domingo, 3 de septiembre de 2017

LA GENTE FELIZ LEE Y TOMA CAFÉ


Hay veces en que cuando una elige un libro, debería estar alguien cerca para "cortarle las manos". Atraída por un relato ligero para el fin de semana (una librera que se marcha a Irlanda para recuperarse de una crisis), piqué con esta chorrada sentimentaloide y barata, sin un ápice de calidad literaria y con mucha pseudopsicología de la mala-mala-mala.
Por supuesto nada de libros más que un par alusiones a Indridason, Welsh, Palahniuk y Bettoni, traídas por los pelos.....por cierto el título corresponde al nombre de la librería que no tiene ningún protagonismo en el relato.
Sin ser cruel, una bazofia.

La gente feliz lee y toma café (fragmento)

"—Por favor, mamá.
—Clara, he dicho que no.
—Vamos, Diane. Déjala venir conmigo.
—Colin, no me tomes por idiota. Si Clara se va contigo, os entretendréis por ahí y saldremos de vacaciones con tres días de retraso.
—¡Ven con nosotros para vigilarnos!
—Ni hablar. ¿Has visto todo lo que tengo que hacer?
—Razón de más para que Clara se venga conmigo, así estarás más tranquila.
—¡Anda, mamá!
—Bueno, vale. ¡Venga, largaos! ¡Fuera! Desapareced de mi vista.
Se marcharon armando jaleo por las escaleras. Después supe que seguían haciendo el bobo en el coche, justo antes de que el camión les embistiera. Me dije a mí misma que habían muerto riendo. Me dije que hubiese querido estar con ellos. Y un año después me seguía repitiendo todos los días que hubiera preferido morir a su lado. Pero mi corazón latía con obstinación. Me mantenía con vida. Para mi gran desgracia."

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