martes, 23 de enero de 2018

LA FÓRMULA PREFERIDA DEL PROFESOR


Me gusta como escribe Yoko Ogawa, lo cual más de lo que puedo decir de la mayoría de los escritores japoneses, además entiendo sus historias e incluso conectó con ellas, pero en esta novela, la profusión matemática ha sido demasiado para mi.
La historia es original y los personajes magníficos pero la cantidad de páginas dedicadas a la explicación de cálculos y fórmulas me ha superado.
Seguiré leyendo a Ogawa pero está me ha aburrido.

Sinopsis (Ed. Funambulista)
UN FENÓMENO EN JAPÓN:
DOS MILLONES DE EJEMPLARES VENDIDOS
Premio Librerías Japonesas & Premio Sociedad
Nacional de Matemáticas
«Una historia de amor, amistad y transmisión del saber…»
Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, esta novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz Cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático…
Como dice en su postfacio el profesor León González Sotos, «asistimos al emocionado ajetreo, de venerable filiación platónica, entre la anónima doméstica, el también —¿innombrable?— Profesor y el pupilo Root. Entre idas y venidas, tareas caseras y cuidados piadosos a su muy especial cliente, éste va desvelando las arcanas relaciones numéricas que los datos cotidianos más anodinos pueden encerrar.»
Una novela optimista que genera fe en el alma humana, contada con la belleza sencilla y verdadera de un «larguísimo» haikú.

La fórmula preferida del profesor (fragmento)

1MI HIJO Y YO LE LLAMÁBAMOS PROFESOR. Y el profesor llamaba a mi hijo «Root», porque su coronilla era tan plana como el signo de la raíz cuadrada. —Vaya, vaya. Parece que aquí debajo hay un corazón bastante inteligente —había dicho el profesor mientras le acariciaba la cabeza sin preocuparse de que se le despeinara. Mi hijo, que llevaba siempre una gorra para que sus amigos no se burlasen de él, metió la cabeza entre los hombros, a la defensiva. —Utilizándolo, se puede dar una verdadera identidad a los números infinitos, así como a los imaginarios. Y dibujó el signo de la raíz cuadrada con el dedo índice en el borde de su escritorio, sobre el polvo acumulado:


Entre las innumerables cosas que el profesor nos enseñó a mi hijo y a mí, el significado de la raíz cuadrada ocupa un lugar importante. Es posible que al profesor —convencido, como estaba, de que era posible explicar la formación del mundo con números— el término «innumerable» le resultara incómodo. Pero no sé expresarlo de otra manera. Nos enseñó números primos hasta llegar a los cientos de miles, así como el número mayor jamás utilizado para una demostración matemática registrado en el Libro Guinness, o la noción matemática de transfinito; sin embargo, por mucho que enumere estas cosas y otras más, no guardan proporción alguna con la intensidad de las horas que pasamos con él. Recuerdo bien el día en que, los tres juntos, intentamos descubrir qué magia es la que coloca los números bajo el símbolo de la raíz cuadrada. Fue a principios de abril, una tarde lluviosa. En el estudio oscuro lucía una bombilla, la cartera de la que mi hijo se había desprendido había aterrizado sobre la alfombra, y por la ventana se veían unas flores de albaricoquero mojadas por la lluvia.

UNA COLUMNA DE FUEGO


Tercer libro de la Saga Los Pilares de la Tierra, ficción histórica en Inglaterra, que comienza en el siglo XII con la primera novela que,  da nombre a la saga.

Estos días he vuelto a Kingsbrigde y allí con el trasfondo de las guerras de religión del siglo XVI he disfrutado de las aventuras, el amor, al traición y la vida de los protagonistas de esta saga de novelas que no serán de gran altura literaria, pero entretienen que da gusto.
Unos días de ficción histórica y de entretenimiento sin complicaciones.
Que más decir de Ken Follett.....? Pues que es best-seller en estado puro!
Absténganse los puristas y disfruten todos los demás!!

Sinopsis (Ed. Plaza y Janés)
Una columna de fuego arranca cuando el joven Ned Willard regresa a su hogar en Kingsbridge por Navidad. Corre el año 1558, un año que trastocará la vida de Ned y que cambiará Europa para siempre. 
Las antiguas piedras de la catedral de Kingsbridge contemplan una ciudad dividida por el odio religioso. Los principios elevados chocan con la amistad, la lealtad y el amor, y provocan derramamientos de sangre. Ned se encuentra de pronto en el bando contrario al de la muchacha con quien anhela casarse, Margery Fitzgerald. 
Cuando Isabel I llega al trono, toda Europa se vuelve en contra de Inglaterra. La joven monarca, astuta y decidida, organiza el primer servicio secreto del país para estar avisada ante cualquier indicio de intrigas homicidas, levantamientos o planes de invasión.
En París, a la espera, se encuentra la seductora y obstinada María Estuardo, reina de los escoceses, en el seno de una familia francesa con una ambición descomunal. Proclamada legítima soberana de Inglaterra, María cuenta con sus propios partidarios, que conspiran para deshacerse de Isabel. 
Entretanto, Ned Willard busca a Jean Langlais, un personaje escurridizo y enigmático, sin saber que tras ese nombre falso se esconde un compañero de clase de su infancia, alguien que lo conoce demasiado bien. 
A lo largo de medio siglo turbulento, el amor entre Ned y Margery parece condenado al fracaso mientras el extremismo hace estallar la violencia desde Edimburgo hasta Ginebra. Isabel se aferra precariamente a su trono y a sus principios, protegida por un pequeño y entregado grupo de espías hábiles y agentes secretos valerosos. 
Los auténticos enemigos, tanto entonces como ahora, no son las religiones rivales. La verdadera batalla es la que enfrenta a quienes creen en la tolerancia y el acuerdo contra tiranos dispuestos a imponer sus ideas a todo el mundo... y a cualquier precio.

Una columna de fuego (fragmento)

Prólogo

Lo ahorcamos delante de la catedral de Kingsbridge, el emplazamiento habitual para todas las ejecuciones; porque si no se puede colgar a un hombre ante el rostro de Dios, tal vez eso signifique que no debería estar muerto.
El sheriff lo subió desde los calabozos de la cárcel —situada bajo la casa consistorial, la antigua sede del gremio— con las manos atadas a la espalda. Caminaba erguido, con una expresión desafiante en su cara macilenta, con el gesto impávido.
La multitud vociferaba mofándose de él, maldiciéndolo entre abucheos, y aunque él parecía no verlos, sí me vio a mí: nos miramos a los ojos, y en ese efímero intercambio de miradas había una vida entera.
Yo era responsable de su muerte, y él lo sabía.
Había estado persiguiéndolo durante decenios; era un asesino que, en un acto de salvaje brutalidad, habría acabado con la vida de la mitad de los gobernantes de nuestro país, incluida la práctica totalidad de la familia real, si yo no se lo hubiera impedido.
Me he pasado la existencia yendo tras esos asesinos en potencia, y muchos de ellos han sido ejecutados, no solo en la horca, sino, además, destripados y descuartizados, la muerte más terrible, la que se reserva para los peores criminales.
Sí, he hecho esto mismo innumerables veces: ver morir a un hombre sabiendo que yo, más que ningún otro, lo había llevado ante su castigo, un castigo justo pero atroz. Lo hice por mi país, que tengo en gran estima; por Su Majestad, a quien sirvo, y por algo más, por un principio: la convicción de que una persona tiene derecho a decidir cuáles son sus creencias con respecto a Dios.
Aquel fue el último de los muchos hombres a quienes envié al infierno, pero me hizo pensar en el primero…

ESQUIVAR A LA MUERTE


Octava entrega de la serie de novelas protagonizadas por comisario de policía en el Departamento de Investigación Criminal de Brighton y Hove, Sussex, Inglaterra.

Y, muy a mi pesar, llego a la última novela publicada en castellano de la serie protagonizada por Roy Grace.... ahora a esperar que la editorial se apiade de nosotros y traduzca los 5 siguientes.
En esta novela, Grace se enfrenta al "fenómeno fan" llevado a sus últimas consecuencias y se enfrenta, también, a su pasado con consecuencias imprevisibles.
Emocionantes y entretenidas, me han conquistado estas novelas que, aunque no tienen nada que ver con Rankin como publicita su portada, sí valen la pena por si mismas.
Un policía y un autor que seguiré leyendo!

Sinopsis (Ed. Roca)
Una obsesión mortal solo es el principio… Octava entrega de la serie de novelas protagonizadas por el detective Roy Grace.
Para el productor de Los Ángeles Larry Brooker, esta es la película que podría traerle la suerte que durante tanto tiempo le ha estado esquivando. Para la estrella mundial, Gaia, desesperada por que la tomen en serio como actriz, este es el papel que podría darle una nominación a los Oscars.
Para la ciudad de Brighton, los ingresos y la publicidad que puede llegar a traer una superproducción de Hollywood sobre la mayor historia de amor –la del el rey Jorge IV y Maria Fitzherbert– de la que la ciudad fue escenario, son incalculables.
Pero para el detective Roy Grace todo esto es una pesadilla hecha realidad. Un acosador obsesionado por Gaia anda suelto, incluso parece que ha viajado desde California a Brighton y ahí está, esperando, vigilando, acechando…

Esquivar a la muerte (fragmento)

1
Te lo advierto. No te lo repetiré.  No aceptes el papel. Más vale que me hagas caso.  Si  aceptas el papel,  estás muerta.  Zorra.

2
Gaia Lafayette no era consciente de la presencia de aquel hombre que acechaba en la oscuridad en el coche familiar, decidido a matarla. Y tampoco era consciente del correo electrónico que le había enviado. Recibía amenazas constantemente, la mayoría de las veces de fanáticos religiosos o de gente molesta por su vocabulario soez o por el provocativo vestuario  que lucía en algunos de sus espectáculos y videos musicales. Estos mensajes eran filtrados por su jefe de seguridad  y hombre de confianza, Andrew Gulli, un duro expolicía que se había pasado la mayor parte de su carrera protegiendo a políticos especialmente polémicos.

UN DÍA EN EL ATARDECER DEL MUNDO


"Una mañana a fines de septiembre de 1955 un hombre bajó de un taxi frente a un hotel en Nueva York, pagó al conductor y depositó tres bultos en la acera"

Así comienza está hermosa novela de William Saroyan, una novela más de sentimientos que de hechos, una suerte de relato autobiográfico en el que realidad y ficción se mezclan para construir una instantánea en la vida de un hombre, de un escritor... endeudado y en crisis, de un padre ausente, de un amigo lejano, de un hombre en la encrucijada.
No pasan grandes cosas, en esta novela, aparentemente no pasa nada importante en esta semana en Nueva York pero Yep Muscat desgrana sus sentimientos, uno a uno, y cuando termina nos hemos "enamorado" de este armenio tranquilo e insomne y nos gustaría seguir leyendo.
Hasta ahora sólo había leído a William Saroyan en La comedia humana pero gracias a la reedición de Acantilado y a mi biblioteca, creo que seguiré leyendo a este autor.
Me ha gustado, mucho!

Sinopsis (Ed. Acantilado)
Yep Muscat, afamado escritor armenio en horas bajas y endeudado, regresa a Nueva York para intentar vender sus obras y visitar a su ex mujer, una actriz segundona de Broadway, y a sus dos hijos. A lo largo de una ajetreada semana se reunirá con productores y agentes literarios que en su día confiaron en su talento y hoy recelan de él, regresará a los hoteles de su juventud, ahora en franca decadencia, y se reencontrará con un amigo de la adolescencia que ha hecho fortuna. Todo parece invitar a Muscat a refugiarse en su pasado, salvo la mágica compañía de sus hijos, Rosey y Van, que lo arraigan al presente. Por contraste con el escenario de la bulliciosa Nueva York de la década de 1950, la trama de las relaciones humanas, que Saroyan urde con maestría, emerge como el verdadero hogar de unos personajes que a pesar del desarraigo han logrado construir una singular familia. Escrito con una depurada prosa, Un día en el atardecer del mundo es una emotiva ficción autobiográfica que nos devuelve al mejor Saroyan.

Un día en el atardecer del mundo (fragmento)
"Dentro de ocho horas habré estado en Nueva York dos días enteros. He obtenido un contrato en toda regla con “El mundo vivo”, pero el dinero irá íntegro a la oficina de impuestos. Me he entrevistado con Larry Langley, con su hermano Walter y con Adolph Zamlock y les veré de nuevo a las diez de la mañana. He visitado la oficina de Baragaray, y Jessica me ha comunicado que le diría que me llamase, cosa que aún no ha hecho. He visto a los niños. He llevado a su madre a “El Marocco”. Zak ha venido a la ciudad y nos hemos encontrado, después de veinte años. El doctor Levy me ha extraído el diente muerto. Harry Hyan me ha telefoneado para decirme que Jack Bloom quiere comprar Los vagabundos. He paseado por el Bowery en compañía de Zak. He visto y pateado las mismas calles por las que paseó mi padre en 1905. Zak ha cantado una canción. Hicimos una carrera en plena calle y, a pesar de su ventaja inicial, logré vencerle. Hemos ido al barrio chino. Allí, encontramos un restaurante. Un escritor surgió de las brumas del pasado. Nos hemos sentado a su mesa y he conocido a la hija de un gran autor. Después, he venido al hotel, he intentado dormir y me he despertado al cabo de cinco minutos. Laura ha llamado para decirme que el chico estaba enfermo. He hablado con el niño y está bien. Los “Yanks” llevan dos partidos ganados y los “Dodgers” uno. Después de veinte años, vuelvo a encontrarme en el “Great Northern”. Bert, el mozo de equipajes, aún está aquí y presenta el mismo aspecto de siempre, actúa como siempre, pero no es el mismo. No he escrito ni un cuento. No he escrito ni un poema. No he escrito nada, excepto algunas cartas. He llamado a Leonard Lyons, quien me ha puesto en contacto con un revendedor de entradas que podía mucho dinero por dos localidades para el partido de mañana. Mi maxilar me duele y me palpita. No puedo dormir. Cuando era niño, deseaba que me llegasen esos momentos de serenidad. Aquí tengo uno, al fin, y no me cambiaría por nada ni por nadie en el mundo, vivo o muerto.»
Tales pensamientos duraron el tiempo que tarda en consumirse un cigarrillo. "


TAN MUERTO COMO TÚ


Sexta entrega de la serie de novelas protagonizadas por comisario de policía en el Departamento de Investigación Criminal de Brighton y Hove, Sussex, Inglaterra.

Y así voy "turnando" uno bueno con uno entretenido y me lo paso genial!!!
En esta entrega el pasado vuelve con todas sus fuerzas malignas...y Roy Grace está ahí para pararlo.
Obsesos sexuales y violaciones, nuestro detective hará todo lo que esté en su mano para parar la locura.
Y mientras tanto otras amenazas le acechan...

Sinopsis (Ed. Roca)
«Tan muerto como tú es una ingeniosa novela sobre la obsesión sexual, posiblemente uno de los thrillers más adictivos desde El silencio de los corderos de Thomas Harris» The Washington Post

En el hotel Metropole de Brighton, la noche de Nochevieja una mujer es brutalmente violada cuando regresa a su habitación. Una semana más tarde alguien ataca a otra mujer. El violador se lleva los zapatos de las dos...El detective Roy Grace se da cuenta enseguida de que estos casos son muy similares a otros que quedaron sin resolver en 1997 en cuya investigación él participó. Al criminal se le apodó Hombre de los zapatos y se cree que violó a cinco mujeres antes de acabar asesinando a la sexta de sus víctimas y de desvanecerse. Ahora, Grace no sabe si se trata de alguien imitando los ataques originales o del propio Hombre de los zapatos que ha reaparecido, pero cuando las violaciones se suceden, Grace acaba por convencerse de que se trata del mismo hombre. Y de que escarbando en el pasado ?una época en que Roy Grace todavía era feliz junto a su esposa Sandy, ahora desaparecida? puede encontrar la clave para resolver la investigación. Pero tiene que ser una carrera contra reloj, porque la policía se teme que vuelva a repetirse la historia después cuando llegue a la sexta víctima.

Tan muerto como tú (fragmento)

1
Jueves, 25 de diciembre de 1997
Todos cometemos errores, constantemente. La mayoría de ellos son cosas triviales, como olvidarse de devolver una llamada, de poner dinero en un parquímetro o de recoger la leche del supermercado. Pero en ocasiones —
por fortuna muy pocas veces— cometemos ese gran error. El tipo de error que puede acabar costándonos la vida. El tipo de error que cometió Rachael Ryan. Y tendría mucho tiempo para pensar en ello. Si… hubiera bebido menos. Si… no hubiera hecho tantísimo frío. Si… no se hubiera puesto a llover. Si… no hubiera habido una cola de un centenar de personas igual de bebidas que ella esperando taxis en East Street a las dos de la mañana aquella Nochebuena. Si… su piso no hubiera estado a tiro de
piedra, a diferencia del de sus compañeras de fiesta, Tracey y Jade, que estaban igual de bebidas pero vivían lejos, en la otra punta de Brighton. Si… hubiera escuchado a Tracey y a Jade cuando le dijeron que no fuera tan tonta, que habría montones de taxis, que solo tendrían que esperar un rato.

EL FERROCARRIL SUBTERRÁNEO


Termino El ferrocarril subterráneo y, partiendo de la base de que el tema que trata no está entre mis favoritos (más que nada por "trillado" en cine y literatura), me ha gustado, con moderación.
Esta recreación de la Red de fuga de esclavos en EEUU, tiene una parte fabulatoria y una parte más realista. Se trata de la historia de una fuga, una persecución y una situación brutal que, no por conocida, deja de ser impactante.
Escrita con corrección y con personajes que podrían estar mejor construidos, se deja leer pero no emociona, eso sí, desespera.
La recomiendo con reservas.

Sinopsis (Ed. Literatura Random House)
Galardonada con el Premio Pulitzer 2017 y con el National Book Award, El ferrocarril subterráneo ha sido el acontecimiento literario del año en Estados Unidos.
Colson Whitehead es uno de los pocos escritores que ha conseguido ambos premios por el mismo libro. Con El ferrocarril subterráneo entra a formar parte del grupo de grandes nombres como Faulkner, Proulx, Updike y A. Walker.
Una renovada visión de la esclavitud donde se mezclan leyenda y realidad y que oculta una historia universal: la de la lucha por escapar al propio destino
Cora es una joven esclava de una plantación de algodón en Georgia. Abandonada por su madre, vive sometida a la crueldad de sus amos. Cuando César, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte para conseguir la libertad.
El ferrocarril subterráneo convierte en realidad una fábula de la época e imagina una verdadera red de estaciones clandestinas unidas por raíles subterráneos que cruzan el país. En su huida, Cora recorrerá los diferentes estados, y en cada parada se encontrará un mundo completamente diferente, mientras acumula decepciones en el transcurso de una bajada a los infiernos de la condición humana... Aun así, también habrá destellos de humanidad que le harán mantener la esperanza.
Whitehead nos brinda una historia universal, onírica y a la vez brutalmente realista, sobre la libertad y las ilusiones truncadas, que nos habla de la fuerza sobrehumana que emerge ante la determinación de cambiar el propio destino.
El ferrocarril subterráneo ha sido
ganador del
Premio Pulitzer 2017,
National Book Award 2016,
Indies Choice Book Award 2017,
galardonado con la Andrew Carnegie Medal of Excellence,
destacada por Barack Obamay Ophra Winfrey,
número 1 de la lista de best seller de The New YorkTimes durante más de 36 semanas,
seleccionado
libro del año 2016 por Amazon y Apple,
una de las mejores novelas de 2016 según The New York Times Book Review y Publishers Weekly.
La adaptación televisiva de la novela correrá a cargo de Barry Jenkins, director de Moonlight, ganadora del Oscar a la mejor película en 2017.

El ferrocarril subterráneo (fragmento)

La primera vez que Caesar le propuso a Cora huir al norte, ella se negó.
Fue su abuela la que habló. La abuela de Cora no había visto el océano hasta aquella tarde luminosa en el puerto de Ouidah y el agua la deslumbró después del encierro en las mazmorras del fuerte. Los almacenaban en las mazmorras hasta que llegaban los barcos. Asaltantes dahomeyanos raptaron primero a los hombres y luego, con la siguiente luna, regresaron a la aldea de la abuela a por las mujeres y los niños y los condujeron encadenados por parejas hasta el mar. Al mirar el vano negro de la puerta, Ajarry pensó que allá abajo, en la oscuridad, se reuniría con su padre. Los supervivientes de la aldea le contaron que, cuando su padre no había podido aguantar el ritmo de la larga marcha, los negreros le habían reventado la cabeza y habían abandonado el cadáver junto al camino. La madre de Ajarry había muerto años atrás.
A la abuela de Cora la vendieron varias veces en ruta hacia el puerto, los negreros la cambiaron por conchas de cauri y cuentas de vidrio. Costaba decir cuánto habían pagado por ella en Ouidah porque fue una compra al por mayor, ochenta y ocho almas por sesenta cajones de ron y pólvora, a un precio que se fijó tras el regateo de rigor en inglés costeño. Los hombres sanos y las embarazadas valían más que los menores, lo que dificultaba los cálculos individuales.
El Nanny había zarpado de Liverpool y había hecho dos escalas previas en la Costa de Oro. El capitán alternaba las adquisiciones para no acabar con un cargamento de un único temperamento y cultura. A saber qué tipo de motín podrían tramar los cautivos de compartir un idioma común. Ouidah era la última parada antes de cruzar el Atlántico. Dos marineros de pelo amarillo acercaron a Ajarry al barco en bote, tarareando. Tenían la piel blanca como los huesos.
El aire tóxico de la bodega, la penumbra del confinamiento y los gritos de los demás encadenados la enloquecieron. Dada su tierna edad, sus captores no satisficieron inmediatamente sus impulsos con ella, pero al final, a las seis semanas de travesía, algunos de los oficiales más veteranos terminaron sacándola a rastras de la bodega. Ajarry intentó suicidarse dos veces durante el viaje a América, una privándose de comer y la otra ahogándose. Los marineros, versados en las maquinaciones e inclinaciones de sus esclavos, frustraron ambos intentos. Ajarry ni siquiera alcanzó la borda cuando trató de saltar al mar. Su pose bobalicona y su aspecto lastimero, vistos en miles de esclavos antes que ella, delataron sus intenciones. La encadenaron de los pies a la cabeza, de la cabeza a los pies, multiplicando así el tormento.



TRAFICANTES DE MUERTE


Quinta entrega de la serie de novelas protagonizadas por comisario de policía en el Departamento de Investigación Criminal de Brighton y Hove, Sussex, Inglaterra.

Seguimos a nuestro inspector Grace hasta el este de Europa tras las mafias de tráfico de órganos. Vivimos la angustia y el miedo pero no acaba de resultar totalmente atractivo es hombre " Con los ojos de Paul Newman"....., quizás porque, a pesar de sus desgracias, le falta un punto oscuro....!
Lo bueno, la variedad de temas candentes que tratan estas novelas y la habilidad con la que están escritas.
Entretenimiento asegurado!

Sinopsis (Ed. Roca)

¿A qué estarías dispuesto para salvar la vida de tu hija?

La vida de Lynn Barrett se convierte en una pesadilla cuando a su hija Caitlin se le diagnostica un cáncer de hígado terminal. La escasez de órganos hace que la desesperada Lynn recurra a un traficante de órganos, quien casi enseguida le confirma que ha encontrado a una donante perfecta. Entretanto, Roy Grace está trabajando en un caso en que a los restos de tres jóvenes que han aparecido en las profundidades de la costa de Brighton les faltan los órganos vitales? La pista llevará a Grace al este de Europa, donde operan las mafias de traficantes de órganos.

Traficantes de muerte (fragmento)

1
Susan odiaba la moto. Solía decirle a Nat que las motos eran letales, que montar en una de ellas era lo más peligroso del mundo. Una y otra vez. Nat le rebatía diciéndole que, en realidad, las estadísticas demostraban lo contrario, que, de hecho, lo más peligroso que hay es meterse en la cocina. Es el lugar donde hay más probabilidades de morir.
Él lo veía con sus propios ojos cada día de trabajo, desde su puesto de jefe de Ingresos del hospital. Claro que se producían accidentes de moto graves, pero nada comparado con lo que ocurría en las cocinas.
La gente se electrocutaba regularmente al meter tenedores en las tostadoras. O se rompía el cuello al caerse de una silla de la cocina. O se ahogaba. O se intoxicaba con algún alimento. A él le gustaba en particular contarle la historia de una víctima que había llegado a Urgencias del Royal Sussex County Hospital, donde trabajaba —o más bien, donde se dejaba la piel— después de meter la cabeza en el lavavajillas para desbloquear el aspersor y que se había clavado un cuchillo de trinchar en un ojo.
Solía decirle que las motos no eran peligrosas, ni siquiera las enormes como su Honda Fireblade roja (que podía ponerse a cien por hora en tres segundos). Y además, su Fireblade dejaba una huella de carbono infinitamente menor que el destartalado Audi TT de Susan.