domingo, 25 de noviembre de 2012

INVIERNO ÁRTICO


Ser fan de Arnaldur Indridason significa que todas sus novelas se esperan con impaciencia y se leen con placer. Dicho esto, Invierno Ártico es una más, la verdad no me ha emocionado especialmente. La trama bien construida, como es habitual en Indridason, pero le falta ese punto de emoción y complicación psicológica que me "engancharon" en, por ejemplo, La mujer de verde. Quizás sea una sensación, ... pero los personajes se me antojan un poco desdibujados, casi como si se hubiesen "agotado" un poco en el tiempo transcurrido desde la primera novela. Erlendur Sveinson sigue siendo el "cascarrabias solitario" de las primeras novelas, pero.......Invierno Ártico no me ha gustado tanto como otras del autor, parece que la "trama personal" pierde fuerza y la solución al caso se atisba demasiado pronto. En resumen entretenida pero no genial¡

Y esta es la opinión de mi querida PosibleMente, para LIBROS.
RESEÑADA POR POSIBLE MENTE
16 de Enero de 2013
Terminado Invierno ártico. Me han gustado más los anteriores. Y en éste concretamente no entiendo por qué Indridason se ha empeñado en que Erlendur cometiese el error que cometió. Me imagino que quienes hayamos leído el libro nos preguntaríamos cómo es que dio por sentado que determinado dato era correcto
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Invierno ártico (fragmento)

" A Erlendur le empezó a sonar el móvil cuando bajaba del coche de Egill. Era Guðný, la intérprete, que había vuelto a casa de Sunee. Erlendur le había pedido que estuviera a disposición de Sunee día y noche, y que le llamara si pasaba algo. Niran se había despertado tras una noche muy difícil. Su estado no había cambiado. No quería habar con nadie. Sunee exigía que le dejaran paz. No quería verle rodeado de psicólogos. No quería más visitas ni que hubiera policías entrando y saliendo de la casa todo el rato. Erlendur dijo que se pasaría a verles, y concluyeron la conversación.
Cuando Erlendur volvió a entrar en la escuela, Elínborg y Sigurður Óli seguían recogiendo información sobre Elías entre sus compañeros de clase. Estuvo un rato viendo el desarrollo de las entrevistas. Los chicos se quejaban de toda clase de afrentas, aunque ninguna estaba directamente relacionada con Elías. Alguien se había metido con dos de las chicas, a alguien no le dejaron jugar al fútbol, alguien le había tirado una gran bola de nieve a un chico, le dio en el muslo y el chico se echó a llorar, pero no era Elías. Sigurður Óli se acercó a Erlendur y le indicó que tardarían todo el día en acabar. Afectados y asustados por lo que le había pasado a Elías, algunos de los niños lloraban.
Erlendur llamó al comisario de Estupefacientes y le pidió que comprobase los casos de tráfico de drogas que se hubieran producido en el barrio y que pudieran estar vinculados con el colegio.
El director del colegio iba despeinado y con la ropa desaliñada, y daba la sensación de no haber dormido bien esa noche. Delante de su despacho esperaban los representantes de la iglesia, de la asociación de padres y madres de alumnos y un portavoz de la policía, que ese mediodía se dirigirían a los niños. Todos se apiñaban alrededor del director, que parecía completamente superado por las circunstancias. Era como si aquello le quedara demasiado grande. Apareció su secretaria y le dijo que tenía una llamada urgente a la que tenía que responder, pero él se negó a atenderla haciendo un gesto negativo con la mano. Erlendur miró el grupo de gente y volvió hacia atrás. Siguió a la secretaria y esta le dijo dónde podía encontrar a la tutora de Niran. "

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