jueves, 24 de agosto de 2017

HUESOS EN EL JARDÍN


Decima entrega de la serie protagonizada por el Inspector Kurt Wallander (no sigue la cronología, transcurre en 2002)

Entre la nostalgia y el arrepentimiento termino Huesos en el jardín, ese libro que no debería haber leído pero....no me he podido resistir a leer.
Novela corta del inspector Wallander que me hace añorar todos los casos no resueltos, todos los cabos no atados, todos los momentos no vividos, las oportunidades perdidas y me confirma que cuando algo se acaba es mejor "dejarlo estar"......
Para fans irreductibles¡¡¡

Huesos en el jardín (fragmento)

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"El sábado 26 de octubre de 2002, el inspector Kurt Wallander se sentía muy cansado. Había sido una semana terrible, debido a la gripe devastadora que había causado estragos entre el personal de la comisaría de policía de Ystad. Wallander, que siempre era el primero en contagiarse, había sido en esta ocasión, por alguna razón insondable, uno de los pocos que no cayó enfermo. Dado que aquella semana habían tenido un caso de violación en Svarte y varios de agresión grave en Ystad, tuvo que emplearse a fondo y durante muchas horas.
Estuvo ante el escritorio hasta bien entrada la noche del sábado. Tenía la cabeza demasiado cargada para trabajar, pero no le apetecía lo más mínimo irse a su casa, en la calle de Mariagatan. Al otro lado de la ventana de la comisaría soplaba un fuerte viento racheado. De vez en cuando se oía a alguien por el pasillo. Wallander confiaba en que no llamaran a su puerta. No quería que lo molestaran.
Que lo molestaran... ¿con qué?, se preguntaba. «Puede que mi mayor deseo sea que no me moleste mi propio yo, esa sensación creciente de desazón que me acompaña últimamente.»"

UN MAL NECESARIO


Cierro el Tríptico de Asclepia de Ian Tregillis con su última entrega, Un mal necesario.
Quizás le sobran páginas y la ciencia ficción es más ciencia ficción que nunca, lo sobrenatural mezclado con la II Guerra Mundial es, sin duda, un planteamiento original pero dudo mucho que dé para tres novelas de semejante extensión.
Un ejercicio interesante que ha colmado mi ración de este género para mucho tiempo.
Me voy con Wallander aunque no sé si me arrepentiré.... pero antes les dejo un fragmento de la novela para que puedan decidir con conocimiento de causa.

Un mal necesario (fragmento)

PRÓLOGO

"Tiene cinco años cuando el granjero pobre la vende al doctor loco.
Es otoño, húmedo y frío. El hambre le forma un nudo en el estómago. Arrodillada sobre un montón de hojas de roble, sujeta a un terrier por las patas traseras mientras su hermano intenta arrancarle de la boca el hueso de la sopa. El hueso es un tesoro en el que resplandecen las motas de valioso tuétano. El perro gruñe y gañe; no oyen acercarse el carro.
El granjero les pregunta si tienen hambre. Dice que conoce a alguien que puede darles de comer, si están dispuestos a subirse a su carro.
Lo están. El perro conserva su hueso.
La niña se acurruca en el heno del carro del granjero. Su hermano la abraza e intenta protegerla del frío que se cuela por todo. Viajan con otro chico, cuyo pecho gorgotea cuando tose.
Llegan a la granja. El campo de detrás de la casa está salpicado de pequeños montículos de tierra negra. Aquí y allá, los cuervos los picotean y tiran de algún retazo de tela o una tira de piel."

PAN, EDUCACIÓN, LIBERTAD



Mi querida amiga Anita Ember me dijo que este libro era el mejor de la Trilogía de la Crisis escrita por Márkaris, no sé si es el mejor pero es bueno, muy bueno¡¡¡¡

Jaritos ligeramente más desesperanzado de lo habitual, Adrianí en "su salsa" cocinando para familia y amigos sus famosos tomates rellenos, arroz con puerros y toda clase de delicias¡¡¡¡,
Katerina y Fanis sin decidirse a ser padres y Zisis organizando un albergue para "sin techo".
Todo fluye hacia la destrucción en Atenas el 31 de Diciembre de 2013, pero las personas siempre serán capaces de salvarse aunque las instituciones las abandonen.
Me encantó esta novela, en la que lo de menos son los crímenes y lo de más un repaso a la historia griega de los últimos 40 años, para concluir:
"que de aquellos polvos vienen estos lodos" y "nunca llovió que no escampara".....


Y esta es la opinión de mi querida Noelia Vallina:
RESEÑADA por Noelia Vallina para LIBROS, el 21 de Octubre de 2013.
Terminado en un plis dominguero "Pan, educación y libertad" de Márkaris. Nada nuevo que añadir, estupendo como siempre y más reivindicativo que nunca.


Otra opinión autorizada, la de Amelia Ruíz:

RESEÑADA por Amelia Ruíz para LIBROS, el 24 de Noviembre de 2013.
He leído Pan, educación y libertad de Márkaris. Como soy devota de Jaritos, tan solo un pero, esa manía de convertir parte de la trama en una especie de GPS de la ciudad de Atenas. Por lo demás, como siempre, una triste delicia leer sus tramas y comprender que no estamos tan lejos de ese pueblo.

Y faltaba Ricardo Cortat, aquí lo tenemos:
RESEÑADO  por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 14 de Junio de 2014.
Dejo el comentario del libro con una foto del mismo porque he leído por alguna página que a la hora de compartir publicaciones si no llevan foto va a estar complicado o imposible.
'Pan, educación, libertad' cierra la trilogía sobre la crisis económica actual desde el punto de vista de Petros Márkaris y del comisario Jaritos.
Los muertos de los tres libros son el decorado ateniense a tres libros sobre la crisis, la economía, la troika comunitaria y los PIIGS, que en el fondo es de lo que quería hablar el escritor.
Tres libros que se dejan leer o que se leen bien pero que no son el Jaritos anterior


Sinopsis (Ed. Tusquets)
Día 1 de enero de 2014: Grecia está en bancarrota y regresa al dracma. También en España vuelven las pesetas. Por esas fechas, Jaritos y su familia empiezan a apretarse el cinturón: no van a ingresarle la nómina durante tres meses. La paralización económica y el empobrecimiento del país traen consigo un aumento de la solidaridad hacia los desfavorecidos, pero también, peligrosamente, de los movimientos neonazis. Así las cosas, aparece asesinado un rico contratista de obras. Es un hombre ya maduro que había participado en los “Hechos de la Politécnica”, en 1973, cuando los estudiantes se rebelaron contra la dictadura de los Coroneles. Junto al cadáver, un teléfono móvil emite el lema que los estudiantes voceaban: «Pan, educación, libertad».
¿Ha regresado el país a aquellos negros tiempos? ¿Siguen siendo válidas las consignas y reivindicaciones de aquellos antiguos estudiantes? ¿O algo más se esconde detrás de ese asesinato? La aparición de un segundo cadáver quizá ayude a Jaritos y a su diezmado grupo de agentes de policía.

Pan, Educación, Libertad (fragmento)

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"Lo sostiene en la mano izquierda mientras la palma de la mano derecha se desliza suavemente sobre él, como si quisiera alisar un papel arrugado. La mano le tiembla al tocarlo.
—¿Podéis creéroslo? Llegué a echarlo de menos —murmura.
Lo que tiene en la mano es un billete de mil dracmas, idéntico a los que teníamos antes, con el Discóbolo de Mirón impreso en una cara.
—Mamá... Con este billete de mil, mañana no podrás pagar ni un café —le dice Katerina.
«Mañana» es el 1 de enero de 2014. Hoy es el último día de 2013 y estamos a punto de cortar el pastel de Nochevieja en compañía de Fanis, Katerina y nuestros consuegros, Sevastí y Pródromos. —Piensa que es mucho más apetecible cobrar mil dracmas que tres euros por un café —le contesta Adrianí.
—Sí, pero ahora un euro equivale a quinientos dracmas.
—No le amargues la noche —le susurra Fanis.
—Es que mañana le amargarán el día —replica Katerina a Fanis.
—Déjalo para mañana, entonces —le contesta Fanis en tono cortante.
—Katerina, nosotros ya hemos vivido todo esto y estamos inmunizados —interviene mi consuegra, Sevastí—. ¿Sabes cuántos miles de dracmas tenía que pagar mi madre por una oká* de arroz cuando terminó la guerra civil? Pródromos, ¿recuerdas cuánto costaba una oká de arroz antes de la devaluación de Markesinis?
—Sí, claro. ¿Y por qué no me preguntas cuántos cañones tenía el acorazado Avérof? —contesta Pródromos.
Aquí termina la conversación, porque Adrianí se dirige a la cocina para buscar el pastel y los frutos secos, y Katerina, como siempre, corre detrás para ayudarla."

miércoles, 23 de agosto de 2017

UNA SEMANA EN INVIERNO


Un fin de semana "palomitero" viene bien de vez en cuando, este lo he dedicado a "palomitas irlandesas" la novela póstuma de Maeve Binchy esa escritora siempre "en el filo de la navaja romántica".
Una semana en invierno no pasará a la historia de la literatura universal, pero entrecruza diversas historias en la Irlanda rural y se lee en dos tardes.....¡¡¡
Para descansar de historias más profundas, está muy bien¡

Una semana en invierno (fragmento)

"Chicky

En la granja de los Ryan, en Stoneybridge, cada uno tenía asignada una labor. Los muchachos ayudaban a su padre en el campo a reparar las alambradas, traer las vacas para ordeñarlas o abrir surcos para plantar patatas; Mary daba de comer a las terneras, Kathleen horneaba el pan y Geraldine se ocupaba de las gallinas.
Nunca la habían llamado Geraldine; desde que tenían memoria, para todos ella había sido simplemente Chicky. Una niña muy formal que cada día recogía los huevos frescos o echaba el pienso a los polluelos, acariciándoles suavemente las plumas y canturreándoles siempre cloc, cloc, cloc mientras realizaba la tarea. Chicky había puesto nombre a todas las gallinas, y cuando alguien cogía una para la comida de los domingos, nadie se atrevía a decírselo. Fingían que la habían comprado en la pollería, pero Chicky siempre se daba cuenta.
Durante el verano, Stoneybridge, en el oeste de Irlanda, era un paraíso para los niños, pero el verano era corto y la mayor parte del año el clima era crudo, lluvioso y tormentoso en la costa atlántica. No obstante, siempre les quedaba la posibilidad de explorar cuevas, trepar acantilados, descubrir nidos de pájaros y espiar a las cabras montesas de cuernos grandes y retorcidos. Y también estaba Stone House. Chicky disfrutaba mucho jugando en aquel inmenso jardín cubierto de maleza. En ocasiones, las señoritas Sheedy, las tres hermanas ancianas dueñas de aquella casa, la dejaban jugar a disfrazarse con sus trajes y vestidos viejos."


EL ECO NEGRO


Primera novela de la serie protagonizada por Harry Bosch

Cuando una tiene buenos amig@s lectores debe, siempre, hacerles caso.
Hasta ahora sólo había leído una novela de Michael Connelly, Deuda de sangre, y no protagonizada por Harry Bosch.
Esta semana lluviosa, llena de tardes grises de tormenta he leído y disfrutado de El Eco Negro, presentación literaria del magnífico y solitario Hyeronimus Bosch.
Gracias amig@s¡¡¡
No será la única ni la última novela de Connelly que lea.

El eco negro (fragmento)

Primera parte

Domingo, 20 de mayo

"En aquella oscuridad el chico no veía nada, pero tampoco le hacía falta. La experiencia acumulada le decía que iba bien. Nada de gestos bruscos; el truco era deslizar el brazo con suavidad y girar la muñeca lentamente para mantener la bolita en movimiento. Sin chorretones; perfecto.
El silbido del aerosol y la rotación de la bola le producían una sensación reconfortante. El olor de pintura le recordó el calcetín que tenía en el bolsillo y le hizo pensar en colocarse un poco. «Quizá más tarde», se dijo. No quería detenerse antes de haber terminado la línea de un solo trazo.
No obstante, se detuvo. Había oído el ruido de un motor pero, al levantar la cabeza, las únicas luces que vio fueron el reflejo plateado de la luna sobre el embalse y la pálida bombilla de la caseta de turbinas que había en el centro de la presa.
Sin embargo, sus oídos no le engañaban: no cabía duda de que se aproximaba un vehículo. Al chico le pareció que era un camión e incluso creyó oír el crujido de las ruedas sobre el camino de grava que circundaba el embalse. El crujido era cada vez más fuerte; alguien se estaba acercando casi a las tres de la madrugada. ¿Por qué? El chico se puso en pie y arrojó el aerosol en dirección al agua, pero éste voló por encima de la verja y acabó aterrizando entre las matas de la orilla. Se había quedado corto. A continuación se sacó el calcetín del bolsillo y decidió inhalar un poco para infundirse valor. Hundió la nariz en él y respiró hondo los gases de pintura. Aquello lo aturdió un instante, haciéndole parpadear y tambalearse. Finalmente se deshizo también del calcetín."

EL HÉROE DISCRETO


Después de saltarme la penúltima novela de Vargas Llosa, he llegado a la primera tras la concesión del Nobel de Literatura, y.... pues la verdad me ha gustado, aún sin estar a la altura de sus grandes obras.
Resumiendo, Vargas escribe un auténtico culebrón con final feliz, pero que placer leer un culebrón con auténtica riqueza literaria, un culebrón en el que hay amor, desamor, traición, matrimonios inconvenientes, paternidades dudosas, ricos y pobres, mafias, pistolas y hasta arañitas. Todo ello con ritmo narrativo, uso magnífico del lenguaje, humor e ironía, mucha ironía¡¡¡¡
Seguramente no gustará a los puristas, pero yo he disfrutado mucho y me lo he terminado en un abrir y cerrar de libro.
Recomendable¡¡¡

Una opinión autorizada es la de nuestra amiga Rossana Cabrera:

RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 2 de Agosto de 2014.
Vargas Llosa tiene la habilidad de escribir grandes novelas y "novelitas", y en todas ellas, mezcla personajes que se te quedan, que se pegotean en tus pensamientos aunque estén lejísimo de la playa en la que vives.
En ésta, sacó del tintero a varios de esos personajes, para construir una novela que ni es un novelón, ni puede ser novelita.
Agradezco que Rigoberto no haga sus abluciones y que Lituma, aunque desdibujado, siga siendo Lituma.
Tiene casi el ritmo de un thriller ¿estará leyendo negras nórdicas también Vargas Llosa?


Sinopsis (Ed. Alfaguara)
El héroe discreto, de Mario Vargas Llosa, autor de obras de la narrativa hispanoamericana como Travesuras de la niña mala o El hablador, es una novela en la que dos hombres puestos a prueba por la vida descubren el verdadero sentido del coraje y la lealtad. Un libro lleno de humor, con elementos propios del melodrama, donde Piura y Lima ya no son espacios físicos, sino reinos de la imaginación poblados por los personajes de este gran escritor. Vargas Llosa ha obtenido los más importantes galardones literarios, como el Premio Nobel de Literatura, el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias, el PEN/Nabokov y el Grinzane Cavour.
El héroe discreto narra la historia paralela de dos personajes: el ordenado y entrañable Felícito Yanaqué, un pequeño empresario de Piura, que es extorsionado; y de Ismael Carrera, un exitoso hombre de negocios, dueño de una aseguradora en Lima, quien urde una sorpresiva venganza contra sus dos hijos holgazanes que quisieron verlo muerto. Ambos personajes son, a su modo, discretos rebeldes que intentan hacerse cargo de sus propios destinos, pues tanto Ismael como Felícito le echan un pulso al curso de los acontecimientos. Mientras Ismael desafía todas las convenciones de su clase, Felícito se aferra a unas pocas máximas para sentar cara al chantaje. No son justicieros, pero están por encima de las mezquindades de su entorno para vivir según sus ideales y deseos. Viejos conocidos del mundo vargasllosiano aparecen en estas páginas: el sargento Lituma y los inconquistables, don Rigoberto, doña Lucrecia y Fonchito, todos moviéndose ahora en un Perú muy próspero.

El héroe discreto (fragmento)

I
"Felícito Yanaqué, dueño de la Empresa de Transportes Narihualá, salió de su casa aquella mañana, como todos los días de lunes a sábado, a las siete y media en punto, luego de hacer media hora de Qi Gong, darse una ducha fría y prepararse el desayuno de costumbre: café con leche de cabra y tostadas con mantequilla y unas gotitas de miel de chancaca. Vivía en el centro de Piura y en la calle Arequipa había ya estallado el bullicio de la ciudad, las altas veredas estaban llenas de gente yendo a la oficina, al mercado o llevando los niños al colegio. Algunas beatas se encaminaban a la catedral para la misa de ocho. Los vendedores ambulantes ofrecían a voz en cuello sus melcochas, chupetes, chifles, empanadas y toda suerte de chucherías y ya estaba instalado en la esquina, bajo el alero de la casa colonial, el ciego Lucindo, con el tarrito de la limosna a sus pies. Todo igual a todos los días, desde tiempo inmemorial.
Con una excepción. Esta mañana alguien había pegado a la vieja puerta de madera claveteada de su casa, a la altura de la aldaba de bronce, un sobre azul en el que se leía claramente en letras mayúsculas el nombre del propietario: DON FELÍCITO YANAQUÉ. Que él recordara, era la primera vez que alguien le dejaba una carta colgada así, como un aviso judicial o una multa. Lo normal era que el cartero la deslizara al interior por la rendija de la puerta."

DIEZ MUJERES


Diez Mujeres, es obviamente una historia de mujeres, nueve mujeres y su terapeuta, también mujer. Diez historias de mujeres entre 19 y 75 años, de diferente extracción social, distinta educación y procedencia, intereses dispares y vida agitada interior o exteriormente.
Me ha gustado leer las historias de Francisca, Mané, Juani, Simona, Layla, La Luisa, Guadalupe, Andrea y Ana Rosa; y me ha sobrado la historia rebuscada y artificial de Natasha, la terapeuta.
Pero aún así recomiendo este libro como ejercicio introspectivo de la condición femenina, en Chile o en cualquier lugar del universo.

Diez mujeres (fragmento)

"Las locas, ahí vienen las locas, dirán los trabajadores del lugar, espiándolas detrás de los árboles. Natasha no sabe bien qué la divierte más, observar el desconcierto de esos hombres recios con picos y azadones en las manos, o a las mujeres que en ese momento descienden de la enorme camioneta. Una a una van bajando y pisan con firmeza la tierra esparcida de maicillo, como si quisieran tener los pies bien firmes en ella.
Quizás a alguna le entretenga la idea de ser objeto de observación o de sospecha, piensa, y recuerda a Andrea diciendo alegremente al despedirse el jueves pasado: ¡avísales, Natasha, que somos sólo un poco neuróticas y no locas de atar!
Sin pudor, los hombres han dejado de trabajar y, apoyándose en sus herramientas, las miran. Hay para todos los ojos. El que las prefiera morenas tiene más donde elegir. Bajas, altas, jóvenes, viejas, delgadas y entradas en carnes. Son nueve mujeres. Son muchas mujeres. El pasto ya se cortó, descansan las bolsas plásticas negras abundantes de chépica sobre el tronco de dos paltos enormes. El aroma fresco llega hasta la casa principal del instituto y a Natasha se le mezcla el olor del pasto con el de la cordillera. Al prestar el lugar, el director avisó: los sábados hacen el jardín. A los ojos de Natasha, más que un jardín éste es un parque. Ella quisiera distinguir el nombre de tanto árbol, sólo el magnolio, los aromos y los jacarandás le resultan conocidos, los tiene iguales en su casa de campo en el valle del Aconcagua. Pero aquí está en las afueras de Santiago y la cordillera de Los Andes parece una desvergonzada mostrando sus atributos."