lunes, 14 de agosto de 2017

CRANFORD


RESEÑADO POR MARIE-LOUP RAFFESTIN para LIBROS
10 de Enero de 2013
Acabo de terminar "Cranford" de Elizabeth Gaskell.
La historia se pasa en un pequeño pueblo inglés del siglo 19 cuya población se forma principalmente de mujeres. La narradora, Mary Smith, visita con frecuencia a sus tías, las hermanas Jenkins, y nos cuenta una serie de anécdotas sobre el pueblo y sus habitantes. Nos encontramos con cotilleos, amistades, rivalidades, reconciliaciones, amores perdidos, bodas, reencuentros, contados de una manera por turno tierna, divertida e irónica.
Me encantó la galería de personajes que creó la autora, unos son entrañables, otros graciosos, otros molestos pero todos son memorables.
Con estas anécdotas, la autora denuncia también el esnobismo y la hipocresía.
Es una lectura muy agradable que recuerda a Jane Austen tanto en los personajes como en el tono.
Lo recomiendo.

Cranford (fragmento)

Capítulo 1

NUESTRA SOCIEDAD

"Cranford, en primer lugar, está en poder de las Amazonas; los inquilinos de todas las casas que sobrepasan cierto alquiler son mujeres. Cuando un matrimonio viene a establecerse en la ciudad, de una manera u otra, el marido desaparece, bien por el miedo cerval que le causa ser el único hombre en las veladas de Cranford, bien porque debe permanecer con su regimiento o en su buque, o los negocios que le ocupan le retienen toda la semana en la gran ciudad comercial vecina de Drumble, que dista sólo veinte millas por ferrocarril. En suma, que sea lo que sea que les ocurra a los caballeros, no viven en Cranford.
¿Y que iban a hacer allí?
El médico tiene un partido de treinta millas y duerme en Cranford, pero no todos los hombres pueden ser médicos.
Para mantener los cuidados jardines repletos de flores exquisitas sin que una mala hierba los afee; para ahuyentar a los rapaces que contemplan con anhelo dichas flores a través de las verjas; para espantar a los gansos que se aventuran en los jardines si por azar queda la cerca abierta; para decidir en materia de literatura y política sin inquietarse por razones o argumentos innecesarios; para obtener una información clara y correcta de los asuntos de todos los miembros de la parroquia; para mantener a las pulcras sirvientas en admirable disciplina; para la generosidad (un poco dictatorial) con el menesteroso y para los tiernos y mutuos buenos oficios que se prestan cuando están en dificultades, las damas de Cranford se bastan por completo."

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