domingo, 20 de agosto de 2017

MAR DE MAÑANA


Hay una palabra que define lo que sentimos los gallegos, aún dentro de nuestra tierra, morriña. Margaret Mazzantini relata en esta novela corta una historia de morriña, aunque no de gallegos.
El desarraigo elevado a categoría lírica por un lenguaje magnífico y unos sentimientos tan puros que estremecen.
Hoy, día morriñento en Galicia, me la he leído de un tirón y no será lo último que lea de esta escritora.
La recomiendo¡¡

Mar de mañana (fragmento)

Farid y la gacela

"Farid nunca ha visto el mar, nunca ha entrado en él.
Se lo ha imaginado muchas veces. Punteado de estrellas como la capa de un pachá. Tan azul como el muro azul de la ciudad muerta.
Ha buscado conchas fósiles enterradas hace millones de años, cuando el mar penetraba en el desierto. Ha perseguido los peces lagartija que nadan por debajo de la arena. Ha visto el lago salado y el lago amargo y los dromedarios color de plata avanzar como raídos barcos piratas. Vive en uno de los últimos oasis del Sáhara.
Sus antepasados pertenecían a una tribu de beduinos nómadas. Se detenían en los uadi, los lechos de los ríos cubiertos de vegetación, para montar allí sus tiendas. Las cabras pastaban, las mujeres cocinaban sobre las piedras ardientes. Jamás abandonaron el desierto. Sentían cierta desconfianza hacia la gente de la costa, mercaderes, corsarios. El desierto era su casa, abierta, ilimitada. Su mar de arena. Jaspeado por las dunas como la piel de un jaguar. No poseían nada. Tan solo huellas de pasos que la arena volvía a tapar. El sol movía las sombras. Estaban acostumbrados a resistir la sed, a desecarse como dátiles, sin morir. Un dromedario les abría camino, una larga sombra retorcida. Desaparecían en las dunas.
Somos invisibles para el mundo, pero no para Dios.
Se desplazaban con este pensamiento en el corazón."

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