miércoles, 16 de agosto de 2017

LAS TRES HERIDAS


RESEÑADO POR JUAN FONT OSABA para LIBROS
4 de Febrero de 2013
He leído “Las tres heridas” de Paloma Sánchez-Garnica.
El protagonista es un escritor que al encontrar en el Rastro una foto antigua de una pareja se siente impulsado a descubrir quienes son con el fin de escribir una novela sobre sus vidas. Su investigación le llevará a los tiempos de la guerra civil española.
Una reflexión del escritor hacia el final del libro me parece un espléndido resumen:
“Esta es la historia de todos aquellos que se cruzaron en el camino de Mercedes y Andrés para bien o para mal, escribiría para perpetuar su recuerdo, para que nunca nadie olvide o ignore que hubo víctimas inocentes en una guerra que no fue suya, una guerra inoportuna, malvada, una guerra que provocó heridas profundas, en el amor al quebrarlo, en la muerte a destiempo y en la vida desgarrada.”
Me ha gustado mucho, para casi un 10.

Las tres heridas (fragmento)

CUANDO TODO ACABE"La oscuridad apenas le permitía ver la imagen de la foto, pero Andrés Abad Rodríguez la tenía grabada en su memoria: de pie, junto a la fuente de los Peces, con un vestido hasta la rodilla (que él recordaba de pequeñas flores rojas sobre fondo claro aunque la imagen lo mostraba en colores grises y oscuros), el corte bajo el pecho, que dejaba suelta la cintura que ya delineaba la delicada curva del embarazo, y un pequeño cuello de encaje, Mercedes Manrique Sánchez miraba tímida a la cámara, una mano sobre la cadera y la cabeza ladeada con una leve sonrisa, feliz y tranquila, ajena a lo que estaba a punto de estallar. Gracias a aquel artefacto con fuelle, Andrés tenía en sus manos la imagen que lo había mantenido con vida a lo largo de los dos años y medio que duraba aquel infierno. Acariciaba la foto con mucho cuidado para no estropearla, y cerraba los ojos imaginándose junto a ella. Soportaba el hambre, la sed y el agotamiento, pero su ausencia le causaba un dolor a veces insuperable, incrementado por la angustia de no saber nada, ni de ella ni
del hijo del que desconocía todo: si era un varón, como él quería, o una niña, como ansiaba ella. Hacía tres meses que les habían desplazado desde Nuevo Baztán (donde se había pasado los últimos dos años construyendo una vía de tren inconclusa, cavando zanjas que no protegían, o levantando parapetos que de poco servían) hasta un antiguo preventorio abandonado, cercano al término de Las Rozas, no muy lejos de la carretera y próximo a la línea de los sublevados. La orden inicial había sido el traslado de todo el batallón a Navacerrada, sin embargo, al llegar a la carretera de La
Coruña, les hacinaron en aquel lugar inhóspito que parecía estar en medio de la nada."

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