viernes, 1 de septiembre de 2017

MUERTE ENTRE LÍNEAS


Vigesimotercera entrega de la serie protagonizada por el Comisario Brunetti de la Prefectura de Venecia.

Querida Amelia Ruiz, aun a riesgo de disgustarte debo decirte que las relaciones entre Brunetti y la signorina Elettra continúan en "punto muerto"...., la aristocrática Paola a lo suyo y los "niños repelentes" con poco protagonismo en esta última entrega de la serie Brunetti (este apunte va dedicado a Ricardo Cortat).
Para todos los demás, decir, que he disfrutado como siempre leyendo las peripecias venecianas de nuestro comisario Guido Brunetti, en esta ocasión su investigación nos atañe directamente ya que se desarrolla entre LIBROS, o sea, que la Sra. Leon se ha marcado una de metaliteratura.... 
De nuevo, leer a Donna Leon es un placer, corto e intenso, pero placer al fin y al cabo¡¡¡

Nuestro querido Ricardo Cortat, ha compartido su opinión sobre esta novela:

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 9 de Julio de 2014.
Traducciones deficientes, personajes que cambian de nombre a largo de una conversación, maneras poco agradables visualmente de maquetar los puntos y aparte o los finales de capítulo... Todo libro tiene los riesgos de que le hagan un estropicio entre la entrega del original y la llegada a las manos del lector.
Hoy tengo entre manos un despropósito ...parecido, cuando la persona que resume el libro en la contraportada no se lo ha leído o resume de oídas.
'Muerte entre líneas' de Donna Leon, editorial Seix Barral, empieza con una llamada de una bibliotecaria a Brunetti y con un profesor adjunto que presuntamente roba unos libros.
Esa dottoressa y ese profesor se convierten, respectivamente, en director de biblioteca y en catedrático a manos del individuo que perpetra el texto resumidor.
Llamadme puntilloso, quisquilloso o lo que os venga en ganas pero si en lugar del 'gancho' para comprar el libro fuera un comentario de texto para el colegio, alguien iba a pasar el verano haciendo muchas redacciones.
AÑADIDO EL 14 DE JULIO 2014
Vengo teniendo la sensación que esta serie empieza a dar signos de agotamiento.
Sólo espero que cuando llegue el momento, le de una muerte digna.

Sinopsis (Ed. Planeta)
Una tarde, el comisario Brunetti recibe la llamada desesperada del director de una biblioteca veneciana. Diversos libros antiguos de gran valor han desaparecido.  Los bibliotecarios sospechan del hombre que pidió consultar los volúmenes, un catedrático de la Universidad de Kansas. El único problema es que, después de comprobar sus credenciales, el profesor simplemente no existe. Brunetti empieza entonces a investigar entre los habituales de la biblioteca, y es así como conoce al exsacerdote Franchini, un lector apasionado de literatura cristiana antigua, o la condesa Morosini-Albani, una generosa mecenas. Cuando Franchini aparece asesinado, el caso toma un rumbo más siniestro y pronto Brunetti se encuentra sumergido en el sombrío mundo del mercado negro de libros antiguos.
En Muerte entre líneas, Donna Leon se ha inspirado en uno de los mayores escándalos del comercio de libros de la Historia: el robo, real, de miles de libros antiguos de la biblioteca napolitana de Girolamini.

Muerte entre líneas (fragmento)

1
"Había sido un lunes tedioso, la mayor parte del cual la había pasado leyendo las declaraciones de los testigos de una pelea entre dos taxistas que había mandado a uno de ellos al hospital con una conmoción y el brazo derecho roto. Los testigos eran una pareja de turistas estadounidenses que habían pedido al portero del hotel que les consiguiera un taxi acuático para ir al aeropuerto; el portero, que decía que había llamado a uno de los taxistas con los que el hotel trabajaba habitualmente; el botones, que afirmaba no haber hecho más que su trabajo metiendo el equipaje de los estadounidenses en el taxi que se acercó al embarcadero; y, por último, los dos taxistas, uno de los cuales ya había declarado en el hospital. Según entendía Brunetti basándose en los diferentes relatos, el patrón de la compañía de taxis que empleaban habitualmente estaba en las inmediaciones del hotel cuando recibió la llamada del portero, pero al llegar, otro taxi ya había atracado en el embarcadero. El patrón atracó a su vez, pronunció en alto el nombre que le había dado el portero y dijo que estaba allí para llevar a la pareja al aeropuerto. Pero el otro taxista insistió en que el botones lo había parado a él y que por lo tanto la carrera era suya, aunque el botones lo negaba y decía que él simplemente estaba ayudando con las maletas. De pronto, el patrón del taxi en el que ya habían cargado el equipaje se encontró sin saber cómo en la cubierta de la otra lancha, y los estadounidenses montaron en cólera por haber perdido el vuelo.
Brunetti sabía lo que había ocurrido, aunque no podía probarlo: el botones había parado un taxi que pasaba por allí para llevarse él la comisión de la carrera en lugar de que la cobrase el portero. Las consecuencias eran evidentes: nadie iba a contar la verdad y los estadounidenses se quedarían sin comprender qué había sucedido. Mientras reflexionaba sobre esto, Brunetti dejó de pensar un momento en el deseo que tenía de tomarse un café y se detuvo a sopesar si era posible que hubiese dado con una especie de explicación cósmica de la historia contemporánea mundial."

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