domingo, 1 de octubre de 2017

EL TRIBUNAL DE LAS ALMAS


RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS, el 19 de Mayo de 2014.
Acabo con 'El tribunal de las almas' de Donato Carrisi.
Uno de esos libros que más que palomiteros es de encefalograma plano. Ideal para hacer un reseteado cerebral de fin de semana.
Yo lo dejaría, si se fuera a dar el caso, para cuando apriete más el calor y lo único que apetezca sea meter los pies en remojo y la cerveza helada. Y nada en el cerebro, claro.

Sinopsis (Ed. Planeta)
Roma, la ciudad eterna, luminosa y sublime, tiene también su reverso oscuro. Entre sus calles más antiguas se esconden los enigmas y misterios que permiten reconstruir su verdadera historia. En esta Roma oculta existen ciertos lugares marcados por el tiempo que custodian los secretos que no quieren ser descubiertos.
Con la desaparición de Lara, una joven y excepcional estudiante, empezarán a salir a la luz hechos terribles que sucedieron en el pasado, casos archivados sin resolver. Alguien está trazando el mapa de ciertos crímenes que parecían destinados al olvido, pero… ¿Quiénes están detrás de todo esto? ¿Qué persiguen? Puede que las respuestas escapen a la imaginación de la mente humana.
Aclamado por la crítica internacional y por miles de lectores en todo el mundo, Donato Carrisi teje una magnífica trama, ágil y vibrante; un puzle estremecedor que el lector no conseguirá descifrar hasta la última página. Una novela fuera de serie de un autor que se ha situado en la primera línea del panorama literario mundial.

El tribunal de las almas (fragmento)

07.37 h
El cadáver abrió los ojos.
Se encontraba tendido en una cama, boca arriba. La habitación era blanca, iluminada por la luz del día. De la pared, justo frente a él, colgaba un crucifijo de madera.
Observó sus manos, tendidas a los lados sobre las sábanas blancas. Era como si no le pertenecieran, parecía que fuesen de otra persona. Levantó una, la derecha, y la sostuvo ante sus ojos para verla mejor. Fue entonces cuando palpó las vendas que le cubrían la cabeza. Estaba herido, pero se dio cuenta de que no sentía dolor.
Se volvió hacia la ventana. El cristal le devolvió el débil reflejo de su rostro. En ese momento le asaltó el miedo. La pregunta le hizo daño. Pero todavía más ser consciente de no conocer la respuesta.
«¿Quién soy?».

Cinco días antes
00.03 h
La dirección se hallaba en las afueras de la ciudad. A causa del mal tiempo y del navegador, que no conseguía localizar la calle, tardaron más de media hora en dar con aquel lugar apartado. Si no hubiera sido por la pequeña farola que alumbraba la entrada del camino de acceso, habrían pensado que se trataba de un paraje deshabitado.
La ambulancia avanzó lentamente por un jardín en estado de abandono. El parpadeo de la luz de emergencia despertó de la oscuridad ninfas recubiertas de musgo y venus mutiladas,
que saludaron a su paso con sonrisas torcidas, interpretadas con gestos elegantes e incompletos. Danzaban inmóviles, sólo para ellos.
Una vieja villa los acogió como un puerto seguro en medio de una tormenta. No se distinguían luces en el interior. Sin embargo, la puerta se encontraba abierta.

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