jueves, 16 de agosto de 2018

EN UN PAÍS EXTRAÑO


“Día tras día, durante los grises meses invernales de comienzo de año, había intentado comportarse como un ciudadano común, convertirse en la clase de hombre que se relacionaba con la gente y veía el fútbol, que charlaba de cualquier cosa con los desconocidos del bar. Estaba dispuesto a reeducarse, ver las películas y las series completas de la HBO, leer las novelas y las memorias que se le habían pasado, pero lo único que era el mundo de los secretos”.
Hace tiempo que no leía una novela de espías que me mantuviese tan alerta como esta, escrita con gran fluidez, narra la historia de un espía británico caído en desgracia y su nueva jefa en el MI6.
Con escenarios en Inglaterra, Francia y Túnez, el ritmo de la acción es sostenido, los personajes creíbles y el final coherente, que es más de lo que se puede afirmar de la mayoría de las novelas de espionaje modernas.
Me ha encantado y me apunto al autor para nuevas lecturas.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Seis semanas antes de asumir la dirección del MI6 y convertirse en la primera mujer que encabeza uno de los servicios de espionaje más prestigiosos del mundo, Amelia Levene desaparece sin dejar rastro, provocando así la crisis más grave que la institución ha vivido en una década. Los altos mandos se encuentran en un trance: no sólo tienen que encontrar a Levene, sino que la tarea tiene que realizarse en el más absoluto secreto si quieren evitar un duro golpe a la imagen y credibilidad del MI6. Así pues, la mejor opción que les queda es acudir a Thomas Kell, un agente al que despidieron del cuerpo ocho meses atrás por presuntas torturas a un detenido durante una antigua misión en Kabul.
Incapaz de adaptarse a la vida civil y en medio de una tormentosa ruptura matrimonial, Kell está a punto de tocar fondo, pero a sus cuarenta y dos años no puede rechazar esta oportunidad, tal vez la última de su vida, para redimirse ante sus colegas y volver a ejercer el único trabajo que sabe hacer. Una primera pista lo conducirá a Niza, Marsella y finalmente Túnez, donde, en la nueva situación creada tras la Primavera Árabe, estaría gestándose una trama que podría dañar seriamente los vínculos de Gran Bretaña con sus aliados.

En un país extraño (fragmento)

TÚNEZ, 1978

1
Jean-Marc Daumal despertó con el alboroto de la llamada a la oración y con el llanto de sus hijos. Acababan de dar las siete de la mañana, y el ambiente tunecino era sofocante. Durante un momento, mientras sus ojos se adaptaban a la luz del sol, Daumal se permitió olvidar que se hallaba en una situación lamentable, pero el recuerdo lo asaltó de pronto, como si se hubiera quedado sin aire. A punto de gritar de la desesperación, per maneció contemplando las grietas del techo encalado; un hombre casado de cuarenta y un años a merced de un corazón roto. 
Amelia Weldon se había marchado seis días antes. Sin previo aviso, sin motivos, sin dejar una nota. Estaba cuidando de sus hijos en el chalet —preparándoles la cena, leyéndoles un cuento en la cama— y, de pronto, había desaparecido. El sábado al amanecer, Céline, esposa de Jean-Marc, había descubierto que en el dormitorio de la au pair no quedaba ninguna de sus pertenencias, las maletas de Amelia no estaban en el armario y en las paredes ya no se veían sus fotos y sus pósteres. La caja fuerte que la familia tenía en el cuarto de la lavadora estaba cerrada, pero dentro faltaban el pasaporte y el collar que la joven había guardado en ella. En el puerto de La Goulette no tenían constancia de que una británica de veinte años que se ajustase a la descripción de Amelia hubiera embarcado en el ferry hacia Europa, y en ninguna de las compañías aéreas europeas que volaban desde Túnez había viajado una Amelia Weldon.

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