La historia de Oscar Matzerath, el niño que no quiso, o no pudo, crecer es, también, la historia horrible del tercer Reich en un lenguaje infantil, crudo e incluso macabro y es la historia de una parte de Europa a través de los dudosos acontecimientos narrados por una mente perturbada al son del redoble de hojalata y del chillido rompedor.
No es un libro fácil de leer porque su lenguaje y su estructura son deliberadamente complicados, tanto como la historia que cuentan, la narración infantil no es sino un recurso más de la historia, también deliberado:
"(...) ¿Qué más diré? Nací bajo bombillas, interrumpí deliberadamente el crecimiento a los tres años, recibí un tambor, rompí vidrio con la voz, olfateé vainilla, tosí en iglesias, nutrí a Lucía, observé hormigas, decidí crecer, enterré el tambor, huí a Occidente, perdí el Oriente, aprendí el oficio de marmolista, posé como modelo, volví al tambor e inspeccioné cemento, gané dinero y guardé un dedo, regalé el dedo y huí riendo; ascendí, fui detenido, condenado, internado, saldré absuelto; y hoy celebro mi trigésimo aniversario y me sigue asustando la Bruja Negra. "Amén". Deje caer el cigarrillo apagado. Fue a parar a las planchas de la escalera eléctrica. Después de haber ascendido por algún tiempo en dirección del cielo en un ángulo de pendiente de cuarenta y cinco grados. "
No es un libro fácil de leer, repito, pero una vez leído nunca lo olvidarás, es un libro que vale un Nobel.
Y una película que valió un Oscar:http://youtu.be/ hHu4Ww06iVU
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