sábado, 30 de septiembre de 2017

EL CASO BIRDMAN



Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Inspector Jack Caffery.

El descubrimiento de un nuevo detective es como la "caza del asesino", emocionante y, casi siempre, satisfactoria.
Seguro que algun@s ya conocen al inspector Caffery, londinense, joven, atormentado, con un pasado oscuro y una novia que no le conviene en absoluto......todos los mimbres para una novela negra de las buenas¡¡¡ y es que si la negra-nórdica ha campado por sus respetos durante mucho tiempo y la negra-mediterránea nos cautiva desde Sicilia, Venecia, Barcelona....., no podemos olvidar "la cuna del crimen" donde ha nacido la más perfecta y esta es la british-negra que ha dado las mejores "damas del crimen" de la historia.
No es que Mo Hayder haya entrado, todavía, en ese Olimpo pero apunta maneras, crímenes escabrosos y retorcidos, trama bien armada y personajes con muchas posibilidades.
De fondo Londres y la Policía Metropolitana, ¿puede haber un escenario mejor?

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS, el 9 de Febrero de 2015.
Hay un policía nuevo en la ciudad, chicas, y debéis saber que tiene un pasado turbio, un presente turbulento y un futuro oscuro.
Seguidle la pista de cerca. Promete emociones fuertes y sangre a raudales.



Sinopsis (Ed. Siruela)
Greenwich, al sudeste de Londres. El inspector Jack ­Caffery –joven, compulsivo, impasible– acude al lugar donde se ha cometido uno de los crímenes más espantosos que jamás ha visto. Cinco prostitutas han sido asesinadas de manera ritual y arrojadas a un descampado cerca del Millenium Dome. Las autopsias posteriores revelan la existencia de una truculenta firma que vincula a todas las víctimas. Caffery se da cuenta pronto de que está tras la pista de una de las figuras delictivas más peligrosas: un asesino en serie. Molesto por la desconfianza hacia él dentro de las fuerzas policiales y obsesionado por el recuerdo de una muerte muy cercana en su infancia, Caffery utiliza todas las armas que la ciencia forense le ofrece para cazar al asesino. Sabe que solamente es cuestión de tiempo que ese sádico criminal actúe de nuevo…

El caso Birdman (fragmento)

1Al norte de Greenwich. Finales de mayo. Tres horas antes del amanecer y el río aparecía desierto. Las gabarras renegridas tensaban sus amarras en la corriente y la marea viva liberaba suavemente las pequeñas balandras del fango en el que descansaban. Del agua surgía una bruma que avanzaba hacia el interior, entre almacenes a oscuras y sobre el abandonado Millennium Dome, atravesando páramos solitarios y extraños paisajes de aspecto lunar hasta disiparse entre la maquinaria fantasmal de un depósito de áridos medio en ruinas situado a unos cuatrocientos metros tierra adentro.
Un repentino barrido de faros: un coche de policía entraba en la vía de servicio lanzando silenciosos destellos azules. Momentos después se le unieron un segundo y un tercer coche. Durante los veinte minutos siguientes continuó llegando más policía: ocho coches patrulla, dos Ford Sierra camuflados y la furgoneta Ford Transit blanca del equipo de fotografía forense. Se estableció un control de seguridad al principio de la vía de servicio y se ordenó a los agentes uniformados que cerraran el acceso desde el río. El primer oficial del CID en llegar al lugar se puso en contacto con la centralita de Croydon para solicitar los números de los busca de los miembros de la AMIP, unidad de la policía metropolitana del Gran Londres, formada por investigadores expertos, encargada de prestar ayuda a los detectives del CID en las pesquisas de los delitos importantes. A unos ocho kilómetros, el inspector Jack  Caffery, asignado al Grupo B de la AMIP, despertó en su cama.
Caffery permaneció tumbado, parpadeando en la oscuridad, mientras ordenaba sus pensamientos y combatía el impulso de darse la vuelta y volverse a dormir. Tras una profunda inspiración, hizo el esfuerzo de salir de la cama, se dirigió al baño para echarse agua en la cara –no más Glenmorangies durante la semana de guardia, Jack, júralo, júralo ahora– y se vistió, sin muchas prisas: mejor llegar completamente despierto y sereno, ahora la corbata, un detalle subestimado –a los del CID no les gusta que llamemos la atención más que ellos–, el busca, y café, cantidad de café instantáneo, con azúcar pero sin leche, nada de leche –y sobre todo no comas, nunca se sabe lo que te vas a encontrar–. Se tomó dos tazas de café, cogió las llaves del coche del bolsillo de los vaqueros y, espabilado por la cafeína, con un cigarrillo liado entre los dientes, condujo por las desiertas calles de Greenwich hasta la escena del crimen. Allí su superior, el superintendente Steve Maddox, un tipo de baja estatura y prematuramente cano, impecable como siempre con un traje color pardo, le esperaba fuera del depósito, caminando de acá para allá bajo una farola solitaria mientras jugueteaba con las llaves del coche y se mordía el labio.

MÚSICA DE CÁMARA


Premio Biblioteca Breve 2013, para una novela coral que comienza prometedoramente con un verso de Don Antonio Machado "Estos días azules y este sol de la infancia", y toda la novela es una evocación, una narración melancólica en busca de la felicidad perdida o nunca alcanzada.
Cuatro personajes narran una historia en dos partes, 1949-1950 historia de exilio, postguerra, humillación y triunfo. 1984... historia de reconstrucción. Y como fondo una historia de amor imposible, una historia de Romeo (Javier) y Julieta (Arcadia), catalanes ambos, de familias mucho más alejadas que los Montesco y Capuleto en su momento. Escrita con exquisita prosa poética la historia de Javier y Arcadia es la de nuestro país en los últimos 60 y, digo bien, porque lo ocurrido desde el final de la guerra hasta el principio de la transición continua sojuzgando nuestra vida en el 2014. En un párrafo demoledor podemos leer, hablando de Cataluña en los años 50: "La corrupción legalizada pasa de padres a hijos y de éstos pasará a los nietos y no tendrá fin porque no sólo no hay respuesta judicial y oficial a ello, sino que se ha constituido en una manera de sobrevivir, de medrar y de gobernar....."
Una novela cuya primera parte es mucho más interesante y "redonda" que la segunda, en la que hay un intento de "rematar" un poco forzado; pero que, en resumen, se lee con agrado.
Me quedo con otra cita de la novela, y os dejo con ella:
"Non c'è cosa più amara che l'alba di un giorno/ in cui nulla accadrá. Non c'è cosa piú amara/ che l'inutilità....."
"No hay cosa más amarga que el alba de un día/ en que nada sucederá. No hay cosa más amarga/ que la inutilidad..."
Lo steddazzu (Cesare Pavese)

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Premio Biblioteca Breve 2013.
La historia del amor de dos jóvenes en los años cincuenta que pertenecen a mundos no sólo distintos, sino contrarios. Y es, también, la historia del reencuentro entre los dos amantes, en el otoño de 1984, durante una larga noche en la que se adentran en una turbadora y lúcida reflexión sobre los años transcurridos.
Acompañada por su tía Inés, una viola y una maleta llena de recuerdos, Arcadia vuelve a Barcelona en 1949. Hija de republicanos exiliados en Francia, se refugia en su pasión por la música para sobrevivir en el ambiente opresivo de la posguerra. Un día conoce a Javier, un prometedor estudiante de derecho que pronto se convertirá en el centro de su vida. Con todo pueden y a todos se enfrentan para llevar adelante su relación, hasta que la personalidad libre y rebelde de Arcadia se convierte en un estigma social que sella sus destinos.
Una novela evocadora y reflexiva a un tiempo, en la que los sentimientos se entrecruzan con las circunstancias sociales, y la vida misma respira con una autenticidad extraordinaria, alzando en cada párrafo un canto a la verdad y a la libertad.
Una novela de ambientación barcelonesa. Desde 1949 hasta los años ochenta, Música de cámara, muestra también la transformación de la ciudad.
El papel de la mujer en los años 50, la transición, ¿qué ocurrió realmente en los despachos de quienes llevaron adelante el pacto democrático? ¿Pudo haberse hecho de otra manera?
«Una poderosa historia de amor que denota un excelente oficio en la elaboración del personaje femenino protagonista y de las diversas voces que lo acompañan.
La novela logra una extraordinaria recreación de la atmósfera de la posguerra y del mundo de los represaliados, y cuestiona de forma implacable y sobrecogedora a la sociedad catalana burguesa de la época y las ambigüedades y claudicaciones de la Transición. Un libro llamado a ocupar un lugar muy destacado en nuestra narrativa contemporánea...»,
Jurado del Premio Biblioteca Breve 2013

José Manuel Caballero Bonald
Pere Gimferrer
José María Guelbenzu
Elena Ramírez
Clara Usón

Música de Cámara (fragmento)

ESTOS DÍAS AZULESEstos días azules y este sol de la infancia. ANTONIO MACHADO

Aquí termina tu exilio, habría dicho mi padre si aquel día lluvioso de abril me hubiera acompañado a la estación. Habría subido conmigo al tren y después de dejar mi maleta en la redecilla del compartimiento y de comprobar que mi billete correspondía al asiento vacío junto a la ventana en la dirección de la marcha me habría levantado el cuello del abrigo para que no cogiera frío, habría descendido del vagón dejándome en la plataforma y se habría situado en el andén adquiriendo un aire mayestático, con el sombrero puesto y los guantes cubriéndole las manos enlazadas en la cintura. Sólo entonces habría pronunciado esas palabras sobre el exilio preparadas y pensadas durante muchos días y muchas noches como si ese breve golpe de trascendencia al que tan aficionado era aunque no recurriera a él más que en las grandes ocasiones pudiera condensar el ansia inalcanzable de su dolorido corazón. Y aprovechando los minutos previos a la leve sacudida que anuncia la partida del convoy habría fijado sus ojos en los míos convencido de que con esa tenue corriente de comunicación yo sería capaz de revivir aquel momento todos los días de mi vida.
Pero mi padre no había ido a la estación de Toulouse a despedirme ni yo de haber podido mantener su mirada cargada de emoción habría comprendido lo que suponía para él acabar con el exilio. A mis doce años el exilio como la vejez era una curiosa situación en la que se encontraban las personas mayores, muy mayores, como mis padres, que habían vivido sumergidos en él, siempre hablaban de él y suspiraban por que un día la frase que mi padre me habría dicho en la estación de haberme acompañado se la hubieran podido dedicar el uno al otro. Para mí en cambio era poco más que el telón de fondo de nuestra vida familiar.

EL ARTE DE LA DEFENSA


«Pura diversión, se lee sin ningún esfuerzo. » John Irving
Esta es una recomendación por la cual merece la pena, ya, leer esta novela, pero......
"Chad Harbach recurre al béisbol como símbolo del sueño americano y dialoga con el mundo de Moby Dick". Armando Capalbo
Esta recomendación, si no eres aficionado (o conocedor) del béisbol te desanima profundamente......
Aun así os recomiendo esta novela, ópera prima de Chad Harbach, que hunde sus raíces en la sociedad americana y la "destripa" a través de cinco personajes cuyas vidas se cruzan y entrecruzan en el Medio Oeste, Universidad de Westish y campos de béisbol de la liga universitaria.
En El Arte de la Defensa, el autor despliega una panoplia de personalidades que van de la adolescencia a la madurez, del estudiante al decano, pasando por el deportista sin dinero, la hija rebelde y el joven homosexual; todas sus historias convergen en Westish y ellos nunca volverán a ser los mismos. Coincido con John Irving, pura diversión y calidad literaria a raudales, me ha gustado mucho y eso que no entiendo nada de béisbol.....¡¡¡¡

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Con esta historia sobre la amistad y la madurez, envuelta en cierto aire de melancolía, Salamandra presenta en lengua española un escritor con un talento verdaderamente excepcional. Chad Harbach ha sido protagonista de uno de los debuts más resonantes en el panorama literario estadounidense. Elogiada con igual ardor por Jonathan Franzen y John Irving, por The New Yorker y la revista de Oprah Winfrey, la novela fue incluida por el New York Times entre las diez mejores obras de ficción de 2011. Desde entonces, mientras su libro se mantiene en las listas de los más vendidos y se publica en más de quince idiomas, el prestigio de este joven autor no ha hecho más que aumentar. Un acontecimiento fortuito es el nexo que une las vidas de cinco personas. Henry Skrimshander, un talentoso jugador de béisbol, llega a una pequeña universidad con una misión: rescatar al equipo de otra desastrosa temporada. La buena estrella del joven deslumbra a los entendidos y lleva al equipo a los mejores resultados de su historia. Sin embargo, un lanzamiento fallido, que Henry ha realizado con éxito millares de veces, tendrá consecuencias devastadoras para él y quienes lo rodean. Extrañas simetrías, giros inesperados de la fortuna y pruebas del delicado equilibrio entre la voluntad individual y el azar sirven a Chad Harbach para pintar un adictivo retrato de la América contemporánea, trazado con un conmovedor realismo psicológico. Harbach tiene el don de escribir con emoción sin caer en el sentimentalismo, y de crear con humor personajes que conquistan la mente y el corazón del lector.

El arte de la defensa (fragmento)

1Schwartz no se fijó en el chico durante el partido. Mejor dicho, únicamente se fijó en lo mismo que todo el mundo: que era el jugador más enclenque y escuálido del campo, una auténtica novedad en un parador en corto, rápido de pies pero flojo con el bate. Sólo después del partido advirtió la elegancia que acompañaba sus movimientos, cuando el chico, Henry, volvió al diamante abrasado por el sol para atrapar unas bolas rasantes más.
Era el segundo domingo de agosto, en el verano anterior al segundo curso de Schwartz en el Westish College, ese pequeño centro universitario situado junto al pulgar del guante de béisbol que es Wisconsin. Había pasado el verano en Chicago, su ciudad natal, y en las competiciones estivales promovidas por la Legión Americana su equipo acababa de derrotar a un puñado de campesinos de Dakota del Sur en las semifinales de un torneo sin nombre. El escaso público, unas decenas de personas desperdigadas por las gradas, aplaudió sin demasiado entusiasmo cuando el último jugador quedó eliminado. Schwartz, debilitado a lo largo del día por los calambres que le causaba el calor, lanzó al suelo la máscara de receptor y dio unos pasos vacilantes hacia la caseta. Mareado, desistió, se dejó caer en tierra y apoyó la dolorida espalda contra la alambrada. Aunque ya atardecía, el sol seguía brillando inclemente. Desde el viernes por la noche, había jugado cinco partidos, asándose como un escarabajo bajo su negro equipo de receptor.
Sus compañeros lanzaron los guantes a la caseta y fueron al quiosco de bebidas.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

NOS VEMOS ALLÁ ARRIBA

Primera entrega de la Trilogía Los hijos del desastre.


Si hay algún momento propicio para leer "Nos vemos allá arriba" de Pierre Lemaitre, ese es este final de Julio, principio de Agosto de 2014 en el que se cumple el 100 aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial (28 de Julio de 1914).
No esperéis, sin embargo, una novela de guerra en el sentido clásico; más bien la guerra lo ocupa todo aunque la mayor parte de la historia transcurre tras el armisticio.
Es una novela narrada con una delicada brutalidad sobre las consecuencias de la guerra: físicas, psíquicas, morales, estructurales, ambientales y vitales. La destrucción o reconstrucción, según se mire, de un modo de vida, de una generación y de un país (la novela transcurre en Francia) aunque se adivinan todos los países y sus habitantes en la piel de los personajes.
Me ha gustado muchísimo y creo que confirma que el Goncourt es un "vivero" de grandes autores.

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 19 de Noviembre de 2014.
Con este libro voy a ser muy breve y muy concreto:
Espectacular.


Sinopsis (Ed. Salamandra)
Galardonada con el Premio Goncourt, ensalzada por los críticos y convertida en un auténtico fenómeno editorial en Francia —donde ya ha superado el medio millón de ejemplares vendidos—, esta novela es un emocionante canto a la capacidad de superación del ser humano y, a la vez, un fresco y atrevido retrato de una sociedad descompuesta por uno de los más crueles inventos del hombre: la guerra.
En noviembre de 1918, tan sólo unos días antes del armisticio, el teniente d’Aulnay-Pradelle ordena una absurda ofensiva que culminará con los soldados Albert Maillard y Édouard Péricourt gravemente heridos, en un confuso y dramático incidente que ligará sus destinos inexorablemente. Édouard, de familia adinerada y con un talento excepcional para el dibujo, ha sufrido una horrible mutilación y se niega a reencontrarse con su padre  y su hermana. Albert, de origen humilde y carácter pusilánime, concilia el sueño abrazado a una cabeza de caballo de cartón y está dispuesto a lo indecible con tal de compensar a Édouard, a quien debe la vida. Y Pradelle, aristócrata venido a menos, cínico y mujeriego, está obsesionado con recuperar su estatus social. De regreso en París, los tres excombatientes se rebelarán contra una realidad que los condena a la miseria y al olvido. Así, Édouard pergeña una ingeniosísima estafa con el fin de vengarse de su progenitor, que siempre lo repudió por su sensibilidad y sus habilidades artísticas. De paso quiere ayudar al fiel Albert, cuyo prurito es huir a las antípodas para olvidar a Cécile, su amor perdido. Aunque tal vez el más ambicioso sea Pradelle, que sacudirá la conciencia de Francia entera mediante una monumental operación delictiva concebida para amasar una rápida fortuna. Los escollos son considerables, pero la voluntad de los tres parece infinita.
En una brillante fusión de literatura popular y alta literatura, Pierre Lemaitre ha creado una trepidante historia que progresa al ritmo de una trama detectivesca. Integrando con maestría elementos de géneros tan diversos como el relato de aventuras, el drama psicológico, la crónica social y política y el alegato antibélico, la narración es un derroche de humor, rabia y compasión que sin duda cautivará a todo tipo de lectores.

Nos vemos allá arriba (fragmento)"A Albert tampoco le gustaba aquel pelo negro tan ensortijado por todas partes, incluso con mechones que le brotaban del cuello bajo la manzana de Adán. Seguramente, en tiempos de paz se debería afeitar varias veces al día para no despertar sospechas. Aunque es cierto que existían mujeres de aspecto viril, feroz, masculino, vagamente español. Incluso sin mencionar a la propia Cécile, Albert no era capaz de soportar al teniente Pradelle. Desconfiaba. Porque amaba el peligro. Le encantaba todo lo relacionado con el ataque, el asalto y la conquista. Desde hacía algún tiempo, de hecho, parecía menos atractivo de lo habitual. Era evidente que la posibilidad de un armisticio ofendía su fervor patriótico. La idea del fin de la guerra arruinaría al teniente Pradelle.
Manifestaba con impaciencia sus inquietudes. La falta de entusiasmo de los soldados lo exasperaba. Cuando caminaba entre las trincheras y se dirigía a los hombres, dotaba a su discurso de tanto entusiasmo como era capaz, evocando la necesidad de un último golpe de gracia al enemigo, la respuesta de su soldada, apenas un leve gruñido, mientras sentían el peso su nariz punzante sobre sus botas. No se trataba sólo del miedo a la muerte, sino de la idea de morir ahora. Morir el último, se dijo Albert, no es como morir el primero. "


#LIBROS 


DIARIO DE UNA DAMA DE PROVINCIAS


Duda, básicamente retórica: ¿Por qué la gente dice tantas veces de las mujeres casadas, con hijos y sin profesión que llevamos una vida <<desahogada>>? No encuentro respuesta" (fragmento del Diario de una dama de provincias)
Si lo british te gusta, léelo; si quieres una lectura ligera con un toque irónico, en ocasiones sarcástico, léelo; si te gustan las historias femeninas con un toque feminista, léelo¡¡¡
En resumen he disfrutado un par de días con esta colección de historias que su autora publicaba en el Time and Tide, por entregas, durante los años 30.
Deliciosamente decadente¡¡

Sinopsis (Ed. Libros del Asteroide)
La dama de provincias vive en una preciosa casa de campo, tiene dos hijos encantadores y un marido que, cuando está con ella, acostumbra a dormitar tras las páginas del Times. Lleva un diario que le sirve para poner un poco de distancia con las cosas que le suceden; en él escribe sobre sus esfuerzos para equilibrar la economía familiar y lidiar con su temperamental cocinera y la sensible institutriz francesa de sus hijos; así como sobre su lucha constante por mantener a raya a su engreída vecina, Lady B., y sus denodados esfuerzos por estar siempre a la altura de las circunstancias.
Con el relato cotidiano de las desventuras de su protagonista, de sus agobios y preocupaciones, de sus pequeños triunfos, E. M. Delafield ha creado un vivísimo e inolvidable personaje con el que se identificará cualquier lector que se haya sentido alguna vez sobrepasado por los quehaceres del día a día.
Publicado por primera vez de forma seriada en una revista de los años treinta y recogido después en forma de libro, Diario de una dama de provincias es un hilarante retrato de la clase alta británica y una de las más divertidas novelas de la literatura inglesa del XX.

Diario de una dama de provincias (fragmento)

7 de noviembre. Planto los bulbos de interior. Cuando llevo cerca de la mitad, aparece lady Boxe. Digo que estoy encantada de verla, aunque no es verdad, y le pido que se siente mientras acabo. Lady B. hace un decidido intento de sentarse en una butaca en la que he dejado dos cuencos con bulbos y la bolsa de carbón vegetal, pero lo ataja justo a tiempo y se instala en el sofá. ¿No sabía que es muy tarde para los bulbos de interior?, me pregunta. La época ideal es septiembre, o incluso octubre.
¿No sabía que la única empresa fiable para los jacintos es la de no sé quién en Haarlem? El nombre, en holandés, se me escapa, y contesto que ya lo sabía, pero que considero mi deber comprar productos del Imperio. En ese momento tengo la sensación, y la sigo teniendo, de que es una respuesta excelente. Por desgracia, al cabo de un rato Vicky entra en el salón y airea mi desliz con los yanquis: «Anda, mamá, ¿no son esos los bulbos que compramos en Woolworths?».
Lady B. se queda a tomar el té. (Recordatorio: Rebanadas de pan con mantequilla demasiado gruesas. Hablar con Ethel.) Hablamos un poco más sobre los bulbos, de la pintura de la escuela holandesa, de la mujer de nuestro párroco, de la ciática y de Sin novedad en el frente.
(Duda: ¿Es posible cultivar el arte de la conversación cuando se vive todo el año en el campo?) Lady B. pregunta por los chicos. Le digo que Robin —a quien me refiero con indiferencia como «el niño» para que no piense que me tiene loquita— va bastante bien en el colegio, y que, según Mademoiselle, Vicky está pillando un resfriado.

LA IRA DE LOS ÁNGELES


Decimoprimera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Charlie Parker, investigador privado y personaje oscuro, donde los haya.

"En las profundidades de los bosques de Maine se descubren los restos de un avión siniestrado. No hay cadáveres. Nunca se informó de la desaparición de dicho avión." (The Wrath of Angels, 2012).
Termino ahora mismo más de 400 páginas de novela negra-terrorífica-sobrenatural, protagonizada por uno de mis detectives favoritos, el atormentado Charlie "Bird" Parker, muy sobrenatural es esta última entrega, en ella se retoma la trama y algunos personajes de El Ángel Negro.
He añorado un poco más de vida personal de Parker y sus inseparables compañeros-protectores, Louis y Ángel pero, como siempre, he disfrutado de la prosa delirante de este escritor irlandés que borda este género propio de una forma casi impecable, en ocasiones le sobran algunas páginas, pero también eso se lo perdono.
Desde luego estas novelas oscuras son más de invierno que de verano, pero "la ocasión hace al lector"¡¡¡¡
Para aficionad@s, fieles e iniciados es perfecta, para l@s que no conocen al escritor y su protagonista, recomiendo empezar por la primera novela de la serie Todo lo que muere (Every Dead Thing, 1999).

Sinopsis (Ed. Tusquets)
En las profundidades de los bosques de Maine se descubren los restos de un avión siniestrado. No hay cadáveres. Nunca se informó de la desaparición de dicho avión. Pero hombres de toda laya lo buscaban desde hacía mucho tiempo. Lo que esconden los restos del aparato es algo más importante que el dinero: es una lista de nombres, crucial en el combate contra las fuerzas de las tinieblas. La lucha por obtener esa lista atrae al detective Charlie Parker. También capta la atención de otros: una mujer hermosa, de cara marcada, con afición a matar; un niño callado que recuerda su propia muerte; y el asesino en serie conocido como el Coleccionista, que busca nuevos corderos para sus sacrificios. Pero a medida que las fuerzas rivales se abaten sobre el lugar, el bosque se prepara para recibirlos, ya que en su espesura oculta otros secretos. Alguien sobrevivió al accidente. Sí, alguien sobrevivió. Y está esperando…


La ira de los ángeles (fragmento)

1"En el momento de morir, cuando le llegó el día y la hora, Harlan Vetters emplazó a su hijo y a su hija junto a su lecho. El cabello largo y gris del anciano, resplandeciente por efecto de la luz de la lámpara, se esparcía sobre la almohada como si fueran las emanaciones de su espíritu ya a punto de partir. Tenía la respiración anhelante; las pausas entre aspiración y exhalación eran cada vez más largas, y pronto cesarían por completo. El ocaso se imponía lentamente, pero por la ventana del dormitorio se veían aún los árboles, los centinelas de los Grandes Bosques del Norte, porque el viejo Harlan siempre decía que vivía en la mismísima frontera, que su casa era el último lugar antes de los dominios del bosque.
Ahora tenía la impresión de que, al flaquear sus fuerzas, también se debilitaba su capacidad para mantener la naturaleza a raya. En el jardín crecían hierbajos, y zarzas entre los rosales. El césped, muy descuidado, presentaba un aspecto desigual: era necesario cortarlo una última vez antes de la llegada del invierno. Lo mismo ocurría con el amago de barba que tenía en el mentón y que le raspaba molestamente los dedos, porque su hija no era capaz de afeitarlo tan bien como se afeitaba él antes. Las hojas caídas permanecían sin recoger, como las escamas de piel seca que se desprendían de sus manos, sus labios y su cara, desparramándose por las sábanas. Veía declive más allá de la ventana, y declive en su espejo, pero sólo uno de ellos albergaba la promesa de renacer.
Su hija afirmaba que ella ya tenía preocupaciones de sobra para encima andar pensando en árboles y arbustos, y su hijo, todavía resentido, se negaba a realizar siquiera esa sencilla tarea por su padre moribundo, pero para Harlan esos detalles eran importantes. Había que librar una batalla, una guerra de desgaste permanente contra el impulso erosivo de la naturaleza. Si todo el mundo pensara como su hija, las casas sucumbirían ante el avance de las raíces y la hiedra, y los pueblos desaparecerían bajo mares de color marrón y verde. En ese condado bastaba con abrir los ojos para ver los escombros de antiguas viviendas asfixiadas por la vegetación, o abrir los oídos para escuchar los nombres de poblados que ya no existían, perdidos a saber dónde en la espesura del bosque.
Era necesario, pues, mantener la naturaleza a raya y circunscribir los árboles a su territorio.
Los árboles, y lo que habitaba entre ellos."

martes, 26 de septiembre de 2017

MR. GWYN


"...Paseando por Regent's Park Mr. Gwyn decidió que lo que había hecho hasta entonces para ganarse la vida ya no era adecuado para el. Por tanto envió a The Guardian un artículo con un listado de 52 cosas que ya no volvería a hacer; la primera era escribir artículos para The Guardian y la última escribir libros......"
De esta forma (resumida) comienza el penúltimo libro publicado por Alessandro Baricco, todos aquellos que busquen un argumento contundente, consistente y real, absténganse de leer Mr. Gwyn. Dicho esto, todos aquellos que leen por el simple placer de sentir hermosas frases, palabras escogidas con amor, ideas nuevas y/o originales sin mucho propósito pero con gran sentido estético; tienen aquí su libro.
Un libro corto, apenas 100 páginas, escrito con una imaginación desbordante y no tanto talento como es necesario para canalizar esta gran imaginación.
La ventaja, se lee pronto, el inconveniente aporta poco excepto la belleza onírica de su prosa, que no es poco.
Desde la cita que lo inaugura "Tout commence par une interruption" de Paul Valéry todo augura inconsistente belleza y así es¡¡¡

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Jasper Gwyn es escritor, vive en Londres y, verosímilmente, es un hombre que ama la vida. De repente, tiene ganas de parar de escribir, aunque la suya no es la crisis que aflige a los escritores sin inspiración, él parece querer cambiar de perspectiva, llegar hasta el meollo de cierta magia. Le sirve de apoyo, de cómplice, una muchacha que va recogiendo lo que progresivamente va siendo el misterio de Mr Gwyn. Baricco entra en las simetrías secretas de este misterio con el paso seguro y resuelto de quien conoce y ama los senderos que recorre, y el resultado es una joya literaria.

Mr. Gwyn (fragmento)
"Si Jasper Gwyn tuviera que decir cuándo empezó a pensar que había una solución, probablemente mencionaría cierto día en que ella se había puesto, en un momento determinado, la camisa, y no era una forma de echarse atrás con respecto a una decisión suya, sino de ir hacia adelante, más allá de lo que había decidido. La tuvo puesta un rato, desabrochada por delante —jugaba con los puños. Entonces hubo algo en ella que se desplazó, de una manera que podría definirse como lateral, y Jasper Gwyn sintió, por primera vez, que Rebecca le estaba dejando entrever su propio retrato.
Esa noche salió a caminar por las calles y lo hizo durante horas, sin notar cansancio. Se fijó en que había lavanderías que no cerraban nunca, y constató ese detalle con cierta satisfacción.
Ya ni siquiera la veía gorda, o bella, y todo cuanto hubiera pensado o advertido sobre ella, antes de entrar en aquel estudio, se había disuelto por completo, o nunca había existido. Como tampoco le parecía que allí dentro el tiempo pasara, sino más bien que se desarrollaba un único instante, siempre idéntico a sí mismo. Empezaba a reconocer, de tanto en tanto, pasajes del loop de David Barber, y ese periódico volver a pasar, siempre iguales, otorgada a toda forma de transcurrir una inmovilidad poética frente a la que el acaecer del mundo, fuera de allí, perdía cualquier encanto. Que todo adquiriera forma en una única luz inmóvil de tono infantil era algo de una delicia infinita. Los olores del estudio, el polvo que iba posándose sobre las cosas, la suciedad a la que nadie oponía resistencia —todo ofrecía la impresión de un animal aletargado, que respiraba lentamente, apenas visible. A la señora del fular impermeable, que pedía explicaciones, Jasper Gwyn llegó a explicarle que había algo hipnótico en todo aquello, afín a los efectos de una droga. Yo no exageraría tanto, dijo la anciana. Y le recordó que, en el fondo, se trataba de un trabajo, su trabajo como copista. Mejor piense usted en hacer algo que sea bueno, añadió, si no, me voy derechita a buscar a mis estudiantes. "