Carsely pero quizás haya personas con otros planes....
Disfruto como una jovenzuela con estas historias!!!!

Sinopsis (Ed. Círculo de Lectores)
La detective más sarcástica de la campiña inglesa tiene un nuevo crimen por resolver.
Un día Agatha Raisin abandonó el aje­treo de Londres y se mudó al pequeño pueblo de Carsely. Desde entonces, esta mujer irónica y corrosiva se ha convertido en la Miss Marple de la cam­piña inglesa, más por su edad que por sus dotes detectivescas… ¿Te apetece acompañarla en su nueva aventura?
Agatha acaba de llegar de sus vaca­ciones en Nueva York, Las Bermudas y Turquía. Se había marchado para airearse de la claustrofobia que a veces pro­voca Carsely y, ya de paso, proyectar en sus vecinos una imagen de viajera cosmopolita. ¿Le habrá echado de menos su admirado James? ¿Ha pasado algo en su ausencia? No y sí. James no la ha echado de menos y sí, ha pasado que Carsely tiene una nueva habitan­te: se llama Mary Fortune y, además de tener un tipazo, es una repostera notable y mejor jardinera. No es de extrañar que James le haya echado el ojo… El espíritu competitivo de Agatha fanta­sea con que un nuevo crimen en los alrede­dores le permita demostrar a James su talen­to como investigadora… Y como a veces el azar escucha las súplicas más raras, Agatha tendrá su caso: una serie de ataques violen­tos contra algunos jardines del pueblo ten­drán su culminación en un horrible asesinato.

Agatha Raisin y la jardinera plantada (fragmento)

UNOEl templado y húmedo invierno se estaba transformando ya en primavera cuando Agatha Raisin regresó conduciendo lentamente a su casa, en el pueblo de Carsely, tras unas largas vacaciones. Se convenció a sí misma de haberlo pasado de maravilla, lejos de aquel lugar de mala muerte. Había estado en Nueva York, en las Bermudas, en Montreal, para luego ir a París, Italia, Grecia y, por último, Turquía. Aunque era una mujer acaudalada, no estaba acostumbrada a gastar tal cantidad de dinero en sí misma, y se sentía confusamente culpable. En el pasado, casi siempre se había decidido por el paquete de vacaciones organizadas más caro y compartido su estancia con un grupo. En esta ocasión, había viajado sola. Carsely le había proporcionado, o eso pensaba ella, la seguridad necesaria para hacer amigos, pero tenía la sensación de haber pasado las últimas semanas en una sucesión borrosa de días recluida en una habitación de hotel o en persistentes y solitarias incursiones a varios enclaves turísticos.

CHICOS Y CHICAS


11 relatos en 222 páginas, 11 retazos de vidas ajenas narrados en tercera persona, 11 finales inquietantes.
No es una novela de intriga, no hay asesinatos ni investigaciones pero desde Incendios hasta Arkímedes, pasando por Confesión, Chicos y chicas, Ausencia, Tarot, Aficiones, En tierra extraña, Barro, Sueños y La misma mujer; hay secretos, misterios, celos, traiciones, amor y muerte.
No sabría elegir uno de ellos, todos me han gustado, todos me han inquietado y cada uno de ellos me ha dejado una historia por terminar.

Sinopsis (Ed. Anagrama)
En este extraordinario libro de relatos –el séptimo en su haber–, la voz narrativa de Soledad Puértolas se expresa en tercera persona y cobra el tono de las narraciones clásicas, cuando el narrador, por encima de todo, perseguía la magia, la seducción inherente a la misma narración, independientemente de lo que se contara. Sin embargo, la cercanía que implica la primera persona, los relatos contados por quien los protagoniza, no se ha perdido. Ha alcanzado un matiz nuevo. Quizá de mayor serenidad, de mayor hondura. Sin que falte el humor, que recorre todos los relatos, y que en algunos de ellos hace que se acentúe nuestra sonrisa.
Son relatos que tratan de encuentros, de desencuentros, de reencuentros. De chicos y chicas. De parejas que se separan, de traiciones, envidias e ilusiones, de mitos de adolescencia, de ideales de juventud, de las perplejidades de la madurez, del extrañamiento de la vida. Hay hijas que veneran a sus madres, madres que desconfían de sus hijas o de sus yernos, hay perros que se encaraman a las novias de sus dueños, hay horas de calor y de amor en el interior de una caravana en un camping, horas arrancadas a la vida oficial, de todos conocida, horas secretas. Y horas que, aun estando a la vista de todos, nadie ve. Sólo la voz que narra, que escoge ese momento y lo detiene. Un antiguo amor, una niña de la mano de su madre, las olas del mar enroscadas a los tobillos. No hay nadie en la playa todavía.
Recuerdos, premoniciones, ensoñaciones. Realidades que nos sacuden. Personas que irrumpen, que se van sin decir adiós. Silencios que sólo pueden llenarse con sueños. Personajes de todas las edades que, de pronto, se sitúan a un lado del camino, ven el paso de los otros, y no saben si han vivido ya ese momento o es algo que aún está por venir.

Chicos y Chicas (fragmento)

Tarot

Rosario estaba segura de que algunas mentes malévolas pensaban que su hija la decepcionaba. La miraban con expresión de censura, pero a la vez, esto era lo peor, con cierta complicidad. La comprendían. ¡Qué mala suerte!, la única niña de una familia de guapos había salido, inexplicablemente, fea.

Pablo, el marido de Rosario, era un hombre guapo. Rosario era guapa, los tres hijos que habían tenido, Pedro, Manuel y Adolfo, eran no guapos sino guapísimos. Pero Luz, que había ido a nacer en cuarto lugar, no se parecía a ninguno. ¿A quién se parecía? Había que investigar en los antepasados. Quizá en la bisabuela paterna se encontraran algunos de sus rasgos. Pero las fotos son muy engañosas, y, en realidad, ¿qué más daba?

Por lo demás, Luz era una niña que no causaba problemas. No destacaba en nada. No, no se correspondía con su nombre. Luz pasaba desapercibida. Durante los años escolares, las monjas nunca tuvieron que elevar una queja sobre su comportamiento ni sobre la marcha de sus estudios. No era excepcional, tampoco sacaba notables, pero siempre conseguía superar, aunque fuera por unas décimas, el aprobado. En alguna ocasión, eso es cierto, fue castigada por hablar en clase con una compañera o por no prestar la debida atención a las explicaciones de la profesora, pero nada serio. No pertenecía al grupo de las alborotadoras, aunque, curiosamente, en él se encontraran algunas de sus mejores amigas.

AGATHA RAISIN Y LOS PASEANTES DE DEMBLEY


Cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por Agatha Raisin, mujer de mediana edad que se ha "retirado" a un cottage en las Midlands (Reino Unido) donde ejerce de detective aficionada.

Nueva aventura de Agatha Raisin publicada en castellano, nuestra intrépida detective aficionada se infiltra en un grupo de "paseantes" que reclaman derechos de paso a los terratenientes rurales. Acompañada por ese comandante que le roba el corazón descubrirá oscuros secretos.....
Viene, además, está novela acompañada de un relato corto que nos desvela los inicios de Agatha en el mundo de la publicidad.
He disfrutado mucho!!!

Sinopsis (Ed. arrobabooks)
Agatha Raisin y el caso de la excursionista que odiaba a los terratenientes
Después de un tiempo, Agatha Raisin regresa a Cotswold, su querido pueblo en Carsely, y a los encantos de su apuesto vecino, James Lacey. La verdad es que James no parece muy encantado de verla, pero Agatha pronto encuentra distracción en un asesinato sensacional. La víctima, que aparece semienterrada en un sembrado, es la joven excursionista Jessica Tartinck, que pasó su vida irritando a los terratenientes al reclamar sus derechos de paso. Agatha no ceja en la esperanza de implicar al reacio James en su investigación. Hay tantas pistas a seguir… desde los compañeros de caminata de Jessica, hasta los propietarios de las tierras, todos parecen capaces de cometer un asesinato…
Y además, relato exclusivo con el primer caso de Agatha Raisin donde descubrimos a una joven ambiciosa y con una autoestima a prueba de chascos, que solo quiere huir de una infancia pobre y un matrimonio desastroso. Cuando, a través de su empleo de relaciones públicas, se tropieza con un asesinato, Agatha decide abandonar su trabajo para demostrar que el hombre que todos creen culpable es, en realidad… ¿inocente? Las pesquisas la llevarán a cambiar de aspecto para infiltrarse en un club de lesbianas, pero no vamos a contarte más. Lo único que has de saber es que esta es la primera vez que un policía se hará esta pregunta: ¿cómo esa mujer tan irritante es capaz de resolver un caso sin hacer otra cosa que dar palos de ciego?

ANTES DE LA CAÍDA


Quiere ser un thriller trepidante y se va quedando en una serie de "retratos", bastante estereotipados de personajes muy recurrentes en el imaginario colectivo norteamericano, a saber, el multimillonario hecho a si mismo, el tiburón de las finanzas, el artista fracasado y alcohólico en vías de recuperación, la chica guapa, el guapo acosador, el ama de casa perfecta, el ama de casa neurótica......
En fin, prometía una novela y se queda en una serie de "episodios" que transcurren con mayor o menor fortuna hasta la resolución previsible del caso.
Creo que el autor es productor y guionista, haría bien en dedicarse a lo que sabe hacer.

Sinopsis (Ed. Reservoir Books)
De la mano de Noah Hawley, creador de la serie de televisión Fargo, llega Antes de la caída, «la mejor novela de suspense del año» de acuerdo con The New York Times.
En una nebulosa noche de verano once personas despegan en un jet privado rumbo a Nueva York. Diez de ellas pertenecen a la alta sociedad de Estados Unidos. El undécimo pasajero es Scott Burroughs, un artista en horas bajas. Dieciséis minutos después sucede lo impensable: el avión se estrella en el océano. Solo sobrevivirán el pintor y un niño de cuatro años, último miembro de una familia inmensamente rica y poderosa.
A medida que se descubre la historia de cada uno de los pasajeros, afloran extrañas coincidencias que apuntan a una conspiración. ¿Fue simple casualidad que perecieran en un accidente algunas de las figuras más influyentes de la televisión y de Wall Street?
Pronto empieza una campaña de acoso mediático que amenaza con hundir a Scott, quien luchará por mantenerse a flote mientras las autoridades porfían en encontrar la verdad entre los escombros del accidente.
Antes de la caída es una novela apasionante y adictiva que indaga como pocas en la geografía secreta del alma humana. El destino y los lazos que nos unen, sean de sangre o adquiridos, constituyen su núcleo central y Noah Hawley logra que brille con luz propia la especial relación que se establece entre el pintor y el pequeño J.J.
Antes de la caída (fragmento)

Un avión privado espera en la pista del aeropuerto de Martha’s Vineyard con la escalerilla desplegada. Es un OSPRY 700SL de nueve plazas construido en 2001 en Wichita, Kansas. Es difícil poder decir con absoluta certeza de quién es ese avión. Consta a nombre de una sociedad holandesa con una dirección postal en las islas Caimán, pero en el logo del fuselaje pone GullWing Air. El piloto, James Melody, es británico. Charlie Busch, el copiloto, es de Odessa, Texas. La azafata, Emma Lightner, nació en Mannheim, Alemania, hija de un teniente del Ejército del Aire norteamericano y su jovencísima esposa. Se mudaron a San Diego cuando ella tenía nueve años.
Cada uno de ellos ha seguido su camino. Ha tomado determinadas decisiones. Cómo acaban en el mismo sitio a la misma hora dos personas es un misterio. Entras en un ascensor con una docena de desconocidos. Subes a un autobús, haces cola en un lavabo. Sucede a diario. Intentar predecir los espacios por los que nos moveremos y la gente con la que nos toparemos sería absurdo.
Por la puerta abierta emerge la tenue luminosidad de las luces halógenas. Nada que ver con el molesto resplandor fluorescente de los aviones comerciales. Dentro de dos semanas, Scott Burroughs dirá en una entrevista en la New York Magazine que lo que más le sorprendió en su primer vuelo en un jet privado no fue el generoso espacio para las piernas o el bar perfectamente surtido, sino lo personalizada que parecía la decoración, como si a partir de cierto nivel de ingresos viajar en avión no fuese más que otra manera de estar en casa.
La noche es cálida en Martha’s Vineyard, treinta grados con un ligero viento del sudoeste. El despegue está previsto para las diez. Durante las tres últimas horas se ha formado una densa niebla costera sobre el estrecho, espirales de un blanco tupido se arrastran lentamente por la pista iluminada.
La familia Bateman es la primera en llegar con el Range Rover que tienen en la isla: David, el padre; Maggie, la madre, y sus dos hijos, Rachel y J. J. Estamos ya avanzado agosto, y Maggie y los niños llevan en Martha’s Vineyard un mes, mientras que David ha estado viajando desde Nueva York los fines de semana. Le es difícil poder ausentarse por más tiempo, pese a que le gustaría poder hacerlo. David está metido en el «negocio del espectáculo», que es como la gente que trabaja en eso llama hoy en día a los noticiarios televisivos. Un circo romano de información y opiniones.

LA CUARTA VÍCTIMA


Novena entrega de la serie de novelas protagonizadas por Anders Knutas que trabaja en la Policía Judicial de Visby en la isla de Gotland (Suecia).

Como no tengo la cabeza para "profundidades" me he dedicado a Mari Jungstedt que no es una autora complicada sino más bien ligera con misterios que se adivinan en la cuarta página y personajes tan simples que, en ocasiones, resultan un poco aburridos.
En esta nueva entrega de la Serie Gotland tenemos a Anders Knutas en plena crisis matrimonial, a Karin su ayudante pensando en cambiar de vida y a ambos investigando un misterio que cualquier lector avezado descubrirá en los primeros capítulos. Mucho más desdibujados otros personajes habituales como Johan y su insoportable esposa.....
En fin lectura para pasar el rato sin que el dolor de cabeza "gripal" aumente.

Sinopsis (Ed. Maeva)
¿Qué relación hay entre un atraco a mano armada y un crimen nunca resuelto? Descúbrelo en una nueva entrega de la serie de Gotland.
Protagonizada por Anders Knutas, Karin Jacobson y Johan Berg, esta trepidante novela policiaca se adentra en los traumas de la infancia y en cómo su sombra puede alcanzar el futuro.Una mañana de finales de verano tres encapuchados atracan un banco a mano armada en pleno centro de Klintehamn, una pequeña localidad en la costa oeste de la isla de Gotland. En su huida en un coche robado, los ladrones atropellan a una niña de seis años. Cuando la Policía da con la casa de campo abandonada donde se ocultan, encuentran el cadáver de uno de los delincuentes, pero ni rastro de los otros dos miembros de la banda. El comisario Anders Knutas y su compañera Karin Jacobsson se encargan de la investigación. Para empezar, solo cuentan con dos datos que pueden ser de ayuda: el primero es que, según un testigo del robo, uno de los ladrones era una mujer, y el segundo, que existen conexiones con los clubes de motoristas de Gotland. Cuando ninguna de estas pistas da sus frutos, Knutas decide retomar un caso ocurrido hace años. Por su parte, el periodista Johan Berg empieza a hacer su particular aportación al caso, pero no puede sospechar que la tragedia está a la vuelta de la esquina.

La cuarta víctima (fragmento)

A primera vista todo parecía estar en orden. La casa, que se encontraba apartada, se alzaba tras un alto muro de piedra. El coche, aparcado como de costumbre en la explanada de gravilla, junto a los contenedores de basura. El suelo empedrado se veía parcialmente cubierto de arbustos de arándano rojo y musgo. Algunos pinos retorcidos, cuyas copas se balanceaban nerviosas con el viento. La terraza que daba al mar, preparada para el invierno, resultaba fría bajo el cielo plomizo, pues no había rastro de los muebles ni de la barbacoa de gasoil. Las contraventanas de la planta baja estaban cerradas e impedían cualquier intento de vislumbrar el interior. Al parecer, la víspera, la familia había llegado tarde a casa y se había ido directamente a la cama sin deshacer el equipaje.


LA HORA DE DESPERTARNOS JUNTOS


Desde los años 30 hasta la actualidad con su estilo peculiar a caballo entre el documental y la novela, Kirmen Uribe retrata a la sociedad vasca del siglo XX encarnada en la familia Letamendi Urresti.
La hora de despertarnos juntos desconcertará en su inicio al lector pero responde a esa forma de escribir de Uribe en el que la historia habla por su boca y por boca de los personajes, no hay solución de continuidad entre unos paisajes y otros, a veces esa estructura parecerá confusa pero la potencia narrativa de Uribe suple cualquier inconveniente estructural.
La vida de Karmele Urresti y Txomin Letamendi, sus padres, sus hermanos, sus hijos y sus amigos es la vida de Euskadi el siglo pasado, con luces, con sombras, sin partidismo, sin rencor, con tristeza por las vidas pérdidas y los sueños arruinados, lejos de venganzas y de ajustes de cuentas, tal vez haya llegado ya "la hora de despertarnos juntos".
Me ha encantado.

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
La nueva novela de Kirmen Uribe, ganador del Premio Nacional de Narrativa y del Premio de la Crítica en euskera, entre otros.
A Karmele Urresti la guerra civil la sorprende en su Ondarroa natal. Mientras la población huye al exilio, ella decide quedarse curando a los heridos y tratando de liberar a su padre, que ha sido encarcelado. Al final de la guerra debe abandonar su tierra y partir hacia Francia, donde pasa a formar parte de la embajada cultural vasca. Allí conoce al que será su marido, el músico Txomin Letamendi. Juntos recorren media Europa hasta que, a punto de caer París en manos de los alemanes, huyen a Venezuela.
Pero la Historia irrumpe de nuevo en su vida. Cuando Txomin decide sumarse a los servicios secretos vascos, la familia regresa en plena Segunda Guerra Mundial a Europa, donde él realiza labores de espionaje contra los nazis hasta que es apresado en Barcelona, bajo una dictadura a la que no sobrevivirá. Karmele tendrá que arriesgarse y partir, sola esta vez, con la esperanza ciega de quien deja atrás lo más preciado.
La gran novela sobre la historia vasca, española y europea del siglo xx hasta nuestros días.

La hora de despertarnos juntos (fragmento)

PRIMER RECUERDO DE KARMELE URRESTI
1
Algunos relatos conviven en la cabeza del escritor durante largo tiempo, años incluso, antes de salir a la luz. En ese intervalo, la mayoría de ellos se malogran, allí mismo, extraviados entre las profundidades del cerebro, sin cobrar vida, pero unos pocos, no obstante, perduran latentes para siempre.
Éste es uno de esos relatos.
Sobre la familia Urresti había oído hablar a menudo en casa; a fin de cuentas, Ikerne Letamendi Urresti era de la edad de mi madre y amiga suya desde la infancia, a raíz de los veranos que compartieron durante las vacaciones escolares que Ikerne pasaba en Ondarroa. Mi madre me contaba que en aquellos días de posguerra los libros suponían un lujo que en su familia no se podían permitir, pero que ella se las ingeniaba para leer en la casa de Antsosolo, donde Ikerne veraneaba con sus abuelos. Si las amigas quedaban a primera hora de la tarde para salir a la calle, ella se presentaba en el domicilio de Antsosolo con bastante antelación, y así los abuelos de Ikerne le solicitaban que, por favor, pasara al salón y aguardara allí a que su nieta terminara la comida. Entonces mi madre escogía un libro de la biblioteca y dedicaba esa media hora a la lectura.

EL AMOR Y LOS BOSQUES


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 17 de Enero de 2017.

El amor y los bosques - Éric Reinhardt
Una novela sobre una novela.
A partir de cartas al autor de mujeres comentando sus miedos y sus inseguridades, surgió el amor y los bosques....
Una novela sobre la vida de una mujer que no sabe cómo salir del maltrato psicológico de su marido. Tras conversar con el autor, se va confesando con él, contándole sus miedos, su sexualidad con un contacto de internet, sus angustias, su deseos de salir adelante y otros muchos sentimientos.
Además de una trama bien construida, plantea un tema de rigurosa actualidad, y se acompaña de trozos de erotismo, muy buscados hoy día por los lectores.
Es dura, es tierna, es amena y no te deja indiferente.
No llegas a saber si Bénédicte Ombredanne, así se llama la protagonista, es una persona real, o bien es el reflejo de miles de mujeres que desgraciadamente se encuentran en su misma situación.
Bénédicte, cuenta , desgrana todos sus sentimientos, todas sus sensaciones tanto malas como buenas, las razones que impedían alcanzar un mínimo de felicidad. Sensaciones que incluso acaba en somatizar enfermedades, y acabar siendo una prisionera de sí misma., ante el acoso sutil y maquiavélico, por parte de su marido en sus trece años de matrimonio.
Con un final sorprendente, que nos deja aún más helados , que en el resto de su lectura, el autor resuelve perfectamente la trama.
El lenguaje es directo, transmite el estado anímico de la protagonista, con una gran calidad literaria, a veces asfixia incluso, aunque Bénédicte Ombredanne actúe ante la sociedad como si nada pasase, situación desgraciadamente muy común en nuestros días, en todas las clases sociales.
Ganadora del Premio Renaudot des Lycéens, finalista del Premio Médicis , es una novela que como se dice hoy día, “ engancha” y en mi caso lo que más me impresionó es como esta mujer, logra esconder en su interior, todo su horror, sin dejar que nadie llegue a sospechar en lo que consiste realmente su vida. Muchos la consideran como una nueva Madame Bovary. Aunque los tiempos y las formas de afrontarlos cambian, ambas mujeres se encuentran atrapadas en una vida secreta, no gratificante en este caso para Benédictine, que jamás arriesgará para liberarse de ella. Aunque el destino le depare algún camino para hacerlo.
Todo esto, hace meditar sobre la vida atormentada de miles de mujeres, y la pasividad con que la sociedad actúa a veces sobre tantos casos de maltrato.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
El retrato de una mujer en busca de una pasión. Una Madame Bovary contemporánea
Bénédicte Ombredanne, una provinciana mujer de clase media, hace todo lo posible por conocer a Éric, el autor del libro que ha cambiado su vida. En sus encuentros en un café de París, o en sus mensajes por mail, le confía sus secretos más íntimos: la tormentosa relación con un marido cruel y egoísta, y el descubrimiento de una nueva sexualidad con un amante encontrado en una página de citas en internet.
En un momento dado pierden el contacto por un tiempo, pero cuando Éric se entera del destino de Bénédicte, viajará a Metz en busca de toda la verdad.
Ganadora del Premio Renaudot des Lycéens
Candidata al Premio Goncourt
Finalista del Premio Médicis

El amor y los bosques (fragmento)

1.

Tuve ganas de conocer a Bénédicte Ombredanne cuando me topé con su primera carta: era una carta cuyo fervor matizaban los toques humorísticos, dos páginas que me conmovieron y me hicieron sonreír, muy bien escritas además, una combinación lo bastante inusitada como para engancharme inmediatamente.
Un tanto cauta al principio, aquella carta era, según iba avanzando, cada vez más feroz y airada. Había ecos de ironía, de regocijada indisciplina, de barullo de patio de colegio en aquellas frases, cuya grafía inclinada hacia el porvenir denotaba abiertamente la audacia muy consciente de sí misma con la que aquella desconocida se me había echado encima mentalmente, como si hubiese escrito la carta de un tirón sin volverla a leer antes de perderla de vista irremediablemente en la ranura de un buzón, hala, ya está, demasiado tarde para arrepentirse, al cabo de una carrera irreflexiva, fogosa, que seguramente había arrancado en el momento en el que la joven apoyó la punta del bolígrafo en el papel, con determinación, negándose cualquier posibilidad de dar marcha atrás. Me resultaba obvio que el verdadero piloto de aquellas dos páginas había sido la timidez, timidez que la autora había embriagado de sarcasmo para tener la certeza de concluir lo que había empezado. Era una intuición un tanto evanescente, una intuición que me habría costado mucho trabajo argumentar a partir de ejemplos concretos tomados de esas dos páginas, pero el propio impulso de aquella carta, de carácter mixto, temeroso y audaz, respetuoso e insolente, serio y desenvuelto, inteligente e ingenuo cuando no pueril (de un carácter en constante paradoja, pues), me llevó a pensar que aquella lectora huía así de una situación que no le convenía, que la hacía sufrir o que sencillamente le resultaba intolerable: aquella carta era como una escapatoria urgente (eso es lo que yo notaba de un modo confuso), pero una escapatoria cuya protagonista no podía prever si no acabaría estampándola también a ella contra un muro de indiferencia o de desprecio condescendiente, de silencio, pues, de ahí los esfuerzos que se imponía —cada tres o cuatro frases— para no creérselo del todo, evitando así cualquier decepción que le escociera demasiado si, por ventura, aquella tentativa resultaba infructuosa. Percibí todas esas cosas delante de la puerta de casa, con el abrigo puesto, tras recoger del felpudo, cuando estaba saliendo, la carta que me había reenviado la editorial en el sobre original (azul claro, con matasellos de Metz y la tachadura de una becaria que había añadido mi dirección), esa primera carta de Bénédicte Ombredanne, que leí de principio a fin en el rellano, sin bajar ni un solo peldaño de las escaleras.

AÑOS LENTOS


Podría ser, Años lentos, el antecedente cronológico de Patria pero su estructura, su lenguaje y la historia que cuenta la hacen radicalmente diferente a la última novela de Aramburu.
Los años 50-60 en Donosti, narrados a través de las vivencias de un niño navarro que se ha trasladado a vivir a casa de su tía, debido a la incapacidad de su madre para hacerse cargo de todos sus hijos. Familia obrera..., inculta y muy religiosa cuyo devenir es tan deprimente como el ambiente general de la novela.
Me ha sido muy difícil empatizar con los personajes, aunque tal vez, es eso lo que pretende el escritor que crea un ambiente oscuro y opresivo del que el lector no puede librarse en toda la novela.
No me ha gustado ni la mitad que Patria, muchos sobreentendidos y una estructura que le resta frescura y la hace, tediosa.

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Un impresionante retrato del País Vasco de los años sesenta y del nacimiento de ETA.
A finales de la década de los sesenta, el protagonista, un niño de ocho años, se va a San Sebastián a vivir con sus tíos. Allí es testigo de cómo transcurren los días en la familia y el barrio: su tío Vicente, de carácter débil, reparte su vida entre la fábrica y la taberna, y es su tía Maripuy, mujer de fuerte personalidad pero sometida a las convenciones sociales y religiosas de la época, quien en realidad gobierna la familia; su prima Mari Nieves vive obsesionada por los chicos, y el hosco y taciturno primo Julen es adoctrinado por el cura de la parroquia para acabar enrolado en una incipiente ETA. El destino de todos ellos –que es el de tantos personajes secundarios de la Historia, arrinconados entre la necesidad y la ignorancia– sufrirá, años después, un quiebro. Alternando las memorias del protagonista con los apuntes del escritor, Años lentos ofrece además una brillante reflexión sobre cómo la vida se destila en una novela, cómo se trasvasa el recuerdo sentimental en memoria colectiva, mientras su escritura diáfana deja ver un fondo turbio de culpa en la historia reciente del País Vasco.

Años Lentos (fragmento)

Cuando me paro a repasar mis recuerdos de aquellos años, me vuelve una vieja sensación de lentitud. Se me figura que en la actualidad un minuto dura treinta o cuarenta segundos; en cambio, los minutos de la dictadura duraban un minuto y medio o dos. Tres décadas llevaba Franco en el poder, saludando a las dóciles y apolíticas multitudes con mano parsimoniosa, temblona y cada vez más decrépita (lo que no le impidió firmar sentencias de muerte), y aunque a finales de los sesenta ya empezaban a agitarse las aguas subterráneas, la historia de España todavía se arrastraba con pereza. En otros países parece como que se vivía más deprisa, las modas se sucedían con bastante rapidez, pasaban más cosas o simplemente pasaban cosas.


EL CASO SANTAMARÍA


Resulta que he recurrido a Camilleri para despejar mi cabeza de las "profundidades" de Franzen y me he encontrado con 200 páginas inquietantes como sólo podría escribir un maestro del suspense y la política.
Con una estructura sencillísima y una prosa fluida y fácil, Camilleri describe la corrupción enraizada en la sociedad capaz de arruinar la vida de un hombre bueno e ingenuo en aras de la protección de los poderosos.
Inquietante y real, no me ha servido para despejarme porque me ha dejado un poso amargo, pero me ha encantado!!

Sinopsis (Ed. Destino)
Un thriller excepcional sobre la corrupción en la actualidad del gran maestro de la novela negra y creador del Comisario Montalbano.
¿Quién se esconde tras las grandes corporaciones? ¿Quién mueve realmente los hilos de las grandes operaciones bursátiles? ¿Quién controla a los que controlan la economía? Mauro Assante es el encargado de supervisar la transparencia de los bancos italianos. Casado y con un niño pequeño, pasa el verano solo en la ciudad porque debe elaborar un complicado informe sobre un banco. Sin embargo, durante esos días de trabajo, su rutina se ve turbada: recibe extrañas llamadas, un motorista le persigue, una atractiva chica se equivoca de piso y acaba en su casa, la misma chica con la que volverá a encontrarse dos días después… ¿o quizá no es ninguna casualidad? Mauro se verá envuelto en una turbia trama de intereses que le obligarán a replantearse totalmente su vida.

El caso Santamaría (fragmento)


1Mauro tiene los ojos fatigados. Aparta la mirada de la pantalla, faltan pocos minutos para las siete y media, desde las tres de la tarde trabaja ininterrumpidamente en el ordenador, escribiendo, borrando, reescribiendo y modificando, sopesando cada palabra, cada adjetivo. Para que no lo molesten, ha alzado una barrera de silencio, desconectando el teléfono fijo y apagando el móvil. Incluso ha echado un poco las cortinas y ahora enciende la lámpara de mesa, con la intención de continuar otra media horita. Relee la última frase que ha escrito. No funciona, demasiado retorcida y larga, sería mejor dividirla en dos.
El repiqueteo del timbre ha sido tan breve que Mauro duda si habrán llamado o no. Levanta un momento la cabeza de la pantalla a la espera de que vuelvan a llamar, lo que, sin embargo, no sucede. Ha empezado a releer cuando el sonido se repite. Breve, como el primero, como si la persona que llama temiera lo que está haciendo. Esta vez Mauro se alza, sale del despacho, recorre el pasillo, enciende la luz del recibidor y abre la puerta. Está seguro de que será la anciana baronesa, que habrá bajado del piso de arriba para renovar su invitación a cenar. En cambio, la mujer que ha llamado y que le sonríe es una treintañera alta, rubia, elegante y, sobre todo, muy muy hermosa.
—Aquí estoy — dice—. Puntual como un reloj.
Mauro se ha quedado sin palabras, confundido y sorprendido, no conoce de nada a aquella muchacha. Nunca la ha visto, está seguro. Una mujer así, aunque te la hayas cruzado una sola vez, es imposible de olvidar. Y tampoco puede ser una de las pocas amigas de su mujer, porque las conoce a todas.

TÚ NO ERES COMO OTRAS MADRES


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 22 de Enero de 2017
Tú No Eres Como Otras Madres - Angelika Schrobsdorff

Anoche me acabé Tu no eres como las otras madres, no tengo claro si seré capaz de escribir la reseña, porque es un libro complejo. No el libro, ni la forma de narrar que es muy sencilla, sino lo que cuenta...los sentimientos de sus personajes, sus relaciones, sus vidas, la guerra y como influye en todos ellos.
Ayer viendo el espectáculo del juramento del Trump, lo asocié a un comentario del libro, cuando Hitler empieza su carrera política, y la sociedad alemana, lo veía como un fantoche sin posibilidades...y fijaros como acabó la cosa...
Aun doy vueltas a la vida de esa madre, entiendo y no entiendo toda su trayectoria, su relación con maridos, amantes, e hijos..No tomas partido por nadie.. unas veces entiendes.. otras no. No sé explicar bien que me hizo sentir el libro.. Ni quisiera verme nunca en esas circunstancias, que aunque a veces eran de lo más estimulantes, también fueron de lo mas angustiosas.
Lo recomiendo, pero para quien no quiera vértigo, narración atrapante.. tampoco.. es un libro sosegado para leer sin prisas y aunque parezca que no pasa nada, no dejan de ocurrir cosas, cosas tremendas...,  en fin que lo recomiendo.

Sinopsis (Ed. Errata Naturae)
La narración de Angelika Schrobsdorff recons­truye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista (y no con el «exce­lente partido» que le han buscado, un comerciante opulento y maduro). Así, Else vivirá de lleno el nacimiento de un nuevo mundo junto a la culta bohemia berlinesa de los «locos años veinte», un periodo en el que tendrá tres hijos de tres padres diferentes, fiel a las dos promesas que se hizo de jo­ven: vivir la vida con la máxima intensidad y tener un hijo con cada hombre al que amara. Ésta es, por tanto, la historia de una mujer singular y sedienta de independencia, que será arrollada por aquello mismo en lo que se negaba a creer al principio: el presente. Sin embargo, en la dura prueba del exilio, Else encontrará una realidad nueva y reveladora tras una vida que hasta entonces ha estado ente­ramente dedicada a las fiestas, los viajes y el amor.
Tú no eres como otras madres es un «relato real», como la Suite francesa de Irène Némirovsky, que nos sumerge por completo en una vida extraordinaria y nos hace partícipes de toda su riqueza y exaltación, revelándonos a través de esa existencia toda una época: los conciertos de música clásica y las novelas de Stefan Zweig, los cabarets y la pintura moderna, el nazismo y sus terribles leyes raciales… Así como tantos y tantos personajes que existieron durante ese tiempo de irrepetible pasión y energía, y que pasan por estas páginas fascinantes: soñado­res, artistas, agitadores, conspiradores, campesi­nos, espías, criados, intelectuales, falsificadores…
Medio millón de ejemplares vendidos en Alema­nia, traducciones al francés, inglés, ahora también al castellano… El aura y la fama de esta novela crecen. Algunos lectores se preguntan cada poco si el presente puede ofrecernos libros a la altura de los clásicos; pues bien, he aquí la respuesta, y no exageramos. Emocionante gran literatura.

Tu no eres como otras madres (fragmento)

LO COMPLETAMENTE DISTINTO

Hoy, 30 de junio, día de su cumpleaños, he sacado de mi baúl del pasado el librito largo y estrecho. Es de pasta dura con ornamentación marginal en negro y oro e inscripción en letra dorada.
VIDA

de nuestra hija
ELSE
Las esquinas están un poco descantilladas, por lo demás el libro parece nuevo. Tiene noventa y ocho años. También los primeros ricitos de la niña Else, adheridos a sus hojas, tienen noventa y ocho años, y se diría que han sido cortados anteayer. Son de color marrón, luego de rubio miel y finalmente, en 1897, cobrizos. ¿El pelo es imperecedero? ¿No se convierte en polvo? Resulta sedoso al tacto de mis yemas. Cuando conocí a Else, mi madre, tenía el cabello bronceado y recio como la crin de un caballo. Siempre parecía despeinada, aun cuando venía de la peluquería. Sus rizos cortos y tupidos eran indomables. No eran lo único que no se podía domar en ella. Me hubiera gustado heredar su cabello y su vitalidad. Pero en estos dos puntos —y algunos más— he salido a mi padre.

ME LLAMO LUCY BARTON



“Creo conocer muy bien el dolor que de niños apretamos contra el pecho, que dura toda la vida, con una nostalgia tan profunda que ni siquiera eres capaz de llorar. Lo agarramos con fuerza, sí, con cada latido del corazón convulso: esto es mío, esto es mío, esto es mío.”

No he elegido bien las novelas para " despejarme", si algo no permite esta novela de Elizabeth Strout es despejar la mente.
Lucy..., una aspirante a escritora convalece de una operación de apendicitis y ajusta cuentas con el pasado, con la vida en un pequeño pueblo de la Norteamérica profunda que la arrastra a una espiral de inseguridad e infelicidad permanente.
Habla la sinopsis de un dialogo permanente con su madre, pero yo he percibido, más bien un dialogo interior con una espectadora materna que "quiere sin querer" y no aclara las oscuras escenas del pasado.
Si "la patria de un hombre es su infancia" Lucy es, claramente, apátrida.
Me ha gustado y me ha dejado el regusto amargo de esas novelas en las que no pasa nada pero todo ocurre.


Sinopsis (Ed. Duomo)
UNA HISTORIA ÚNICA, CONTADA DE
MUCHAS MANERAS, QUE QUEDA EN EL ALMA.
En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice. En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.

Me llamo Lucy Barton (fragmento)
"En el Museo Metropolitano de Arte, que se yergue enorme y con muchos escalones en la Quinta Avenida de Nueva York, hay una sección en la primera planta que llaman el jardín de las esculturas, y yo debo de haber pasado muchas veces al lado de esa escultura concreta con mi marido, y con las niñas cuando se hicieron mayores, pensando sólo en comprar comida para mis hijas y sin saber realmente qué hacía una persona en un museo de esas características en el que hay tantas cosas que ver. En medio de esas preocupaciones y necesidades hay una estatua. Y hace poco –en los últimos años–, cuando la alcanzaba la luz cubriéndola de un tinte magnífico, me detuve a mirarla y dije: ¡Ah!
Es una estatua de mármol de un hombre con sus hijos al lado, y el hombre tiene una terrible expresión de desesperación, y los niños parecen aferrarse a sus pies, implorantes, mientras que él mira el mundo con ojos atormentados, tirándose de la boca con las manos, pero sus hijos sólo lo miran a él, y cuando al fin me di cuenta, dije para mis adentros: Ah.
Leí el letrero, que explicaba que los niños se ofrecen como comida a su padre, al que están matando de hambre en la cárcel, y que los niños solamente quieren una cosa: que desaparezca el sufrimiento de su padre. Dejarán que se los coma, contentos, muy contentos.
Y pensé: Ese hombre sí que sabía. Me refiero a la escultura. Sí que sabía.
Y también el poeta que escribió lo que muestra la escultura. Él también sabía.
Me acerqué al museo unas cuantas veces expresamente para ver a mi hombre-padre hambriento con sus hijos, uno de ellos aferrado a sus piernas, y cuando llegaba allí no sabía qué hacer. Era tal y como lo recordaba, y me sentía confundida. Más adelante caí en la cuenta de que conseguía lo que quería cuando lo veía como a escondidas, cuando tenía prisa por ir a ver a alguien en otro sitio, o si estaba en el museo con alguien y decía que tenía que ir al servicio, para escaparme y verlo a solas. Pero no a solas de la misma manera que cuando iba completamente sola a ver al hombre-padre asustado y muerto de hambre. Y siempre está allí, salvo una vez que no estaba. El guarda me dijo que estaba arriba, en una exposición especial, ¡y me sentí insultada por que otros tuvieran tantos deseos de verlo!
Ten piedad de nosotros.
Se me ocurrieron estas palabras más tarde, al pensar en mi reacción cuando el guarda me dijo que la estatua estaba arriba. Pensé: Ten piedad de nosotros. No quisiéramos ser tan insignificantes. Ten piedad de nosotros: se me pasa por la cabeza muchas veces. Ten piedad de todos nosotros. "




PUREZA


"Cómo sabes que eres una persona distinta de las otras personas? Guardándote algunas cosas para ti. Te las quedas dentro porque, en caso contrario, no habría ninguna diferencia entre el interior y el exterior. Los secretos son nuestra manera de saber que tenemos un interior." PUREZA
Jonathan Franzen analiza en Pureza (Purity), la comunicación, la Red y los secretos; en un mundo globalizado el cono...cimiento es poder y Franzen lo desmenuza a través de los variopintos personajes que pueblan, como es habitual, sus novelas.
Más de 700 páginas de vidas que se cruzan y entrecruzan, de personalidades excéntricas y auténticos psicópatas; de mundos reales y realidades paralelas que entretejen un relato complejísimo y en ocasiones un poco farragoso a fuer de repetitivo.
Habla Franzen de la teoría conspiratoria y su extensión en la Red, de la caída del comunismo en Alemania del Este y la persistencia de los privilegios, de las sectas y el machismo, de la locura y el amor, de la maternidad irresponsable y los hijos perdidos....
La Pureza del título que es el nombre de la protagonista brilla por su ausencia, no hay en Pureza personajes puros, solo se lo creen.....la protagonista es una muchacha perdida y estulta que confunde terquedad con pureza de sentimientos, su madre una mujer profundamente trastornada que arruina todo lo que hay a su alrededor, el genio de la Red es un psicópata de manual que acaba creando una secta con mujeres a su servicio y confunde sus intereses con la verdad, el periodista es un necio con suerte incapaz de ver más allá de sus narices, su novia una mujer acomplejada a pesar de haber ganado un Pulitzer.....
Podría seguir porque no he empatizado con ninguno de los personajes de la novela, los personajes femeninos son patéticos y un poco increibles, los masculinos están mejor construidos, las relaciones son, por decirlo finamente, absolutamente patológicas.
Bien es verdad que la maestría literaria de Franzen es capaz de salvar muchos obstáculos pero en esta ocasión ha sobrepasado algunos límites, la extensión es excesiva sobran mínimo 300 páginas y la repetición constante hace, en ocasiones, tediosa la lectura.
¿La recomiendo?, por supuesto, pero sabiendo que no llega a la altura de las anteriores obras de Franzen.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Si la literatura es el instrumento ideal para que el ser humano ilumine los recovecos más oscuros de su mundo interior y perciba con mayor nitidez la realidad que lo circunda, Jonathan Franzen es el novelista contemporáneo que más se ha atrevido a explorar las fronteras que condicionan nuestra existencia. Con Pureza, Franzen ha logrado superar el listón marcado con su anterior novela, Libertad, que en su momento supuso un hito admirado y reconocido en todo el mundo tanto por voces expertas como neófitas.
A partir de las vidas entrecruzadas de un puñado de personajes retratados con un grado de realismo que hipnotiza al lector, el relato gira en torno a una joven de nombre dickensiano, Purity «Pip» Tyler, que tras su paso por la universidad se afana en encarrilar su vida acorde con unos principios que considera irrenunciables. Atrapada en una relación malsana con su madre, que nunca ha querido revelarle el nombre de su padre ni por qué se cambió el apellido antes de que ella naciese, Pip sobrevive con trabajos intrascendentes hasta que el encuentro fortuito con una mujer involucrada en el activismo antibelicista se traducirá en unas prácticas en el Sunlight Project, una organización radicada en Bolivia que se dedica a revelar secretos de personas, corporaciones y gobiernos. El fundador y artífice del negocio es Andreas Wolf, un carismático agitador de la ex RDA reciclado durante el caótico período posterior a la caída del Muro de Berlín. El sospechoso interés de Andreas por Pip trastocará sus ideas convencionales sobre el bien y el mal, empujándola hacia un destino que no figuraba ni remotamente en su imaginación.
El talento excepcional de Jonathan Franzen para volcar en palabras las hebras más finas del pensar y del sentir se pone de manifiesto una vez más en esta trepidante historia cargada de humor, por momentos sombría, inquietante, osada, incisiva, pero siempre cautivadora y de amplitud universal, confirmando su sitial entre los más importantes escritores de nuestro tiempo.
Pureza (fragmento)

Purity en Oakland

Lunes
—Ay, preciosa, cuánto me alegro de oír tu voz —dijo la madre de la chica por teléfono—. Me está traicionando el cuerpo otra vez. a veces creo que mi vida no es más que un largo proceso de traiciones del cuerpo.
—Como todas las vidas, ¿no? —dijo Pip.
Había adoptado la costumbre de llamar a su madre desde Renewable Solutions durante la pausa de la comida. esto mitigaba en parte su sensación de no valer para ese trabajo, de tener un trabajo para el que nadie podía valer, o de ser una persona que en realidad no valía para ningún trabajo; y además, al cabo de veinte minutos, podía decir con sinceridad que tenía que seguir trabajando.
—Se me cierra el párpado del ojo izquierdo —explicó su madre—. es como si tuviera un peso que tirase hacia abajo, como uno de esos plomos diminutos que usan los pescadores, o algo parecido.
—¿Ahora mismo?
—A ratos. No sé si será parálisis de Bell.
—Sea lo que sea la parálisis de Bell, estoy segura de que no la tienes.
—¿Y cómo puedes estar tan segura, preciosa? Si ni siquiera sabes qué es.
—No sé... Quizá porque tampoco tenías la enfermedad de Graves. Ni hipertiroidismo. Ni melanoma.

LA MARCA DE LA SANGRE


Vigesimosegunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Kay Scarpetta, forense en Richmond - Virginia (EEUU).


Leo La marca de la sangre, enésimo libro de Cornwell protagonizado por Scarpetta y me pregunto a donde se han ido los personajes que me conquistaron en los 90 desde las páginas de Post Mortem o El cuerpo del delito....
¿Dónde está Kay Scarpetta? Intrépida, buena profesional, apasionada, buena cocinera y algo, sólo algo, paranoica.
¿Qué monstruo ha engullido a Lucy? Joven superdotada, ingenua, ter...ca y ansiosa de amor.
¿Qué mente perversa a transformado a Peter Marino? Poli enamorado, impulsivo y bebedor.
Donde están todos en esta orgía de personajes anormales, situaciones imposibles, paranoia constante, desconfianza permanente, egocentrismo patológico y resurrecciones constantes????
Si la escritora quiere destrozar la serie debería "cargárselos" a todos o mejor, dejar de escribir sobre ellos.
Patética.

Sinopsis (Ed. Ediciones B)
En esta vigesimosegunda novela protagonizada por Scarpetta, la gran detective forense se verá en medio de la persecución de un francotirador y asesino en serie.
Con motivo de su cumpleaños, la doctora Scarpetta se dispone a volar a Miami con su esposo cuando descubre siete monedas en la pared trasera de su casa de Cambridge.
¿Se trata de un juego infantil? Y en ese caso,
¿por qué todas las monedas son de 1981 y tan brillantes como si acabaran de acuñarlas?
De pronto suena su móvil y el detective Steve Marino le informa de que se ha cometido un asesinato a cinco minutos de distancia: un profesor de música del instituto ha recibido un certero disparo cuando estaba descargando alimentos de su coche. Nadie vio ni oyó nada.
Kay Scarpetta se verá en medio de la pesadillesca persecución de un francotirador y asesino en serie, una investigación que la llevará a las oscuras profundidades de la costa de Florida, donde se sumergirá en busca de un barco hundido para hallar respuestas que solo ella puede descubrir y analizar. Pronto comprobará que las evidencias señalan a un miembro de su propia familia: nada menos que Lucy, su sobrina experta en tecnología.

La marca de la sangre (fragmento)

1
12 de junio de 2014
Cambridge, Massachusetts

El cobre reluce como fragmentos de cristal de venturina desde lo alto del viejo muro de ladrillo que se alza detrás de nuestra casa. Me vienen a la mente imágenes de hornos ardientes y cañas en los antiguos talleres de estuco de tonalidades pastel que bordean el canal Rio dei Vetrai, donde los maestros sopladores dan forma al vidrio fundido sobre superficies de acero. Con cuidado de no derramar una gota, llevo dos expresos endulzados con néctar de agave.
Sujeto las asas delicadamente curvadas de las tazas de cristallo artesanal, sencillas y transparentes como el cristal de roca, mientras me recreo en el recuerdo del momento en que las descubrimos en la isla veneciana de Murano. Los aromas a ajo y pimientos asados me siguen al exterior, y la puerta mosquitera se cierra detrás de mí con un golpecito sordo. Percibo la deliciosa fragancia de las hojas de albahaca fresca que he desmenuzado con las manos. Es la mañana perfecta. No podría ser mejor.
He preparado mi ensalada especial, he saturado con zumos, hierbas y especias trozos del mantovana que horneé sobre una piedra hace días. Es recomendable dejar que este pan con aceite de oliva se ponga un poco duro antes de utilizarlo en la panzanella que, al igual que la pizza, fue en otro tiempo un alimento de los pobres, cuyo ingenio e inventiva transformaban las sobras de focaccia y verduras en un’abbondanza. Los platos suculentos e imaginativos estimulan y recompensan la improvisación, de modo que esta mañana he añadido un bulbo de hinojo, sal kosher y pimienta molida gruesa. He usado cebolla dulce en vez de roja y un toque de menta que he cogido en la galería acristalada donde cultivo hierbas aromáticas en unas grandes tinajas de barro para aceitunas que encontré hace años en Francia.

EL VIENTO DE LAS HORAS


En un vuelo he leído esta novela de Angeles Masttreta aunque no sé si el término novela es completamente aplicable a esta colección de sentimientos, situaciones, edades, opiniones, vivencias y pensamientos que la autora ha volcado en las 250 páginas de este libro.
No podría calificarlo exactamente de novela porque carece de los atributos precisos del género es, más bien, una colección de "relatos ...cortos" que van contando una vida y esa sensación extraña de que el tiempo pasa sin que una se dé cuenta. La autora reflexiona sobre los cambios físicos, psíquicos y del entorno en el que vive, así reflexión tras reflexión nos conduce por la senda de la madurez en la que, previsiblemente, el tiempo que queda es menos que el que ha transcurrido.
No es un libro pesimista pero esta cargado de nostalgia que la sensibilidad de Mastretta es capaz de transformar en esperanza.
Creo que no pasará a la historia de la literatura pero me ha gustado.

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Un recorrido por los recuerdos que se presentan de manera inesperada y que traen consigo la más auténtica felicidad.
 
Ángeles Mastretta nos hace partícipes del legado de los días evocando los detalles más cotidianos y al mismo tiempo más preciados de este mundo palpitante y generoso que nos rodea. Aquí se reviven emociones que hacen que el tiempo se dilate y reflexiones en torno a grandes temas universales como la juventud, la belleza, el amor, la muerte y, sobre todo, el paso inevitable de los años. Es una celebración de la alegría de sentirse vivos, de la dicha extraordinaria de dejar que la vida pase, de la necesidad de disfrutar de los placeres de la existencia.

El viento de las horas (fragmento)

COMO UNA SERPENTINA
No sé si alguna vez olvidaré hasta el recuerdo de quién fui en la infancia. Dicen que los viejos siempre recuerdan mejor el pasado remoto. Hasta que la vida se les va haciendo pequeña y llegan a olvidar su nombre, antes de que la nada los nombre a ellos.
Yo hace tiempo empecé a desconocer los compromisos que hice un día, para cuando llegaran los otros. Ahora ya olvido lo que me contaron antier y me devasta la velocidad con que se empaña el orden de las cosas que mi hermana me cuenta como quien desprende las semillas de una granada. Juro que la oigo cautiva, prometiéndome que no he de perder, entre los vericuetos de mi cerebro, ninguna de las historias de amor y desamor, de compra y venta, de traición y tormento, que va contándome mientras andamos por los puentes de la nueva ciudad rumbo a la ciudad vieja, en donde aún están la catedral y los portales, igual que siguen estando entre mis libros, los que suceden en el primer y único territorio mítico que poseo.

jueves, 18 de enero de 2018

EL RITUAL


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Inspector Jack Caffery, Bristol es su ciudad.

Vuelvo a Bristol y al inspector Caffery, atormentado, solitario y brutal; una nueva compañera se perfila en el horizonte Pulga Marley, buceadora experta y mujer con pasado.
Ambos comparten un caso especial en el que pasado y presente se entrecruzan, tradiciones ancestrales y lumpen, mucho lumpen.
Me gusta!!!

Sinopsis (Ed. Siruela)
En este descarnado thriller psicológico, tercera entrega de la serie del inspector Caffery, Mo Hayder se mueve con desenvoltura entre lo sobrenatural y lo científico, con un ritmo vertiginoso que no da tregua al lector hasta la última página.
Un martes de mayo, en las turbias aguas del puerto de Bristol, la oficial Phoebe Marley, del equipo de buzos de la policía, encuentra sumergida a más de dos metros bajo el agua una mano humana. El hecho de que la extremidad no vaya unida a cuerpo alguno ya resulta perturbador de por sí; pero aún lo es más el hallazgo de la otra mano, al día siguiente y en un lugar distinto. Ambas parecen haberle sido amputadas a la víctima recientemente, y todo apunta a que se hizo mientras estaba aún con vida.
El inspector Jack Caffery, encargado del caso, llega pronto a la conclusión de que las manos pertenecen a un joven yonqui desaparecido en las últimas semanas. Mientras Caffery se centra en una línea de trabajo relacionada con la droga, Marley descubre una posible conexión con la muti, brujería tradicional africana que hace un uso ritual de miembros seccionados. Su empeño por esclarecer los hechos llevará a la pareja de investigadores hasta los más sórdidos rincones de la ciudad, donde acecha una diabólica amenaza...

El Ritual (fragmento)

1
13 de mayo
Un martes de mayo, justo después de almorzar y a más de dos metros y medio de profundidad bajo el «puerto flotante» de Bristol, los dedos enguantados de la sargento Pulga Marley, del equipo de buzos de la Policía, tropezaron con una mano humana. La pilló un poco desprevenida encontrarla con tanta facilidad, así que agitó las piernas sorprendida y del fondo se levantó una nube de cieno y combustible de motores que hizo bascular el peso de su cuerpo hacia atrás y tiró de su chaleco compensador de manera que comenzó a ascender. Tuvo que doblarse hacia abajo y meter la mano izquierda bajo los tanques flotantes, soltar un poco de aire del traje a fin de estabilizarse lo suficiente como para alcanzar el fondo y tomarse su tiempo palpando el objeto.
Allí la oscuridad era absoluta, como si le hubiesen tapado la cara con barro, y no podía ver lo que tenía cogido. El buceo de ríos y puertos generalmente había que hacerlo a tientas, así que le tocaba ser paciente, dejar que la cosa fuese revelando su forma al tacto, descargar una imagen mental de aquello. La palpó con suavidad, con los ojos cerrados, contó los dedos para confirmar que era humana, a continuación se concentró en distinguir cada uno de los dígitos: primero el anular, doblado a la inversa del suyo, y gracias a eso pudo deducir cómo estaba colocada la mano, con la palma hacia arriba. Hizo cábalas a toda velocidad para imaginarse la postura del cuerpo..., probablemente de costado. Dio un tirón de prueba. En lugar de encontrarse con un peso conectado a la extremidad, la mano flotó sin ofrecer resistencia fuera del cieno. En el punto en el que debería estar la muñeca no había más que hueso pelado y cartílago.
—¿Sargento? —dijo el agente Rich Dundas a través del auricular. En medio de aquella oscuridad claustrofóbica, la voz pareció tan cercana que le hizo dar un respingo. Su compañero estaba arriba, en el muelle, haciendo el seguimiento junto al auxiliar de superficie, que iba soltando cabo y controlaba el panel de comunicaciones—. ¿Cómo va? Estás justo en el punto indicado. ¿Ves algo?