sábado, 25 de noviembre de 2017

EL GRAN FRÍO


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Ana Martí Noguer periodista en Barcelona en los años 50.

Una periodista de El Caso intenta desentrañar el misterio de "la santidad" de una niña en un pueblo perdido del Maestrazgo, 1956, el franquismo más puro y duro, campa por sus respetos en la pobre España de la época.
Con estos mimbres, dos escritoras construyen una novela negra, en todos los sentidos, la negrura invade la vida diaria, los sentimientos, la comunicación y las mentes; una negrura que una ola de frío cubre de blanco sólo en la superficie.
Me ha gustado muchísimo¡¡¡

Sinopsis (Ed. Siruela)
Febrero de 1956. El invierno está siendo terrible, el más frío en España desde hace décadas. Esto no será un obstáculo para que Ana Martí, ahora reportera de un popular semanario de sucesos, acuda a un remoto y aislado pueblecito del Maestrazgo aragonés para cubrir el caso de una niña a la que han brotado los estigmas de la Pasión. El cura y el alcalde la reciben encantados ante la idea de que su “santita” se haga famosa en todo el país. Pero ni don Julián, el escéptico cacique del pueblo, ni la mayoría de los habitantes comparten sus simpatías hacia la forastera. Solo Mauricio, un pobre chico discapacitado, la  inteligente y extraña niña Eugenia y la atormentada viuda que hospeda a Ana parecen dispuestos a hablar con ella. Pronto su olfato de periodista le dice que el caso de Isabelita no es el único suceso extraño que acontece en Las Torres...
El recuerdo de una niña muerta años atrás en misteriosas circunstancias, el fanatismo religioso y el frío glacial y la nieve que amenazan con dejar al pueblo incomunicado son el telón de fondo de la intrigas de El gran frío, un impactante thriller sobre los más bajos instintos de la condición humana que es a la vez un extraordinario retrato de la cruda realidad de la España rural en los años cincuenta.

El gran frío (fragmento)

No me gusta este juego.
No lo entiendo.
¿Hay que quedarse quieto?
¡El escondite!
¿Es el escondite?
Pero ¿dónde están los otros? No me gustan los juegos que no entiendo.
–Pili, no me gusta este juego. Venga, levántate.
¿Por qué no se levanta?
¡Qué risa! Lleva los zapatos mal puestos. Al revés. El derecho, en el pie izquierdo y el izquierdo, en el pie derecho. Antes, cuando madre tenía mucha prisa, a veces me ponía los zapatos al revés, pero ahora me los pongo yo solo y siempre lo hago bien. Casi siempre. El otro día, padre me gritaba y me aturullé. Es que me gritaba y decía que, además de tonto, soy lento, y por eso me puse los zapatos al revés. No le dije nada. Si no, me hubiera pegado. Pero dolía y, además, me caí.
–Pili, ¿te has caído? ¿Te has hecho daño? ¿Por qué no te mueves?
Igual está llorando. Las niñas cuando lloran se ponen boca abajo. Los niños no lloran. Porque los niños son hombres y los hombres no lloran.
–¿Estás triste? No llores.

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