jueves, 11 de enero de 2018

CRÓNICAS DE MOTEL


En el aniversario del nacimiento de nuestro añorado Sam Shepard, recomendamos su libro Crónicas de Motel y para "abrir boca", un cuento de los que integran la colección.
Buenas noches.
https://narrativabreve.com/2013/11/cuento-sam-shepard-avion.html

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Las carreteras, los coches, la soledad y la aventura empapan estas "Crónicas de motel", un libro de «historias rotas», fragmentos autobiográficos, relatos y poemas admirablemente servidos por una escritura rápida y escueta.

Crónicas de Motel (fragmento)
"Estaba prácticamente a mitad de camino entre San Francisco y Los Angeles. Parqueó el camión en la suave orilla de la Highway 5, pasó arrastrándose por debajo de una alambrada y se dirigió al pastizal de Harris. Más allá de los corrales encontró un campo abierto y se sentó en el centro con las piernas cruzadas. El áspero olor a ganado le inundó el pecho. El sol estaba poniéndose justo entonces tras los cerros de Coalinga, y dos anchas fajas de nubes anaranjadas se extendían por encima del Central Valley como un par de inmensas alas de halcón. Quería hablar consigo mismo pero se lo impidió la quietud del espacio. Se quedó escuchándolo. Un ave de rapiña nocturna. Mugido de reses. El bello gemido de un diesel Kenworth. Imaginó las dos ciudades simultáneamente, como si colgaran de los brazos extendidos de las nubes anaranjadas. Suspendidas. La pequeña San Francisco oscilando al norte: inocente, rica y un poco boba. Al sur, la reptante y demente serpiente de Los Angeles. Con su colmilluda boca abierta de par en par, los ojos encendidos, paralizada en un ataque de pura paranoia. Aquí es donde debía estar, pensó. Justo aquí. En medio. Aplastado sobre la panza de California, en un lugar desde el que podía verlas a las dos desde lejos. Podía vivir en los intestinos de este valle, y dedicarse a espiar el cerebro y los genitales. Un plan inútil. Las cosas empezaban a jalarle en ambas direcciones. Ya estaba en movimiento cuando sólo buscaba la quietud. Una enorme mano tiraba de él desde su espalda. Una mano sin cuerpo. Le jaló hacia arriba, remontándolo a muchas millas de altura por encima de la carretera. No resistió. Ya no tenía miedo de caerse. La mano penetró limpiamente a través de su espalda y se dirigió directamente al corazón. Se lo agarró. Sin apretarlo. Era un contacto de amor puro. Dejó que su cuerpo cayera y lo vio rebotar contra el suelo sin esperanza. Su corazón permaneció en lo alto, encogido en la palma de un gigantesco puño. "


LA ISLA DE LAS MIL HISTORIAS


Un cuentito, escrito por una de esas inglesas a las que les fascina todo lo mediterráneo, tiene aires de Agnello-Hornby pero sin la profundidad que esta imprime a sus personajes.
Entretenida, ligera, previsible y "olvidable"; para pasar un rato alejada de la realidad.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Una pequeña isla perdida en el Mediterráneo, entre Sicilia y el norte de África, es el escenario imaginado por Catherine Banner para desarrollar esta cautivadora alegoría sobre la radical transformación de Europa durante los últimos cien años. La historia comienza con la llegada a Castellamare de Amedeo Espósito, un joven originario de Florencia que viene a ocupar el puesto de médico permanente en ese remoto peñón, donde el tiempo parece haberse detenido antes de la primera guerra mundial. Allí establecerá su hogar e iniciará una larga saga cuyos miembros, hábiles narradores de historias, transmitirán de generación en generación los secretos de la familia y los avatares de un siglo vertiginoso y convulso.
Aunque Amedeo desembarca dispuesto a realizar su tarea con seriedad y rigor, un hombre inquieto y curioso como él no puede sustraerse al hechizo de la isla. Así pues, cuando surge la oportunidad de comprar el abandonado bar del pueblo, el joven doctor ignora que aquella «casa al borde de la noche», como se la conoce por estar ubicada en un sitio impresionante frente al inmenso mar, será un punto de inflexión en su vida y se convertirá en el centro social de Castellamare. Desde ese mirador privilegiado, Amedeo y su esposa Pina, una isleña inteligente y hermosa, verán transcurrir los acontecimientos más significativos de las décadas siguientes, desde la segunda guerra mundial hasta la era de internet, el turismo de masas y la terrible crisis financiera de 2008.
Unos personajes memorables, situados en un entorno natural imponente, hacen de La isla de las mil historias una novela singular, rebosante de vitalidad y fantasía, en la que la fuerza y la fragilidad del ser humano se manifiestan en un espacio casi mítico donde se difuminan los contornos entre leyenda y realidad.

La isla de las mil historias (fragmento)

PRIMERA PARTE
EL COLECCIONISTA DE HISTORIAS 1914-1921

Hubo un tiempo en que la isla entera de Castellamare sufría la maldición del llanto. Procedía de las cuevas junto al mar, y como los isleños habían construido sus casas con esas piedras, que antaño habían sido el fuego líquido del volcán, el llanto no tardó en resonar en las paredes de todos los edificios, en reverberar en las calles. Incluso el arco de entrada al pueblo gimoteaba por las noches como una novia plantada ante el altar. Preocupados por esa maldición, los isleños discutían y peleaban entre sí. Padres en desacuerdo con sus hijos, madres enfrentadas a sus hijas, vecinos que no se hablaban; en resumen, nadie vivía en paz. La cosa siguió así durante muchos años, hasta que, un otoño, se produjo un gran terremoto. Un estremecimiento agitó el corazón de la isla, un temblor espantoso que despertó a los isleños. El terremoto sacudió con estrépito los adoquines en las calles y los platos en los armarios, y los edificios empezaron a trepidar como si fueran de requesón. Al amanecer del día siguiente, hasta la última casa se había venido abajo. Mientras las piedras caídas lloraban su pena, los isleños se
 reu nieron para decidir qué debían hacer. A la hija de un campesino, llamada Ágata, se le había aparecido la Virgen, y esa visión la llevó a concebir ideas propias
 sobre la maldición del llanto. — #La tristeza ha impregnado las piedras de la isla —#declaró#—. Debemos levantar un pueblo nuevo a partir de estas ruinas, y cuando hayamos llevado a cabo esa gran tarea, la maldición del llanto habrá desaparecido. Y así, piedra a piedra, los isleños reconstruyeron el pueblo.
De una antigua leyenda de la isla, según la primera versión que me contó Pina Vella, de cuyo testimonio dejé constancia el día de la festividad de Santa Ágata de 1914.

SALUDOS CORDIALES


RESEÑA DE CLARA GLEZ para LIBROS, 31 de Octubre de 2017

Saludos cordiales – Andrea Bajani
Dicen que cuando oyes hablar en portugués, puedes pensar que te están cantando y en cambio se están acordando de tus antepasados ..por ser fina…, en Cádiz dirían “tus castas toas”...
Pues algo así plantea esta novela. Es cortita, no por ello menos densa, y nos hace pensar, sobre los tan traídos y llevados departamentos de recursos humanos de las empresas de hoy día.
Como hay que comportarse, como hay que tratar al empleado para comunicarle que por su “bien” debe abandonar su mesa con todas sus pertenencias…eso si por su bien¡
En medio de todo esto unas historias personales entre directivos, digamos un pelín emotivas, cercanas…y en el trasfondo…La Empresa…
Y sobre todo los modales…el decirle a alguien váyase a la mierda pero con muy buena educación y con unos “saludos cordiales “que denotan el buen saber hacer en todo momento.
Puede parecer divertida, pero te deja pensando…
Sinopsis
Tras la marcha de la empresa del todopoderoso director de ventas, un gris empleado retoma uno de los más denostados cometidos de este: escribir las cartas de despido, supuestamente humanas e inspiradoras, a sus compañeros, quienes por los pasillos le llaman el Matarife mientras él recibe los elogios de una dirección demencialmente empeñada en purificar, recortar y producir.
Pero no solo retoma del exdirector su rol como liquidador..., también el de padre de sus hijos pequeños Martina y Federico, quienes trastocan sus costumbres y convicciones enseñándole los rituales tiernos y algo anárquicos de una dolorosa paternidad de emergencia. De esta forma también descubrirá que unos pocos instantes de felicidad pueden cambiar la lógica del rendimiento, los controles de calidad, los premios de productividad y la gestión de los recursos humanos.

Sinopsis (Ed. Siruela)
Una novela feroz y melancólica, un irónico abecedario de la vida empresarial, y de la vida en general.
«Estimado colega: Consiéntanos darle las gracias por la fidelidad, la entrega y el entusiasmo de los que ha hecho gala durante estos años. No le olvidaremos. Por nuestra parte, le prometemos que su vida fuera de la empresa será maravillosa. Y como usted bien sabe, no hacemos promesas que no estamos convencidos de poder mantener.Saludos cordiales» Tras la marcha de la empresa del todopoderoso director de ventas, un gris empleado retoma uno de los más denostados cometidos de este: escribir las cartas de despido, supuestamente humanas e inspiradoras, a sus compañeros, quienes por los pasillos le llaman el Matarife mientras él recibe los elogios de una dirección demencialmente empeñada en purificar, recortar y producir.Pero no solo retoma del exdirector su rol como liquidador..., también el de padre de sus hijos pequeños Martina y Federico, quienes trastocan sus costumbres y convicciones enseñándole los rituales tiernos y algo anárquicos de una dolorosa paternidad de emergencia. De esta forma también descubrirá que unos pocos instantes de felicidad pueden cambiar la lógica del rendimiento, los controles de calidad, los premios de productividad y la gestión de los recursos humanos.


Saludos cordiales (fragmento)

Cuando han convocado al director de ventas, este se ha presentado con su abogado. Hacía semanas que le daban por muerto y lo dejaban al final del pasillo maquillándose con llamadas telefónicas a los clientes. Todo está bajo control, todo va bien. Pero después le han llamado. Al pasar junto a nosotros, se ha limitado a decirnos que salía un momento, que es como decir todo está bajo control, todo va bien, aunque tenga a mi abogado esperándome fuera.
Dentro le han dicho A partir de mañana ya no trabajará usted en esta empresa, firme por favor al pie del documento, al lado de la cruz. Él mirará a su abogado con el bolígrafo en vilo sobre la hoja, y el abogado arqueará la espalda diciendo Mi cliente y tranquilizando con la mirada a su cliente, Todo está bajo control, todo va bien. Se entablará una negociación sobre el precio de sus veinte años de trabajo, sobre su valor en el mercado, sobre el futuro de sus hijos. El abogado exigirá ulteriores ceros en la cifra, enarbolándose, y repetirá Mi cliente, confiando en que una mayúscula de más pueda atemorizarles. Pero ellos sonreirán, aludirán a Su cliente como un hombre acabado, que llevaba tiempo oliendo a muerto, hasta el extremo de que sus colegas lo dejaban solo en un rincón de la oficina, vamos que ni se les pasaba por la cabeza aumentarle cero alguno. El abogado intentará inútilmente un enésimo acuerdo y ellos sonreirán de nuevo, repitiendo Su cliente, como si aquel fuera un asunto que hubiera de resolverse entre la empresa y el abogado, y no entre la empresa y el señor aquel que estaba ahí sentado.

LA CANCIÓN DE LA LLANURA


RESEÑA DE CLARA GLEZ. para LIBROS, 28 de Octubre de 2017.

La Canción De La Llanura – Kent Haruf
Me dejó cautivada con nosotros en la noche, que recomiendo leer, y más aún si se ha pasado ya el ecuador de la vida, y al recibir esta, no dude en leerla.
Estos días en los que la actualidad nos avasallaba, la leí. Deseando dejar la radio, la prensa y la Tv, ...para adentrarme en ella. Para ver que todo está escrito, que en todas partes cuecen habas, que se puede uno identificar con cualquiera que sea, allende los mares, que se pueden vivir cosas muy similares independientemente de donde estés. Que todo está escrito y que siempre hay con quien o que identificarte.
Son historias corrientes, que pueden pasar en cada pueblo o ciudad, no importa donde, historias demasiado corrientes,, pero descritas magistralmente, sin haces aspavientos, como si no pasara nada, pero en cada una de ellas podemos ver situaciones quizás demasiado familiares, al menos así me pareció a mí. Y ya entrando en el terreno de lo personal, no sé qué me dejaba más tocada…las noticias del día a día o estas historias de siempre…Quien la lea podrá quizás responder a esta pregunta…Ahí lo dejo
Sinopsis
En la pequeña comunidad de Holt, Colorado, un profesor de instituto intenta lidiar con la depresión de su esposa y sacar adelante a sus dos hijos, que empiezan a descifrar el mundo adulto. Una adolescente es expulsada de casa cuando su madre descubre que está embarazada y, gracias a una profesora, encuentra cobijo en la granja de dos viejos hermanos solteros que viven aislados cuidando de su ganado como han hecho siempre.
Las vidas de todos ellos, con sus silencios, su soledad y sus anhelos, se cruzan para construir refugios inesperados y familias excepcionales.


Y esta es la opinión de LIBROS acerca de esta maravillosa novela:

En un pueblo ficticio de la llanura de Colorado, en la Norteamérica profunda, siete personajes (aunque yo diría ocho) tratan de vivir con su soledad, con su tristeza, con sus contradicciones. Sin amor, sin familia o con una familia rota, sobreviven buscando el calor de alguna relación que les consuele de la tristeza infinita de vivir.
Doscientas páginas desoladoras en las que sólo al final se atisba una brizna de esperanza, una ventana abierta en el alma de siete personas que sin buscarse, se encuentran para construir sobre las cenizas.
Me ha encantado y me ha entristecido.
Muy recomendable!!!

Sinopsis (Ed. Literatura Random House)
La novela más célebre del autor de Nosotros en la noche.

En la pequeña comunidad de Holt, Colorado, un profesor de instituto intenta lidiar con la depresión de su esposa y sacar adelante a sus dos hijos, que empiezan a descifrar el mundo adulto.
Una adolescente es expulsada de casa cuando su madre descubre que está embarazada y, gracias a una profesora, encuentra cobijo en la granja de dos viejos hermanos solteros que viven aislados cuidando de su ganado como han hecho siempre.
Las vidas de todos ellos, con sus silencios, su soledad y sus anhelos, se cruzan para construir refugios inesperados y familias excepcionales.
Tras el éxito internacional de Nosotros en la noche recuperamos una de las novelas más célebres de Kent Haruf, por la cual estuvo nominado al National Book Award y al Los Angeles Times Book Prize. Haciendo acopio de una prosa sobria y una aparente sencillez narrativa, Haruf ha logrado crear en el pueblo imaginario de Holt un paisaje de una particular grandeza mítica que comparte territorio geográfico y humano con Richard Ford, Annie Prouxl o Cormac McCarthy. Los protagonistas de las novelas de Haruf ponen de manifiesto la forma positiva que el autor tenía de ver el mundo, sin sentimentalismos, pero con una sabiduría y una honestidad que han calado hondo en los lectores.

La canción de la llanura (fragmento)

GUTHRIE

Ahí estaba aquel hombre Tom Guthrie junto a la ventana en la cocina de su casa en Holt fumando y mirando la extensión de terreno por la que empezaba a asomar el sol. Cuando el sol alcanzó la parte alta del molino, observó cómo las aspas de acero y la veleta que había en lo alto de la estructura de madera se teñían de un rojo cada vez más intenso. Después apagó el cigarrillo y fue al piso de arriba y pasó por delante de la puerta cerrada tras la cual yacía ella, dormida o no, a oscuras en el cuarto de invitados, y siguió por el pasillo hasta la habitación acristalada que había encima de la cocina y en la que estaban los dos niños.
La habitación era un antiguo porche cerrado, amplio y diáfano, con ventanas sin cortinas en tres de las paredes y el suelo de madera de pino. Al fondo, bajo las ventanas que daban al norte, ellos seguían dormidos en la misma cama, acurrucados, aunque el otoño acababa de empezar y todavía no hacía frío. Llevaban un mes entero durmiendo en la misma cama y ahora el mayor tenía un brazo estirado sobre la cabeza de su hermano como si quisiera protegerle de algo y salvarse así los dos. Tenían nueve y diez años y el pelo castaño y las caras infantiles y las mejillas tan puras y entrañables como las de una niña.
Fuera se levantó un viento de poniente y la veleta se movió con el aire y las aspas del molino giraron en un zumbido rojo, pero el viento amainó y las aspas se movieron más despacio y dejaron de girar.
Ya es hora de levantarse, dijo Guthrie.
Todavía en albornoz, se quedó mirando a los niños a los pies de la cama. Era un hombre alto con gafas y el pelo negro y escaso. El mayor retiró el brazo y los dos se hundieron bajo las sábanas. Uno de ellos suspiró con placer.



LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCÍA


RESEÑADA POR CLARA GLEZ. para LIBROS, 24 de Septiembre de 2017.

Los pacientes del doctor Garcia – Almudena Grandes
Lo nuestro duró: Lo que duran dos peces de hielo. En un güisqui on the rocks…así empieza una canción de Sabina, con la que “ me se” saltan las lágrimas como dirían en mi pueblo..
Bueno pues la traigo porque me vino a la memoria con mi amor por la Almudena Grandes. Empecé su último libro con muchas, muchas ganas, para que me volviera a traer a mi memoria, sus otras obras donde me gustó, donde me identificaba en cierta manera… Y resultó ser una copia, de situaciones, de personajes clónicos de otras obras, de datos que están muy bien para una tesis doctoral…y sobre todo por una estructura calcada de sus episodios de” su” guerra interminable…
Esto va para quien ya suponéis: Ya sabemos tu ideología, compartida o no, nos hemos identificado con ella, pero ya chirría a veces. Ya es rizar el rizo…contar… Bueno copiar perfiles, formas de hablar, de vivir, de pasar aquella época que fue tremenda para todos y a la que no se le puede sacar más punta. Siempre los mismos malos, siempre los mismos buenos, y no me refiero ya al ámbito nacional. Son tantas cosas repetidas. Me suena , soy de tu época, a los papeles de calco, que usábamos mil veces para copiar panfletos, yo no tuve la suerte de tener fotocopiadora, pero sí de conocer esa época . Y militar en ella. Y me gustaría apostillar que tan jodido fue enero como febrero….Antes “ de” después ..fue más jodido uno que otro… También me peleé con los “grises”…
Y por qué la canción de Sabina?…porque lo nuestro duró… Lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks,…porque tarde en olvidar tu novela…un día y medio con su correspondiente noche, vamos el tiempo en que me la ventilé. En el que me decía: déjala, vete a otra cosa, pero :
Esta vez…yo quería quererla “ leer”…Y ella no.. Así que se fue, me dejó el corazón en los huesos ..y yo de rodillas…le escribí una reseña “mu” chunga…pero con el próximo a mí no me pilla…


Pues, sin que sirva de precedente, estoy en total desacuerdo con mi amiga Clara Glez. y para demostrarlo, ahí va la opinión de LIBROS sobre esta novela:

"Aquella tarde, entre los bastidores del Teatro Eslava, aprendí más cosas juntas que en ningún otro momento de los que había vivido hasta entonces. Que las mujeres de las estampas que circulaban por el patio del colegio existían en realidad. Que aunque estuvieran desnudas, se comportaban igual que si estuvieran vestidas. Que las erecciones podían llegar a doler. Que ese dolor, sin dejar de serlo, ...no dolía en realidad. Pero la más importante, que la vida era muy simple y mucho más complicada a la vez de lo que yo pensaba, me la enseñó, como tantas otras cosas, mi abuelo." (p. 76) Guillermo García Esa hora que hoy nos han "regalado" me ha servido para terminar esta 4°entrega de Los Episodios de una Guerra Interminable con la que llevaba las últimas dos semanas.
Y es que las casi 700 páginas de la novela bien merecen una lectura sosegada de una trama compleja e internacional que merecerá, más adelante, una segunda lectura.
La mayor virtud de Almudena Grandes, con respecto a mi, es la empatía que siento hacia sus personajes; cada uno de ellos tiene una parte de mi y a cada uno de ellos comprendo como si hubiera vivido en su piel o en sus circunstancias.
Esta novela de la postguerra es desesperanzadora, tanto que a veces dan ganas de llorar pero al mismo tiempo es un canto a la capacidad de seguir vivo, de prosperar, de ser feliz y de no olvidar.
Me ha gustado, mucho!!!


RESEÑADA POR NOELIA VALLINA para LIBROS, 10 de Noviembre de 2017.

No he podido terminar la última novela de Almudena Grandes y me un pco de vergüenza ...reconocerlo. Me encanta cómo escribe, suelo empatizar con alguno de sus personajes y devorar las páginas como si no hubiera un mañana. Sin embargo, no he encontrado esa emoción, no he conseguido meterme en la historia y más de una vez he resoplado de impaciencia y aburrimiento. Espero recuperar la ilusión en el próximo episodio de la serie.

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Un fascinante thriller y novela de espías. La historia más internacional y trepidante de Almudena Grandes.
Tras la victoria de Franco, el doctor Guillermo García Medina sigue viviendo en Madrid bajo una identidad falsa. La documentación que lo libró del paredón fue un regalo de su mejor amigo, Manuel Arroyo Benítez, un diplomático republicano al que salvó la vida en 1937. Cree que nunca volverá a verlo, pero en septiembre de 1946, Manuel vuelve del exilio con una misión secreta y peligrosa. Pretende infiltrarse en una organización clandestina, la red de evasión de criminales de guerra y prófugos del Tercer Reich que dirige desde el barrio de Argüelles una mujer alemana y española, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. Mientras el doctor García se deja reclutar por él, el nombre de otro español se cruza en el destino de los dos amigos. Adrián Gallardo Ortega, que tuvo su momento de gloria como boxeador profesional antes de alistarse en la División Azul, para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la última defensa de Berlín, malvive en Alemania, ignorando que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Perón.
Thriller y novela de espías, Los pacientes del doctor García es tal vez la historia más internacional y trepidante de Almudena Grandes, su narración más ambiciosa, en la que conecta acontecimientos reales y desconocidos de la segunda guerra mundial y el franquismo, para construir las vidas de unos personajes que no sólo comparten la suerte de España, sino también la de Argentina.

Los pacientes del doctor García (fragmento)

I
Hospital de sangre
ES 25 DE JULIO DE 1936 Y JOHANNES BERNHARDT ESTÁ EN BAYREUTH.
El compositor Richard Wagner, al que esta pequeña ciudad del este de Alemania debe su fama universal, tiene mucho que ver con la visita de Bernhardt. De hecho, el coche en el que ha viajado desde Múnich se detiene precisamente ante la fachada de Wahnfried, la hermosa villa que el músico edifica aquí gracias al patrocinio del Rey Loco, Luis II de Baviera.
En 1936, la dueña de Wahnfried es Winifred Wagner, viuda y heredera de Siegfried, único hijo varón del compositor, al que su cuerpo da cuatro hijos antes de que su alma se entregue a otro amor. El acontecimiento más importante de su vida sucede en 1923, cuando un enérgico joven de treinta y cuatro años se presenta a la familia Wagner tras asistir a una función del Festival de Bayreuth. Es el líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, pero el motivo de su visita no es político. Está convencido de que no existe una obra comparable a la de Richard en toda la historia de la música y quiere dejar constancia de su fervor ante los herederos del compositor. La joven esposa de veintiséis años asiste en segundo plano a una apasionada declaración que inspira en ella una pasión aún más desmedida. Desde ese momento, Winifred vive exclusivamente por y para Adolf Hitler.
La íntima amistad del Führer con Winifred Wagner hace circular en Alemania toda clase de rumores durante más de una década. Johannes Bernhardt seguramente los conoce, y su ignorancia acerca de la dosis de verdad que puedan encerrar incrementa quizás su nerviosismo en la antesala donde espera la llegada de la pareja, que asiste en esos momentos a una impecable representa ción de Sigfrido. Desde allí no se escucha la orquesta, las voces de los intérpretes que han logrado arrancar a Hitler de Berlín para traerlo, una vez más, al Festival de Bayreuth y a la amorosa hospitalidad de Frau Wagner. Johannes Bernhardt ha hecho un viaje mucho más largo para estar aquí.


EL CUENTO DE LA CRIADA


“El orden establecido puede desvanecerse de la noche a la mañana. Los cambios pueden ser rápidos como el rayo. No se podía confiar en la frase ‘Esto aquí no puede pasar”. M. A.
Al hilo de la "recreación televisiva " de la novela, he releído estos últimos días El cuento de la criada en su nueva edición prologada por la propia Atwood y....., me ha gustado tanto o más que la primera vez que lo leí, allá en los lejanos 80, cuando una era, todavía joven e idealista.
Discrepo absolutamente, de aquellos que califican la novela de "distopía", lo que ocurre en este cuento, lleva ocurriendo miles de años en muchos países de nuestro pobre mundo, dictaduras religiosas o de otro tipo que hacen de las mujeres sus victimas y mujeres que actúan como verdugos para otras mujeres.
Es tan bueno El cuento de la criada, que su lectura me produce una irritación irracional, tanto que ya no voy a escribir más sobre el tema....., sólo digo:
LEÁNLO¡¡¡

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.
En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Los peligros inherentes a mezclar religión y política; el empeño de todo poder absoluto en someter a las mujeres como paso conducente a sojuzgar a toda la población; la fuerza incontenible del deseo como elemento transgresor: son tan sólo una muestra de los temas que aborda este relato desgarrador, aderezado con el sutil sarcasmo que constituye la seña de identidad de Margaret Atwood. Una escritora universal que, con el paso del tiempo, no deja de asombrarnos con la lucidez de sus ideas y la potencia de su prosa.

El cuento de la criada (fragmento)
"En el estado de Gilead las criadas forman un estrato social pensado para conservar la especie. Las mujeres fértiles que integran esta clase, y que destacan por el hábito rojo con que se cubren hasta las manos, desempeñan una función esencial: dar a luz a los futuros ciudadanos de Gilead. Sin embargo, en un mundo antiutópico asolado por las guerras nucleares, gobernado por un código extremadamente severo y puritano, que castiga con la pena de muerte a quien se aparta del sistema y en el cual la mayoría de la población es estéril, engendrar no resulta fácil. Existe siempre el temor al fracaso y la amenaza de la confinación en la isla de seres inservibles más allá de las alambradas que rodean la ciudad y del alto muro donde cuelgan, para que sirva de ejemplo, los cadáveres de los disidentes. "

LA LUZ DEL DIABLO


Cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por el inspector Konrad Sejer, policía en una ciudad cercana a Oslo (Noruega).

Esta autora me la recomendó, hace mucho tiempo, mi querida Amelia Ruiz, esta novela también me la recomendó ella.
Oscura.... muy oscura¡
En esta entrega no está tan presente Konrad Sejer como es habitual en las novelas de Fossum, su presencia y su intervención es tangencial porque todo lo inunda un mal presentimiento, una serie de casualidades encadenadas que conducen inevitablemente al desastre.
Otra vez Fossum nos muestra la cara B del estado del bienestar noruego, la juventud perdida, la soledad, la enfermedad....todo lo que se "esconde" tras la bonanza económica y el desarrollo de una sociedad que, a veces, parece una colección de soledades.
Me ha gustado mucho¡¡¡

Sinopsis (Ed. Debolsillo)
La cuarta entrega de la serie protagonizada por el inspector Konrad Sejer es una de las novelas más oscuras y siniestras de Karin Fossum, autora destacada de la nueva narrativa policíaca escandinava.
Dos adolescentes roban el bolso a una mujer desprevenida. Sin saberlo, provocan accidentalmente la muerte de su hijo. Sin embargo, desconocedores de la gravedad de su crimen e insatisfechos con el botín obtenido, Andreas y Zipp se disponen a cometer otro delito. Es de noche, y las desiertas calles de la ciudad han descubierto ya a su próxima víctima: Irma, una mujer mayor que vuelve a casa tras una velada en el teatro. Los dos delincuentes la siguen hasta su residencia, en la que Andreas se cuela mientras Zipp lo espera afuera. Pero Andreas no regresa.
El inspector Konrad Sejer y su compañero Jacob Skarre no encuentran conexión alguna entre la muerte de un niño y la denuncia por desaparición de un delincuente juvenil. Así, mientras la confusión y los misterios se acumulan en el mundo exterior, la terrible verdad se esconde tras la puerta cerrada de una casa cuya llave guarda celosamente una aparentemente apacible anciana.

La luz del diablo (fragmento)

Edificio del Juzgado. 4 de septiembre. 16.00 h.
Jacob Skarre miró el reloj. Había acabado su turno, pero sacó con cuidado un libro de su bolsillo interior y leyó el poema de la primera página. «Como jugar en realidad virtual —pensó—. ¡Chas! Y estás en otro paisaje.» La puerta estaba abierta, y de repente se percató de que alguien lo observaba. La mujer quedaba fuera de su entorno, pero la magnífica visión periférica de Skarre la captó. No era más que otra conciencia que tocaba la suya. Una vibración ligerísima, casi imperceptible, que al final lo alcanzó. Cerró el libro.
—¿Puedo ayudarla en algo?
La mujer no se movió, seguía observándolo con una extraña mirada. Skarre contempló ese rostro tenso y de repente le resultó conocido. La mujer ya no era joven, estaría rozando los sesenta, llevaba un vestido y unas botas oscuras. Un pañuelo al cuello. Parte de la razón de por qué lo llevaba se veía debajo de su barbilla, en contraste con lo que la mujer probablemente tuviera de rapidez y elegancia. Caballos de carreras con vistosos jinetes sobre un fondo azul. Su cara era ancha y con los rasgos muy marcados, echada hacia delante por la prominente barbilla. Las cejas eran oscuras y casi continuas. Contra la tripa apretaba un bolso. Pero sobre todo destacaban sus ojos. Dentro del pálido rostro había un par de luminosos ojos que miraban tan fijamente a Skarre que él no podía apartar su vista de ellos. Entonces se acordó. «Una curiosa coincidencia», pensó expectante. Estaba como atornillado en ese silencio interrogante. Cada segundo saldría algo importante de la boca de esa mujer.
—Se trata de una persona desaparecida —dijo ella.
Su voz era tosca. Una herramienta oxidada y crujiente que se estaba poniendo en marcha tras un largo descanso. Detrás de la frente blanca ardía un fuego. Skarre vio el fulgor en el iris de su ojo. No quería sacar conclusiones anticipadas, pero la mujer estaba obviamente obsesionada por algo. Poco a poco fue cayendo en la cuenta del tipo de caso de que se trataba. Repasó mentalmente los informes del día, pero no recordaba que hubiera pacientes desaparecidos de instituciones psiquiátricas en su zona. La mujer respiraba con dificultad, como si le hubiese costado mucho llegar. Pero había tomado la decisión, era como si algo definitivo la empujara. Skarre se preguntó cómo había conseguido sortear la recepción y la mirada de halcón de la señora Brenningen y llegar hasta su despacho sin que nadie la hubiese parado.
—¿A quién busca? —preguntó con amabilidad.
La mujer seguía mirándolo fijamente. Él la miró con la misma intensidad para ver si ella desviaba los ojos. De repente parecía confundida.
—Sé dónde está.