miércoles, 23 de agosto de 2017

LA SONRISA DE ANGÉLICA


Decimoctava entrega de la serie protagonizada por el Comisario Montalbano.

Este, también, es un libro para una tarde de verano, 140 páginas del mejor Camilleri, con un Montalbano que últimamente está de lo más enamoradizo.....
Refrescante como un granizado de café, la verdad no puedo vivir sin este comisario¡¡¡

La sonrisa de Angélica (fragmento)

1"Se despertó de repente y se incorporó con los ojos bien abiertos. Acababa de oír a alguien hablando dentro del dormitorio. Y dado que estaba solo en casa, se alarmó.
Al cabo de un momento le entraron ganas de reír, porque recordó que Livia había llegado de improviso a Marinella la víspera para darle una sorpresa —agradabilísima, al me nos al principio—, y ahora dormía como un tronco a su lado.
Por la ventana entraba un hilo de luz violácea del alba todavía incipiente. Sin siquiera mirar el reloj, Montalbano cerró los ojos con la esperanza de dormir unas horitas más.
Pero unos segundos después un pensamiento le hizo abrirlos de nuevo como platos. Si alguien había hablado en el dormitorio, sólo podía ser Livia. Y por tanto, lo había hecho en sueños.
Era la primera vez que le pasaba; bueno, quizá sí había hablado alguna vez con anterioridad, pero tan bajito que no lo había despertado. Y a lo mejor todavía se encontraba en una fase especial del sueño en que diría algo más.
No, una ocasión así no había que desaprovecharla.
Alguien que se pone a hablar de repente en sueños sólo puede decir cosas ciertas, la verdad que alberga en su interior; no recordaba haber leído que en sueños se pudieran decir mentiras, o una cosa por otra, porque mientras uno duerme está desprovisto de defensas, desarmado, es inocente como un niño.
Era de vital importancia no perderse las palabras de Livia, y por dos motivos. Uno de carácter general, dado que un hombre puede vivir cien años con una mujer, dormir a su lado, tener hijos con ella, respirar el mismo aire, creer que la conoce a la perfección, y al final comprender que nunca ha sabido cómo es realmente. El otro motivo era de carácter particular, circunstancial."

TODO ESTO PARA QUÉ


Descubrí a esta autora californiana con la impactante, Tenemos que hablar de Kevin, hace ya bastantes años.
Ahora me impacta, de nuevo, con la parábola de la "oveja" laboriosa y todos los lobos que la rodean....
Una parábola de "american way of life" devaluado, una parábola del sufrimiento y el dolor escondido; todo aderezado con un humor negro que no oculta, en ningún momento, la decadencia del imperio y sus habitantes....
Una magnífica novela a la que, ni siquiera, algún desenlace precipitado y poco meditado, le quita mérito e interés.
Eso sí después de leerla he tenido que tomarme varias "cortomalafrinas".

Todo esto para qué (fragmento)

1"Shepherd Armstrong Knacker
Merrill Lynch - N.º de cuenta 934-23F917
1 de diciembre de 2004 - 31 de diciembre de 2004
Cartera neta: 731.778,56 dólares

¿Qué pone uno en la maleta cuando se marcha para el resto de su vida?
En los viajes de investigación –Glynis y él nunca los habían llamado «vacaciones»–, Shep siempre había puesto demasiadas cosas, para hacer frente a cualquier contingencia: ropa para la lluvia, un jersey por si en Puerto Escondido hacía demasiado frío para la estación. Enfrentado a un número infinito de contingencias, el impulso era no llevar nada.
No había ningún motivo racional para andar sigilosamente por esos pasillos como un ladrón que ha venido a asaltar su propia casa –sin hacer ruido, apoyando en las tablas del suelo primero el talón y luego la punta del pie, sobresaltándose cuando crujían–. Dos veces se había cerciorado de que Glynis no estaría en casa a última hora de la tarde (una «cita»; le molestaba que no le hubiese dicho con quién ni dónde). Recurriendo al pretexto, poco convincente, de preguntar por los planes para la cena cuando el hijo de ambos llevaba un año sin estar presente en una comida familiar digna de ese nombre, había confirmado que Zach no representaba ningún peligro, pues se había instalado en casa de un amigo y pasaría allí la noche. Estaba solo en casa. No tenía por qué andar saltando cuando llegara la pasma. Y tampoco meter la mano en el cajón de arriba de la cómoda, temblando, para buscar los calzoncillos como si en cualquier momento alguien fuese a agarrarlo por la muñeca y decirle que tenía derecho a un abogado.
Salvo que, a su manera, Shep era un ladrón, y quizá de la clase más temida por cualquier familia norteamericana. Había vuelto del trabajo un poco antes de lo habitual para así poder robarse a sí mismo."

SEGUNDOS NEGROS


Sexta entrega de la serie protagonizada por el inspector Konrad Sejer.

Desde la portada de la novela y desde sus primeras páginas se adivina que ha pasado.....realmente no es uno de los mejores misterios de esta escritora.
Aun así es agradable una dosis de "palomitas negras" procedentes del frío.
Karin Fossum siempre se deja leer¡¡

Sinopsis
Segundos negros arranca con la desaparición de una niña de diez años en una población rural, rodeada de granjas y bosques en Noruega. La desaparición aviva los peores miedos de su madre que siempre ha creído que su hija era algo demasiado bueno para que durase. El comisario Konrad Sejer, tan humano, tan serio, tan comprensivo que los interrogados a menudo se sienten tentados de contarle más de lo que pretenden, y su joven asistente, Jacob Skarre, comienzan entonces la investigación. Las sospechas recaen sobre Emil Mork, un tipo raro que vive solo y no habla desde su infancia. Sin embargo, a medida que avanza la investigación se pone de manifiesto que todos en la pequeña localidad tienen algún secreto que vale la pena ocultar.                     


Segundos Negros (fragmento)

1

Los días transcurrían muy despacio.
Ida Joner levantó la mano y contó con los dedos. Su cumpleaños era el 10 de septiembre. Aún estaban a primero de mes. Quería muchas cosas. Sobre todo, una mascota. Algo caliente y vivo que fuera solo suyo. Ida tenía una preciosa cara, con grandes ojos castaños. Su figura era frágil y esbelta, y el pelo abundante y rizado. Era espabilada y tenía buen carácter. Todo demasiado bueno. Eso pensaba muchas veces su madre, sobre todo cuando Ida se iba y ella veía desaparecer su espalda por la curva. Demasiado, demasiado bueno para durar.
Ida se montó en la bicicleta. Estaba a punto de abandonar la casa en una flamante bicicleta, marca Nakamura. Dejó el salón patas arriba, había estado tumbada en el sofá jugando con sus figuritas. Su ausencia dejaría primero un gran vacío. Luego un sonido desconocido, que llenaría la casa de desasosiego, penetraría por las paredes. A su madre no le hacía ninguna gracia. Pero tampoco podía encerrar a la niña en una jaula como si fuera un pájaro cantor. Dijo adiós con la mano a Ida y sonrió con valentía. Se puso a hacer sus labores. El aspirador taparía ese nuevo sonido de la habitación. Si empezaba a sudar, o a sacudir alfombras, se atenuaría ese pequeño aguijón que tenía en el pecho y que actuaba cada vez que Ida se iba. Echó un vistazo por la ventana. La bicicleta giró a la izquierda. Ida se dirigía al centro. Todo estaba en orden, llevaba puesto el casco. Un duro cascarón que le protegía la cabeza. Un auténtico seguro de vida. En el bolsillo llevaba una cartera con estampado de cebra que contenía treinta coronas. Sería suficiente para comprar el último número de la revista de caballos Wendy. Con lo que le sobraba solía comprarse un chicle Bugg. Tardaría unos quince minutos en llegar al quiosco de Laila. La madre calculó mentalmente. Ida estaría de vuelta en casa sobre las 18.40 horas, contando con la posibilidad de que se encontrara con alguien y se quedara charlando unos diez minutos. Mientras esperaba, se puso a ordenar. Recogió naipes y figuritas del sofá. Sabía que su hija podía oírla en todo momento allá adonde fuera. Había grabado su autoritaria voz en la cabeza de la niña y sabía que sonaba allí dentro como una eterna amonestación. Se sentía culpable por ello, se sentía culpable como si hubiese cometido una agresión, pero no podía hacer otra cosa. Era precisamente esa voz la que salvaría a Ida el día que se encontrara ante un peligro.

martes, 22 de agosto de 2017

CUERVOS


Décima entrega de la serie protagonizada por Charlie Parker.

Cuervos, aunque me gusta más su título original The burning soul y creo que es más apropiado para la novela es una nueva vuelta de tuerca en el universo propio, y atormentado, de Charlie "Bird" Parker, una investigación que va más allá de la investigación, secretos y culpas que nunca se han ido......
Me gustó mucho aunque no es la mejor de la serie.
Y siguiendo las recomendaciones de nuestro amigo Fernando Bdo Silvestre esta pieza interpretada por Bill Evans acompañó mi lectura, magnífica:
http://youtu.be/dH3GSrCmzC8

Cuervos (fragmento)

1"Mar gris, cielo gris, pero fuego en el bosque y los árboles en llamas. No hacía calor ni había humo, y aun así la espesura ardía, coronada de tonos rojos, amarillos y anaranjados: un gran y frío incendio que se produce con la llegada del otoño y la resignada caída de la hoja. En el aire se percibía mortalidad, presente en el primer asomo de brisas invernales y en la amenaza de heladas que éstas traían consigo; y los animales se preparaban ya para las inminentes nieves. La búsqueda de sustento había empezado, la necesidad de llenarse el estómago para los tiempos de escasez. Con el hambre, las criaturas más vulnerables asumirían mayores riesgos a fin de alimentarse, y los depredadores estarían al acecho. Las arañas negras permanecían agazapadas en los ángulos de sus telas, sin caer aún en su letargo. Todavía podían capturar algún que otro insecto extraviado, y añadir así otros trofeos a su colección de caparazones vacíos. El pelaje de invierno se espesaba y adquiría una coloración más clara para confundirse mejor con la nieve. Bandadas de gansos surcaban el cielo como refugiados huyendo de un conflicto a punto de estallar, abandonando a aquellos obligados a quedarse y arrostrar lo que estaba por venir.
Los cuervos permanecían inmóviles. Muchos de sus hermanos de regiones más septentrionales habían enfilado rumbo al sur para escapar de lo más crudo del invierno; pero aquéllos no. Aunque enormes, eran estilizados, y en sus ojos brillaba una rara inteligencia. En esa remota carretera, algunas personas se habían fijado ya en ellos, y si pasaban por allí en compañía de alguien, ya fuera a pie o en coche, comentaban la presencia de aquellas aves. Sí, coincidían todos, eran más grandes que los cuervos comunes, y puede que, además, infundieran cierta sensación de malestar, esas criaturas encorvadas, esos observadores pacientes y traicioneros. Se habían posado en lo más hondo del ramaje de un viejo roble, un organismo que se acercaba ya al fin de sus días: cada año se le caían antes las hojas, con lo que en las postrimerías de septiembre ya estaba deshojado, un trozo de madera carbonizada entre las llamas, como si el fuego voraz lo hubiera consumido ya, dejando atrás únicamente los vestigios de nidos abandonados mucho tiempo antes. El roble se hallaba en el linde de un bosquecillo que allí se ceñía a la curvatura de la carretera formando un saliente, cuyo vértice ocupaba ese árbol. Antiguamente crecían en aquel lugar otros como él, pero habían sido talados hacía muchos años por los hombres que construyeron la carretera. Ahora era el único de su especie, y pronto también él desaparecería.
Aun así, los cuervos habían acudido a ese roble, porque a los cuervos les gustan las cosas moribundas."

EL TRAJE GRIS



Camilleri es magistral con Montalbano y cuando deja a Montalbano lo es más todavía, en esta novela corta desgrana una a una las desgracias del hombre mayor que no asume que lo es...
Es más que una novela, una parábola de la mosca y la araña con su inevitable final¡
Me ha encantado¡

Sinopsis

A lo largo de su brillante carrera profesional al frente de una entidad bancaria siciliana, donde ha demostrado su habilidad para resolver las complejidades financieras en un entorno minado por la mafia, Febo Germosino, el protagonista de esta novela, ha recibido tres cartas anónimas. Ahora, en la primera mañana de su vida de jubilado, las despliega cuidadosamente junto a una caja de cerillas. Una de ellas, recibida unos años atrás, contiene insinuaciones sobre la supuesta infidelidad de su esposa, la joven viuda con la que se casó hace una década. Elegantísima, enigmática, Adele es una espléndida e irresistible femme fatale, como una réplica de las divas americanas del cine en blanco y negro. Dotada de una sensualidad desinhibida que contrasta con el esmero con el que guarda las apariencias burguesas, Adele ha demostrado ser una esposa entregada a su marido, sólo que, en determinadas ocasiones, viste un viejo traje de chaqueta gris, de una impecable sobriedad, un traje que adquirirá un inquietante simbolismo, cuyo significado hubiese convenido no desentrañar jamás.
Una vez más, Andrea Camilleri consigue sorprendernos con una muestra de su fecundidad y maestría literaria. En esta breve e intensa novela de misterio psicológico ―que el autor ha descrito como «una historia conyugal»―, el matrimonio es el escenario de la dimensión cotidiana de la tragedia, a un tiempo último reducto del deseo y de la fantasía, y espejo de una sociedad hondamente corrupta.

EL INOCENTE


Ian McEwan es capaz de recrear casi cualquier atmósfera que se proponga, lo demuestra en cada uno de sus libros.
En El Inocente, con la guerra fría como fondo, trenza una de esas vidas que ninguno quisiéramos vivir, una vida  al vaivén de los acontecimientos, una vida que parece feliz pero sólo es vacía....una vida cualquiera y lo hace de forma tan magistral que ha vuelto a conquistarme¡
Muy recomendable¡¡¡¡

El inocente (fragmento)

1939-1955
1

"Fue el teniente Lofting quien dominó la reunión.
- Escuche Marnham. Acaba de llegar, así que no hay razón para que conozca la situación. Aquí el problema no son los alemanes ni los rusos. Ni siquiera los franceses. Son los norteamericanos. No saben nada de nada. Y lo peor es que no quieren aprender, no quieren que se les expliquen las cosas. Es su manera de ser, sencillamente.
Leonard Marnham, un empleado de correos, no había hablado nunca con un norteamericano, pero los había estudiado a fondo en el cine Odeón de su barrio. Sonrió sin apenas separar los labios y asintió con la cabeza. Metió la mano en el bolsillo interior del abrigo para coger su pitillera plateada. Lofting levantó la palma de la mano, estilo saludo indio, para cortar el ofrecimiento. Leonard cruzó las piernas sacó un cigarrillo y golpeó varias veces la punta contra la pitillera."

ELDORADO


Conozco pocos narradores tan exquisitos como Laurent Gaudé.
La primera novela que leí del autor, titulada El sol de los Scorta, me pareció uno de los ejercicios narrativos mejores de los últimos años.
No sólo la exquisitez del lenguaje atrae en la obra de Gaudé, atrae sobre todo la exquisitez de los sentimientos y el modo magnífico en que nos hace sentir la piel de los protagonistas sobre la nuestra. En Eldorado las vidas se cruzan y cambian, cambian para siempre; el comandante Piracci y Soleiman son dos caras de la misma moneda y sus vidas, también¡
Muy recomendable¡

Nuestra querida Rosi Torres Marino, nos expresa su opinión:

RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 27 de Junio de 2014.
El dorado de Laurent Gaudé: No puedo decir que no me haya gustado, pero no era lo que esperaba. Gaudé no me ha parecido ese narrador portentoso del que he oído hablar. Desde luego la temática y el marco temporal de la novela es ya en sí desgarrador. Pero pese a estar cargado de una realidad dolorosa y cercana, pese a que el autor describe muy bien los pensamientos y sentimientos que han de tener aquellos que se ven sumergidos en esa desesperada huida, en esas terribles circunstancias, me ha parecido poco creíble.


Sinopsis (Ed. Salamandra)
Tercera obra de Laurent Gaudé publicada en castellano tras El legado del rey Tsongor y El sol de los Scorta —esta última ganadora del premio Goncourt 2004—, esta nueva novela del laureado escritor francés aborda el dramático fenómeno de la inmigración desde una óptica especular, la de dos expatriados que se mueven en direcciones opuestas.
  Al mando de una fragata que patrulla las aguas sicilianas que delimitan la codiciada fortaleza europea, Salvatore Piracci cumple abnegadamente con su penosa misión, hasta que el sorpresivo reencuentro con una mujer que él ayudó a rescatar de un barco a la deriva lo lleva a emprender un viaje de enorme trascendencia. Paralelamente, en Sudán, el joven Soleimán ha conseguido reunir el dinero necesario para abandonar el país en busca de una vida mejor, pero los planes no tardarán en complicarse, y el ansiado periplo hacia el Norte se convertirá en una durísima prueba, cuyas etapas estarán sembradas de peligros y amenazas, pero también de incontables muestras de fraternidad y esperanza.
  Los viajes de Salvatore y Soleimán componen así una conmovedora odisea de destinos entrecruzados en ambas orillas del Mediterráneo, sobre un paisaje a la vez auténtico y mítico, contemporáneo e intemporal. Al igual que en sus novelas anteriores, Laurent Gaudé hace gala una vez más de un lenguaje vibrante para sumergirnos en un universo de dimensiones épicas, descubriendo las raíces del ser humano en toda su grandeza y miseria moral.

Eldorado (fragmento)

"Los hombres, en plena noche, se contaban historias para hacerse brillar los ojos. El viejo mundo no estaba muerto. Aún había criaturas agitadas por la impaciencia que sonreían ante un sueño constantemente renovado de la felicidad lejana que se persigue."