viernes, 19 de enero de 2018

LA CUARTA VÍCTIMA


Novena entrega de la serie de novelas protagonizadas por Anders Knutas que trabaja en la Policía Judicial de Visby en la isla de Gotland (Suecia).

Como no tengo la cabeza para "profundidades" me he dedicado a Mari Jungstedt que no es una autora complicada sino más bien ligera con misterios que se adivinan en la cuarta página y personajes tan simples que, en ocasiones, resultan un poco aburridos.
En esta nueva entrega de la Serie Gotland tenemos a Anders Knutas en plena crisis matrimonial, a Karin su ayudante pensando en cambiar de vida y a ambos investigando un misterio que cualquier lector avezado descubrirá en los primeros capítulos. Mucho más desdibujados otros personajes habituales como Johan y su insoportable esposa.....
En fin lectura para pasar el rato sin que el dolor de cabeza "gripal" aumente.

Sinopsis (Ed. Maeva)
¿Qué relación hay entre un atraco a mano armada y un crimen nunca resuelto? Descúbrelo en una nueva entrega de la serie de Gotland.
Protagonizada por Anders Knutas, Karin Jacobson y Johan Berg, esta trepidante novela policiaca se adentra en los traumas de la infancia y en cómo su sombra puede alcanzar el futuro.Una mañana de finales de verano tres encapuchados atracan un banco a mano armada en pleno centro de Klintehamn, una pequeña localidad en la costa oeste de la isla de Gotland. En su huida en un coche robado, los ladrones atropellan a una niña de seis años. Cuando la Policía da con la casa de campo abandonada donde se ocultan, encuentran el cadáver de uno de los delincuentes, pero ni rastro de los otros dos miembros de la banda. El comisario Anders Knutas y su compañera Karin Jacobsson se encargan de la investigación. Para empezar, solo cuentan con dos datos que pueden ser de ayuda: el primero es que, según un testigo del robo, uno de los ladrones era una mujer, y el segundo, que existen conexiones con los clubes de motoristas de Gotland. Cuando ninguna de estas pistas da sus frutos, Knutas decide retomar un caso ocurrido hace años. Por su parte, el periodista Johan Berg empieza a hacer su particular aportación al caso, pero no puede sospechar que la tragedia está a la vuelta de la esquina.

La cuarta víctima (fragmento)

A primera vista todo parecía estar en orden. La casa, que se encontraba apartada, se alzaba tras un alto muro de piedra. El coche, aparcado como de costumbre en la explanada de gravilla, junto a los contenedores de basura. El suelo empedrado se veía parcialmente cubierto de arbustos de arándano rojo y musgo. Algunos pinos retorcidos, cuyas copas se balanceaban nerviosas con el viento. La terraza que daba al mar, preparada para el invierno, resultaba fría bajo el cielo plomizo, pues no había rastro de los muebles ni de la barbacoa de gasoil. Las contraventanas de la planta baja estaban cerradas e impedían cualquier intento de vislumbrar el interior. Al parecer, la víspera, la familia había llegado tarde a casa y se había ido directamente a la cama sin deshacer el equipaje.


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