jueves, 24 de agosto de 2017

PARÍS


Disculpad que os haya tenido un poco desatendidos estos últimos días, he estado en París, sumergida en su historia, sus calles, sus vidas y sus muertes, sus alegrías y sus penas, la guerra y la paz, el can-can y la ópera, los tugurios y los châteaux....
Todo gracias a la narración de Rutherfurd que, con su estilo habitual, consigue que la inmersión parisina sea total.
Cuatro familias nos conducen desde el siglo XII al XX, cuatro clases sociales nos muestran su evolución seguimos a los De Cygne, Blanchard, Gascón y Le Sourd,  su vida es la vida de París y podría ser, casi, la nuestra..
No os la perdáis sus casi 800 páginas no tienen desperdicio.
Extremadamente recomendable¡¡¡¡

París (fragmento)

"Entonces se le ocurrió pensar que en cada rincón de París debía de haber sitios donde la gente se había entregado a un amor ilícito, gente que había quedado reducida hacía mucho a la condición de esqueletos y de polvo. Si todos resucitaran en su cuerpo al mismo tiempo ejecutando el acto carnal, compondrían un extraño concierto de jadeos, gemidos y rechinar de huesos...
En el cálido y denso aire de aquella tarde de agosto, por un momento tuvo la impresión de que podía percibir a su alrededor en forma de espíritus todos aquellos cuerpos desvanecidos, pero eran espíritus con sustancia, aunque fuera leve. ¿Sería posible que los recuerdos y las almas pudieran asumir una vaporosa forma y flotar en el aire? Si fuera posible, elegirían el húmedo calor de aquel íntimo espacio cercado de arcadas y edificios de ladrillo y piedra, en una apacible tarde de agosto."


EL NOVENO CÍRCULO DE HIELO


Segunda novela de la serie protagonizada por el jefe de policía Kari Vaara.

“FINLANDIA es el noveno y último círculo del infierno. Un lago helado de sangre y culpabilidad creado con las lágrimas de Lucifer, convertido en hielo con el aleteo de sus correosas alas” 

Así define Kari Vaara su país, una definición antigua y dura que casa, a la perfección, con esta novela.
La he leído en, apenas, un fin de semana y me ha gustado¡¡¡¡
Historia de Finlandia desconocida, al menos para mi, trufada de viejos crímenes, nuevos crímenes, traumas, secretos y......¡
Me ha gustado más que la primera, por lo que Kari Vaara tendrá una nueva oportunidad o no????

El noveno círculo de hielo (fragmento)

1
"El bebé me da una patadita en la mano y me despierta de mi siesta. Kate y yo dormimos abrazados. Su cabeza está encajada sobre mi hombro, y yo tengo la mía hundida en su larga melena pelirroja. Su cuerpo, largo y pálido, pegado al mío. Mi mano la rodea, apoyada en su abultado vientre. Kate no se mueve. Con el avance del embarazo, su sueño se ha ido volviendo más profundo, y el mío, más ligero. Ahora que está de ocho meses y medio, apenas duermo; me limito a sumergirme en un estado de semiinconsciencia. Por la ecografía hemos sabido que vamos a tener una niña.
Cojo una bata, calcetines de lana y zapatillas, enciendo un cigarrillo y salgo al balcón de nuestro apartamento, en Helsinki. La nieve, iluminada por las farolas, crea una cortina de luz que atraviesa la oscuridad. Un viento implacable me golpea, se cuela bajo mi bata y me congela las pelotas, me deja sin aliento y me hace reír. Me agarro a la barandilla para evitar la embestida y no caer a la acera. Estamos a veinte bajo cero.
Mi hogar, Finlandia. El noveno y último círculo del infierno. Un lago helado de sangre y culpabilidad creado con las lágrimas de Lucifer, convertido en hielo con el aleteo de sus correosas alas. Aterido, vuelvo adentro. Este frío hace que la rodilla mala se me quede tan tiesa que, más que caminar, voy arrastrando la pierna izquierda.
La cabeza me va a estallar. Voy renqueando hasta el baño, saco un par de comprimidos de paracetamol de un frasco, los mastico para que actúen antes, arrimo la boca al grifo y trago agua para que bajen. No sé por qué me molesto. Ya no funcionan. Las migrañas empezaron poco después de que Kate perdiera a los gemelos, hace poco más de un año, y han empeorado con el tiempo. Llevo sufriendo el mismo dolor de cabeza, sin interrupciones, casi tres semanas. Está empezando a volverme loco."

LOS ROJOS REDMAYNE


He leído un clásico de novela policíaca que me ha tenido fascinada durante la última semana, Los Rojos Redmayne prologada por Jorge Luis Borges.
Una joya para los amantes del género que, a pesar, de los años no ha perdido ni un ápice de intriga y encanto¡

Sinopsis (Ed. Bruguera)
La dulce y cautivadora Joanna Redmayne pasa por muy amargos trances. Su adorado marido ha sido asesinado -al menos las evidencias así lo indican-, y el asesino no ha podido ser más que su pelirrojo tío Robert. Joanna necesita protección, consuelo y ayuda, todo lo cual le brindará de muy buen grado el inspector Marc Brendon, al cargo de la investigación. Pero el caso ha de archivarse por insoluble y todo está a punto de terminar cuando Robert Redmayne hace una fantasmagórica y amenazante aparición muy cerca de la casa de Joanna.

Los rojos Redmayne (fragmento)
"Amanecía sobre Italia y la mañana iluminaba con tonos de madreselva la neblina de las cumbres. Lejos, al pie de una alta ladera, el mundo seguía entregado al sueño y el lago Larian, joya de oro y turquesa, brillaba entre sus márgenes floridos. En aquella hora silenciosa, semejantes a racimos de caracoles blancos y rosados, los pueblecitos y aldeas diseminados en las cercanías de Como despertaban, uno tras otro, al primer toque de la música clara de sus campanarios. Los bronces se contestaban recíprocamente, creando alrededor del lago un círculo de armonía que flotaba sobre el agua, para luego ascender gradualmente a las alturas hasta que su vibración se atenuaba y era más débil que el canto de los pájaros.
Dos mujeres trepaban por la empinada cuesta del Griante. Una de ellas, de cutis bronceado y edad madura, vestía de negro y llevaba un pañuelo anaranjado atado a la cabeza; era robusta, de fuerte musculatura, y transportaba sobre el hombro una gran cesta vacía. La otra lucía una blusa de seda rosada; su hermosura resplandecía en el fulgor matinal y añadía belleza a la belleza del paisaje.
Joanna escalaba la montaña con la levedad de una mariposa. Estaba más bonita que nunca; pero un halo de apesadumbrada inquietud, de vigilante tristeza, rodeaba su frente. Sus ojos maravillosos miraban hacia arriba, fijos en el sendero escarpado que ella y la italiana recorrían. Acortó el paso para adaptarlo al andar más lento de su compañera y, poco después, ambas se detuvieron frente a una pequeña capilla gris edificada junto al camino.
Casi todos los gusanos de seda de Albert Redmayne habían tejido sus capullos en la barraca grande y ventilada situada detrás de su casa. Era junio y en los valles estaba a punto de agotarse la cosecha anual de hojas de morera.
Por esta causa, Assunta Marzelli, ama de llaves del viejo bibliófilo, había salido de paseo con Joanna, que se hallaba de huésped en casa de su tío y ambas subían en busca del necesario alimento para que las larvas tardías terminaran de transformarse.
Habían salido al despuntar el alba y se dirigían, después de cruzar un arroyo seco, hacia la zona donde predominaban las viñas y donde los despojos de los olivos en flor caían al suelo formando una perfumada filigrana. Habían visto, al pasar, millones de racimos de uvas diminutas que redondeaban y habían atravesado triángulos y cuadrados de tierra cultivada, donde surgían, en alternados sectores, el grano que amarilleaba para la cosecha y el verdor lozano del maíz en crecimiento. Higueras y almendros, e hileras de moreras rojas y blancas, con las ramas desnudas, despojadas de hojas, rompían la línea de las siembras. Aquí brillaba la abundancia de cerezas rojas de los setos; allí, en pequeños y frescos terrenos cubiertos de pasto dulce, pacían cabras y ovejas. Algo más arriba se destacaban varios bosquecillos de castaños que, iluminados por sus relucientes frutos, contrastaban con la lobreguez de los pinos montañeses.
En el punto donde se levantaban dos altos cipreses paralelos, Joanna y Assunta hallaron la capilla y se detuvieron un rato. Joanna puso en el suelo la pequeña cesta que contenía el almuerzo y su compañera dejó caer la grande que llevaba sobre el hombro, destinada a las hojas de morera.
El lago, allá abajo, se asemejaba a una taza llena de jade líquido, cuya superficie lanzaba veloces rayos de luz contra la sombra que las montañas proyectaban sobre sus orillas; varias embarcaciones ancladas atrajeron la atención de las espectadoras.
Parecían barcos gemelos, torpederos de juguete; apenas pequeñas manchas rojas y negras sobre el agua, con la bandera italiana. Pero los barquitos no eran de juguete; Assunta los odiaba, porque eran prueba patente del incesante combate que libraban las autoridades contra los contrabandistas de la montaña y recordaban a la viuda la muerte de su marido, ocurrida hacía diez años. César Marzelli había llevado demasiadas veces el cántaro a la fuente y había perdido la vida en enconada lucha con los oficiales de la aduana.
Largos rayos de luz pasaban entre las montañas e inundaban el lago; las cimas de los montes más bajos parecían llamear y su reflejo relampagueaba en el agua; allá lejos, entre las mesetas de niebla matinal, contra un cielo color zafiro, brillaban las últimas nieves.
Una cruz de hierro oxidado coronaba el pequeño santuario junto al cual se habían detenido ambas mujeres, y el techo era de viejas tejas tostadas, de suave tono castaño. La capilla estaba bajo la advocación de Stella Maris, y dentro, debajo del altar, se destacaban un montón de huesos blancos: cráneos, fémures y costillas de hombres y mujeres que habían muerto de la peste en tiempos remotos.
Morti delle peste, leyó Joanna en el altar; y Assunta, con el ánimo ensombrecido por los recuerdos del pasado, habló a su joven ama, moviendo la cabeza.
—A veces los envidio, señora. Sus penas han terminado. Esas cabezas que con tanta frecuencia lloraron y sufrieron jamás llorarán ni sufrirán.
Hablaba en italiano y Joanna la comprendía a medias. Pero se arrodilló al lado de Assunta y ambas dedicaron sus oraciones matinales a María, Estrella del Mar, pidiéndole que se cumpliese el deseo más vehemente de sus almas.
Luego se levantaron (Assunta más tranquila después de sus rezos) y continuaron su ascensión. La mujer explicó, a su manera, cuán abominable había sido que su marido, honrado comerciante entre Italia y Suiza, hubiese muerto a manos de los tripulantes esclavos de los barcos gubernamentales que se divisaban allá abajo y Joanna, asintiendo con la cabeza, trataba de comprender. Hacía progresos en italiano; pero la rapidez con que hablaba la mujer y su dialecto no estaban aún a su alcance. Sabía, sin embargo, que el tema de Assunta era la muerte de su marido, el contrabandista, y con movimiento de cabeza le trasmitía su simpatía. "

ASUNTOS INTERNOS


Primera novela de la serie protagonizada por Malcom Fox.

No se si en algún momento Malcom Fox, llegará a gustarme tanto como John Rebus, difícil lo tiene¡¡¡
Para mi gusto le falta ese "punto oscuro" de Rebus y no tiene sus aficiones musicales, aun así Rankin construye una novela policíaca muy legible con todos los elementos necesarios:
La intrigante Edimburgo al fondo, el hampa, la traición, la maldad, un atisbo de amor....y Asuntos Internos controlándolo todo, o no????
Creo que Fox tiene posibilidades y lo seguiré de cerca¡¡

Sinopsis (Ed. RBA)

Malcolm Fox trabaja en el Departamento de Asuntos Internos, uno de los menos populares de la policía, pues se dedica a erradicar la corrupción en el cuerpo y a investigar a los agentes sospechosos. Es un tipo de mediana edad, gruñón y divorciado. No prueba el alcohol y lleva tirantes. Es constante y muy íntegro en su trabajo, y goza de una inteligencia poco común. Acaba de resolver un caso brillantemente, por lo que debería sentirse satisfecho, pero una situación familiar complicada que se ve incapaz de manejar-su padre está ingresado en
una residencia demasiado cara para su sueldo de funcionario, y su hermana convive con un maltratador-hace que no tenga demasiados motivos para alegrarse. Asuntos internos es el debut literario de Malcolm Fox, nuevo personaje protagonista de Ian Rankin. Con un argumento complejo, unos personajes definidos y la crisis financiera global como telón de fondo, el lector comprobará que lo que en un principio se planteaba como una trama de corrupción tiene la envergadura de una sólida novela negra impregnada de realidad.

ÁNGELES EN LA NIEVE


Kari Vaara es jefe de policía en Kittilä, una localidad situada 165 kilómetros por encima del círculo polar ártico, en Finlandia.
Es un sami (lapón) originario de Marjakylä. Su padre era alcohólico. Tiene tres hermanos.

Una cosa me ha quedado clara tras leer este libro, antes de irme a vivir a Finlandia prefiero que me encarcelen, me explico: idioma ininteligible, racismo, alcoholismo, aislamiento, noche larguiiiisima, incomunicación.......
El panorama que pinta James Thomson en este primer caso del Inspector Kari Vaara es desolador, y poco más. La Finlandia profunda en un intento de negra-nórdica escrito por un norteamericano que vive allí.
Entretenida¡

Ángeles en la nieve (fragmento)

1"Estoy en el Hullu Poro, «El Reno Loco», el bar-restaurante más grande a este lado del Círculo Polar Ártico. Pese a que no hace mucho que lo reformaron, aún tiene las paredes y el techo forrados de madera, como una antigua granja finlandesa. Estilo rústico moderno.
Aún es media tarde, pero ya hay más de doscientas personas en el local. El bar está atestado y hay mucho ruido. La temperatura exterior es de cuarenta grados bajo cero; demasiado frío para esquiar. Que te diera el viento en la cara al bajar por la ladera provocaría la congelación instantánea en el más mínimo resquicio de piel expuesta a la intemperie. Los remontes están cerrados, así que la gente emplea el tiempo en beber.
Mi esposa, Kate, es la directora general del Levi Center, un complejo de restaurantes, bares, un hotel de doscientas habitaciones y una zona de ocio con capacidad para casi mil personas. El Hullu Poro no es más que una parte de un enorme negocio en la mayor estación de esquí de Finlandia, y Kate lo dirige entero. Estoy orgulloso de ella.
Ella está detrás de la barra hablando con Tuuli, la encargada del turno. Yo sigo la conversación de lejos, porque soy poli, y quizá Kate quiera denunciar a su empleada.
—Creo que has manipulado el inventario en el ordenador —dice—. Has trasladado botellas de licor a otros puntos de venta, has hecho que pareciera que desaparecía de otros bares, pero te has traído las botellas aquí, las has ido vendiendo desde esta barra y te has embolsado el dinero.
Tuuli sonríe y le responde en finlandés. Sin alterarse, le suelta una elocuente invectiva envenenada. Kate no tiene ni idea del alcance de aquellos insultos."

NO CONFIES EN PETER PAN


Termino la cuarta entrega de las aventuras del policía retirado Dave Gurney y su insufrible esposa Madeleine, nada nuevo bajo el sol, la intriga brilla por su ausencia desde la primera página del libro, eso sí, se recrea abundantemente en las "paranoias sentimentaloides" de la citada Madeleine y los "remordimientos patológicos" del querido Dave......
En fin, totalmente prescindible y, ni siquiera, muy entretenido.
No sé porque tengo esta afición a "picar y repicar" en ciertos autores.....!

RESEÑADO por Ricardo Cortat  para LIBROS, el 25 de Septiembre de 2014.
"-¿Me quieres?
-Sí, pero no formas parte de mi mundo interior."

La relación entre el protagonista y su mujer se resume en esa frase. Una frase que lleva arrastrándose 4 libros. ¡Por favor! Y aún hay gente que se queja de la señora de Brunetti....
Y sobre el libro... Bueno, si consumes palomitas no puedes quejarte de tener el colesterol por las nubes, digo yo. Por tanto, igual no puedo quejarme de que... De que haya novelas que siempre acaben bien.
Lo dicho. Palomitas. Pero que han conseguido engancharme 200 páginas seguidas y que trasnoche. ¡Qué cosas tiene la grasa!

Sinopsis (Roca Editorial)
Han pasado cuatro meses desde que David Gurney resolvió el caso del Buen Pastor y las consecuencias han sido terribles: se perdieron vidas y hubo carreras profesionales afectadas.
Uno de los que más ha sufrido ha sido Jack Hardwick, que violó la normativa por ayudar a Gurney. Los superiores de Hardwick pensaron que despidiéndole arreglaban todos sus problemas. En realidad, se buscaron un enemigo acérrimo.
Ahora, Hardwick se propone demostrar la ineptitud de sus antiguos empleadores presentando pruebas que sirvan para revisar algunas condenas muy sonadas. Empieza con el caso Spalter, un rico empresario y promotor asesinado en el funeral de su madre. Su infiel esposa Kay fue condenada a cadena perpetua pero Hardwick está seguro de que a la mujer le hizo la cama un detective corrupto y quiere que Gurney le ayude a probarlo.
Muy pronto Gurney se encuentra enfrentándose a un fiscal sin escrúpulos, un detective completamente corrupto, un jefe mafioso extrañamente amable y un famoso criminal griego, Petros Panikos, Peter Pan, un hombre menudo que esconde un insaciable apetito por el asesinato. Todo por alguien que, después de todo, puede que sea realmente culpable…

No confíes en Peter Pan (fragmento)

1.
La sombra de la muerteEn la zona rural de las montañas Catskill, al norte del estado de Nueva York, agosto era un mes inestable que iba y venía entre las resplandecientes glorias de julio y los grises chubascos del largo invierno que habría de seguir después.
Era un mes capaz de erosionarle a uno el sentido del tiempo y del espacio. En el caso de Dave Gurney, parecía alimentar la confusión sobre su propio lugar en la vida: una confusión que había comenzado con su retiro del Departamento de Policía de Nueva York, tres años antes, y que se había visto intensificada cuando él y Madeleine se habían mudado al campo, abandonando la ciudad natal de ambos: la ciudad donde se habían criado, donde se habían educado y donde habían desarrollado sus carreras.
En aquel momento, una tarde nubosa de la primera semana de agosto, con un ronco fragor de truenos a lo lejos, ambos estaban ascendiendo a Barrow Hill por lo que quedaba de un sendero ahora infestado de maleza que unía tres pequeñas canteras de piedra caliza,
actualmente abandonadas y cubiertas de zarzas salvajes de frambuesas. Gurney caminaba arrastrando los pies por detrás de Madeleine, que ya se dirigía a la roca baja donde solían parar a descansar, y procuraba seguir el consejo que ella siempre le daba: «Mira a tu alrededor. Estás en un sitio precioso. Relájate, absorbe toda esta belleza».

—¿Eso es una poza? —preguntó Madeleine.
Gurney parpadeó.
—¿Cómo?
—Esto —dijo ella, ladeando la cabeza hacia la profunda e inmóvil laguna que llenaba el amplio hueco dejado tiempo atrás por la extracción de la piedra caliza.

LA HUELLA DEL HEREJE


Reconozco mi debilidad por esta escritora gallega, sus novelas El amante albanés y Esperando a Robert Capa, me encantaron, por eso su incursión en la novela negra había despertado mi curiosidad hace tiempo y......premio¡¡¡¡
Espero que los personajes que ha creado en La huella del hereje tengan continuidad, el inspector Castro y los periodistas Villamil y Márquez merecen otra novela, otra aventura, otro caso complicado y quizás la ciudad sea Lisboa.
En La huella del Hereje, la ciudad es Santiago de Compostela, marco inigualable para la negra-gallega, lluvia, niebla, callejuelas sin salida, iglesias, diáconos integristas....
He disfrutado muchísimo con las tres tramas entrecruzadas, con el misterio dentro del misterio y espero que Fortes no lo deje ahí, el final es "esperanzador".....¡
Muy recomendable¡¡

La huella del Hereje (fragmento)

I
"-Santísimo Sacramento- Esa fue la exclamación utilizada por el padre Barcia mientras se echaba las manos a la cabeza, cuando descubrió un charco negro en las losas de mármol junto al altar mayor. Pero hasta que el potente foco de una linterna iluminó aquella esquina de la capilla nadie reparó en la muerta. Estaba apoyada contra el respaldo de madera del coro, con la cabeza doblada sobre el hombro en una torsión excesiva, como descoyuntada, el pelo echado hacia un lado. Melena larga y pelirroja. Tenía un pequeño hematoma violáceo en el cuello y los ojos abiertos. Sus facciones no estaban convulsionadas como sería de esperar en alguien que experimenta terror u otra emoción intensa antes de morir, sino más bien todo lo contrario, su expresión era plácida. Si acaso un poco cansada. Parecía muy joven, no más de veinte años. Llevaba un piercing en la ceja izquierda. Por su indumentaria no aparentaba ser la chica que uno podría imaginarse rezando el rosario en la catedral. Iba vestida de modo informal, como la mayoría de las estudiantes de esa edad. Chupa de cuero con cremalleras, falda corta, leggings de rayas rojas y unas zapatillas Converse muy usadas. Una costra de sangre seca le asomaba de la boca, como si en el último momento le hubiera sobrevenido un vómito de sangre."