domingo, 21 de enero de 2018

CRÍMENES




Cuando leí la sinopsis, la verdad, dudé bastante si leerlo o no, resumo:
Abogado defensor que narra casos reales ocurridos en los juzgados de Berlín, a lo largo de su carrera profesional......
Pues bien, estos 11 relatos han disipado todas mis dudas, los hay buenos y magníficos, ninguno es malo.
Lo recomiendo y leeré más a este autor de apellido impronunciable!!

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Primera obra literaria de Ferdinand von Schirach, esta serie de relatos basados en la experiencia profesional de este reputado jurista alemán fue la revelación editorial y uno de los mayores éxitos de los últimos años en su país.
Además de obtener el prestigioso Premio Kleist, Crímenes mereció un torrente de elogiosos comentarios de la crítica y ocupó durante casi un año las listas de libros más vendidos. Cerca de setecientos casos desde que inició su carrera de abogado penalista en Berlín son el bagaje de vivencias que Von Schirach ha transformado, con un aguzado instinto narrativo, en una obra literaria de atmósfera cautivadora.
El lenguaje sobrio y conciso de la búsqueda de la verdad judicial subraya la atención que Schirach fija en los crímenes cometidos por individuos corrientes, dejando que los hechos expongan la realidad con toda su crudeza.
Profundamente original, revelador y lleno de matices, Crímenes plantea el fascinante tema de la escurridiza verdad en los procesos criminales y reflexiona sobre el sentido del castigo, pero, por encima de todo, nos habla con proximidad del ser humano, de su miseria y también de su grandeza.

Crímenes (fragmento)

FähnerFriedhelm Fähner había sido toda su vida médico de familia en Rottweil, despachaba 2.800 volantes al año, tenía consulta en la Hauptstrasse, era presidente del Círculo Cultural Egipcio, miembro del Lions Club, y no había cometido un solo delito, ni siquiera una infracción. Además de su casa, poseía otras dos que tenía alquiladas, un Mercedes clase E de tres años con tapicería de piel y climatizador automático, unos 750.000 euros en acciones y obligaciones, y un seguro devida de capital diferido. Fähner no tenía descendencia. Su único familiar vivo era su hermana, seis años menor que él, que vivía en Stuttgart con su marido y sus dos hijos. A decir verdad, no había mucho que contar de la vida de Fähner.
Hasta que ocurrió lo de Ingrid.


AVISO DE MUERTE


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Anne Capestan, comisaria de la policía judicial en París (Francia).

Segunda novela protagonizada por la brigada de Anne Capestan y...., casi mejor que la primera, si eso es posible.
En una trama compleja que incluye, otra vez, la corrupción policial, se entremezclan relaciones personales y familiares que aumentan el interés de esta brigada y todos sus "desastrosos" integrantes.
Por supuesto, el final abre la puerta a la tercera entrega que, esperemos llegue pronto!!
Me gusta!!!

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
La nueva voz de la novela negra francesa, sucesora de Fred Vargas y ganadora de los premios Polar en Séries, Arsène Lupin de Literatura Policiaca y de los Lectores de Livre de Poche, regresa con una nueva e hilarante aventura de la brigada más peculiar.
Lejos de haber alcanzado la gloria tras la brillante e inesperada resolución de su primer caso, Capestan y su estrafalaria brigada son vistos como traidores por el resto de sus colegas. Siguen relegados en el rincón más oscuro de la policía judicial y matan el tiempo decorando el árbol de Navidad o jugando al billar. Solo Anne mantiene la fe en su valía. Aun así, habría preferido evitar la investigación que le han asignado: el asesinato del comisario Serge Rufus, padre de su exmarido Paul. Capestan siempre odió a su suegro, pero todavía no ha sido capaz de olvidar al hijo. Mientras tanto, un hombre en Provenza descubre su nombre en un monumento a los caídos, perturbadora premonición que se cumplirá de inmediato y que hará que la brigada deje París para investigar unas muertes extrañamente anunciadas.

Aviso de muerte (fragmento)

1.

28 de noviembre de 2012, París
La comisaria Anne Capestan estaba peleando con la última remesa de impresoras defectuosas que le había concedido un departamento de suministros muy bromista. El aparato se emperraba en anunciar «nivel de tinta bajo» aunque Capestan acababa de cambiar el cartucho. Tras apretar todos los botones, la comisaria se rindió. No tenía nada de mucha importancia que imprimir. No estaba trabajando en nada de mucha importancia. No estaba ya trabajando en nada.
Tras arrancar en la profesión de forma deslumbrante, recibir una medalla de tiro olímpica y conseguir la mejor colección de galones que hubieran prendido nunca en el pecho de una comisaria joven, Capestan se había incorporado a la Brigada de Menores sin saber dónde estaba el límite de su resistencia emocional. Y allí, en un caso más cruel que los demás, había acabado por matar, así por las buenas, a un sospechoso. «La burguesa que desbarra, la dulzura kalashnikov», como decía su compañera Rosière, se había librado de que la despidieran a cambio de ponerse al frente de aquella unidad de policías desechados, una idea que se le había ocurrido al jefazo, Buron, que había hecho limpieza en la policía judicial reuniendo a todos los indeseables en un único servicio.
Resolver su primer caso, el mes anterior, no les había proporcionado a aquellos maderos quemados una consideración nueva, sino que, al contrario, los había sepultado bajo una nueva capa de desdén. Los que se chivaban de los polis: en eso se habían convertido. Los traidores. Una etiqueta urticantísima que le tenía escocida la conciencia a Capestan, y también el orgullo.
Por su parte, el comandante Lebreton se adaptaba a la situación con su flema habitual. Ya había pasado por el desprecio de los colegas, pues, tras haber pertenecido al glorioso RAID[1], la revelación de que era homosexual lo había llevado a Asuntos Internos, donde el atuendo de Judas le hacía las veces de uniforme. Allí, inconsolable tras perder a su pareja, le había costado más apechar con las discriminaciones. Tras ponerle una queja a su superior jerárquico aterrizó directamente en aquel aparcadero que se había inventado Buron. En ese preciso instante, recostado en el sillón y con los pies cruzados encima de la mesa, hojeaba Le Magazine du Monde para descansar de la lectura inútil de las carpetas viejas de casos archivados que llenaban el pasillo. Unas voces destempladas que llegaban de la habitación de al lado lo obligaron a bajar el periódico; atendió durante unos segundos, se encogió de hombros y siguió con el artículo.

LA BRIGADA DE ANNE CAPESTAN


Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Anne Capestan, comisaria de la policía judicial de París (Francia).

Por fin una protagonista de novela negra que no es una mística, un marimacho o una rarita......
Gracias amigas por haberme recomendado esta brigada de marginados que resuelven casos pendientes y de paso van arreglando sus vidas.
No sé cuál de los personajes me gusta más, el chivato, el sonado, la ludópata, el alcohólico, el gafe, la millonaria-solitaria, el destrozacoches, el mosquetero.....o la jefa de todos ellos.
Me ha encantado el debut de Hénaff en la novela negra. Creo que, desde hoy, hay una mujer entre mis detectives "de cabecera"
La recomiendo!!

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Un nuevo nombre se suma a la gran novela negra francesa: Sophie Hénaff, considerada por la crítica como «una Fred Vargas con grandes dosis de humor», cautiva a los lectores con una novela policiaca original y poderosa.

Anne Capestan es una policía joven y apasionada. Ha sido una estrella, pero se encuentra alejada de su cargo tras haber disparado a un hombre durante una investigación cuyos detalles no han quedado claros. Cuando acude nuevamente a la sede de la Policía Judicial parisina para la decisión final sobre su carrera, su jefe le comunica que la ha puesto al frente de una brigada especial. Pronto sabrá quiénes componen esta brigada sin nombre, sin coche y sin armas: un borracho, una escritora escandalosa -y su perro-, un informático despistado y un gafe... Dos casos aparentemente anodinos y nunca resueltos les esperan: una mujer estrangulada en su sofá y un jubilado al que han disparado en el río.
** Premio Polar en Séries y Premio Arsène Lupin de Literatura Policiaca.
** Premio de los Lectores de Livre de Poche

La brigada de Anne Capestan (fragmento)

1.

París, 9 de agosto de 2012
De pie delante de la ventana de la cocina, Anne Capestan esperaba que clarease el día. Vació de un trago la taza de porcelana y la dejó encima del hule de vichy verde. Acababa de beberse su último café de poli. Quizá.
La brillantísima comisaria Capestan, estrella de su generación, campeona de todas las categorías de ascensos fulgurantes, había disparado una bala de más. Desde entonces, había comparecido ante la comisión disciplinaria y le habían caído varias amonestaciones y seis meses de suspensión de empleo. Y luego, silencio de radio, hasta el telefonazo de Buron. Su mentor, y ahora mandamás en el 36 del muelle de Les Orfèvres, por fin había roto su mutismo. Había citado a Capestan. Un 9 de agosto. Le pegaba mucho. Era una forma sutil de indicarle que no estaba de vacaciones sino suspendida de empleo. Saldría de aquella entrevista siendo poli o parada, en París o en provincias, pero al menos lo haría con una certeza. Cualquier cosa era mejor que andar flotando entre dos aguas, en esa especie de ambigüedad que le impedía seguir adelante. La comisaria enjuagó la taza en la pila, prometiéndose que la metería en el lavavajillas más tarde. Tenía que irse ya.
Cruzó el salón donde, como tantas veces, resonaban Brassens y sus pom-pom-pom de poeta. Era un piso amplio y cómodo. Capestan no escatimaba en mantas escocesas ni en luces indirectas. El gato, dichoso y ronroneante, parecía aprobar sus gustos. Pero el vacío había sembrado de huellas aquel entorno acogedor, como placas de escarcha en un césped primaveral. Inmediatamente después de que la suspendieran, Capestan vio que su marido se iba, llevándose consigo la mitad de los muebles del piso. Fue uno de esos momentos en los que la vida te arrea un buen sopapo en los morros. Pero Capestan no abusaba de la autocompasión, se había ganado a pulso todo lo que le estaba pasando.



LA CANCIÓN DE LAS SOMBRAS


Decimotercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Charlie "Bird" Parker, detective privado en Maine, desde que abandonó la policía neoyorkina.

Este verano he vuelto con Charlie Parker y es que como dice Juan Carlos Galindo en El País:

" La novela negra es un género de personajes y algunos estamos enganchados a nuestros héroes de manera irremediable: forman parte de nuestra vida, año a año, les perdonamos sus pecados, rezamos para que no mueran, odiamos a sus enemigos. "
Y disfrutamos con sus hazañas que, en el caso de Parker, van más allá de lo humano.

Más de 400 páginas que he leído a "velocidad de crucero", sin prisa y sin pausa porque Connolly tiene esa virtud, tan escasa, de hacer creíble lo más increíble y contarlo muy - muy bien!!!
Seguramente no es la mejor de la serie (es que las hay muy buenas) pero me ha gustado mucho!!!
Sobre el argumento, no voy a decir nada, la portada ya dice mucho, y a Connolly hay que leerle!!!

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Viejas atrocidades están a punto de desvelarse, y viejos pecadores serán capaces de matar para ocultar sus pecados.

Para recobrar fuerzas, Parker se ha retirado a Boreas, una pequeña localidad de Maine. Allí traba amistad con una viuda llamada Ruth Winter y con su joven hija, Amanda. Pero Ruth tiene secretos. Se oculta de su pasado, y las fuerzas que la asedian se remontan a lo sucedido durante la segunda guerra mundial en el pueblo de Lubsko, en un campo de concentración que no se parece a ningún lugar del mundo. Viejas atrocidades están a punto de desvelarse, y viejos pecadores serían capaces de matar para ocultar sus pecados. Ahora Parker está a punto de poner en riesgo su vida para defender a una mujer a la que apenas conoce, una mujer que lo teme a él casi tanto como a aquellos que la acechan a ella. Los enemigos de Parker lo creen vulnerable. Temeroso. Solitario. Se equivocan. Parker no tiene miedo, y no está en absoluto solo. Porque algo está emergiendo de las sombras…

La canción de las sombras (fragmento)

1
Muerto el invierno y agonizante la primavera, el verano acechaba entre bastidores.

Poco a poco el pueblo de Boreas iba cambiando: se abrían y limpiaban los apartamentos de temporada, la heladería reponía existencias, y las tiendas y restaurantes se ponían a punto para la llegada de los turistas. Hacía sólo seis meses, los propietarios habían estado contando los ingresos para hacerse una idea de cuánto tendrían que apretarse el cinturón para sobrevivir. Cada año parecía dejarles un poco menos en los bolsillos y provocaba el mismo debate al final de la temporada: ¿seguimos o vendemos? Ahora, los que se habían quedado volvían a la brega, pero ni siquiera se podía palpar todavía el moderado optimismo de años anteriores, y había quienes murmuraban que se había ido para no volver. Tal vez la economía mejorara, pero Boreas estaba estancado, sumido en una decadencia imparable: una muerte lenta y costosa que se iba llevando la vida a pedazos. Era un pueblo agonizante, un ecosistema fallido, pero, pese a todo, muchos seguían allí, porque ¿adónde ir si no?
En Burgess Road, el Sailmaker Inn seguía cerrado; era la primera vez en setenta años que la gran dama de los hoteles de Boreas no abriría sus puertas para recibir a los visitantes estivales. La decisión de poner en venta el Sailmaker se había tomado la semana anterior. Los propietarios —la tercera generación de la familia Tabor que dirigía el hotel— habían regresado de su refugio invernal en Carolina con la intención de preparar el Sailmaker para los huéspedes, y parte del personal que contrataban para la temporada ya se había instalado en las viviendas que había al fondo de la finca. Ya se había empezado a cortar el césped y a quitar los guardapolvos de los muebles, y entonces, de la noche a la mañana, los Tabor revisaron las cuentas, decidieron que ya no podían soportar de nuevo la tensión y anunciaron que, finalmente, no reabrirían. Frank Tabor, un buen católico, dijo que tomar la decisión había sido como ir a confesarse y quitarse de encima el peso de sus pecados. Por fin podía irse en paz y dejar de agobiarse.

SOL DE MAYO


Cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por Rocco Schiavone,  subjefe de policía en la Brigada Móvil de Aosta, en los Alpes italianos.

Cuarta y última, por ahora, novela protagonizada por Rocío Schiavone, ese policía italiano colérico, maniático, fuera y guapo (o así me lo imagino).
Corrección urbanística mezclada con venganza y delitos del pasado que vuelven para amargar la vida a los implicados.....
Final que "anuncia" la próxima novela.
La espero!!!!

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Unos días después de haber liberado a Chiara Berguet, el subjefe Rocco Schiavone se encuentra muy afectado por un hecho que no le desearía a nadie: la muerte, en su propia casa, de la compañera de un amigo de Roma, acribillada con balas que iban destinadas a él. Pero cuando la depresión amenaza una vez más con doblegarlo, Rocco echa mano del mejor recurso que conoce para combatirla: expresar su ira contra todo el mundo, transmutada en una ironía capaz de herir más hondo que una navaja. Por fortuna, los agentes de la comisaría de Aosta, que están aprendiendo a convivir con la coraza de espinas que recubre el corazón malherido de su jefe, saben tomárselo con filosofía y aguantar el chaparrón. Así que, cuando Rocco sale del pozo, lo animan a emprender la búsqueda del asesino, que, al discurrir entre Roma y Aosta, se convierte en una dolorosa exploración de su pasado, un viaje en el tiempo que es como una herida abierta sobre una llaga que sigue sangrando. Y por si fuera poco, el caso de otro finado, al que en un principio se había dado carpetazo como víctima de un infarto, aterriza sobre su mesa para avivar su irritación. Y con él, un nuevo viaje, en esta ocasión al sector más acomodado de la ciudad, el de los que están fuera de toda sospecha, los que creen que pueden disponer de la vida humana como si de un peluche se tratara.
Cuarta novela de la serie protagonizada por el subjefe Rocco Schiavone, un policía políticamente incorrecto donde los haya. En paralelo a los diversos casos se desarrolla, en realidad, un único relato: el de la vida de un hombre que choca contra la corrupción impune e invasiva de los privilegios sociales, contra el desencanto absoluto de la Italia de hoy. Un personaje de una verdad y una profundidad tales que da la impresión de tener vida propia.
Sol de Mayo (fragmento)

LUNESLA SOMBRA DE LA 'NDRANGHETA TRAS LOS EXTORSIONADORES DE AOSTA
Prestaban dinero a empresarios y particulares con unos intereses desorbitados, para más tarde apoderarse de parte de sus bienes y cuentas bancarias. Ésta era la actividad de Domenico Cuntrera, oriundo de Soverato, con antecedentes penales, al que la policía ha arrestado gracias a las investigaciones sobre el homicidio de Cristiano Cerruti, mano derecha del constructor Pietro Berguet, presidente de Edil.ber.
El jefe superior de policía Andrea Costa afirmó durante la rueda de prensa: «Gracias a las concienzudas investigaciones de mis hombres, hemos llegado al corazón de la organización, pero no puedo profundizar en el tema porque estamos convencidos de que no es más que la punta del iceberg.»
«Las organizaciones mafiosas llevan años radicadas en esta región, no podemos negarlo, y me atrevería a decir que este último episodio desenterrado por la jefatura de Aosta supone la prueba definitiva», comentó el comandante de los carabineros Gabriele Tosti, de la Dirección de Investigación Antimafia de Turín.
«Estamos ante un ataque contra la parte sana de este país. Haríamos bien en no dejar a nuestros emprendedores a merced de estas organizaciones mafiosas», afirma el juez Baldi desde la fiscalía.
Domenico Cuntrera, arrestado por el asesinato de Cristiano Cerruti, fue detenido en la frontera suiza tras abandonar precipitadamente la pizzería Posillipo, el establecimiento que regentaba en Aosta. En manos del homicida — vinculado con toda seguridad a un clan mafioso— , se hallaron numerosos documentos que ya están siendo examinados por los investigadores. La detención de este individuo podría ser el primer éxito verdadero del Estado en su lucha contra la delincuencia organizada en nuestro territorio.
Giampaolo Gagliardi

Rocco experimentó una vaga satisfacción al constatar que su nombre no aparecía en el artículo. Pero eso no bastó para aliviar su estado de postración. Llevaba tres días sin salir.

sábado, 20 de enero de 2018

AGATHA RAISIN Y EL VETERINARIO CRUEL


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Agatha Raisin, mujer de mediana edad que se ha "retirado" a un cottage en las Midlands (Reino Unido) donde ejerce de detective aficionada.

Nueva aventura de la detective Agatha Raisin en su pueblo de los Costwolds, humor británico en un pueblo que recuerda a los de Agatha Christie.
Vecinos ultrabritánicos, crímenes en la comunidad y una detective aficionada, regordeta e irascible que se gana al pueblo a pesar de sus métodos. Historia de amor en ciernes y un veterinario que odia a los perros y a los gatos.
Deliciosa!!!

Sinopsis (Ed. Círculo de Lectores)
No es simpática pero te hará reír, no es detective pero es capaz de resolver un asesinato si se lo propone. A sus cincuenta y tantos, Agatha Raisin se las ingenia bien para sobre­vivir al aburrimiento de una campiña inglesa…
Con un chasco. Así empieza la última aventura de Agatha Raisin: se ha ido a las Bahamas persiguiendo a su adorado James Lacey, pero resulta que él, quizá para esquivarla, no está en las Bahamas, sino más bien en El Cairo. ¿En qué momento se le ocurrió a la pobre Agatha dejar Londres por una vida insulsa y sin hombres en la campiña inglesa? La llegada al pueblo de un joven veterinario suscita el interés de muchas mujeres de mediana edad… y también el espíritu competitivo de Agatha, que no dudará en llevar a su gata (sana) para que la visite. Nuestra heroína no se irá con las manos vacías, y con­seguirá que el veterinario la invite a cenar. ¿Despertará ese logro la envidia de sus competidoras? ¿Podrá provocar los celos de James Lacey? Agatha apenas puede saborear las mieles de su modesto triunfo: el veterinario aparece muerto en acto de servicio, justo cuando se disponía a operar a un caballo. Convencida de que se trata de un asesinato, Agatha embaucará a James Lacey para que la acompañe en sus hazañas detectivescas…
«La heroína imperfecta de M. C. Beaton es una joya.»  Publishers Weekly

Agatha Raisin y el veterinario cruel (fragmento)

UNOAgatha Raisin llegó al aeropuerto de Heathrow de Londres con la piel bronceada y un rubor de vergüenza interior. Mientras empujaba su equipaje hacia la salida, se sentía una completa idiota. Acababa de pasar dos semanas en las Bahamas persiguiendo a su apuesto vecino, James Lacey, que había insinuado que se iba de vacaciones al hotel Nassau Beach, ubicado en esas islas. Cuando iba detrás de un hombre, Agatha era tan implacable como lo había sido en los negocios. Se había gastado
una considerable suma de dinero para hacerse con un fondo de armario fascinante, había puesto todo su empeño en adelgazar y poder lucir en biquini su rejuvenecida figura de mujer de mediana edad, pero una vez allí, ni rastro de James Lacey. Alquiló un coche y recorrió los demás hoteles de la isla, en vano. Incluso llamó al Alto Comisionado Británico con la esperanza de que tuvieran noticia de él. Unos días antes de su regreso, había puesto una conferencia a Carsely, la localidad de los Costwolds donde vivía, para hablar con la esposa del vicario, la señora Bloxby, y finalmente se había atrevido a preguntar por el paradero de James Lacey.

viernes, 19 de enero de 2018

EL SILENCIO ES UN PEZ DE COLORES


No sé qué tiene Annabel Pitcher que sus novelas siempre me conquistan. He leído El silencio es un pez de colores, casi de un tirón, y me ha dejado, como siempre, una sensación agridulce.
La protagonista de esta novela es una jovencita de 15 años, Tess, que entra en crisis tras un descubrimiento inesperado que hace que su frágil mundo adolescente se venga abajo.
Pitcher es capaz de transmitir, con lenguaje sencillo y elegante, el torbellino de sentimientos que gobiernan la adolescencia y hace de chicos y chicas frágiles barcos a merced de cualquier vendaval....
Me ha gustado mucho!!!

Sinopsis (Ed. Siruela)
¿Es posible seguir adelante cuando 617 palabras escritas en un blog desmontan tu vida por completo? ¿Cómo pides ayuda si sientes que tu voz ya no te pertenece?
Tess siempre se ha sentido fuera de lugar, y la noche en que lee por casualidad lo que su padre ha escrito en una inesperada página web, comprende definitivamente que nunca conseguirá encajar en ninguna parte. Su silencio y un pez de colores serán sus mejores aliados en la nueva vida que tendrá que empezar a construirse; por no hablar perderá a su mejor amiga, encontrará a una nueva alma gemela y aprenderá una lección fundamental: el silencio es muy poderoso, pero las palabras lo son aún más.
En esta emotiva y maravillosamente escrita novela, narrada desde la perspectiva de una joven de quince años que intenta encontrar su lugar en el mundo, la exitosa autora de Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea y de Nubes de kétchup explora de manera tierna y original cuestiones como la identidad, la comunicación y la importancia de las siempre complejas relaciones familiares.
El silencio es un pez de colores (fragmento)

Capítulo 1En internet tiene que haber alguna lista de qué comprar en caso de querer irte de casa, pero mi teléfono, como de costumbre, está muerto. Juraría que siempre decide apagarse en el momento en el que las cosas se ponen feas. Ahora lo llevo grogui en el bolsillo y no puedo buscar una lista de artículos indispensables para la vida del fugitivo, aunque una linterna infantil con forma de pez de colores me parece una elección muy sensata. Tiene una pinta bastante simpática con esa carita naranja y, sin duda, un amigo me vendría de perlas ahora mismo, así que a la cesta que va. Desde allí me observa con unos ojitos negros y brillantes mientras cojo tampones, pañuelos, dos chocolatinas y una revista.
El trayecto en tren desde Manchester a Londres dura dos horas, así que voy a necesitar algo para leer y para ocultarme porque, conociendo mi suerte, Jack llamará a la policía en cuanto me eche en falta y, para cuando llegue a la estación Euston, habrá fotos mías empapelando las paredes de los servicios con un letrero que diga «Encuentren a mi Tessie-T» en fuente negrita extragrande.
No nos engañemos, Jack no es el tipo de persona que le hace ascos a un buen drama, y que tu hijo desaparezca debe de ser lo peor que le puede ocurrir a un padre. Cuando pienso en ello me dan ganas de tirar la cesta y correr de vuelta a casa, de manera que tengo que recordarme a mí misma que mi supuesto padre es ahora, y desde que vi lo que vi en su ordenador, mi enemigo número uno. Sin embargo, me duele en el alma imaginarme la expresión de su cara, con la mirada fija en mi cama vacía y en el nórdico de Star Wars. Lo compré el año pasado fingiendo que se trataba de una sarcástica declaración de intenciones, cuando en realidad lo hice porque quería dormir con Luke Skywalker. Como para no querer, viendo cómo maneja su espada láser...