lunes, 17 de agosto de 2015

BROOKLYN FOLLIES


"Estaba buscando un sitio tranquilo para morir. Alguien me recomendó Brooklyn...." así comienza Brooklyn Follies y si alguien se resiste a seguir leyendo, no debería hacerlo¡¡¡
Si alguna vez cumplo 60 años me gustaría ser Nathan Glass y tener su capacidad para vivir las "locuras de Brooklyn", o de cualquier otro sitio donde me encuentre, con la misma amplitud de miras, serenidad, arrojo, romanticismo y ardor de los 20 años.
Paul Auster tiene un estilo propio, tan sencillo y complicado, tan lleno de complicidades y casualidades, tan cercano y sensible, que Brooklyn podría ser mi barrio y Nathan Glass mi vecino, o acaso.....yo mism@. No se la pierdan¡

Nada más puedo, ni quiero añadir sobre esta novela que ha entrado ha formar parte de mis favoritas de todos los tiempos.

RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 11 de Diciembre de 2014.
No sé si será el último libro del año, pero de ser ese su puesto no he podido hacer mejor elección.
Es como un cuentito de Navidad...es una novelita para ser leída y entendida desde la ternura, desde esa visión positiva que tantas veces nos cuesta tener ante la vida.
Me ha gustado y no. Creo que depende mucho del momento vital en que uno la lea... y lograr eso, independientemente del juicio positivo o negativo que se le acabe dando, siempre habría que reconocérselo al autor.
En mi caso, como ando de un buenísimo humor, pues todo me ha parecido bien, verosímil, esperanzador...lo que decía al principio, como un cuentito de Navidad.

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Nathan Glass ha sobrevivido a un cáncer de pulmón y a un divorcio después de tres décadas de matrimonio, y ha vuelto a Brooklyn, el lugar donde pasó su infancia. Hasta que enfermó era un vendedor de seguros; ahora que ya no tiene que ganarse la vida, piensa escribir El libro del desvarí­o humano. Contará todo lo que pasa a su alrededor, todo lo que le ocurre y lo que se le ocurre. Comienza a frecuentar el bar del barrio y está casi enamorado de la camarera. Y va tambié;n a la librerí­a de segunda mano de Harry Brightman, un homosexual culto que no es quien dice ser. Y allí­ se encuentra con Tom, su sobrino, el hijo de su amada hermana muerta. El joven habí­a sido un universitario brillante. Y ahora, solitario, conduce un taxi y ayuda a Brightman a clasificar sus libros... Poco a poco, Nathan irá descubriendo que no ha venido a Brooklyn a morir, sino a vivir.

Brooklyn Follies (fragmento)

"Eso es lo que ocurre cuando uno va a parar al hospital. Te desnudan, te ponen uno de esos camisones humillantes, y de repente dejas de ser quien eres. Te conviertes en la persona que habita tu cuerpo, y en adelante no eres más que la suma de todas las insuficiencias de ese cuerpo. Verse reducido de ese modo equivale a perder todo el derecho a la intimidad. Cuando vienen los médicos y las enfermeras y se ponen a hacer preguntas, hay que contestar. Quieren mantenerte con vida, y sólo alguien que no quiera vivir les dará respuestas engañosas. Si por casualidad te encuentras en un pequeño cubículo, y a menos de un metro a la derecha hay otra persona que es interrogada por un médico o una enfermera, no puedes dejar de oír sus respuestas. No es que quieras saber necesariamente todo lo que se dice, pero te encuentras en una posición en la que resulta imposible no enterarse. Así es como conocí a Ornar Hassim-Alí, de cincuenta y tres años, empleado en una empresa de alquiler de coches con conductor, oriundo de Egipto, con esposa, cuatro hijos y seis nietos. Entró en el cubículo poco después de la una de la madrugada tras haber sentido dolores en el pecho mientras cruzaba el puente de Brooklyn haciendo un servicio. En cuestión de minutos, supe que tomaba pastillas para la tensión, que seguía fumando un paquete diario pero que intentaba dejarlo, que sufría de hemorroides y le daba algún que otro mareo, y que vivía en Estados Unidos desde 1980. Cuando se marchó el médico, Ornar Hassim-Alí y yo hablamos durante casi una hora. No importaba que fuéramos desconocidos. Cuando alguien cree que va a morir, habla con el primero que quiera escucharlo."

Una novela para leer y releer, indescriptible!!!

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