viernes, 24 de noviembre de 2017

EL CASO COLLINI


RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 16 de Diciembre de 2014.
Creo que simplemente por saber que los tribunales alemanes están compuestos por un jurado donde hay unas personas denominadas escabinos, el libro ya vale la pena.
Gracias a Dios no es lo único por lo que lo vale.
¿Un libro sobre un caso judicial alemán? ¿Y vale la pena? Pues sí. Por la diferencia, por el ritmo, por el estilo, porque se lee en una tarde y porque el señor Schirach lo hace verdaderamente bien.
¡Ah! Y porque no sólo de Perry Mason vive el hombre. Los abogados a este lado del charco también pueden ser muy buenos.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Primera novela de Ferdinand von Schirach -conocido de nuestro público por sus extraordinarios volúmenes de relatos Crímenes y Culpa-, El caso Collini combina una historia criminal de una concisión y una desnudez sobrecogedoras con la revelación de grandes deficiencias en el funcionamiento de la justicia en Alemania. Su publicación suscitó un encendido debate y el libro, como sus dos anteriores, ocupó los primeros puestos en las listas de ventas en su país. 
Empleado diligente, de una discreción modélica, Fabrizio Collini trabajó como operario durante treinta y cuatro años en la Mercedes-Benz. Pero un día, ya jubilado, acude al legendario Hotel Adlon de Berlín, a dos pasos de la puerta de Brandenburgo, y asesina a sangre fría a un hombre anciano, sin motivo aparente. La defensa de Collini recae de oficio en el joven e inexperto abogado Caspar Leinen, y lo que al principio parece una oportunidad para su incipiente carrera se convierte en un acuciante dilema profesional, ya que la víctima, un conocido y respetado empresario, es el abuelo de su primer amor, quien a su vez reaparece después de tantos años para pedirle que renuncie al caso. 
Así pues, Leinen no sólo se ve obligado a defender a un hombre que renuncia a defenderse y se niega a revelar el motivo del crimen, sino también debe resolver el conflicto de intereses. Su reputación y su carrera están en juego, más aún cuando el hallazgo de una pista apunta a un inquietante capítulo de la historia de la justicia alemana.

El caso Collini (fragmento)

1Después todos se acordarían: el camarero del servicio de habitaciones, las dos ancianas del ascensor, el matrimonio del pasillo de la cuarta planta. Dijeron que el hombre era enorme, y todos mencionaron el olor: a sudor.
Collini subió a la cuarta planta. Fue mirando los números, habitación 400, suite Brandemburgo. Llamó a la puerta.
—¿Sí?
El hombre que apareció en el marco de la puerta tenía ochenta y cinco años, pero parecía mucho más joven de lo que esperaba Collini, a quien le corría el sudor por la nuca.
—Buenos días. Soy Collini, del Corriere della Sera.
—Lo dijo de manera casi ininteligible, preguntándose si el hombre le pediría que le enseñara una acreditación.
—Ya, encantado. Pase, por favor. Será mejor que hagamos aquí la entrevista.
El hombre le tendió la mano y Collini reculó: no quería tocarlo. Todavía no.

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