sábado, 7 de octubre de 2017

HOTEL FLORIDA. VERDAD, AMOR Y MUERTE EN LA GUERRA CIVIL



RESEÑADO por Marc Serra Majem para LIBROS,  el 15 de Agosto de 2014.
Recién terminado "Hotel Florida, verdad, amor y muerte en la guerra civil". Impresionante visión de la guerra civil desde las vivencias de Hemingwai, Martha Gellhorn, Robert Capa, Greda Taro, Antonio Barea e Ilsa Kulcsar. Ameno, intenso y real en formato novela. Muy muy recomendable.

Sinopsis (Ed. Turner)
Hemingway necesitaba un éxito. Martha Gellhorn quería vivir peligrosamente. Barea sentía que su vida era una contradicción. Ilsa Kulcsar vivía para sus ideas. Gerda Taro y Robert Capa querían olvidarse de su pasado. Los seis, cada uno con su equipaje y su modo de mirar, llegan a Madrid y pasan por el hotel Florida, donde se reunían los periodistas extranjeros, los fotógrafos, los espías, los militares, bajo el estruendo de las bombas, en una guerra que los cambió a todos para siempre.
Hotel Florida «no es un estudio académico ni una ficción. Es una reconstrucción basada en cartas, diarios y memorias, documentos oficiales, películas, biografías, historias y noticias de la época». Un gran fresco de la Guerra Civil española, día a día, personaje a personaje. Una guerra sobre la que se han escrito cientos de libros, pero ninguno como este.

LOS DUEÑOS DEL MUNDO


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 11 de Agosto de 2014.
Esta no va a ser solamente una reseña de un libro, va a ser, y perdonadme el atrevimiento, una conminación a que, si no han leído nada de Sacheri, corran a la libreria más próxima y salgan de ese no. Ya. Ahora. Inmediatamente.
Es el autor de "La mentira de sus ojos", de variados libros de cuentos, y de una novela que para mi, es una novela perfecta : Papeles en el viento.
Dicho todo eso, este libro de relatos, no es uno de sus mejores libros, pero tiene ese candor y esa inocencia y esa ironía y esa cosa preciosa, que hace que cada relato, se transforme en el tuyo, en tus amigos, en tus carreras, en tus dolores y en tus navidades.


RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 1 de Diciembre de 2014.
Con "Papeles en el viento" me emocioné y envidié secretamente a sus protagonistas. Con estos cuentitos que son un regalo y recogen los recuerdos de la niñez me he reído como pocas veces leyendo un libro. Y eso que mi niñez esta muy distante de la de el escritor, pero...¿ Hay algún momento en nuestras vidas en el que nos parezcamos mas unos a otros que en esa etapa? Llena de sonrisas y hasta carcajadas y llena también de ese sentido común que perdemos al hacernos grandes.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Una evocación de la niñez suburbana de Eduardo Sacheri a través de relatos breves de las andanzas de su grupo de amigos. Los recuerdos del fútbol, la bici, los juegos y travesuras compartidas por el autor de Esperándolo a Tito, La pregunta de sus ojos y Papeles en el viento.

Los amigos del barrio. La época en que la vida entera se presenta por delante. Héroes de carne y hueso. Aventuras.
En este libro Eduardo Sacheri convoca a sus amigos, mediante una interesante amalgama entre la ficción y la realidad. El fútbol, las carreras en bicicleta, los rompeportones en Navidad y las tensiones entre barras; carnavales, personajes ilustres y algunos mitos del barrio. No se sabe dónde terminan los hechos reales y empieza la fantasía. Allí reside el encanto. Las palabras se transforman en una cámara que proyecta imágenes de un grupo de amigos que vive la epopeya de saberse los dueños del mundo.

Los dueños del mundo (fragmento)

COLECTIVOS

Una de las mejores cosas que tenía el barrio de mi niñez era que, por la esquina de mi casa y todo a lo largo de Blanco Encalada, pasaba el colectivo. En esos tiempos de autos escasos y cuadras silenciosas, que por esa calle angosta y mansa apareciesen, cada quince o veinte minutos, esas moles rugientes y veloces, a nosotros nos parecía una aventura y un privilegio.
La línea era –sigue siendo– la 238. Lo decíamos cortado, como si fuera un número de teléfono que uno separa según su gusto: todo el mundo la llamaba “dos treinta y ocho”. No decíamos “doscientos treinta y ocho”, como hubiera correspondido. A unas cuadras pasaba el 136 y, tampoco sé por qué, la gente lo decía bien: “Ciento treinta y seis”.
Las dos líneas pertenecían a empresas diferentes: la 238 era de “Transportes Unidos de Merlo”. La TUM, para los íntimos. La 136 era de “Transportes del Oeste”. Los 238 eran rojos, los 136 eran celestes. En mi escuela cada empresa tenía su hinchada y sus fanáticos. Sosteníamos debates acalorados –y estúpidos– sobre cuál de las dos empresas era mejor, cuál hacía un recorrido más largo, cuál tenía colectivos más nuevos y mejor pintados. En mi barrio, por supuesto, todos éramos hinchas del dos treinta y ocho, y reconocíamos cada interno (el interno es el número chiquito que tienen al lado de la puerta y en la parte de atrás, y que lo identifica dentro de la empresa) a dos o tres cuadras de distancia. Verdaderos peritos en la materia. Festejábamos la compra de un colectivo nuevo como si fuera un éxito personal o de toda la barra, y en la escuela nos llenábamos la boca como si la enorme flota nos perteneciera. En realidad, eso de “enorme flota” nos quedaba un poco grande. Lo cierto es que la TUM era mucho más chica que la Transportes del Oeste, y hacía un recorrido minúsculo, comparado con el del 136, y sus internos lucían en general una cierta tendencia al destartalamiento. Pero el amor es el amor, y no conoce de razones. De manera que estábamos siempre dispuestos a defender al 238, con verdades, con mentiras o a puño limpio, si hacía falta.
Yo tenía un motivo personal para querer al 238, que no compartía con mis demás amigos salvo con Esteban: sus colectivos eran rojos, completamente rojos, parecidísimos a la camiseta de Independiente.

UN AÑO EN PROVENZA


RESEÑADO por Ricardo Cortat por LIBROS,  el 8 de Agosto de 2014.
Una pareja de ingleses que decide mudarse a la Provenza y que cuenta sus vivencias francesas a lo largo de un año.
Sin las pretensiones de ser una guía de viajes o un tratado de etnografía, por mucho que lo quieran vender así, no deja de ser un divertimento del autor para exorcizar sus demonios. (me gustaría tener claro cuanto tiempo pasó entre l...a mudanza y la escritura del libro)
Mucha burla de los propios ingleses, mucha rabia contenida hacia la forma de vida francesa y mucha, mucha comida, todo ello regado con bastante sentido del humor y vino tinto.
De todas maneras, el libro tiene 2 cosas para venderse: el deseo que todos sentimos de poder dejarlo todo y, sin preocupaciones económicas, mudarnos a la Provenza, la Toscana o las Alpujarras y que se come de vicio en cualquier parte y no se engorda nada.
Exclusivamente para leer al borde de la piscina. Y sólo si eres francófilo empedernido o no estás a dieta.

Sinopsis (Ed. Omega)
Este libro describe, mes a mes, las delicias y frustraciones que el autor y su esposa experimentaron durante su primer año de estancia en la remota comarca de Lubéron, mientras acondicionaban una casa de campo de doscientos años de antigüedad. El autor logra comunicarnos todos los placeres terrenales de la vida provenzal y permite que nos emocionemos con su ritmo. Este libro hará sonreír abiertamente a aquellos que conocen el país y, desde luego, preparará a aquellos que no lo conocen para disfrutar de él.

Un año en  Provenza (fragmento)

PrólogoAgosto de 2003
El día que murió mi madre, crecí de repente. Fue aquel caluroso veinte de julio de 1935. Papá nos había dejado dos años antes y, como solo me tuvieron a mí, comprendí que me había quedado sola. Una hermana de la abuela había viajado desde Saint Malo hasta París para ayudarme con el entierro y hacerme compañía. Florence se llamaba, ahora lo recuerdo. Cada día me cuesta más retener los nombres, las caras las olvidé hace mucho tiempo.
La tía me llevó hasta la habitación de mi madre y abrió el armario.
—Ahora estás sola, Marissa. Yo soy vieja y poco puedo hacer. Tienes que salir adelante por ti misma —me advirtió, señalándome los zapatos de mamá.
Bajé la vista a los míos y comprendí qué quería decir. Me senté en la cama, me descalcé y mientras desnudaba mis pies supe que me estaba quitando para siempre aquellos calcetines calados de perlé. Mi vieja tía me indicó con la cabeza que mirase bajo las perchas, apremiándome a hacerlo. Cogí los zapatos de charol negro de mamá y me los puse.
—Me aprietan un poco.
—Con el tiempo irán cediendo, como el dolor que sientes ahora —me dijo.
Contemplé mi aspecto en la luna del armario. Era la primera vez que llevaba tacón. No tenía a nadie que cuidara de mí, así que ya era una mujer…
Monique sintió una extraña congoja al leer aquellos párrafos rasgueados con la caligrafía vacilante de una persona enferma o muy mayor.

EL ORIGEN DE LA TRISTEZA


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 8 de Agosto de 2014.
Cuando leí el primer párrafo y vi que empezaba con "Como todos los domingos, el bar del uruguayo estaba lleno", lo puse inmediatamente en la pila de libros que quiero leer.
No me decepcionó, para nada.
Es realmente, el origen de la tristeza.
Tres relatos que hubieran merecido ser tres novelas.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
En esta novela con mucho de autobiográfico, Pablo Ramos exhibe sus extraordinarias dotes de narrador a través de una escritura luminosa y precisa, de ritmo apasionante, que sabe que el humor es más poderoso que la autocompasión y que, si se la deja vibrar, la vida se abre paso incluso donde no se ve camino.
Gabriel está dejando de ser niño. Crece en su barrio, El Viaducto, entre la villa Mariel, las vías del Roca y el arroyo Sarandí. Gabriel tiene un amigo grande que duerme en el cementerio. Aprende mucho de él y de las tumbas. En el barrio de Gabriel, el agua podrida del Sarandí se incendia. Juega con una barra de pibes, aunque jugar, cuando se vive en El Viaducto, también es jugar con la muerte.
Un país está dejando de existir. Los ochenta están comenzando y la infancia va quedando atrás entre damajuanas de vino, colectas para pagar por sexo, amistades probadas en el peligro y el miedo. Hay muerte y hay pérdida al final de la infancia. Pero lo que nunca se pierde es el deseo, y El origen de la tristeza no renuncia a la alegría.
En esta novela con mucho de autobiográfico, Pablo Ramos exhibe sus extraordinarias dotes de narrador a través de una escritura luminosa y precisa, de ritmo apasionante, que sabe que el humor es más poderoso que la autocompasión y que, si se la deja vibrar, la vida se abre paso incluso donde no se ve camino.

El origen de la tristeza (fragmento)

Como todos los domingos, el bar del Uruguayo estaba lleno. Me acerqué a Rolando que, más que sentado, parecía derrumbado sobre la barra. Me subí a una de las banquetas y lo sacudí un poco.
—Está nocaut, pibe —me dijo el Uruguayo, repasó una copa con un trapo mugriento, la miró a trasluz, la volvió a repasar y la enganchó en los viejos rieles de madera que colgaban del techo, boca abajo, como si fuera un murciélago.
—Rolando —dije—, ¿te olvidaste de lo de mi vieja?
El Uruguayo se agachó hasta desaparecer por completo debajo del mostrador, reapareció con el trapo empapado y se lo apretó a mi amigo contra la nuca.
—Che, bella durmiente —le dijo—, te habla el pibe del Negro, el Gavilán te habla, che. ¿No era que hoy tenías que darle una clase?
—Lécson námber guán —dijo Rolando como si se hubiera despabilado de repente; se incorporó, levantó una mano apuntando al techo y volvió a caerse.
—Mejor venite a la noche —me dijo el Uruguayo—, éste tiene para unas horas de meditación.
—Lo que pasa es que tenemos hasta el domingo nada más —dije, hablando más para mí que contestándole al Uruguayo. Me volví hacia mi amigo e insistí—. Por qué no te tomás un café, Rolando —a la vez que le daba un montón de sacudones cortitos.
Mi amigo movió la cabeza diciéndome claramente que sí. Eso me alentó: todavía había esperanzas. El Uruguayo sirvió un café doble y lo puso frente a mí. Lograr que Rolando se lo tomara fue un problema aparte, porque el café estaba muy caliente y porque él ni siquiera podía mantener la cabeza en su lugar.

viernes, 6 de octubre de 2017

LAS REPUTACIONES


RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 5 de Agosto de 2014.
'Las reputaciones' de Juan Gabriel Vásquez. La importancia del periodismo, en este caso gráfico, en la vida de un país. Interesante reflexión sobre el tema. Se agradece que sea una novela corta por la 'curiosa' forma de escribir del autor.
Esto me plantea un problema: Versión original (castellano localista - catalán dialectal) frente a traducción estandarizada (castellano 'normal' - catalán normativo). Es decir, la dificultad que presentan los giros y localismos contrapuestos a que un señor de Buenos Aires y un señor de Sebastopol hablen con el mismo acento.
Dilema para cuando no haga calor.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Es el caricaturista político más influyente del país, «un hombre capaz de causar la revocación de una ley, trastornar el fallo de un magistrado, tumbar a un alcalde o amenazar gravemente la estabilidad de un ministerio, y eso con las únicas armas del papel y la tinta china». Los políticos lo temen y el gobierno le hace homenajes. A sus sesenta y cinco años, después de cuatro décadas de brillante carrera, puede decir que tiene el país a sus pies. Pero todo eso cambiará cuando reciba la visita inesperada de una mujer. Tras remontarse con ella al recuerdo de una noche ya lejana, Mallarino se verá obligado a revaluar toda su vida, a poner en entredicho su posición en este mundo. En Las reputaciones, Juan Gabriel Vásquez vuelve sobre sus más intensas obsesiones: el peso del pasado, los fallos de la memoria, la manera en que se cruzan nuestras vidas con el mundo político. Pero es también una novela sobre la importancia que tiene la opinión en nuestras sociedades.

Las reputaciones (fragmento)

Sentado frente al Parque Santander, dejando que le embetunaran los zapatos mientras esperaba la hora del homenaje, Mallarino tuvo de repente la certeza de haber visto a un caricaturista muerto. Tenía el pie izquierdo sobre la huella de madera del cajón y la cintura apoyada en el cojín del respaldo, para que su hernia vieja no comenzara sus reclamos, y había dejado que se le fuera el tiempo leyendo los tabloides locales, cuyo papel barato ensuciaba los dedos y cuyos titulares de grandes letras rojas le hablaban de crímenes sangrientos, de secretos sexuales, de extraterrestres que raptan niños en los barrios del sur. La lectura de la prensa sensacionalista era una suerte de placer culposo: algo que uno sólo se permitía cuando nadie lo estaba mirando. En eso pensaba Mallarino —en las horas que se le habían escapado aquí, entregado a esta perversión bajo las sombrillas de colores tímidos— cuando levantó la cabeza, apartando la mirada de las letras como se hace para recordar mejor, y al encontrarse con los edificios altos, con el cielo siempre gris, con los árboles que rompen el asfalto desde el comienzo de los tiempos, sintió que veía todo por primera vez. Y entonces sucedió.
Fue una fracción de segundo: la figura cruzó la carrera Séptima con su traje oscuro y su corbatín desordenado y su sombrero de ala ancha, y luego dobló la esquina de la iglesia de San Francisco y desapareció para siempre. En el intento por no perderla de vista, Mallarino se inclinó hacia delante y bajó el pie del cajón justo cuando el embolador acercaba el paño embetunado al cuero del zapato, y en su media quedó una mancha oblonga de betún: un ojo negro que lo miraba desde abajo y lo acusaba, igual que los ojos entrecerrados del hombre. Mallarino, que hasta ahora sólo había visto al embolador desde arriba —los hombros del overol azul constelados de caspa nueva, la coronilla despejada por una calvicie agresiva—, se encontró entonces ante la nariz brotada de venas, las orejas pequeñas y prominentes, el bigote blanco y gris como la mierda de las palomas. «Perdón», le dijo Mallarino, «pensé que había visto a alguien». El hombre volvió a su trabajo, a los roces certeros con que su mano embadurnaba el empeine. «Oiga», añadió, «¿le puedo hacer una pregunta?»

VENENO


RESEÑADA por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 3 de Agosto de 2014.
Este año estoy en racha de autores argentinos, pero éste no lo conocía.
Luego de sonadas decepciones, suelo huir como de la peste de todas las novelas que ganan premios. Pero.. a caballo prestado tampoco se le miran ni los dientes ni los premios , y puse ojos en el asunto.
Sorprendentemente me gustó mucho, los personajes no son queribles, no, ni tienen el ritmo trepidante que parece que tiene que tener todo ahora, pero no paras de leerla.
Y termina como tiene que terminar.
¿Buscaré otros premios Emecé?

Sinopsis (Emecé Editores)
Desde su infancia a Quique lo llaman Veneno por su capacidad de intoxicar todo lo que se le acerca. Hijo de una madre alcohólica y un vendedor ambulante, su historia va y viene del centro porteño a Burzaco, donde nació, y de su adolescencia en los años setenta a 2003, cuando cumple cuarenta.

jueves, 5 de octubre de 2017

EL PROYECTO ESPOSA


RESEÑADO por Amelia Ruiz para LIBROS, el 1 de Agosto de 2014.
Lectura ideal para vacaciones:
El proyecto esposa de Graeme Simsion. Humor inteligente en el mundo universitario y científico desde la perspectiva de un brillante profesor con tal vez Síndrome de Asperger.
No lo he terminado pero me parece todo un hallazgo.

RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 28 de Noviembre de 2014.
Muchas veces cuando terminamos una novela nos decimos: "Esta tendrían que hacerla peli" Con El proyecto esposa este pensamiento surgió a las pocas páginas, por lo que no me sorprendió encontrarme en los agradecimientos de la novela que primeramente fue concebida como un guión y después pasó a convertirse en novela. Entretenida, divertida, palomitera, muy cinematográfica.


Y esta es mi opinión acerca de esta novela tan recomendada en LIBROS y otros lugares dedicados a la literatura:

Hace mucho, muchísimo tiempo varias amigas de LIBROS me recomendaron esta novela, creo recordar que Amelia Ruiz, Rosi Torres Marino y Anita Ember estaban entre ellas (pido disculpas si olvido algún nombre) y a todas las mencionadas y las que no, les agradezco infinitamente esta lectura que me ha divertido, emocionado, entretenido y alegrado estas vacaciones navideñas. No soy muy aficionada a la literatura humorística, pero si alguien me recomienda algo bueno, me encanta¡¡¡
La recomiendo a tod@s los que quieran leer humor inteligente y algo más¡¡

Sinopsis (Ed. Salamandra)
«Me llamo Don Tillman, tengo treinta y nueve años y soy profesor adjunto de Genética en la Universidad de Melbourne. Mi trabajo está bien remunerado, me alimento de forma equilibrada y regular, y mi condición física es óptima. En el reino animal, no tendría ninguna dificultad para aparearme, pero en el humano, nunca he logrado tener una segunda cita con la misma mujer. Los motivos de mi fracaso no termino de entenderlos, y como las estadísticas muestran que los hombres casados son, en promedio, más felices y viven más tiempo, he decidido poner en marcha un programa vital para mí, el Proyecto Esposa. A tal fin, he creado un algoritmo perfecto que me permitirá excluir las candidatas inadecuadas: las fumadoras, las impuntuales, las desorganizadas, las que dedican demasiado tiempo a su aspecto exterior... en suma, todas aquellas que no respondan a los estrictos criterios que se exponen en el cuestionario de dieciséis páginas que he elaborado. Este libro es el informe científico —aunque me han explicado que hay que denominarlo novela— acerca del resultado de mi proyecto. Quien lo lea descubrirá que la candidata menos apropiada se llama Rosie; y también encontrará la respuesta a una pregunta fundamental: ¿puede el amor cambiar la vida de una persona, incluso de un individuo como yo?»
Hilarante, sorprendente, ingeniosa, El Proyecto Esposa tiene un protagonista excepcional: el inteligente, obsesivo y literal Don Tillman, para quien navegar por este mundo de emociones complejas e incoherentes, poblado por seres que a menudo dicen exactamente lo contrario de lo que piensan, constituye una tarea tan ardua como desconcertante. 

El proyecto esposa (fragmento)

1Puede que haya encontrado una solución al Problema Esposa. Como sucede con tantos avances científicos, vista en retrospectiva resultaba evidente, pero de no ser por una serie de acontecimientos imprevistos es poco probable que hubiera dado con ella.
La secuencia la inició Gene al insistir en que diese una conferencia sobre el síndrome de Asperger que él se había comprometido a pronunciar previamente. La hora programada era de lo más inoportuna. La preparación de la conferencia podía compaginarse con la ingesta del almuerzo, pero esa noche había reservado noventa y cuatro minutos para limpiar el baño. Me enfrentaba a tener que elegir entre tres opciones, ninguna satisfactoria.
1. Limpiar el cuarto de baño después de la conferencia, con la resultante pérdida de horas de sueño y la consecuente reducción de mi rendimiento físico y mental.
2. Reprogramar la limpieza para el martes siguiente, con los resultantes ocho días de higiene personal deficiente y el consecuente riesgo de enfermedad.
3. Rechazar pronunciar la conferencia, con el resultante perjuicio a mi amistad con Gene.
Presenté el dilema a Gene, que como siempre tenía una alternativa.
—Don, pagaré a alguien para que te limpie el baño.
Una vez más le expliqué que todas las empleadas domésticas, a excepción quizá de la mujer húngara de falda corta, cometían errores. La Mujer Falda Corta, anterior empleada de Gene, había desaparecido tras surgir cierto problema entre él y Claudia, su mujer.
—Te daré el móvil de Eva. Pero no me menciones.
—¿Y si me pregunta? ¿Cómo responderé sin mencionarte?
—Dile que la has llamado porque es la única empleada del hogar que conoces que limpia bien. Y si me menciona, no digas nada.