domingo, 31 de diciembre de 2017

BAILANDO CON ELEFANTE Y GATO


«Cerraba los ojos, se despojaba de sus fuerzas, interrumpía la respiración. En definitiva, se abandonaba a sí mismo y se arrojaba al mar del ajedrez. Se dejaba morir…» Bailando con elefante y gato
Editada por Funambulista con una bellísima factura, me traje de la biblioteca esta novela de Yoko Ogawa (la segunda que leo de la autora) y, aunque no resultó como esperaba (inconvenientes de no leer la... sinopsis y dejarse arrastrar por la cuidada edición) he disfrutado de la hermosa sencillez con la que Ogawa narra cualquier historia.
Quizás debería ser aficionada al ajedrez para apreciar en toda su plenitud esta historia protagonizada por un niño nacido con los labios sellados, criado por sus abuelos y "prisionero" de sus miedos.
En una suerte de fábula japonesa, el pequeño en lugar de adquirir seguridades, va adquiriendo miedos, el miedo a quedar atrapado, el miedo a crecer, el miedo a morir, el miedo a vivir.....y así entre jugadas de ajedrez, transcurre su vida relacionándose con adultos, cada vez más excéntricos, y perdiendo la perspectiva a medida que gana conocimientos ajedrecísticos.
No me ha apasionado la historia, pero me ha encantado la forma de narrar de Ogawa que hace de la historia más improbable un reto para disfrutar, sin más, de la belleza de sus palabras.

Sinopsis (Ed. Funambulista)
Un niño nacido con los labios sellados y que pasa mucho tiempo en la terraza de unos grandes almacenes —fascinado por la historia de la elefanta Indira, que se hizo demasiado grande para poder salir— descubre una mañana el cuerpo de un hombre ahogado en la piscina de la escuela. Tratando de averiguar quién era, el chico conocerá a un obeso jugador de ajedrez que vive en un autobús y que lo convertirá en su heredero espiritual: le enseñará a jugar como nadie, como si fuera ciego, escondiéndose debajo del tablero, sin ver ni a su oponente ni las piezas. Emulando las estrategias del gran Alexander Alekhine (1892-1946), insólito campeón mundial, nuestro protagonista se meterá dentro de un autómata para hacer frente a un rival inesperado: la tragedia de tener que crecer.
A través de la improbable relación de un niño con unos peculiares adultos en torno a una pasión compartida, como es la del ajedrez, Yoko Ogawa (autora de los acla­mados La fórmula preferida del profesor, Perfume de hielo y El museo del silencio) sigue explorando, con su exquisita sensibili­dad, los vínculos más ocultos que entretejen los seres humanos.

Bailando con elefante y gato (fragmento)

Comenzaré esta historia mucho antes de que a Little Alekhine le empezaran a llamar así, cuando no tenía más nombre que aquel común y corriente que sus padres le habían puesto.
Apenas cumplidos los siete años acompañaba a menudo a su hermano pequeño y a su abuela a un centro comercial, y esto se convertía en un pequeño motivo de alegría, a pesar de que los veinte minutos de trayecto en autobús se le hacían insoportables, como se le hubieran hecho en cualquier otro medio de transporte. A tal inconveniente se le añadía el hecho de que en ningún momento recibía la promesa de que fueran a comprarle un juguete o de que pudiera disfrutar de un menú infantil en un restaurante del centro comercial,  o de cualquier otra de las cosas que se hacen en estos lugares y, sin embargo, aquello no dejaba de ser una maravillosa experiencia para el.

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