Cada vez que leo una novela de Maggie O'Farrell siento la intensa inclinación de pararme un rato a reflexionar sobre lo leido, sobre esos personajes que dibuja con precisión matemática y sobre esas situaciones que enlaza con una habilidad extraordinaria.
La primera mano que sostuvo la mía es una novela sobre la maternidad, sobre los distintos tipos de madres e hijos en diferentes momentos de la historia reciente; también sobre el amor y la supervivencia y con un toque de paternidad irresponsable. Dos hilos temporales, dos historias de mujer y un desenlace que suena a "nuevo comienzo".
Me ha encantado. La recomiendo!🌞🌞🌞
Sinopsis (Ed. Libros del Asteroide)
Traducido por: Concha Cardeñoso
Cansada de someterse a la voluntad de sus padres, Lexie Sinclair decide abandonar la casa familiar en el campo e instalarse en Londres. Allí conoce a Innes Kent, el editor de una revista de arte que la introducirá en los ambientes bohemios del Soho de mediados de los años cincuenta, y empezará una vida completamente distinta a la que estaba prevista para ella. Años más tarde, en el Londres actual, la maternidad ha trastocado la vida de Elina: un día se olvida de los zapatos al salir de casa y al otro es incapaz de recordar el día del parto. Mientras, Ted, el padre de su hijo, se va encerrando en sí mismo y empieza a recordar episodios de su infancia que había olvidado.
Con su habitual pericia narrativa, Maggie O’Farrell entrelaza la vida de dos mujeres separadas por varias décadas: el arte, el amor, la traición, los secretos y la maternidad establecen extraños paralelismos entre ellas. Galardonada con el premio de novela Costa, La primera mano que sostuvo la mía confirmó a su autora como una de las más prometedoras narradoras británicas.
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