domingo, 14 de enero de 2018

BERTA ISLA


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 19 de Noviembre de 2017
Berta Isla – Javier Marías
Pues como en casi todos los libros que acabo y me dejan buen sabor de boca, me gusta dejar esos sabores por escrito....
Ni que decir tiene que el autor ya por sí mismo es una garantía. Y como siempre una narración compleja, donde hay un poco de todo.
Podemos decir que es una red de espionaje, donde se engarzan trozos de ensayo, de filosofía, de viejos clásicos, de temas actuales, pasados. Nada falta en esta historia.
No es difícil de leer, ni te pierdes en la trama, pero tampoco sabes cómo seguirá. Es como si te plantearas tu vida con una serie de posibilidades y vas pasando de unas a otras , según qué carta te toque jugar.
Vas descubriendo sentimientos, posturas frente a ellos, que de antemano jamás pensaste que podrías adoptar, o quizás sí , pero no de la manera en que lo haces.
He leído muchos libros del Marías, pero en este, borda el personaje principal, que además siendo mujer, me parece magistral la forma de desarrollarlo.
Y hay momentos en los que más que leer, es como si vieras trozos de películas, te mete en ambientes y épocas como si las vieras en “cinemascope”. Aparte de recordarte episodios quizás olvidados de épocas pasadas.
Me ha parecido muy buena y he disfrutado de lo lindo con su lectura.
Dejo una frase de las miles que me gustaría haber apuntado:
“…mucho hay que haber perdido antes de renunciar a lo que se tiene, más aún si lo que se tiene responde a un propósito antiguo, a una determinación con elementos de obstinación. Uno va reduciendo sus ímpetus y sus expectativas, se va conformando con versiones deterioradas de lo que quiso alcanzar o creyó haber alcanzado, en todas las fases de la vida se admiten rebajas y desperfectos, se van dejando de lado exigencias: ‘Está bien, esto no ha podido ser’, se reconoce uno; ‘pero todavía queda bastante, todavía compensa y es posible disimular, peor sería que no hubiera nada y se hubiera ido todo al traste’..”


A continuación la opinión de LIBROS acerca de esta magnífica novela de mi admirado Javier Marías:

Otra vez Javier Marías ha vuelto a conseguirlo, me ha tenido absorta con su prosa magnífica, con su pensamiento luminoso, con una historia redonda de una mujer que espera, de una mujer que ama, de una figura femenina que perdurará en la historia de la literatura.
Espías, amor y desamor en más de 500 páginas que he devorado con el ansia de la lectora impenitente que soy y con el encantamiento que produce la buena literatura.
Sin tregua y sin ganas de terminar la lectura, que es lo mejor que se puede decir de un libro.
Muy recomendable!!!

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
MEJOR LIBRO DEL AÑO SEGÚN BABELIA (EL PAÍS)
Seleccionado entre los mejores libros del año en ABC Cultural y La Vanguardia
Recomendado entre los libros del año por El Periódico y La Razón
Un día cualquiera, «un día estúpido», condicionará el resto de su existencia.
La envolvente y apasionante historia de una espera.
«Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido. A veces creía que sí, a veces creía que no, y a veces decidía no creer nada y seguir viviendo su vida con él, o con aquel hombre semejante a él, mayor que él. Pero también ella se había hecho mayor por su cuenta, en su ausencia, era muy joven cuando se casó. »
Muy jóvenes se conocieron Berta Isla y Tomás Nevinson en Madrid, y muy pronta fue su determinación de pasar la vida juntos, sin sospechar que los aguardaba una convivencia intermitente y después una desaparición. Tomás, medio español y medio inglés, es un superdotado para las lenguas y los acentos, y eso hace que, durante sus estudios en Oxford, la Corona ponga sus ojos en él. Un día cualquiera, «un día estúpido» que se podría haber ahorrado, condicionará el resto de su existencia, así como la de su mujer.
Berta Isla es la envolvente y apasionante historia de una espera y de una evolución, la de su protagonista. También de la fragilidad y la tenacidad de una relación amorosa condenada al secreto y a la ocultación, al fingimiento y a la conjetura, y en última instancia al resentimiento mezclado con la lealtad.
O, como dice una cita de Dickens hacia el final del libro, es la muestra de que «cada corazón palpitante es un secreto para el corazón más próximo, el que dormita y late a su lado». Y es también la historia de quienes quieren parar desgracias e intervenir en el universo, para acabar encontrándose desterrados de él.

Berta Isla (fragmento)

Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido, de manera parecida a como no se sabe, en la duermevela, si se está pensando o soñando, si uno aún conduce su mente o la ha extraviado por agotamiento. A veces creía que sí, a veces creía que no, y a veces decidía no creer nada y seguir viviendo su vida con él, o con aquel hombre semejante a él, mayor que él. Pero también ella se había hecho mayor por su cuenta, en su ausencia, era muy joven cuando se casó.
Estos eran los mejores periodos, los más tranquilos y satisfactorios y mansos, pero nunca duraban mucho, no es fácil desentenderse de una cuestión así, de una duda así. Lograba dejarla de lado durante unas semanas y sumergirse en la impremeditada cotidianidad, de la que gozan sin ningún problema la mayoría de los habitantes de la tierra, los cuales se limitan a ver empezar los días, y cómo trazan un arco para transcurrir y acabarse. Entonces se figuran que hay una clausura, una pausa, una división o una frontera, la que marca el adormecimiento, pero en realidad no la hay: el tiempo sigue avanzando y obrando, no sólo sobre nuestro cuerpo sino también sobre nuestra conciencia, al tiempo le trae sin cuidado que durmamos profundamente o estemos despiertos y alerta, que andemos desvelados o se nos cierren los ojos contra nuestra voluntad como si fuéramos centinelas bisoños en esos turnos nocturnos de guardia que se llaman imaginarias, quién sabe por qué, quizá porque luego le parece que no hayan tenido lugar, al que se mantuvo en vigilia mientras dormía el mundo, si consiguió mantenerse en vigilia y no ser arrestado, o pasado por las armas en tiempo de guerra. Una sola cabezada invencible y por su causa se encuentra uno muerto, o es dormido para siempre. Cuánto riesgo en cualquier cosa.
Cuando creía que su marido era su marido no estaba tan sosegada ni se levantaba de la cama con demasiadas ganas de iniciar la jornada, se sentía prisionera de lo largamente aguardado y ya cumplido y no más aguardado, quien se acostumbra a vivir en la espera nunca consiente del todo su término, es como si le quitaran la mitad del aire. Y cuando creía que no lo era pasaba la noche agitada y culpable, y deseaba no despertarse, para no hacer frente a los recelos hacia el ser querido ni a los reproches con que se castigaba a sí misma.

LAS GARRAS DE LA MUERTE


Séptima entrega de la serie de novelas protagonizadas por comisario de policía en el Departamento de Investigación Criminal de Brighton y Hove, Sussex, Inglaterra.

Un incidente fortuito puede cambiar nuestras vidas....Roy Grace y la Mafia una combinación letal que llevará la investigación hasta sus últimas consecuencias, mientras en la oscuridad, fuerzas malignas acechan....
No son novelas de gran calidad, pero enganchan de lo lindo y el detective se "hace querer" por ingenuo y bonachón.
Otros personajes están todavía "en pañales", pero sólo me queda una entrega publicada en castellano y luego...., habrá que esperar.
Seguro que aparece algo nuevo para la "faceta entretenimiento"

Sinopsis (Ed. Roca)
Carly Chase está todavía traumatizada por el accidente de tráfico que tuvo hace unos diez días y en el que resultó muerto un estudiante de la universidad de Brighton.
Es entonces cuando recibe una noticia que pondrá del revés toda su existencia: los conductores de los otros vehículos involucrados en el accidente han sido encontrados torturados y asesinados.
Roy Grace de la policía de Sussex advierte a Carly de la seriedad del peligro en el que se encuentra, porque ella podría ser la siguiente. La mujer, aterrorizada, no sigue el consejo de la policía de esconder su identidad y ponerse a salvo y decide que si nadie puede ayudarla, es ella misma la que tiene que protegerse.
Lo que desconoce, es que el asesino se ha anticipado y la observa, espera y se prepara.

Las garras de la muerte (fragmento)

1La mañana del accidente, Carly había olvidado poner el despertador y se había dormido. Se levantó con una buena resaca, un perro mojado aplastándola y un repiqueteo demencial de tambores y címbalos procedente de la habitación de su hijo. Y para acabar de rematar aquel sombrío panorama, afuera llovía.
Se quedó inmóvil un momento, ordenando sus ideas. Tenía una cita con el podólogo para tratarse un doloroso callo y un cliente que aborrecía se presentaría en su oficina dentro de poco más de dos horas. Tenía el presentimiento de que iba a ser un día para olvidar, de esos que van de mal en peor. Como aquel estruendo.
—¡Tyler! —gritó—. ¡Por el amor de Dios, para eso! ¿Estás listo?
Otis bajó de la cama de un salto y se puso a ladrar furiosamente a su reflejo en el espejo de la pared. El ruido de tambores paró. Fue al baño trastabillando, encontró el paracetamol y se tragó dos comprimidos sin agua.
«No soy un ejemplo estupendo para mi hijo, que digamos —pensó—. Ni siquiera soy un buen ejemplo para mi perro».
Como si la oyera, Otis respondió colándose en el baño con la correa entre los dientes y una expresión de impaciencia en los ojos.
—¿Qué hay de desayunar, mamá? — gritó Tyler.

LOS CASOS DEL DETECTIVE KOGORO AKECHI



Hace tiempo que tengo claro que me resulta bastante difícil conectar con la literatura japonesa, creo que el gap cultural es tan grande que me resulta casi imposible salvarlo pero, aun así, lo intento y lo intento....
Edogawa Rampo (pseudónimo que recrea el nombre de Edgar Allan Poe pronunciado a la japonesa) fue un novelista y crítico literario japonés, de gran prestigio en su país y menos conocido en occidente que vivió hasta mediados del siglo pasado y creo el personaje protagonista de esta novela, el detective aficionado Kogoro Akechi. Con este personaje el escritor publicó 21 novelas, entre 1925 y 1955 y......, el tiempo no pasa en vano, esta que he elegido me ha resultado anticuada e incluso, un tanto, aburrida; es la primera de la serie y se publicó en 1925, los tres casos que la componen no tienen ningún interés para mi, y esa forma de resolverlos, casi por "inspiración divina" les resta intriga, las tramas son artificialmente complejas y el ritmo narrativo casi inexistente.
Creo que no repetiré.
Y no puedo recomendar esta obra.

Sinopsis (Ed. Satori)
Una antología de misterio, crimen y suspense protagonizada por el detective más célebre de todo Japón y verdadero icono de la novela policíaca japonesa.
Kogoro Akechi no solo es el personaje más popular surgido de la inventiva de Edogawa Rampo sino, además, el investigador privado más ubicuo de la cultura popular japonesa. Su brillante ingenio y extraordinaria capacidad deductiva le permiten desentrañar los casos más inverosímiles y los crímenes más truculentos. La mirada de Akechi va siempre más allá de las apariencias y su mente analítica no pasa por alto el más mínimo detalle, hallando siempre la verdad por muy oscura que esta sea. En este recopilatorio de tres de sus primeros casos, Akechi se enfrenta a un asesino que parece haberse esfumado de la escena del crimen, a un sospechoso fantasma que hace la vida imposible a un importante empresario y, finalmente, al más terrible de los criminales: un vengativo enano que, despreciado por las mujeres debido a su espantosa deformidad, idea un truculento plan para saciar sus apetitos sexuales.

Los casos del detective Kogoro Akechi (fragmento)

Primera parte: Los hechos

Aquello ocurrió una noche de bochorno a principios de septiembre. Como de costumbre, yo estaba tomando un café con hielo en la cafetería Shiraumeken, situada a mitad de la Cuesta D. Por entonces acababa de graduarme en la universidad y aún no había encontrado empleo, así que pasaba los días ocioso leyendo en mi pensión y, cuando me cansaba de leer, salía a dar un paseo sin rumbo o me dedicaba a ir de cafetería en cafetería, entretenimiento que no me suponía mucho gasto. Como Shiraumeken quedaba cerca de mi pensión, además ser un lugar de paso hacia cualquier punto importante de la ciudad, frecuentaba esta cafetería más a menudo que ninguna otra. Pero tenía la mala costumbre de pasarme allí horas y horas sentado a la misma mesa. Fácilmente podía quedarme una o dos horas mientras tomaba unas tazas del café más barato sin pedir nada de comer porque soy de poco apetito, aunque, a decir verdad, también era porque andaba escaso de dinero. Que me pasara las horas muertas en la cafetería Shiraumeken, tampoco se debía a que me sintiera atraído por alguna camarera en particular ni para tontear con ellas. Simplemente me encontraba a gusto en ese ambiente alegre y relajado. Esa noche me senté a la mesa de siempre, junto a la ventana que daba a la avenida, y estuve mirando fuera distraídamente mientras me tomaba un café con hielo, deleitándome en esta simple ocupación unos diez minutos.

jueves, 11 de enero de 2018

CRÓNICAS DE MOTEL


En el aniversario del nacimiento de nuestro añorado Sam Shepard, recomendamos su libro Crónicas de Motel y para "abrir boca", un cuento de los que integran la colección.
Buenas noches.
https://narrativabreve.com/2013/11/cuento-sam-shepard-avion.html

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Las carreteras, los coches, la soledad y la aventura empapan estas "Crónicas de motel", un libro de «historias rotas», fragmentos autobiográficos, relatos y poemas admirablemente servidos por una escritura rápida y escueta.

Crónicas de Motel (fragmento)
"Estaba prácticamente a mitad de camino entre San Francisco y Los Angeles. Parqueó el camión en la suave orilla de la Highway 5, pasó arrastrándose por debajo de una alambrada y se dirigió al pastizal de Harris. Más allá de los corrales encontró un campo abierto y se sentó en el centro con las piernas cruzadas. El áspero olor a ganado le inundó el pecho. El sol estaba poniéndose justo entonces tras los cerros de Coalinga, y dos anchas fajas de nubes anaranjadas se extendían por encima del Central Valley como un par de inmensas alas de halcón. Quería hablar consigo mismo pero se lo impidió la quietud del espacio. Se quedó escuchándolo. Un ave de rapiña nocturna. Mugido de reses. El bello gemido de un diesel Kenworth. Imaginó las dos ciudades simultáneamente, como si colgaran de los brazos extendidos de las nubes anaranjadas. Suspendidas. La pequeña San Francisco oscilando al norte: inocente, rica y un poco boba. Al sur, la reptante y demente serpiente de Los Angeles. Con su colmilluda boca abierta de par en par, los ojos encendidos, paralizada en un ataque de pura paranoia. Aquí es donde debía estar, pensó. Justo aquí. En medio. Aplastado sobre la panza de California, en un lugar desde el que podía verlas a las dos desde lejos. Podía vivir en los intestinos de este valle, y dedicarse a espiar el cerebro y los genitales. Un plan inútil. Las cosas empezaban a jalarle en ambas direcciones. Ya estaba en movimiento cuando sólo buscaba la quietud. Una enorme mano tiraba de él desde su espalda. Una mano sin cuerpo. Le jaló hacia arriba, remontándolo a muchas millas de altura por encima de la carretera. No resistió. Ya no tenía miedo de caerse. La mano penetró limpiamente a través de su espalda y se dirigió directamente al corazón. Se lo agarró. Sin apretarlo. Era un contacto de amor puro. Dejó que su cuerpo cayera y lo vio rebotar contra el suelo sin esperanza. Su corazón permaneció en lo alto, encogido en la palma de un gigantesco puño. "


LA ISLA DE LAS MIL HISTORIAS


Un cuentito, escrito por una de esas inglesas a las que les fascina todo lo mediterráneo, tiene aires de Agnello-Hornby pero sin la profundidad que esta imprime a sus personajes.
Entretenida, ligera, previsible y "olvidable"; para pasar un rato alejada de la realidad.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Una pequeña isla perdida en el Mediterráneo, entre Sicilia y el norte de África, es el escenario imaginado por Catherine Banner para desarrollar esta cautivadora alegoría sobre la radical transformación de Europa durante los últimos cien años. La historia comienza con la llegada a Castellamare de Amedeo Espósito, un joven originario de Florencia que viene a ocupar el puesto de médico permanente en ese remoto peñón, donde el tiempo parece haberse detenido antes de la primera guerra mundial. Allí establecerá su hogar e iniciará una larga saga cuyos miembros, hábiles narradores de historias, transmitirán de generación en generación los secretos de la familia y los avatares de un siglo vertiginoso y convulso.
Aunque Amedeo desembarca dispuesto a realizar su tarea con seriedad y rigor, un hombre inquieto y curioso como él no puede sustraerse al hechizo de la isla. Así pues, cuando surge la oportunidad de comprar el abandonado bar del pueblo, el joven doctor ignora que aquella «casa al borde de la noche», como se la conoce por estar ubicada en un sitio impresionante frente al inmenso mar, será un punto de inflexión en su vida y se convertirá en el centro social de Castellamare. Desde ese mirador privilegiado, Amedeo y su esposa Pina, una isleña inteligente y hermosa, verán transcurrir los acontecimientos más significativos de las décadas siguientes, desde la segunda guerra mundial hasta la era de internet, el turismo de masas y la terrible crisis financiera de 2008.
Unos personajes memorables, situados en un entorno natural imponente, hacen de La isla de las mil historias una novela singular, rebosante de vitalidad y fantasía, en la que la fuerza y la fragilidad del ser humano se manifiestan en un espacio casi mítico donde se difuminan los contornos entre leyenda y realidad.

La isla de las mil historias (fragmento)

PRIMERA PARTE
EL COLECCIONISTA DE HISTORIAS 1914-1921

Hubo un tiempo en que la isla entera de Castellamare sufría la maldición del llanto. Procedía de las cuevas junto al mar, y como los isleños habían construido sus casas con esas piedras, que antaño habían sido el fuego líquido del volcán, el llanto no tardó en resonar en las paredes de todos los edificios, en reverberar en las calles. Incluso el arco de entrada al pueblo gimoteaba por las noches como una novia plantada ante el altar. Preocupados por esa maldición, los isleños discutían y peleaban entre sí. Padres en desacuerdo con sus hijos, madres enfrentadas a sus hijas, vecinos que no se hablaban; en resumen, nadie vivía en paz. La cosa siguió así durante muchos años, hasta que, un otoño, se produjo un gran terremoto. Un estremecimiento agitó el corazón de la isla, un temblor espantoso que despertó a los isleños. El terremoto sacudió con estrépito los adoquines en las calles y los platos en los armarios, y los edificios empezaron a trepidar como si fueran de requesón. Al amanecer del día siguiente, hasta la última casa se había venido abajo. Mientras las piedras caídas lloraban su pena, los isleños se
 reu nieron para decidir qué debían hacer. A la hija de un campesino, llamada Ágata, se le había aparecido la Virgen, y esa visión la llevó a concebir ideas propias
 sobre la maldición del llanto. — #La tristeza ha impregnado las piedras de la isla —#declaró#—. Debemos levantar un pueblo nuevo a partir de estas ruinas, y cuando hayamos llevado a cabo esa gran tarea, la maldición del llanto habrá desaparecido. Y así, piedra a piedra, los isleños reconstruyeron el pueblo.
De una antigua leyenda de la isla, según la primera versión que me contó Pina Vella, de cuyo testimonio dejé constancia el día de la festividad de Santa Ágata de 1914.

SALUDOS CORDIALES


RESEÑA DE CLARA GLEZ para LIBROS, 31 de Octubre de 2017

Saludos cordiales – Andrea Bajani
Dicen que cuando oyes hablar en portugués, puedes pensar que te están cantando y en cambio se están acordando de tus antepasados ..por ser fina…, en Cádiz dirían “tus castas toas”...
Pues algo así plantea esta novela. Es cortita, no por ello menos densa, y nos hace pensar, sobre los tan traídos y llevados departamentos de recursos humanos de las empresas de hoy día.
Como hay que comportarse, como hay que tratar al empleado para comunicarle que por su “bien” debe abandonar su mesa con todas sus pertenencias…eso si por su bien¡
En medio de todo esto unas historias personales entre directivos, digamos un pelín emotivas, cercanas…y en el trasfondo…La Empresa…
Y sobre todo los modales…el decirle a alguien váyase a la mierda pero con muy buena educación y con unos “saludos cordiales “que denotan el buen saber hacer en todo momento.
Puede parecer divertida, pero te deja pensando…
Sinopsis
Tras la marcha de la empresa del todopoderoso director de ventas, un gris empleado retoma uno de los más denostados cometidos de este: escribir las cartas de despido, supuestamente humanas e inspiradoras, a sus compañeros, quienes por los pasillos le llaman el Matarife mientras él recibe los elogios de una dirección demencialmente empeñada en purificar, recortar y producir.
Pero no solo retoma del exdirector su rol como liquidador..., también el de padre de sus hijos pequeños Martina y Federico, quienes trastocan sus costumbres y convicciones enseñándole los rituales tiernos y algo anárquicos de una dolorosa paternidad de emergencia. De esta forma también descubrirá que unos pocos instantes de felicidad pueden cambiar la lógica del rendimiento, los controles de calidad, los premios de productividad y la gestión de los recursos humanos.

Sinopsis (Ed. Siruela)
Una novela feroz y melancólica, un irónico abecedario de la vida empresarial, y de la vida en general.
«Estimado colega: Consiéntanos darle las gracias por la fidelidad, la entrega y el entusiasmo de los que ha hecho gala durante estos años. No le olvidaremos. Por nuestra parte, le prometemos que su vida fuera de la empresa será maravillosa. Y como usted bien sabe, no hacemos promesas que no estamos convencidos de poder mantener.Saludos cordiales» Tras la marcha de la empresa del todopoderoso director de ventas, un gris empleado retoma uno de los más denostados cometidos de este: escribir las cartas de despido, supuestamente humanas e inspiradoras, a sus compañeros, quienes por los pasillos le llaman el Matarife mientras él recibe los elogios de una dirección demencialmente empeñada en purificar, recortar y producir.Pero no solo retoma del exdirector su rol como liquidador..., también el de padre de sus hijos pequeños Martina y Federico, quienes trastocan sus costumbres y convicciones enseñándole los rituales tiernos y algo anárquicos de una dolorosa paternidad de emergencia. De esta forma también descubrirá que unos pocos instantes de felicidad pueden cambiar la lógica del rendimiento, los controles de calidad, los premios de productividad y la gestión de los recursos humanos.


Saludos cordiales (fragmento)

Cuando han convocado al director de ventas, este se ha presentado con su abogado. Hacía semanas que le daban por muerto y lo dejaban al final del pasillo maquillándose con llamadas telefónicas a los clientes. Todo está bajo control, todo va bien. Pero después le han llamado. Al pasar junto a nosotros, se ha limitado a decirnos que salía un momento, que es como decir todo está bajo control, todo va bien, aunque tenga a mi abogado esperándome fuera.
Dentro le han dicho A partir de mañana ya no trabajará usted en esta empresa, firme por favor al pie del documento, al lado de la cruz. Él mirará a su abogado con el bolígrafo en vilo sobre la hoja, y el abogado arqueará la espalda diciendo Mi cliente y tranquilizando con la mirada a su cliente, Todo está bajo control, todo va bien. Se entablará una negociación sobre el precio de sus veinte años de trabajo, sobre su valor en el mercado, sobre el futuro de sus hijos. El abogado exigirá ulteriores ceros en la cifra, enarbolándose, y repetirá Mi cliente, confiando en que una mayúscula de más pueda atemorizarles. Pero ellos sonreirán, aludirán a Su cliente como un hombre acabado, que llevaba tiempo oliendo a muerto, hasta el extremo de que sus colegas lo dejaban solo en un rincón de la oficina, vamos que ni se les pasaba por la cabeza aumentarle cero alguno. El abogado intentará inútilmente un enésimo acuerdo y ellos sonreirán de nuevo, repitiendo Su cliente, como si aquel fuera un asunto que hubiera de resolverse entre la empresa y el abogado, y no entre la empresa y el señor aquel que estaba ahí sentado.

LA CANCIÓN DE LA LLANURA


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 28 de Octubre de 2017.

La Canción De La Llanura – Kent Haruf
Me dejó cautivada con nosotros en la noche, que recomiendo leer, y más aún si se ha pasado ya el ecuador de la vida, y al recibir esta, no dude en leerla.
Estos días en los que la actualidad nos avasallaba, la leí. Deseando dejar la radio, la prensa y la Tv, ...para adentrarme en ella. Para ver que todo está escrito, que en todas partes cuecen habas, que se puede uno identificar con cualquiera que sea, allende los mares, que se pueden vivir cosas muy similares independientemente de donde estés. Que todo está escrito y que siempre hay con quien o que identificarte.
Son historias corrientes, que pueden pasar en cada pueblo o ciudad, no importa donde, historias demasiado corrientes,, pero descritas magistralmente, sin haces aspavientos, como si no pasara nada, pero en cada una de ellas podemos ver situaciones quizás demasiado familiares, al menos así me pareció a mí. Y ya entrando en el terreno de lo personal, no sé qué me dejaba más tocada…las noticias del día a día o estas historias de siempre…Quien la lea podrá quizás responder a esta pregunta…Ahí lo dejo
Sinopsis
En la pequeña comunidad de Holt, Colorado, un profesor de instituto intenta lidiar con la depresión de su esposa y sacar adelante a sus dos hijos, que empiezan a descifrar el mundo adulto. Una adolescente es expulsada de casa cuando su madre descubre que está embarazada y, gracias a una profesora, encuentra cobijo en la granja de dos viejos hermanos solteros que viven aislados cuidando de su ganado como han hecho siempre.
Las vidas de todos ellos, con sus silencios, su soledad y sus anhelos, se cruzan para construir refugios inesperados y familias excepcionales.


Y esta es la opinión de LIBROS acerca de esta maravillosa novela:

En un pueblo ficticio de la llanura de Colorado, en la Norteamérica profunda, siete personajes (aunque yo diría ocho) tratan de vivir con su soledad, con su tristeza, con sus contradicciones. Sin amor, sin familia o con una familia rota, sobreviven buscando el calor de alguna relación que les consuele de la tristeza infinita de vivir.
Doscientas páginas desoladoras en las que sólo al final se atisba una brizna de esperanza, una ventana abierta en el alma de siete personas que sin buscarse, se encuentran para construir sobre las cenizas.
Me ha encantado y me ha entristecido.
Muy recomendable!!!

Sinopsis (Ed. Literatura Random House)
La novela más célebre del autor de Nosotros en la noche.

En la pequeña comunidad de Holt, Colorado, un profesor de instituto intenta lidiar con la depresión de su esposa y sacar adelante a sus dos hijos, que empiezan a descifrar el mundo adulto.
Una adolescente es expulsada de casa cuando su madre descubre que está embarazada y, gracias a una profesora, encuentra cobijo en la granja de dos viejos hermanos solteros que viven aislados cuidando de su ganado como han hecho siempre.
Las vidas de todos ellos, con sus silencios, su soledad y sus anhelos, se cruzan para construir refugios inesperados y familias excepcionales.
Tras el éxito internacional de Nosotros en la noche recuperamos una de las novelas más célebres de Kent Haruf, por la cual estuvo nominado al National Book Award y al Los Angeles Times Book Prize. Haciendo acopio de una prosa sobria y una aparente sencillez narrativa, Haruf ha logrado crear en el pueblo imaginario de Holt un paisaje de una particular grandeza mítica que comparte territorio geográfico y humano con Richard Ford, Annie Prouxl o Cormac McCarthy. Los protagonistas de las novelas de Haruf ponen de manifiesto la forma positiva que el autor tenía de ver el mundo, sin sentimentalismos, pero con una sabiduría y una honestidad que han calado hondo en los lectores.

La canción de la llanura (fragmento)

GUTHRIE

Ahí estaba aquel hombre Tom Guthrie junto a la ventana en la cocina de su casa en Holt fumando y mirando la extensión de terreno por la que empezaba a asomar el sol. Cuando el sol alcanzó la parte alta del molino, observó cómo las aspas de acero y la veleta que había en lo alto de la estructura de madera se teñían de un rojo cada vez más intenso. Después apagó el cigarrillo y fue al piso de arriba y pasó por delante de la puerta cerrada tras la cual yacía ella, dormida o no, a oscuras en el cuarto de invitados, y siguió por el pasillo hasta la habitación acristalada que había encima de la cocina y en la que estaban los dos niños.
La habitación era un antiguo porche cerrado, amplio y diáfano, con ventanas sin cortinas en tres de las paredes y el suelo de madera de pino. Al fondo, bajo las ventanas que daban al norte, ellos seguían dormidos en la misma cama, acurrucados, aunque el otoño acababa de empezar y todavía no hacía frío. Llevaban un mes entero durmiendo en la misma cama y ahora el mayor tenía un brazo estirado sobre la cabeza de su hermano como si quisiera protegerle de algo y salvarse así los dos. Tenían nueve y diez años y el pelo castaño y las caras infantiles y las mejillas tan puras y entrañables como las de una niña.
Fuera se levantó un viento de poniente y la veleta se movió con el aire y las aspas del molino giraron en un zumbido rojo, pero el viento amainó y las aspas se movieron más despacio y dejaron de girar.
Ya es hora de levantarse, dijo Guthrie.
Todavía en albornoz, se quedó mirando a los niños a los pies de la cama. Era un hombre alto con gafas y el pelo negro y escaso. El mayor retiró el brazo y los dos se hundieron bajo las sábanas. Uno de ellos suspiró con placer.