domingo, 26 de noviembre de 2017

LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO


RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 17 de Enero de 2015.
Sigo buceando en la bibliografía de Fleur Jaeggy, me cuesta pero me gusta.
Por cierto, en castellano se titula Los hermosos años del castigo.
Leed la reseña completa en el siguiente enlace:
https://www.evernote.com/shard/s67/sh/1759b0d4-6395-4bc6-90d3-5a218b7ad622/2e3798bf8a13bea467ee7d63dcab87d9

Sinopsis (Ed. Tusquets)
En el Bausler Institut, un internado femenino situado en el cantón más retrógrado de Suiza, el Appenzell, se respira una densa atmósfera de cautiverio, sensualidad inconfesada y demencia. En estos parajes por los que paseaba el escritor Robert Walser, y donde se suicidó tras permanecer treinta años en un manicomio, se desarrollan la infancia y la adolescencia de la narradora, quien las rememora desdela madurez. En ese colegio imaginario que permanece, transfigurado, en la memoria, la narradora se sentirá irremediablemente atraída por la «nueva»: hermosa, severa, perfecta, figura enigmática que parece haberlo vivido todo, y que le deja entrever algo a la vez sereno y terrible. El estilo lacónico y terso, casi punzante, la sagacidad de las reflexiones más sutiles, subrayan la intensidad de esta historia implacable. Hacen vibrar una cuerda secreta en ese mundo desvinculado de la realidad, en que la vida se ha visto «pasar por las ventanas». Entre el desconcierto, la atracción y el temor, una insólita emoción trastoca al lector, como si en el centro de un jardín bien cuidado viera cómo se desata una vorágine.

Los hermosos años del castigo (fragmento)
"Al día siguiente, el hotel no logró mantener en secreto la noticia: la señorita más joven, tenía mi edad, se había ahorcado con la cortina de flores y hojas, en su cuarto. Para no perturbar a los clientes fueron discretos y no se vio el cadáver. La apariencia no violó el orden natural de las cosas. Es cierto que un suicidio no cabe en el orden natural de las cosas. Pero ¿cuál fue la diferencia? Volvieron a cerrar la cortina en la habitación. Yo pensaba en el invierno en el hotel. En las ramas de los árboles, los carámbanos lagrimeaban, en la primavera se derretían. Nunca los vi mientras se derretían. "

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