viernes, 24 de noviembre de 2017

TE LLEVARÉ CONMIGO


RESEÑADO por Gloria González para LIBROS,  el 28 de Enero de 2014.
Me gustan mucho los autores del estilo de Niccoló Ammaniti, que cuentan muy bien las historias, o sea que son buenos narradores. Esos que no te exigen un gran esfuerzo intelectual en sus obras, en los que todo parece sencillo, desde el lenguaje hasta la trama, aunque sean dos y paralelas. Los que consiguen que visualices escenas que te dejan el corazón en un puño y al paso siguiente te asome una sonrisa.
Me lo encontré en "No tengo miedo" y me ganó, y eso que el final ya lo había leído en otra novela. Ahora leo "Te llevaré conmigo" y busco tiempo como sea para seguir leyendo.

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Ischiano Scalo, un pueblecito de cuatro casas junto a una marisma llena de mosquitos, es el escenario en que se desarrollan dos tormentosas historias de amor. Una es la de Pietro y Gloria, dos chiquillos; ella es hija de un director de banco; él, de un pastor psicópata; ella es guapa, segura y algo arrogante; él, tímido, irresoluto, soñador. Y, a pesar de todo, un extraño sentimiento, que se parece curiosamente al amor, los atrae. La otra historia es la de Graziano Biglia, un playboy venido a menos que ha regresado a Ischiano tras años de ausencia y que se enamora de Flora, una mujer sola y misteriosa con la que todo el mundo guarda distancias en el pueblo...

Te llevaré conmigo (fragmento)

“A Pietro no le gustaba jugar al baloncesto, ni al voleibol, y aún menos al fútbol. No es que no lo hubiese intentado. Ya lo creo que lo había intentado, pero entre la pelota y él debía de haber un problema de incomprensión. Él quería que la pelota hiciera algo, y ella hacía justamente lo contrario. Según Pietro, cuando comprendes que hay un problema de incomprensión entre algo y tú, es mejor dejarlo. Además le gustaban otras cosas. Por ejemplo la bicicleta. Y le encantaban los animales. No todos. Algunos. Los que la gente dice que son asquerosos le gustaban muchísimo. Culebras, ranas, salamandras, insectos, esa clase de animales”.

EL ARTE DE CONDUCIR BAJO LA LLUVIA


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 5 de Octubre de 2014.
El mundo de las carreras automovilísticas no me mueve un pelo. No me excita, no me atrae, no me parece glamuroso ni nada de nada. Una parte del libro me la perdí en ese desencanto.
Y otra parte me lo perdí en que a mi los libros de superación personal me resultan un poco tediosos. Y aunque el perro que narra la historia me cae bien, la historia ...en sí, no tanto.
No me aburrió, se deja leer, pero yo me esperaba un super libro cuando lo compré.
Lo que no deja de asombrarme en la literatura es lo increíblemente caros que resultan ser los abogados de familia.
Si no fuera spoiler diría cuanto cobramos en Uruguay por un caso como el del libro.
Porca miseria, ser abogada justo acá.

Sinopsis (Ed. Suma de Letras)
En Mongolia, cuando un perro muere es enterrado en lo alto de la montaña para que nadie pueda pisar su tumba. El dueño del perro le susurra al oído que desea que se reencarne, en su próxima vida, en un hombre. Hasta entonces, el alma del perro es libre de vagar por la tierra y sus paisajes, durante el tiempo que quiera. Sólo algunos perros se reencarnan en hombres, únicamente los que están listos para ello. Yo estoy listo.
Esto lo aprendí viendo un programa de National Geographic en la televisión, así que debe de ser verdad. Vivo con Danny, y he aprendido tanto de él... he aprendido los principios para ser un buen piloto de carreras. Equilibrio, anticipación, paciencia. Éstas son lecciones muy importantes, tanto para la vida como para una pista de carreras. Danny es un verdadero campeón, aunque no todos lo vean así, porque Danny tiene responsabilidades. Tiene a su hija Zoë, y tiene a su esposa Eve. Y me tiene a mí.
Lo que más me gusta es correr por la hierba con la cabeza baja, sintiendo cómo las gotas de agua del rocío me salpican la cara. Me gusta correr y sentir todos los olores, toda la vida. Cuando yo regrese a este mundo voy a volver como un hombre, y voy a caminar entre vosotros. Voy a estrechar vuestras manos. Y cuando vea a un hombre, o a una mujer, o a un niño en problemas, voy a ofrecerle mi mano, a él, a ella, a ti. Al mundo. Voy a ser un buen ciudadano, un buen amigo en el camino de la vida que todos compartimos.
Mi nombre es Enzo. Y ésta es mi historia...

El arte de conducir bajo la lluvia (fragmento)

Capítulo

1

Los gestos son lo único que tengo; en ocasiones, deben ser exagerados. Y si bien a veces me paso de la raya y me pongo melodramático, es porque debo hacerlo para comunicarme de forma clara y efectiva. Para que se entienda lo que quiero decir sin que quepan dudas: no tengo palabras a las que recurrir, porque, para mi gran disgusto, mi lengua tiene un diseño largo, plano y suelto, y por lo tanto es una herramienta horriblemente ineficaz para mover la comida en la boca mientras mastico, y aún menos útil para emitir inteligentes y complicados sonidos silábicos que se puedan enlazar para formar palabras y oraciones. Y por eso estoy aquí, aguardando a que Denny regrese a casa —debería llegar pronto—, tendido sobre las frescas baldosas del suelo de la cocina, sobre un charco de mi propia orina.
Soy viejo, y aunque puedo llegar a ser mucho más viejo, no es así como me quiero marchar: lleno a rebosar de medicamentos para el dolor y acribillado de inyecciones de esteroides para reducir la hinchazón de mis articulaciones. Y con la visión nublada por las cataratas. Mullidos paquetes plásticos de pañales caninos almacenados en la alacena. Estoy seguro de que Denny me compraría uno de esos carritos que he visto en las calles, los que se usan para alojar los cuartos traseros, para que los perros puedan arrastrar su propio culo cuando las cosas comienzan a fallar. Eso es humillante y degradante. No sé si es peor que disfrazar a un perro para Halloween, pero le anda cerca. Él lo haría por amor, claro. Estoy seguro de que me mantendría con vida tanto tiempo como le fuese posible, incluso si mi cuerpo se deteriora, se desintegra en torno a mí, se disuelve hasta que no me quede más que el cerebro, alimentado por cables y tubos de toda clase y suspendido en un frasco de vidrio lleno de un líquido transparente, en cuya superficie flotarían los ojos. Pero no quiero que me mantengan con vida. Porque sé lo que viene después. Lo vi en la tele. En un documental sobre Mongolia, nada menos. Fue lo mejor que he visto en televisión, después del Gran Premio de Europa de 1993, claro, la mejor carrera automovilística de todos los tiempos, en la que Ayrton Senna demostró ser un genio bajo la lluvia. Después del Gran Premio de 1993, lo mejor que vi en la tele es un documental que me lo explicó todo, me lo aclaró todo, me dijo toda la verdad: que cuando un perro termina de vivir su vida como tal, pasa a reencarnarse como humano.
Siempre me sentí casi humano. Siempre supe que en mí hay algo que me hace diferente de los demás perros. Sí, estoy metido en un cuerpo canino, pero no es más que un envoltorio. Lo importante es lo que está dentro. El alma. Y mi alma es muy humana.

UN HOMBRE LLAMADO OVE


RESEÑADO por Gissela Olaondo para LIBROS,  el 10 de Noviembre de 2014.
«¿Acaso tengo que andar todo el día sonriendo como un bobo? »
Ove no es el típico vecino con el que te apetece cruzarte en el barrio. Es un cascarrabias, un pesado que insiste hasta la exageración en mantener el orden y la disciplina, un casi sesentón solitario y resentido a quien el destino ha arrebatado demasiadas cosas. Sin embargo, en la... vida de Ove algo está a punto de cambiar. Una serie de circunstancias fortuitas van devolviéndole poco a poco la fe en el género humano. Y, al mismo tiempo, las personas que le rodean comienzan a comprender que su barrio no sería el mismo sin el gruñón de Ove. Sería un lugar más frío, menos solidario y, aunque parezca mentira, también mucho menos divertido... porque, al final, todo el mundo quiere a Ove".-

Sinopsis (Ed. Grijalbo)
Ove es un tipo peculiar, gruñón y tan obsesivo con el orden que resulta cómico. Está convencido de que la vida le ha arrebatado demasiado cosas y cuando parece que su existencia ha perdido sentido, una serie de circunstancias le devuelven la esperanza en el género humano. Una novela que hace reír y llorar con un maravilloso sentido del humor que convierte a Ove en un personaje entrañable e inolvidable. «¿Acaso tengo que andar todo el día sonriendo como un bobo?» Ove no es el típico vecino con el que te apetece cruzarte en el barrio. Es un cascarrabias, un pesado que insiste hasta la exageración en mantener el orden y la disciplina, un casi sesentón solitario y resentido a quien el destino ha arrebatado demasiadas cosas. Sin embargo, en la vida de Ove algo está a punto de cambiar. Una serie de circunstancias fortuitas van devolviéndole poco a poco la fe en el género humano. Y, al mismo tiempo, las personas que le rodean comienzan a comprender que su barrio no sería el mismo sin el gruñón de Ove. Sería un lugar más frío, menos solidario y, aunque parezca mentira, también mucho menos divertido. .. Porque, al final, todo el mundo quiere a Ove.
« Una novela irresistible que te hace sentir bien.» Café Magazine
« He quedado prendada de Ove... Este libro es un estallido de emociones. Logra enfadarte, arrancarte una sonrisa y, al momento, hacerte llorar. Un libro para todo el mundo.» P4 Västergatan
« Una historia conmovedora que provoca tantas lágrimas como risas.» Everyone
« Es una historia directa, fácil de leer y descaradamente divertida. Y con un toque de sensibilidad que te inunda los ojos de lágrimas.» Nerikes Allehanda

Un hombre llamado Ove (fragmento)

1

Un hombre llamado Ove compra un ordenador que no es un ordenador
Ove tiene cincuenta y nueve años. Conduce un Saab. Es el tipo de hombre que señala con el dedo a la gente que no le gusta más o menos como si ellos fueran ladrones y el dedo, una linterna de bolsillo de las que usa la policía. Ahora está delante del mostrador de ese tipo de tienda al que acude la gente que conduce coches japoneses para comprar cables de color blanco. Ove observa al dependiente mientras agita una caja mediana de cartón de color claro.
—A ver, ¿esto es uno de esos Aipad? —pregunta Ove con tono exigente.
El dependiente, un joven con un índice de masa corporal de una sola cifra, parece incómodo. Es obvio que está luchando por contener el impulso de arrancarle a Ove la caja de las manos.
—Sí, eso es. Un iPad. Pero la verdad, estaría bien que dejaras de moverlo así en el aire…
Ove observa la caja como si no fuera nada de fiar; como si la caja fuera en una Vespa, llevase zapatillas de deporte y lo acabase de llamar «amigo» antes de intentar venderle un reloj.

LOS REYES DE LO COOL


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 16 de Noviembre de 2014.
El título no es muy prometedor para gente como yo.
Pero al autor, después de "El poder del perro" lo tengo como uno de los buenos.
Es.
Es uno de los buenos.
Novela negra con humor inteligente.

Sinopsis (Ed. Debolsillo)
En Los reyes de lo cool, la precuela de Salvajes, Don Winslow nos presenta a Ben, Chon y O (Ofelia), tres amigos que viven a tope en Laguna Beach. Estamos en 2005, al sur de California. Chon es un tipo duro, marine de profesión, que espera ser enviado a Irak en cualquier momento; Ben es un pacifista acérrimo defensor del medio ambiente, y O es la amante de los dos. Con las semillas que Chon trae de Afganistán y los conocimientos en biología de Ben, los dos jóvenes montan un floreciente negocio de cultivo y venta de marihuana. A partir de entonces se verán envueltos en problemas con un cártel mexicano que pretende chantajearlos. Por otro lado, Winslow también nos transporta a finales de los sesenta para explicarnos la vida de esas generaciones anteriores a los protagonistas y a través de ellas nos adentramos en una California casi mítica en la que somos testigos de los orígenes del tráfico de drogas y sus conexiones con los cárteles mexicanos.

Los reyes de lo cool (fragmento)

Es uno de sus juegos. BLO. Béisbol de Ligoteo Offline. Adivinar las preferencias sexuales de los otros en busca de un bateo sencillo, un doble, un triple o un jonrón. Es un juego cojonudo cuando estás colocado, como lo están ahora, con la sublime hierba de Ben y Chon.
(Que en realidad no es hierba, sino una mezcla hidropónica de primera a la que llaman Sábado en el Parque, porque basta darle una calada para que cualquier día sea sábado y cualquier lugar parezca el parque.)
Normalmente O es la Sammy Sosa del BLO, pero ahora, con corredores en la primera y la tercera, está a punto de ser eliminada.
–¿Y bien? –le pregunta Chon.
–Estoy esperando un buen lanzamiento –dice ella, escudriñando la playa.

Chon ha estado en Irak, ha estado en Afganistán…
… tira por lo exótico.

O señala a una hermosa muchacha del sudeste asiático, de pelo negro y reluciente, con un ajustado vestido de playa blanco.
–Ella.
–Eliminada –responde Chon–. No es mi tipo.
–¿Cuál es tu tipo? –pregunta O, frustrada.
–Bronceada –responde Chon–, delgada, rostro dulce, ojos grandes y marrones, largas pestañas.

EL DÍA DE MAÑANA


RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 19 de Noviembre de 2014.
Una historia que con la que el lector se siente desde el primer momento dentro de una espiral. A través de las diferentes voces narrativas que la componen una viaja desde el principio del caos hasta el mismo ojo del huracán.
Apasionante el personaje principal y apasionante también su antagonista. Perfectamente dibujados, con sus luces, sus sombras y sobretodo dejando entrever que somos mucho más de lo que enseñamos e incluso de lo que nosotros conocemos.
El marco histórico es ya de por sí uno de los momentos más interesantes de nuestra historia reciente y el escritor ha sabido retratar cada una de las diferentes esferas sociales que se daban en él.
Me ha encantado!!!!

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Justo Gil es un emigrante recién instalado en Barcelona, un joven avispado y ambicioso que, llevado por los vaivenes del destino, acaba convirtiéndose en confidente de la Brigada Social, la policía política del régimen. Una docena de memorables personajes nos cuentan cómo conocieron a Justo en algún momento de sus vidas y cómo fue su relación con él. Sus testimonios conforman una visión caleidoscópica de la cambiante realidad de los años sesenta y setenta, al tiempo que reconstruyen la historia de la degradación personal de un individuo cuya evolución y comportamiento ayudan a entender importantes parcelas de ese capítulo fundamental de nuestra historia reciente que fue la Transición. Ignacio Martínez de Pisón novela ese apasionante período desde dentro, observando, como sólo él sabe hacerlo, el impacto que la historia colectiva tuvo en la individual, es decir, en la realidad de la gente común. Cobra vida en estas páginas la atmósfera incierta y fascinante de una época en la que todo parecía posible.
                
El día de mañana (fragmento)

Siete años después del entierro, era la primera vez que visitaba el cementerio, y volvían a mí sensaciones que creía olvidadas: un olor como a flores rancias y tierra mojada, un escalofrío recorriéndome la espalda, un rastro de sequedad en la garganta….Todo eso, que había sentido el día del entierro, volvía a sentirlo entonces, mientras me acercaba al muro en el que estaban los nichos de mis padres. Me detuve y leí en voz baja sus nombres completos y sus fechas de nacimiento y defunción. Luego sacudí con el pañuelo el polvo de los nichos y lamenté no haber comprado unas tristes flores para adornarlos. Y me hice a mí mismo una promesa. Me prometí ser la persona que habría debido ser, o al menos intentarlo.

UN SÁBADO CON LOS AMIGOS



RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 21 de Noviembre de 2014.
El Camilleri que escribe sobre Montalbano me gusta en pequeñas dosis. Todavía estamos en esa segunda oportunidad pero vamos mejorando. Pero el Camilleri que escribe sobre otras cosas, ese, me encanta.
'Un sábado con los amigos' es indecentemente impresionante. Impresionante en el tempo de los flashback y de los cambios de personaje; en la trama ¿principal? y en las historias que van hilando el nudo; en la elección de los espacios; en....
Estoy aturdido por el pasado de las 3 parejas, por su presente y por el futuro que les espera cuando se acaba el libro. Yo pensaba que iba a cenar y he ido a 'presenciar' una pesadilla social.
¿Impresionante? Impresionante es poco


Y esta es mi opinión sobre el libro:
Soy una lectora fiel, desde hace años, de las novelas de Andrea Camilleri y una rendida admiradora de este escritor; me ocurre, sin embargo, algo raro con los libros de este autor en los que el personaje principal no es el Comisario Montalbano y es que siempre me parece que les falta algo.....o les sobra...no sabría decirlo a ciencia cierta.
En esta última novela corta de Camilleri, me ha pasado l...o mismo, no se si ha sido su "estructura" deslavazada y errática, su falta de profundidad en la construcción de los personajes o la monstruosidad que se esconde tras cada uno de ellos, lo que me ha dejado insatisfecha, pero el caso es que así ha sido. Las historias de estos "amigos" tienen un poso amargo y lo único que puedo decir es, remedando a Rilke, que si "la única patria del hombre es su infancia", los protagonistas de Camilleri son apátridas.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Sábado por la noche. Tres parejas y un excompañero de estudios, a quien no ven desde hace años, se reúnen a cenar con la intención de ponerse al día de sus respectivas historias personales. Bajo las sólidas convenciones de sus vidas burguesas, laten aún experiencias traumáticas que han marcado su existencia. Así pues, el aparente equilibro con el que disimulan el dolor, la culpa o la vergüenza comienza a resquebrajarse cuando los conflictos más profundos salen a la luz de forma inexorable. Y a medida que pasan las horas, la reunión se transforma en un tenso encuentro que enfrentará a los participantes con sus secretos más inconfesables.
En este insólito relato de ecos pirandellianos, Andrea Camilleri disecciona sin compasión la materia más sombría y corrupta que puede albergar el alma humana. La voz de hombre de teatro del maestro siciliano emerge en estas páginas con toda la riqueza de su imaginación y su ingente capacidad de sorprender al lector con el giro menos esperado.

Un sábado con los amigos (fragmento)"Anna querría quedarse eternamente en el sofá charlando con Gianni. No sabe ni las preguntas que le hace ni si tienen sentido, y no escucha sus respuestas.
Pero de esa forma consigue aislarse, no fijarse en los cambios realizados en esa habitación («qué gusto más horrendo tiene la zorra») y, sobre todo, que su mirada no se cruce con la de Andrea.
Además, le parece que este tiene el mismo problema y que finge estar totalmente abstraído en una discusión con Giulia.
O sea, que él también trata de mantenerse enrocado.
Lo que significa que es absolutamente preciso que no tengan ningún tipo de contacto.
Un contacto apenas perceptible, infinitesimal, provocaría sin duda un cortocircuito devastador.
—Pero ¿por qué adoptas una posición tan drástica? —pregunta Giulia, un poco alterada.
La obstinación de Andrea en defender la inocencia del acusado está hartándola bastante. Y, además, odia a todos los que emiten juicios basándose solo en lo que han oído.
—Si lees los periódicos o ves la tele…
—¿Estás de broma? —salta Giulia—. Pero ¿tú te dejas convencer por los periódicos?
A su regreso, Matteo teme que alguien pregunte por qué han tardado tanto. Pero parece que nadie ha advertido su más que prolongada ausencia.
Por lo demás, es bastante difícil que intuyan ya que Rena y él han iniciado una relación. Todavía es demasiado reciente. Pero, sin duda, antes o después habrá quien ponga en circulación algunos rumores. Entonces tendrá que cortar enseguida con Rena. Demasiado peligroso. Si una mínima alusión a su aventura llegara a oídos de Anna…
Ojalá las primeras sospechas surjan lo más tarde posible, que pueda disfrutar a fondo de Rena, hasta el inevitable rechazo por aburrimiento o saciedad.
Observa con alivio que al lado de Gianni en el sofá ya no está Anna, sino Fabio.
Anna ha salido a la terraza del ático.
La vista de la ciudad iluminada abajo es realmente fascinante. Pero ella permanece con la espalda apoyada en la pared exterior del salón. Cuando vivía allí, si estaba sola, no se atrevía a apoyarse en el antepecho que rodea la terraza; es demasiado bajo y ella tiene vértigo.
Mira alrededor. Ya no están las macetas con las plantas que ella cuidaba con amor y que florecían exuberantes y eran su orgullo («¡Qué buena mano tengo para las plantas!»). Han desaparecido; las ha tirado Rena, seguro. La terraza está desnuda, amargamente desierta.
La invade una rabia tan fuerte e incontrolable que se le saltan las lágrimas. La estrangularía de buena gana.
Mientras habla con Gianni, Fabio vuelve un poco la cabeza y le sonríe a Matteo.
Es una sonrisa aparentemente cómplice. Debe de haber imaginado a la perfección lo sucedido en el garaje. Se sabe que Fabio tuvo una aventura con Rena que duró más de un año, y por lo tanto conoce bastante bien sus usos y costumbres.
¿Debe preocuparse? Piensa que Fabio es el menos chismoso de todos y se tranquiliza un poco.
«Pero ¿dónde está Anna?», se pregunta.
Sólo puede estar en la terraza. Antes de salir, se sirve una copa y se dirige hacia la cristalera. Para llegar hasta allí, debe pasar forzosamente por delante del sofá donde están Fabio y Gianni.
Cuando los ha dejado unos pasos atrás, oye con claridad algunas palabras de una pregunta de Fabio a Gianni:
—¿…después de la muerte de Pasquale Vesuviano?
Da un respingo y se queda petrificado. Un poco de whisky, al caer del vaso, le moja la muñeca. El ruido de su propia sangre borboteante le impide oír la respuesta de Gianni.
Haciendo un esfuerzo, consigue dar los pocos pasos que lo separan de la cristalera y sale a la terraza.
Giulia está harta de Andrea. Empieza a notar un hormigueo en las manos. Mala señal. Ve entrar a la moldava con el postre helado.
—Voy a servirme un poco. ¿Quieres tú también?
—No —dice Andrea.
Pero se levanta y la acompaña. Giulia se pregunta qué puede hacer para librarse de él. Nota cómo se acerca peligrosamente uno de esos rarísimos momentos en que es incapaz de controlarse. Si sigue así, al final le tirará el helado a la cara a Andrea. ¿Dónde está Fabio? Lo ve hablando con Gianni. Pero no quiere molestarlo. Probablemente se ha decidido a preguntarle algo sobre el asunto de Pasquale Vesuviano, como ella misma le ha sugerido.
Anna se percata de que Matteo está alterado.
—¿Qué te pasa?
—No me toques los cojones —le espeta él, yendo a apoyarse en el antepecho.
Anna lo mira atónita. Matteo nunca ha sido tan grosero con ella. Debe de haberle pasado algo realmente desagradable. ¿Se habrá peleado con alguien? Vuelve a entrar en el salón.
Sin embargo, a simple vista todo parece sereno y sosegado; no hay ningún rastro de esa estela de nerviosismo que siempre deja en el aire una discusión acalorada. "




LA CHICA MECÁNICA


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 21 de Noviembre de 2014.
Haber ganado el Nébula de ciencia ficción es carta de presentación más que suficiente.
Pero si son de los que desconfían de los premios, créanme, está bien ganado.
Distopía pura y dura.

Sinopsis (Ed. Plaza y Janés)

La chica mecánica de Paolo Bacigalupi es la novela que ha renovado el género de la ciencia ficción de los últimos años.
Bienvenidos al siglo XXII
Anderson Lake es el hombre de confianza de AgriGen en Tailandia, un reino cerrado a los extranjeros para proteger sus preciadas reservas ecológicas. Su empleo como director de una fábrica es en realidad una tapadera. Anderson peina los puestos callejeros de Bangkok en busca del botín más preciado para sus amos: los alimentos que la humanidad creía extinguidos. Entonces encuentra a Emiko...
Emiko es una «chica mecánica», el último eslabón de la ingeniería genética. Como los demás neoseres a cuya raza pertenece, fue diseñada para servir. Acusados por unos de carecer de alma, por otros de ser demonios encarnados, los neoseres son esclavos, soldados o, en el caso de Emiko, juguetes sexuales para satisfacer a los poderosos en un futuro inquietantemente cercano...
...donde las personas nuevamente han de recordar qué es lo que las hace humanas.
Premio Hugo a la mejor novela 2009
Premio Nébula a la mejor novela 2010
Premio Compton Crook 2010
Premio John W. Campbell Memorial 2010
Premio Seiun 2012
y Grand Prix de lImaginaire 2014


La chica mecánica (fragmento)"Hock Seng hace un alto en el deambular por el interior de su choza para fulminar con la mirada a Chan el Risueño.
—Soy yo el que paga por tus calorías, no al revés.
Chan el Risueño se encoge de hombros y sigue jugando a las cartas. Todos llevan los últimos días hacinados en la misma habitación. Chan el Risueño, Pak Eng y Peter Kuok suponen una compañía entretenida. Pero hasta la más entretenida de las compañías...
Hock Seng sacude la cabeza. Da igual. La tormenta se avecina. El baño de sangre y el caos se ciernen sobre el horizonte. Es la misma sensación que tuvo antes del Incidente, antes de que decapitaran a sus hijos y violaran a sus hijas hasta dejarlas sin conocimiento. Y él sentado en el ojo del huracán, voluntariamente ciego, diciéndoles a todos los que querían escuchar que los hombres de K. L. jamás permitirían que lo ocurrido en Yakarta se repitiera con el buen pueblo chino. Después de todo, ¿no eran leales? ¿No contribuían? ¿No tenía él amigos en todas las esferas del gobierno que le aseguraban que los pañuelos verdes no eran más que un farol político?
La tormenta rugía a su alrededor y él se había negado a aceptarlo... pero esta vez no. Esta vez está preparado. En el aire cargado de electricidad se intuye lo que está a punto de suceder. Es evidente desde que los camisas blancas cerraron las fábricas. Y ahora está a punto de desatarse. Pero está preparado. Hock Seng sonríe para sus adentros, examina el pequeño búnker, con sus reservas de dinero, gemas y alimentos.
—¿Ha dicho la radio algo más? —pregunta.
Los tres hombres intercambian miradas. Chan el Risueño apunta a Pak Eng con un cabeceo.
—Te toca a ti darle cuerda.
Pak Eng frunce el ceño y se acerca a la radio. Es un armatoste caro, y Hock Seng empieza a arrepentirse de haberlo comprado. Hay más radios en los arrabales, pero apostarse junto a ellas llama la atención. De modo que se gastó el dinero en ésta, sin estar seguro de si retransmitiría algo más que rumores, y sin embargo incapaz de negarse otra fuente de información.
Pak Eng se arrodilla junto al aparato y empieza a accionar la manivela con un chirrido que ahoga casi por completo los chasquidos con los que cobra vida el altavoz.
—¿Sabes?, si dotaras a este trasto de un sistema de engranajes decente, sería mucho más práctico.
Todo el mundo hace oídos sordos y se concentra por entero en el diminuto altavoz: Música, saw duang...
En cuclillas junto a la radio, Hock Seng escucha con atención. Cambia el dial. Pak Eng está empezando a sudar. Transcurridos treinta segundos se detiene, jadeando.
—Listo. Con eso debería tener para un rato.
Hock Seng mueve el dial de la máquina, escuchando los agüeros de las ondas de radio. Las emisoras se suceden rápidamente. Nada más que programas de entretenimiento. Música.
Chan el Risueño levanta la cabeza.
—¿Qué hora es?
—Las cuatro, tal vez. —Hock Seng encoge los hombros.
—Tendría que haber muay thai. Deberían haber empezado ya con los rituales de apertura.
Todo el mundo cruza las miradas. Hock Seng continúa pasando emisoras. Únicamente música. Ningún noticiario. Nada... De pronto, una voz. Ocupando todas las emisoras, hablando como una sola voz y una sola emisora. Se acuclillan más cerca del aparato, para escuchar. "