domingo, 20 de agosto de 2017

HERMANA MÍA, MI AMOR


Cuando una está "en racha", la verdad, parece que todo ayuda, estas últimas lecturas han sido de lo mejor del año.
No puedo negar que Joyce Carol Oates es una de mis escritoras favoritas y que inicio sus novelas con una predisposición favorable, aun así, algunas me han decepcionado, no es el caso de esta,  My sister, my love (Hermana mía, mi amor), son más de 600 páginas, que cuentan la historia de una vida, apenas 19 años,  en la clase media-alta del "american way of life", narrados con un humor negro en ocasiones hilarante y en otras deprimente, pero siempre con inteligencia y piedad.
Frases irresistibles como "homo homini lupus" (el hombre es amigo del lobo....según el padre del protagonista) o "tour de farsa", entre otras irrepetibles.
Un suceso trágico y real, fácilmente identificable, inspira el argumento de la novela, y Oates disecciona a una clase y a un país piadosamente y sin piedad¡¡

No hay mejor sinopsis para este libro que la que hace la escritora, con la siguiente "introducción":

En memoria de mi hermana Bliss
(1990-1997)

Nota de la autora

Aunque Hermana mía, mi amor: la historia secreta de Skyler Rampike tiene su origen en un célebre «caso auténtico de crónica negra», acontecido en Estados Unidos a finales del siglo XX, no es más que una obra de ficción y no se propone en absoluto representar a personas, lugares o acontecimientos reales. Esto incluye a todos los componentes de la familia Rampike, a sus abogados y a sus amigos. Como tampoco la descripción del «Infierno de la Prensa Sensacionalista» quiere ser un retrato literal de la reacción de los medios ante el crimen.

Hermana mía, mi amor (fragmento) 

"Skyler ayúdame     Skyler me siento muy sola en este sitio  Skyler tengo mucho miedo  me duele mucho      Skyler no me dejarás en este sitio tan horrible       ¿verdad que no Skyler?
Nueve años, diez meses, cinco días.
Esa voz infantil en mi cabeza.

p15.tif

«Superviviente»

Todas las familias disfuncionales se parecen. Es decir, son «supervivientes».
Soy el hijo «superviviente» de una familia norteamericana de infausta memoria, aunque lo más probable es que después de casi diez años no se acuerden ustedes de mí: Skyler.
Un nombre pegadizo, ¿verdad que sí? Skyler (sky: cielo).
Un nombre elegido ex profeso por mi padre, que esperaba grandes cosas de mí, por ser su primogénito, y varón.
Un nombre, según creía Bix Rampike, mi padre, que distinguiría a quien lo llevase del común de los mortales.
Mi apellido —Rampike— les ha hecho parpadear, ¿me equivoco? Ram-pike. Un apellido del que, a no ser que sean ustedes intencionadamente obtusos, o finjan estar «por encima de todo» (es decir, por encima de la tierra arrasada que son los Estados Unidos de la prensa sensacionalista), o mentalmente incapacitados, o tremendamente jóvenes, habrán oído hablar sin duda alguna.
«¿Rampike? ¿Esa familia? ¿La niñita que patinaba, la que...?»
«Y que quienquiera que lo hiciese, nunca se...»
«Los padres, o un maníaco sexual, o...»
«En algún lugar de Nueva Jersey, hace años, por lo menos una década...»"

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