martes, 3 de octubre de 2017

EL OTOÑO DEL COMISARIO RICCIARDI


Cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Comisario Ricciardi.

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 23 de Junio de 2014.
El cuarto libro de la serie del comisario Ricciardi. Iban para 4 y se ve que lleva 8 o 9...
Se leen en orden estacional y es imprescindible seguirlo para entender los personajes. No hacerlo estropea la historia.
Una serie que ha ido decayendo, sin estropearse del todo, con el paso de los libros. Buenas historias pero personajes muy 'lentos' y es una pena.
Tiene una oportunidad ni que sea por la originalidad y el contexto histórico. Luego, cuestión de gustos.

Sinopsis (Ed. Lumen)
El Día de Todos los Santos de 1931 se acerca y en Nápoles llueve como si el cielo quisiera acompañar la tristeza del momento. A primera hora de la mañana, sentado en los peldaños de una escalera que lleva a Capodimonte, alguien descubre el cadáver de un niño: el pequeño cuerpo permanece sentado, dignamente compuesto, y a su lado descansa un perro.
Los trapos que cubren el cuerpo del chiquillo y su rostro consumido hablan por sí solos de miseria y soledad. Un investigador cualquiera habría pensado en una muerte natural por inanición, pero el comisario Ricciardi intuye que algo no encaja en las investigaciones rutinarias, y la autopsia no hace más que confirmar sus sospechas.
¿Quién puede haber querido matar a una criatura sin hogar y sin bienes que repartir? Empiezan los interrogatorios, las preguntas van desfilando, y cuando todo acabe las callejuelas de Nápoles ya no serán las mismas: algo frágil y poderoso como la misericordia ronda la ciudad y se queda en las manos del lector.
La serie del comisario Ricciardi fue elegida como una de las mejores del 2012, gracias a la solidez de las tramas y a la espléndida ambientación de estas novelas. Admirado por la crítica y el público italianos, y conocido ya en muchos países europeos, Maurizio de Giovanni es uno de los valores emergentes de la novela negra europea, digno compañero de Camilleri y Vázquez Montalbán.

El otoño del Comisario Ricciardi (fragmento)

2

Lunes, 26 de octubre de 1931 – IX
La llamada llegó a las seis y media, una hora antes de que terminara el turno de noche.
A Ricciardi no le disgustaba quedarse en la jefatura cuando le tocaba; casi siempre eran horas tranquilas en las que podía entregarse a la lectura o a un agradable duermevela en el sofá del cuarto contiguo a su despacho. Era bastante raro que el reposo o las reflexiones se viesen interrumpidas por un agente que llamara a la puerta, pidiendo su intervención.
Los delitos ocurren de noche, pero se descubren a lo largo de la mañana; la hora peligrosa era precisamente esa, cuando la luz del día levantaba el velo de las infamias que la oscuridad había ocultado la noche anterior.
Ricciardi acababa de lavarse en la pila del final del pasillo cuando vio al sargento Maione subir con fatiga el último tramo de escaleras.
—Comisario, no podían esperar a que terminara nuestro turno, claro que no. Hemos recibido una llamada telefónica, un señor del Tondo di Capodimonte. Dice que se ha encontrado allí a una lechera con una cabra llorando.
Ricciardi consideró la cuestión mientras se secaba las manos.
—¿Y ahora también nos llaman cuando las lecheras lloran? Por cierto, ¿quién llora, ella o la cabra?
Maione tendió los brazos, jadeando todavía tras haber subido las escaleras corriendo.

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