Esta novela fue reseñada por Mari Dolores Sanchis el 1 de Abril de 2012 y su reseña literal es la siguiente:
"Terminé "La palabra de fuego" de F.Lenoir y V.Cabesos. Una novela histórica que transcurre en 4 épocas diferentes:
En la época actual relata las excavaciones en Pompeya donde ocurren tres asesinatos; los acontecimientos de la destrucción de Pompeya en el 79 a.C. y la vida de dos personajes de esa época con secreto incluido; La historia de dos monasterios Cluny y Vezélay y las intrigas de los frailes. Por último la historia actual de Johanna la arqueóloga preocupada por las visiones en sueños de su hija de lo que sucedió en Pompeya.
Cuatro historias que repercuten y se unen en la actualidad y que, poco a poco, van captando el interés, incluyendo algún ingrediente de novela negra, con un final inesperado. Yo recomendaría leer La promesa del ángel si se quiere profundizar en la historia de Johanna, ya que hay varias referencias al respecto, aunque son dos historias distintas y se pueden leer por separado.
Muy recomendable." Mari Dolores Sanchis (1 de Abril de 2012)
He de aclarar, que no soy muy aficionada a la novela de tema histórico (ni siquiera a la novela histórica) ya que siempre tengo la sensación de que existe un poco de "tomadura de pelo" en la recreación de los hechos que "todos conocemos"; otra cosa es la "fantasía histórica" que, tampoco, es mi género literario favorito...pero tengo que reconocer que proporciona entretenimiento y, a veces, confusión sobre fechas y sucesos.
Esta novela es una mezcla de historia, novela histórica, fantasía histórica y novela negra, que proporciona entretenimiento para quien quiera pasar un buen rato lector. Coincido, plenamente, con Mari Dolores, y si ambas no logramos convencer al "posible" lector; un fragmento de La palabra de fuego, tal vez, lo consiga:
"La noche era del azul violáceo con que se engalanan las grandes hortensias de los jardines ingleses. Acá y allá se alargaban las manchas oscuras de los árboles diseminados por la ciudad. Al norte, detrás de las palmeras y los pinos piñoneros, se alzaba la masa negra de una montaña, muda y dormida como la ciudad que yacía a sus pies.
Ni un soplo en el aire caliente, yodado y perfumado de esencias mediterráneas. No cabía esperar frescor alguno de la noche.
Ni rastro de vida en las calles adoquinadas.
Ni un solo ruido nocturno. Ningún ronquido que escapara de la boca de un durmiente, ningún suspiro de unos labios besados.
Nada más que el vacío de una ciudad abandonada.
Una ciudad fantasma sin arena, en pleno centro de Italia.
Los habitantes se habían marchado hacía tanto tiempo que sus viviendas ya no tenían tejado.
En un cruce del campo de ruinas, esculpida en una fuente, una cabeza de piedra vigilaba la nada: con su casco alado, Mercurio, mensajero de los dioses, divinidad de los muertos y de los viajeros, acechaba la menor presencia." (Capítulo I)
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