viernes, 19 de enero de 2018

EL VIENTO DE LAS HORAS


En un vuelo he leído esta novela de Angeles Masttreta aunque no sé si el término novela es completamente aplicable a esta colección de sentimientos, situaciones, edades, opiniones, vivencias y pensamientos que la autora ha volcado en las 250 páginas de este libro.
No podría calificarlo exactamente de novela porque carece de los atributos precisos del género es, más bien, una colección de "relatos ...cortos" que van contando una vida y esa sensación extraña de que el tiempo pasa sin que una se dé cuenta. La autora reflexiona sobre los cambios físicos, psíquicos y del entorno en el que vive, así reflexión tras reflexión nos conduce por la senda de la madurez en la que, previsiblemente, el tiempo que queda es menos que el que ha transcurrido.
No es un libro pesimista pero esta cargado de nostalgia que la sensibilidad de Mastretta es capaz de transformar en esperanza.
Creo que no pasará a la historia de la literatura pero me ha gustado.

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Un recorrido por los recuerdos que se presentan de manera inesperada y que traen consigo la más auténtica felicidad.
 
Ángeles Mastretta nos hace partícipes del legado de los días evocando los detalles más cotidianos y al mismo tiempo más preciados de este mundo palpitante y generoso que nos rodea. Aquí se reviven emociones que hacen que el tiempo se dilate y reflexiones en torno a grandes temas universales como la juventud, la belleza, el amor, la muerte y, sobre todo, el paso inevitable de los años. Es una celebración de la alegría de sentirse vivos, de la dicha extraordinaria de dejar que la vida pase, de la necesidad de disfrutar de los placeres de la existencia.

El viento de las horas (fragmento)

COMO UNA SERPENTINA
No sé si alguna vez olvidaré hasta el recuerdo de quién fui en la infancia. Dicen que los viejos siempre recuerdan mejor el pasado remoto. Hasta que la vida se les va haciendo pequeña y llegan a olvidar su nombre, antes de que la nada los nombre a ellos.
Yo hace tiempo empecé a desconocer los compromisos que hice un día, para cuando llegaran los otros. Ahora ya olvido lo que me contaron antier y me devasta la velocidad con que se empaña el orden de las cosas que mi hermana me cuenta como quien desprende las semillas de una granada. Juro que la oigo cautiva, prometiéndome que no he de perder, entre los vericuetos de mi cerebro, ninguna de las historias de amor y desamor, de compra y venta, de traición y tormento, que va contándome mientras andamos por los puentes de la nueva ciudad rumbo a la ciudad vieja, en donde aún están la catedral y los portales, igual que siguen estando entre mis libros, los que suceden en el primer y único territorio mítico que poseo.

jueves, 18 de enero de 2018

EL RITUAL


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Inspector Jack Caffery, Bristol es su ciudad.

Vuelvo a Bristol y al inspector Caffery, atormentado, solitario y brutal; una nueva compañera se perfila en el horizonte Pulga Marley, buceadora experta y mujer con pasado.
Ambos comparten un caso especial en el que pasado y presente se entrecruzan, tradiciones ancestrales y lumpen, mucho lumpen.
Me gusta!!!

Sinopsis (Ed. Siruela)
En este descarnado thriller psicológico, tercera entrega de la serie del inspector Caffery, Mo Hayder se mueve con desenvoltura entre lo sobrenatural y lo científico, con un ritmo vertiginoso que no da tregua al lector hasta la última página.
Un martes de mayo, en las turbias aguas del puerto de Bristol, la oficial Phoebe Marley, del equipo de buzos de la policía, encuentra sumergida a más de dos metros bajo el agua una mano humana. El hecho de que la extremidad no vaya unida a cuerpo alguno ya resulta perturbador de por sí; pero aún lo es más el hallazgo de la otra mano, al día siguiente y en un lugar distinto. Ambas parecen haberle sido amputadas a la víctima recientemente, y todo apunta a que se hizo mientras estaba aún con vida.
El inspector Jack Caffery, encargado del caso, llega pronto a la conclusión de que las manos pertenecen a un joven yonqui desaparecido en las últimas semanas. Mientras Caffery se centra en una línea de trabajo relacionada con la droga, Marley descubre una posible conexión con la muti, brujería tradicional africana que hace un uso ritual de miembros seccionados. Su empeño por esclarecer los hechos llevará a la pareja de investigadores hasta los más sórdidos rincones de la ciudad, donde acecha una diabólica amenaza...

El Ritual (fragmento)

1
13 de mayo
Un martes de mayo, justo después de almorzar y a más de dos metros y medio de profundidad bajo el «puerto flotante» de Bristol, los dedos enguantados de la sargento Pulga Marley, del equipo de buzos de la Policía, tropezaron con una mano humana. La pilló un poco desprevenida encontrarla con tanta facilidad, así que agitó las piernas sorprendida y del fondo se levantó una nube de cieno y combustible de motores que hizo bascular el peso de su cuerpo hacia atrás y tiró de su chaleco compensador de manera que comenzó a ascender. Tuvo que doblarse hacia abajo y meter la mano izquierda bajo los tanques flotantes, soltar un poco de aire del traje a fin de estabilizarse lo suficiente como para alcanzar el fondo y tomarse su tiempo palpando el objeto.
Allí la oscuridad era absoluta, como si le hubiesen tapado la cara con barro, y no podía ver lo que tenía cogido. El buceo de ríos y puertos generalmente había que hacerlo a tientas, así que le tocaba ser paciente, dejar que la cosa fuese revelando su forma al tacto, descargar una imagen mental de aquello. La palpó con suavidad, con los ojos cerrados, contó los dedos para confirmar que era humana, a continuación se concentró en distinguir cada uno de los dígitos: primero el anular, doblado a la inversa del suyo, y gracias a eso pudo deducir cómo estaba colocada la mano, con la palma hacia arriba. Hizo cábalas a toda velocidad para imaginarse la postura del cuerpo..., probablemente de costado. Dio un tirón de prueba. En lugar de encontrarse con un peso conectado a la extremidad, la mano flotó sin ofrecer resistencia fuera del cieno. En el punto en el que debería estar la muñeca no había más que hueso pelado y cartílago.
—¿Sargento? —dijo el agente Rich Dundas a través del auricular. En medio de aquella oscuridad claustrofóbica, la voz pareció tan cercana que le hizo dar un respingo. Su compañero estaba arriba, en el muelle, haciendo el seguimiento junto al auxiliar de superficie, que iba soltando cabo y controlaba el panel de comunicaciones—. ¿Cómo va? Estás justo en el punto indicado. ¿Ves algo?

LA HABITACIÓN


"Hoy hace cinco años que nació Jack, y eso convierte este día en especial, una celebración muy esperada y deseada."
Esta novela narra una historia de encierro y soledad, de dependencia y amor, de pánico y sumisión, de manipulación e inocencia. Narra una historia en la voz de un niño de 5 años protagonista absoluto de una vida anómala junto a su madre.
Todo en La Habitación es opresivo; el lenguaje, las descripciones, el discurrir del relato, todo contribuye a crear una sensación de inseguridad y agobio sobre todo en la primera mitad de la novela, pero....., realmente no acaba de ser, en mi opinión, un relato "redondo", algo le falta y algo le sobra que no acaba de cerrar el círculo.
Hay película y quizás sea mejor....!

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Una extraordinaria y cruda historia de amor y supervivencia.
La novela en la que se basa la película ganadora del Óscar a la mejor actriz.
«En parte libro de aventuras infantiles, en parte thriller adulto... Un libro que te romperá el corazón.»
The Irish Times
Para Jack, un niño de cinco años, la Habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende. Por la noche, Mamá lo pone a dormir en el Armario, por si viene el Viejo Nick...
Para su madre, la Habitación es el cubículo donde lleva siete años encerrada. Con gran tesón e ingenio, ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable.
Pero la curiosidad de uno crece a la par que la desesperación de la otra. Solo queda urdir la huida, un plan más arriesgado de lo que ambos pueden llegar a imaginar.
La habitación fue finalista del Premio Booker.

La habitación (fragmento)

Regalos

Hoy tengo cinco años. Anoche cuando me fui a dormir al Armario tenía cuatro, pero al despertarme en la Cama, aún oscuro, ya había cumplido cinco, abracadabra. Antes de eso tenía tres, luego dos, luego uno y luego cero.
—Y antes, ¿tuve años de menos?
—¿Mmm? —Mamá se despereza estirando todo el cuerpo.
—En el Cielo. Si tenía menos uno, menos dos, menos tres...
—No, los números no empezaron hasta que bajaste volando a toda pastilla.
—Y entré por la Claraboya.
Estabas muy triste hasta que de repente aparecí en tu barriga.
—Tú lo has dicho
—Mamá se incorpora y se asoma un poco de la Cama para encender la Lámpara, que lo baña todo de luz, zassssssss.
Cierro los ojos justo a tiempo, y luego abro uno sólo una rendija, y después los abro los dos.
—Lloré hasta que no me quedaron lágrimas —dice—. Pasaba el tiempo tumbada, contando los segundos.
—¿Cuántos segundos? —pregunto.
—Millones y millones.
—No, pero ¿cuántos exactamente?
—Perdí la cuenta —dice Mamá.
Y entonces deseaste con todas tus fuerzas que te creciera un huevo,hasta que te pusiste gorda.
Sonríe.

miércoles, 17 de enero de 2018

UNA CASA EN BLETURGE


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 4 de Febrero de 2017.

Una casa en Bleturge – Isabel Bono
Un libro entrañable, duro y tierno a la vez. De no haber sido por una crítica de Fernando Aramburu, quizás no lo hubiese empezado. El argumento es el de una familia en que se pierde un hijo, y pensé que sería un dramón. Pero me atreví, y no me arrepiento. Porque aunque la tragedia está ahí, no se centra sobre ella, sino sobre la vida de esta familia. Sin olvidar lo que sucedió, pero con muchas más circunstancias
Tres protagonistas, Ella, El y la hija…tres personajes principales que comparten odios , amores, rencores, miedos, ternuras, dolor, manías y recuerdos .
Un libro casi poético, de capítulos muy cortos, y muy densos, que juegan con tu memoria ( al menos en mi caso). Capítulos que a veces parecen un cuadro, o un poema. Una estructura muy audaz., pero que te mantiene en vilo.
¡Muy recomendable¡

Agradecí mucho esta magnífica reseña de mi amiga Clara Glez., pero desafortunadamente no puedo emitir una opinión al respecto, ya que no fui capaz de terminar la novela...

Sinopsis (Ed. Siruela)
GANADORA DEL PREMIO DE NOVELA CAFÉ GIJÓN 2016

Un hijo muere y la vida continúa. Continuar significa seguir en pie para cuidar de otros que aún quedan en pie.
Este libro cuenta la vida de un matrimonio con hijos. Un hijo que ya no está y una hija en apariencia inmadura. El hijo que murió es el eje en torno al que gira la historia de esta familia que se desgasta. Se desgastan la complicidad y la ternura. Pero no se acaban, sin embargo, el odio soterrado ni el dolor. La hija se siente culpable desde niña y su padre se lo recuerda con cada gesto. Los padres cargan por separado con un vacío que cada cual resuelve a su modo. Él, intentando olvidar el pasado, aferrándose al presente sin futuro que le proporcionan algunas tardes de hotel. Ella, cuidando de un padre que se muere y tratando de comprender a una hija que le recuerda demasiado a su hermana; una soledad inmensa tan solo aliviada por los paréntesis que le ofrecen las visitas al hospital y el trayecto en el tren de cercanías. Es entonces cuando sueña con un lugar donde todo sucede lentamente, donde no es necesario recibir ni dar explicaciones: una casa en Bleturge.

Una casa en Bleturge (fragmento)

Una casa en Bleturge
Mientras espera en el semáforo mira las ventanas. Piensa en vidas felices detrás de cada una. Solo en vidas felices, aunque la fachada necesite otra mano de pintura. En el semáforo hay una pegatina naranja: «Una casa en Bleturge». También hay un e-mail. El semáforo cambia. Bleturge, y esa dirección en su cabeza, habitándola.
Al llegar a casa deja las llaves junto al ordenador y escribe:
Asunto:
pregunta qué es bleturge?
Enviar.
En menos de tres segundos un nuevo mensaje en su bandeja de entrada.
Respuesta automática.
Asunto: cayendo en espiral
Qué habrá por ver tan interesante tras de la niebla. La gente que vive en tierra ansía que la niebla no dure. Cuando esta se disipa pueden en el mejor de los casos ver un chopo, un caserío, una linde. Elementos arbitrarios que no consiguen justificar por sí mismos el hecho monstruoso de la visión.


EL PERIODISTA DEPORTIVO


Un poco más de 400 páginas emplea Richard Ford en relatar cuatro o cinco días en la vida de un norteamericano en busca de la mediana edad.
400 páginas y no sobra ni una; no se como he podido pasar tanto tiempo sin conocer a Frank Bascombe (teniendo en cuenta que Ford es uno de mis escritores favoritos), ese icono del pensamiento verborreico con el que podría identificarme inmediatamente a pesar de no ser hombre, norteamericana ni periodista deportiva; y es que las reflexiones de Frank intentan responder a esas preguntas que todos nos hemos hecho en algún momento de la vida, intentan paliar la inseguridad y el dolor, intentan que la vida sea como la habíamos imaginado......, todo en cuatro días y la prosa magnífica de Richard Ford uno de los mejores escritores contemporáneos que conozco.
Nunca es tarde, si la dicha es buena y a esta obra seguirán El día de la Independencia, Acción de Gracias y Francamente Frank.
Recomendable, muy recomendable!

Sinopsis (Ed. Anagrama)
El periodista deportivo es la novela que consagró internacionalmente a Richard Ford, de quien Raymond Carver escribió que era «el mejor escritor en activo de nuestro país» y el crítico francés Bernard Géniès afirmó, en una encuesta en el Le Nouvel Observateur, que «se está convirtiendo tranquilamente en el mejor escritor norteamericano».
Frank Bascombe tiene treinta y ocho años y un magnífico porvenir como escritor a sus espaldas. Hace tiempo disfrutó de un breve instante de gloria, tras la publicación de un libro de cuentos, pero luego abandonó la literatura, o fue abandonado por ella.
Ahora escribe sobre deportes y entrevista a atletas, a quienes admira porque «no tienen tiempo para dudas o la introspección». Y escribir sobre victorias y derrotas, sobre triunfadores del futuro o del ayer, le ha permitido aprender una escueta lección: «En la vida no hay temas trascendentales. Las cosas suceden y luego se acaban, y eso es todo» Lección que podría aplicarse a su fugaz fama como escritor, a su breve matrimonio o a la corta vida de su hijo mayor, Ralph, que murió a los nueve años.
¿Cuál es el drama que ha provocado el fracaso de su matrimonio? ¿Por qué Bascombe ha renunciado a la literatura? ¿Qué le anima, sino una «moral de la apatía», un vivir la vida de instante en instante, un rehuir el suicidio por los caminos de la deseada analgésica banalidad?
El periodista deportivo es un implacable testimonio de los desencantos inevitables, de la corrosión de las ambiciones, del aprendizaje de los placeres mínimos que permiten sobrevivir.

El periodista deportivo (fragmento)

1Me llamo Frank Bascombe y soy periodista deportivo. Durante los últimos catorce años he vivido aquí, en el número 19 de Hoving Road, Haddam, Nueva Jersey, en una gran casa estilo Tudor que compré cuando le vendí un libro de relatos a un productor de cine por un montón de dinero, y parecía que mi mujer y yo, así como nuestros tres hijos —dos de los cuales aún no habían nacido—, podríamos empezar a vivir mejor.
No sabría decirles exactamente en qué iba a consistir la mejoría que yo esperaba, y con esto no quiero decir que no llegase, pero desde entonces han pasado muchas cosas. Por ejemplo, ya no estoy casado con X. El hijo que teníamos cuando todo empezó ha muerto, aunque, como he dicho, hay otros dos y son unos niños maravillosos. Poco después de que viniésemos de Nueva York escribí la mitad de una novela corta. Luego la metí en un cajón y allí se ha quedado, y no pienso sacarla a menos que pase algo muy raro. Hace doce años, cuando tenía veintiséis y las cosas nada claras, el
director de una conocida revista deportiva de Nueva York me ofreció un empleo de periodista porque le gustó cómo había escrito un artículo que me encargaron. Y , para mi sorpresa y la de todo el mundo, dejé de escribir mi novela y acepté.

UNA TEMPORADA EN EL PURGATORIO


Querida Amelia Ruiz, gracias y mil veces gracias por la recomendación; queridas Chelo Casas y Clara Glez gracias y mil veces gracias por lo que vosotras sabéis.
Sabía que debería haberla dejado para vacaciones pero no he podido resistirme y el resultado es que he dormido una media de 5 h los últimos días, "en el pecado llevo la penitencia", porque me ha encantado esta historia familiar narrada por un "visitante", por un amigo, por un chico necesitado de alguien a quien querer.
Dominick Dunne demuestra en esta novela que no es necesario escribir frases interminables, ni crear personajes abstrusos para tener calidad literaria, no es necesario pergeñar estructuras ininteligibles para lograr una novela sobresaliente y no es necesario aburrir al lector para ser un gran escritor.
Esta temporada en el purgatorio narra en primera persona la relación de Harry, huérfano y pobre, con la poderosa familia Bradley (que podría ser tranquilamente la familia K) una relación de "compra-venta", de sumisión y poder, paradigma perfecto de una sociedad en la que el dinero puede comprarlo casi todo.
Recomendable, muy recomendable!

Sinopsis (Libros del Asteroide)
Los Bradley, una rica y poderosa familia norteamericana de origen irlandés, saben cómo silenciar cualquier escándalo que pueda salpicar su reputación. Su implacable patriarca, Gerald Bradley, está empeñado en que su hijo predilecto, Constant, llegue un día a ser presidente de los Estados Unidos.
Una noche de verano, después de un baile en el club de campo, una joven es asesinada y Constant se convierte en el principal sospechoso del crimen. Veintidós años más tarde, el famoso escritor Harrison Burns, antiguo compañero de colegio de Constant y viejo amigo de la familia, está decidido a confesar lo que sabe. ¿Saldrá la verdad finalmente a la luz?
Una temporada en el purgatorio es una novela trepidante sobre la capacidad de influencia de las clases privilegiadas, cuyo control sobre los distintos resortes del poder les permite moldear la verdad a su antojo. Su publicación en 1993 consagró a Dominick Dunne como el gran cronista de los secretos más oscuros de la alta sociedad norteamericana.

Una temporada en el purgatorio (fragmento)

Primera parte
1972
Harrison Burns

1El jurado está en su tercer día de deliberación. A primera hora de la mañana, el presidente ha solicitado a la jueza Edda Consalvi que se les relea el testimonio de Bridey Gafferty, la cocinera de los Bradley. Por la tarde, ha pedido ver el arma —medio ba- te de béisbol— y las fotos de la autopsia del cuerpo apaleado de Winifred Utley, las mismas fotos que tanta desazón causaron a la madre de Winifred, Luanne Utley, cuando fueron exhibidas como prueba por el fiscal durante el juicio. Estas dos peticiones del jurado han provocado muchos comentarios entre los periodistas acreditados y, como sucede siempre, una considerable diversidad de opiniones en cuanto a la manera de interpretarlas. El aire está cargado de tensión. La jueza Consalvi ha demostrado ser un sargento. Ayer ordenó al alguacil que expulsara al reportero de Newsweek después de que este dejara escapar una risita cuando el taquígrafo releyó la declaración de Billy Wadsworth, en la que explicaba que el acusado, Constant Bradley, después de quitarle a su pareja durante el baile del club de campo, le dijo a Winifred Utley: «¿Te importa bailar con un hombre que tiene una erección?». Ellos, los Bradley, disponen de una sala aparte en la que se sientan todos juntos durante los recesos y pausas, lejos de las miradas de la prensa y de los curiosos, aunque de tanto en tanto uno de ellos emerge para utilizar el teléfono o ir al baño. Hoy me he cruzado a Kitt en el pasillo del juzgado. Hemos pasado tan cerca que la falda de su vestido de seda azul y blanco ha rozado mi pantalón, pero ella ha pasado de largo, la mirada fija al frente, sin decir nada.


UN ASESINATO MUY CORRIENTE y otros relatos


"Estos relatos son un regalo delicioso en un momento en que creíamos que ya no leeríamos más obras de P.D. James" Val McDermid Este pequeño volumen llegó a mis manos por casualidad y no puedo estar más de acuerdo con McDermid, cuando ya pensaba que no podría leer nada nuevo de una de mis escritoras favoritas, me ha llegado este regalo.
Cuatro historias con reminiscencias clásicas que me han devuelto, en parte, la maestría de P.D. James y me han llenado de nostalgia.
No hay que desdeñar un magnífico prólogo escrito por McDermid y un esclarecedor prefacio de la propia autora en el que cita una obra básica para los amantes del género, Todo lo que sé sobre novela negra.

Sinopsis (Ed. B)
Cuatro relatos de una de las grandes autoras de misterio por primera vez reunidos en un libro. Narraciones de intriga que juntas, en palabras de la propia autora, constituyen un delicioso «entretenimiento».
Cuatro relatos publicados por primera vez en libro de P. D. James, la excelente autora británica de novelas de intriga que cuenta con una legión de admiradores. Narraciones llenas de agilidad e ingenio, dos de ellas protagonizadas por Adam Dalgliesh, su detective más famoso.
El recientemente nombrado sargento Dalgliesh se ve envuelto en un caso que es «Agatha Christie en estado puro». Su secreta afición a la pornografía es uno de los motivos por el que un oficinista rehúsa declarar como testigo en un juicio por asesinato... Una autora de best sellers policiacos narra el crimen en que se vio involucrada cincuenta años atrás... El padrino de Dalgliesh le implora que investigue de nuevo un crimen sonado que podría tranquilizar su conciencia respecto a una herencia, pero que lo llevará a descubrir unos hechos que el joven Adam preferirá guardar en secreto.
Cada uno de estos relatos, con una trama tan juguetona como ingeniosa, destila el humor socarrón de la autora y su característica elegancia narrativa. Una delicia para la legión de admiradores de P. D. James y cualquiera que sepa disfrutar los placeres de una historia de misterio urdida con maestría.

Un asesinato muy corriente y otros relatos (fragmento)

Lo habían matado con un golpe de una fuerza descomunal que le había aplastado la parte superior de la cabeza. Los brazos, extendidos a los lados, descansaban sobre el tablero. Tenía un hombro caído, como si también le hubieran pegado allí, y la mano era un amasijo de huesos y sangre coagulada. La esfera de su pesado reloj  de pulsera dorado estaba hecha añicos y los diminutos fragmentos de vidrio relucían como diamantes sobre la superficie del escritorio. Algunas monedas habían caído sobre la alfombra,  pero las demás se encontraban dispersas por encima del mueble, tras salir volando por la fuerza de los impactos. Alcé la vista y comprobé que, en efecto, la llave estaba en la cerradura. Paul examinó el reloj de pulsera destrozado.
- Las diez y media - observó -. O lo asesinaron a esa hora o es lo que quieren que creamos.