El abuelo omnipresente tiñe de amargura la vida de cuatro niños barceloneses de postguerra. Desde la dedicatoria del libro:
"A mis hermanos Xavier, Georgina y Oriol, mi infancia la única patria que tengo"
se adivina que la narradora forma parte de la historia.
Un ejercicio de recuerdo y de perdón, con un toque Dickens, asumido por la propia escritora.
El dominio del lenguaje de Rosa Regàs y la emoción contenida que transmiten las páginas de su novela, componen un fresco de la vida de la burguesía barcelonesa y un llanto por las infancias perdidas:
"Moriremos deseando lo que deseamos de niños y llorando por lo que lloramos entonces, y perderemos la vida entera buscando el amor no concedido en la infancia, un vacío que nunca nadie ni nada podrá llenar" .
Premio Ciutat de Barcelona 1999, Luna Lunera es un "cuento" triste de Navidad que reseño en la Nochebuena de 2014 como ejercicio de recuerdo y amor, ese amor que marca nuestra infancia, para bien o para mal, y que constituye el ancla o el obstáculo con la que vivimos toda nuestra vida.
Muy recomendable¡¡¡
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