miércoles, 23 de agosto de 2017

LA PUERTA DE LOS INFIERNOS


Si no conociese previamente la obra de Gaudé y sólo hubiese leído la contraportada de este libro, estoy segura de que no lo leería jamás, pero.......me encanta Gaudé y no he leído la contraportada. Aún así no me ha parecido la mejor obra que he leído de Gaudé,  hasta el momento.
Es una fábula sobre el bien y el mal, los sentimientos de pérdida y la recuperación absurda del pasado que no tiene, nunca, futuro.
Una historia de venganza apocalíptica que se salva gracias a la prosa magnífica de Gaudé.

La puerta de los infiernos (fragmento)
" Giuliana vagaba cada vez más a menudo por el barrio de Montesanto. Daba vueltas alrededor de la iglesia. Cada vez que pasaba por delante, depositaba una de sus notitas. Con el transcurso de los días, no tardó en haber decenas en la pared del templo. Quería cubrir la fachada de papelitos, que el cura supiera que ella estaba allí y que esperaba mucho de él.
Una noche, por fin, se sintió preparada. Fue a la iglesia. Eran casi las dos de la madrugada. El cielo estaba claro y las estrellas titilaban en la pureza nocturna. Se arrodilló ante la pesada puerta cerrada y murmuró su tercera imprecación.
—Estoy de rodillas ante usted, padre, pero no crea que soy débil. Soy fuerte. Confío en usted. Va a obrar para mí un milagro; ya siento correr la alegría por mis venas. Sé que los hombres como usted son capaces de cosas así. Quizá les cueste, pero están aquí abajo para eso, para aliviarnos de nuestras desgracias. Sé lo que se avecina. Los ciegos verán. Los paralíticos echarán a andar. Lo sé muy bien. Estoy preparada. Es la hora de la resurrección de los muertos. Todos, uno a uno, saldrán de debajo de la tierra y se pondrán a caminar. Espero con impaciencia. No será un milagro. Simplemente, la reconciliación del Señor con los hombres. Porque nos ofendió. También usted lo sabe. Mediante la muerte de Pippo, me arrojó al suelo y me pegó. Era un acto de crueldad, y lo maldije. Pero hoy ha llegado la hora del Perdón. El Señor va a arrodillarse ante nosotros y a pedirnos que lo perdonemos. Lo miraré largamente, lo besaré en la frente y lo perdonaré. Será entonces cuando los muertos se alcen, pues todo habrá acabado. Muy bien. Rezo para que llegue ese día. Ahora soy fuerte. Esperaré hasta mañana. Ya noto cómo ruge la tierra. Los cadáveres se revuelven. Se preparan y agitan con impaciencia. Sólo faltan unas horas para que el Señor se presente ante nosotros. Estoy ansiosa, padre, por verlo arrodillarse ante mí y llorar con humildad. "



CUANDO TODO CAMBIÓ


La protagonista de Cuando todo cambió, cree que un incidente, una llegada, un hombre, cambiaron su vida y la de su familia.
Realmente los secretos, el silencio y la huida cambiaron a todos.
Una historia familiar con todos los tópicos que un pueblo pequeño puede aportar, y aquí está la novedad, el ritmo de la novela, la narración en flashback controlada y una sensación de "verdad" que trasciende la historia y nos impulsa a seguir las desventuras de la familia Ward hasta que todo cambia y todo sigue igual¡
Creo que nuestro amigo Juan Font Osaba recomendó esta novela hace unas semanas y se lo agradezco, he disfrutado¡

Efectivamente, aquí está la opinión de Juan Font:

RESEÑADA por Juan Font Osaba para LIBROS el 8 de Junio de 2013.
He leído “Cuando todo cambió” de Donna Milner.
La novela, de género dramático, se sitúa en una granja al sur de Canadá, muy cerca de la frontera con EEUU, en la segunda mitad del siglo XX. Una familia con tres hijos y una hija verán alteradas sus vidas cuando llega a trabajar River, un joven americano que huye de su país por estar en contra de la... guerra de Vietnam. Muchas cosas van a ocurrir contadas por la hija que es la protagonista. Anoto dos frases que centran el fondo de la historia: “Esta familia nunca se pelea, no usa la palabras como armas. Usa el silencio. Y hiere igual o más. Dejáis que lo que os agobia, que no os decís los unos a los otros, se interponga entre vosotros” y otra que dice “Es que los secretos hacen más daño que la verdad”.
En ningún momento decae el interés mientras se van alternado sucesos del pasado con el presente hasta llegar a un final muy emocionante. Me ha gustado.

Cuando todo cambió (fragmento)

"Vino a pie. Como un espejismo, surgió entre las oleadas temblorosas de calor, por la carretera de tierra serpenteante que conducía hasta nuestra puerta. Lo vi desde las sombras del porche. Yo tenía catorce años aquel caluroso día de julio de 1966,y cumpliría los quince en menos de un mes. Me apoyé en el quicio de la puerta de entrada del porche y entrecerré los ojos hacia el sol, mientras los últimos restos de agua chorreaban del rodillo para escurrir la ropa que tenía delante. Fuera, la colada de toda la semana colgaba floja e inmóvil de las tres cuerdas para tender que atravesaban el jardín. Las sábanas, de un blanco hiriente a la intensa luz del sol, creaban un telón de fondo para la ordenada procesión de los atuendos de nuestra familia. Mi madre estaba de pie en la plataforma de madera de la colada, con la boca llena de pinzas para tender, de espaldas a la carretera. Se agachó y cogió una camisa de tela vaquera del cesto de mimbre que tenía a sus pies, sacudió la prenda con un chasquido de tela húmeda y la colgó de la cuerda.
Aquel día había algo distinto en mi madre. Cuando hacía la colada normalmente llevaba un pañuelo atado con un nudo enrollado en medio de la frente. Aquella tarde se había sujetado el pelo con pasadores y peinetas. Unos rizos rubios rebeldes y unos sencillos pendientes se escapaban en torno a su rostro, y por la nuca. Pero eso no era todo. Estaba alterada, incluso sofocada. Yo estaba segura de que se había puesto  un poco de colorete Avon en las mejillas. Antes la había sorprendido mirándose la cara mientras metía los vaqueros de mis hermanos en el rodillo."

LA DULCE ENVENENADORA


Los últimos años de Linnea Ravaska, una dulce anciana finlandesa que sólo quiere disfrutar de lo que le queda de vida.
Una novela con ese humor "negro" de Paasilinna que encierra más crítica social de la que parece a simple vista.
Se lee con agrado y se espera el desenlace que, no es sorprendente, pero encaja en la filosofía del escritor como "anillo al dedo".
Interesante Paasilinna¡

La dulce envenenadora (fragmento)

Capítulo 1"Una ancianita de aspecto agradable en un sereno paisaje campestre, lo que se dice una estampa encantadora.
En el jardín de la casita de color rojo, una abuelita delgaducha con una regadera amarilla en sus manos regaba su arriate de violetas. Gorjeantes golondrinas revoloteaban por encima de su cabeza en el claro cielo, los abejorros zumbaban, un gato perezoso dormitaba en la hierba.
Más lejos, junto al lindero del bosque, se erguía una pequeña sauna de madera gris; era por la tarde y la chimenea arrojaba bocanadas de humo azulado. A un lado del sendero que llevaba a la sauna había un pozo sobre el cual descansaban dos cubos de plástico rojo.
La propiedad era vieja, hermosa, y estaba bien cuidada. Al sur, a unos doscientos metros, se veía el resto de la aldea: alguna que otra casa grande, un invernadero de plástico, un granero y establos, y en los jardines traseros, armazones de coche oxidados, medio ocultos por las ortigas. Del pueblo llegaba el irritante zumbido de las motos y desde algún lugar lejano, el traqueteo rítmico de un tren.
Situada a cincuenta kilómetros de Helsinki, al norte del distrito de Siuntio, la aldea de Harmisto contaba con una tienda, una oficina de correos, una caja de ahorros, una nave industrial en proceso de oxidación y una treintena de granjas.
La anciana llenó en el pozo unos cuantos cubos de agua para llevar a la sauna, parándose de vez en cuando por el camino para descansar. En la sauna, atizó el fuego de la estufa y bajo el caldero del agua y cerró ligeramente el tiro."

LA SONRISA DE ANGÉLICA


Decimoctava entrega de la serie protagonizada por el Comisario Montalbano.

Este, también, es un libro para una tarde de verano, 140 páginas del mejor Camilleri, con un Montalbano que últimamente está de lo más enamoradizo.....
Refrescante como un granizado de café, la verdad no puedo vivir sin este comisario¡¡¡

La sonrisa de Angélica (fragmento)

1"Se despertó de repente y se incorporó con los ojos bien abiertos. Acababa de oír a alguien hablando dentro del dormitorio. Y dado que estaba solo en casa, se alarmó.
Al cabo de un momento le entraron ganas de reír, porque recordó que Livia había llegado de improviso a Marinella la víspera para darle una sorpresa —agradabilísima, al me nos al principio—, y ahora dormía como un tronco a su lado.
Por la ventana entraba un hilo de luz violácea del alba todavía incipiente. Sin siquiera mirar el reloj, Montalbano cerró los ojos con la esperanza de dormir unas horitas más.
Pero unos segundos después un pensamiento le hizo abrirlos de nuevo como platos. Si alguien había hablado en el dormitorio, sólo podía ser Livia. Y por tanto, lo había hecho en sueños.
Era la primera vez que le pasaba; bueno, quizá sí había hablado alguna vez con anterioridad, pero tan bajito que no lo había despertado. Y a lo mejor todavía se encontraba en una fase especial del sueño en que diría algo más.
No, una ocasión así no había que desaprovecharla.
Alguien que se pone a hablar de repente en sueños sólo puede decir cosas ciertas, la verdad que alberga en su interior; no recordaba haber leído que en sueños se pudieran decir mentiras, o una cosa por otra, porque mientras uno duerme está desprovisto de defensas, desarmado, es inocente como un niño.
Era de vital importancia no perderse las palabras de Livia, y por dos motivos. Uno de carácter general, dado que un hombre puede vivir cien años con una mujer, dormir a su lado, tener hijos con ella, respirar el mismo aire, creer que la conoce a la perfección, y al final comprender que nunca ha sabido cómo es realmente. El otro motivo era de carácter particular, circunstancial."

TODO ESTO PARA QUÉ


Descubrí a esta autora californiana con la impactante, Tenemos que hablar de Kevin, hace ya bastantes años.
Ahora me impacta, de nuevo, con la parábola de la "oveja" laboriosa y todos los lobos que la rodean....
Una parábola de "american way of life" devaluado, una parábola del sufrimiento y el dolor escondido; todo aderezado con un humor negro que no oculta, en ningún momento, la decadencia del imperio y sus habitantes....
Una magnífica novela a la que, ni siquiera, algún desenlace precipitado y poco meditado, le quita mérito e interés.
Eso sí después de leerla he tenido que tomarme varias "cortomalafrinas".

Todo esto para qué (fragmento)

1"Shepherd Armstrong Knacker
Merrill Lynch - N.º de cuenta 934-23F917
1 de diciembre de 2004 - 31 de diciembre de 2004
Cartera neta: 731.778,56 dólares

¿Qué pone uno en la maleta cuando se marcha para el resto de su vida?
En los viajes de investigación –Glynis y él nunca los habían llamado «vacaciones»–, Shep siempre había puesto demasiadas cosas, para hacer frente a cualquier contingencia: ropa para la lluvia, un jersey por si en Puerto Escondido hacía demasiado frío para la estación. Enfrentado a un número infinito de contingencias, el impulso era no llevar nada.
No había ningún motivo racional para andar sigilosamente por esos pasillos como un ladrón que ha venido a asaltar su propia casa –sin hacer ruido, apoyando en las tablas del suelo primero el talón y luego la punta del pie, sobresaltándose cuando crujían–. Dos veces se había cerciorado de que Glynis no estaría en casa a última hora de la tarde (una «cita»; le molestaba que no le hubiese dicho con quién ni dónde). Recurriendo al pretexto, poco convincente, de preguntar por los planes para la cena cuando el hijo de ambos llevaba un año sin estar presente en una comida familiar digna de ese nombre, había confirmado que Zach no representaba ningún peligro, pues se había instalado en casa de un amigo y pasaría allí la noche. Estaba solo en casa. No tenía por qué andar saltando cuando llegara la pasma. Y tampoco meter la mano en el cajón de arriba de la cómoda, temblando, para buscar los calzoncillos como si en cualquier momento alguien fuese a agarrarlo por la muñeca y decirle que tenía derecho a un abogado.
Salvo que, a su manera, Shep era un ladrón, y quizá de la clase más temida por cualquier familia norteamericana. Había vuelto del trabajo un poco antes de lo habitual para así poder robarse a sí mismo."

SEGUNDOS NEGROS


Sexta entrega de la serie protagonizada por el inspector Konrad Sejer.

Desde la portada de la novela y desde sus primeras páginas se adivina que ha pasado.....realmente no es uno de los mejores misterios de esta escritora.
Aun así es agradable una dosis de "palomitas negras" procedentes del frío.
Karin Fossum siempre se deja leer¡¡

Sinopsis
Segundos negros arranca con la desaparición de una niña de diez años en una población rural, rodeada de granjas y bosques en Noruega. La desaparición aviva los peores miedos de su madre que siempre ha creído que su hija era algo demasiado bueno para que durase. El comisario Konrad Sejer, tan humano, tan serio, tan comprensivo que los interrogados a menudo se sienten tentados de contarle más de lo que pretenden, y su joven asistente, Jacob Skarre, comienzan entonces la investigación. Las sospechas recaen sobre Emil Mork, un tipo raro que vive solo y no habla desde su infancia. Sin embargo, a medida que avanza la investigación se pone de manifiesto que todos en la pequeña localidad tienen algún secreto que vale la pena ocultar.                     


Segundos Negros (fragmento)

1

Los días transcurrían muy despacio.
Ida Joner levantó la mano y contó con los dedos. Su cumpleaños era el 10 de septiembre. Aún estaban a primero de mes. Quería muchas cosas. Sobre todo, una mascota. Algo caliente y vivo que fuera solo suyo. Ida tenía una preciosa cara, con grandes ojos castaños. Su figura era frágil y esbelta, y el pelo abundante y rizado. Era espabilada y tenía buen carácter. Todo demasiado bueno. Eso pensaba muchas veces su madre, sobre todo cuando Ida se iba y ella veía desaparecer su espalda por la curva. Demasiado, demasiado bueno para durar.
Ida se montó en la bicicleta. Estaba a punto de abandonar la casa en una flamante bicicleta, marca Nakamura. Dejó el salón patas arriba, había estado tumbada en el sofá jugando con sus figuritas. Su ausencia dejaría primero un gran vacío. Luego un sonido desconocido, que llenaría la casa de desasosiego, penetraría por las paredes. A su madre no le hacía ninguna gracia. Pero tampoco podía encerrar a la niña en una jaula como si fuera un pájaro cantor. Dijo adiós con la mano a Ida y sonrió con valentía. Se puso a hacer sus labores. El aspirador taparía ese nuevo sonido de la habitación. Si empezaba a sudar, o a sacudir alfombras, se atenuaría ese pequeño aguijón que tenía en el pecho y que actuaba cada vez que Ida se iba. Echó un vistazo por la ventana. La bicicleta giró a la izquierda. Ida se dirigía al centro. Todo estaba en orden, llevaba puesto el casco. Un duro cascarón que le protegía la cabeza. Un auténtico seguro de vida. En el bolsillo llevaba una cartera con estampado de cebra que contenía treinta coronas. Sería suficiente para comprar el último número de la revista de caballos Wendy. Con lo que le sobraba solía comprarse un chicle Bugg. Tardaría unos quince minutos en llegar al quiosco de Laila. La madre calculó mentalmente. Ida estaría de vuelta en casa sobre las 18.40 horas, contando con la posibilidad de que se encontrara con alguien y se quedara charlando unos diez minutos. Mientras esperaba, se puso a ordenar. Recogió naipes y figuritas del sofá. Sabía que su hija podía oírla en todo momento allá adonde fuera. Había grabado su autoritaria voz en la cabeza de la niña y sabía que sonaba allí dentro como una eterna amonestación. Se sentía culpable por ello, se sentía culpable como si hubiese cometido una agresión, pero no podía hacer otra cosa. Era precisamente esa voz la que salvaría a Ida el día que se encontrara ante un peligro.

martes, 22 de agosto de 2017

CUERVOS


Décima entrega de la serie protagonizada por Charlie Parker.

Cuervos, aunque me gusta más su título original The burning soul y creo que es más apropiado para la novela es una nueva vuelta de tuerca en el universo propio, y atormentado, de Charlie "Bird" Parker, una investigación que va más allá de la investigación, secretos y culpas que nunca se han ido......
Me gustó mucho aunque no es la mejor de la serie.
Y siguiendo las recomendaciones de nuestro amigo Fernando Bdo Silvestre esta pieza interpretada por Bill Evans acompañó mi lectura, magnífica:
http://youtu.be/dH3GSrCmzC8

Cuervos (fragmento)

1"Mar gris, cielo gris, pero fuego en el bosque y los árboles en llamas. No hacía calor ni había humo, y aun así la espesura ardía, coronada de tonos rojos, amarillos y anaranjados: un gran y frío incendio que se produce con la llegada del otoño y la resignada caída de la hoja. En el aire se percibía mortalidad, presente en el primer asomo de brisas invernales y en la amenaza de heladas que éstas traían consigo; y los animales se preparaban ya para las inminentes nieves. La búsqueda de sustento había empezado, la necesidad de llenarse el estómago para los tiempos de escasez. Con el hambre, las criaturas más vulnerables asumirían mayores riesgos a fin de alimentarse, y los depredadores estarían al acecho. Las arañas negras permanecían agazapadas en los ángulos de sus telas, sin caer aún en su letargo. Todavía podían capturar algún que otro insecto extraviado, y añadir así otros trofeos a su colección de caparazones vacíos. El pelaje de invierno se espesaba y adquiría una coloración más clara para confundirse mejor con la nieve. Bandadas de gansos surcaban el cielo como refugiados huyendo de un conflicto a punto de estallar, abandonando a aquellos obligados a quedarse y arrostrar lo que estaba por venir.
Los cuervos permanecían inmóviles. Muchos de sus hermanos de regiones más septentrionales habían enfilado rumbo al sur para escapar de lo más crudo del invierno; pero aquéllos no. Aunque enormes, eran estilizados, y en sus ojos brillaba una rara inteligencia. En esa remota carretera, algunas personas se habían fijado ya en ellos, y si pasaban por allí en compañía de alguien, ya fuera a pie o en coche, comentaban la presencia de aquellas aves. Sí, coincidían todos, eran más grandes que los cuervos comunes, y puede que, además, infundieran cierta sensación de malestar, esas criaturas encorvadas, esos observadores pacientes y traicioneros. Se habían posado en lo más hondo del ramaje de un viejo roble, un organismo que se acercaba ya al fin de sus días: cada año se le caían antes las hojas, con lo que en las postrimerías de septiembre ya estaba deshojado, un trozo de madera carbonizada entre las llamas, como si el fuego voraz lo hubiera consumido ya, dejando atrás únicamente los vestigios de nidos abandonados mucho tiempo antes. El roble se hallaba en el linde de un bosquecillo que allí se ceñía a la curvatura de la carretera formando un saliente, cuyo vértice ocupaba ese árbol. Antiguamente crecían en aquel lugar otros como él, pero habían sido talados hacía muchos años por los hombres que construyeron la carretera. Ahora era el único de su especie, y pronto también él desaparecería.
Aun así, los cuervos habían acudido a ese roble, porque a los cuervos les gustan las cosas moribundas."