domingo, 31 de diciembre de 2017

LAS MALDICIONES


RESEÑADO por Clara Glez. para LIBROS 26 de Mayo de 2017.

Tenía interés por leer este libro, más que nada porque había oído hablar de la maldición de la piedra fundacional de la ciudad de Buenos Aires. Y la verdad es que no me ha desagradado.
Aparte de tratar ese tema, que sirve para forjar la trama de la novela, es una lección magistral de las nuevas formas de la política. De cómo se trata la información para que haga su efecto en las masas.
En medio de todo ese mundo hay una historia que te hace leer y leer hasta ver su desenlace.
Sus personajes bien definidos. La historia con su intriga, su pellizco, y en medio la política, con todos sus matices: egoísmo, poder, ambiciones, miedo …
Me imagino que a los argentinos esta historia les será en parte conocida. Aunque en el fondo es una historia que desgraciadamente se repite en todas partes. A mí me ha gustado y lo recomiendo.
Y como consecuencia personal, me doy cuenta que no soy yo sola la que tiene el carnet del partido caducado.


Y esta es mi opinión, acerca de la novela:
La nueva novela de Claudia Piñeiro aborda la "nueva política" ¿hay algún tema más actual?.
La vida y obra de Fernando Rovira (cambien un par de letras del apellido) un líder "carismático" que va a cambiar la vida de los argentinos con sus "ideas".....
Con un estilo muy reconocible la escritora relata el desembarco de un político y sus asesores, paralelamente las vidas privadas llenan la novela de ...realidad, la realidad de "cambiar todo para que nada cambie", la realidad de considerar a los votantes menores de edad, la realidad del marketing y el engaño, la pura realidad!!!
Quizás le sobren datos históricos aunque a mí me ha gustado esa "contrahistoria argentina" pero con un mínimo de reflexión sientes un escalofrío de miedo recorriendo tu columna vertebral!!!
La recomiendo, mucho!!!
Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Un joven ingresa al mundo de la política por las razones equivocadas y debe afrontar las dramáticas consecuencias.
Alguien puede llegar a la política por muchos motivos. Unos más legítimos, otros menos. También por error, por desidia. O por no saber decir que no.»

Román Sabaté entra al mundo de la política casi por casualidad, pero es allí donde se sella su destino. La permanente tensión entre la necesidad de trabajo de un joven de provincia y las ocultas intenciones del político que lo ha elegido como secretario privado es lo que mueve los hilos de esta novela: dos hombres en conflicto en una historia en la que hasta la paternidad está en juego. Magia, doble discurso o crimen, todo vale. Las maldiciones desnuda la verdad de la llamada "nueva política", basada en un pragmatismo absoluto que esconde la inescrupulosidad del engaño y la ambición sin límites.
Claudia Piñeiro ha escrito una novela certera, conmovedora y actual, que pone el foco en las perversiones de los gobernantes, pero que también les hace lugar a las historias de lealtad y amor más verdaderas.

Las maldiciones (fragmento)

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Cada hombre, cada mujer, carga con su propia maldición. Hay quienes dedican toda su vida a desbaratarla, a vencerla; son los que se creen capaces de burlarse de ella, poderosos, y así pelean del primer día al último en una batalla absurda, desigual, inútil. Por otro lado están aquellos que no luchan contra su maldición sino que conviven con ella, los que aprenden a llevarla de paseo, como una mochila, intentando que pese lo menos posible; la observan de reojo, la controlan sin combatirla, saben que está ahí, de principio a fin, y aunque se preocupan por que no se ensañe con ellos, le prestan la mínima atención. Pero hay una tercera categoría, la privilegiada, la que integran los que ni siquiera son conscientes de que esa maldición existe. Román Sabaté es uno de esos privilegiados. Por más que, como todos, también esté maldecido, lo desconoce, y eso lo hace libre. A Román ni se le cruza por la cabeza que su vida esté condicionada por maldición alguna; es ignorante y, por lo tanto, sabio.
Sin embargo, Román hoy siente náuseas y un fuerte dolor en la boca del estómago. No advierte una relación entre ese dolor y una maldición. Busca su origen en lo que lo rodea. Mira a su alrededor. Huele. Cree que ese malestar que se le instaló en medio de las costillas lo provoca el lugar donde está, a la espera de que salga su ómnibus. Desestima el cansancio y los nervios; no son los que hacen que se sienta mal, menos aún la culpa. Tampoco el miedo. El bar de la terminal de Retiro le resulta un sitio horrendo. Busca otra palabra y no la encuentra; sabe muy bien quién la usa cada dos o tres frases. O solía usarla, se corrige. No quiere recordar esa palabra justo en este momento. Él no la usa, nunca la usó, preferiría no hacerlo ahora pero descarta cualquier otro sinónimo y se le impone a pesar del esfuerzo por evitarla: horrendo. La luz de tubo le lastima los ojos irritados de poco sueño, esa luz blanca y fría se le clava como una aguja justo en el lagrimal izquierdo. Las sillas de caño negro no ayudan; enclenques de tanto que deben de haberlas arrastrado de un lado a otro sobre el mosaico gris, con la cuerina rota que deja ver una goma espuma vieja, sucia, inflada, que se derrama deforme en cada tajo. El olor a comida se mezcla con el de un producto de limpieza indefinido pero potente que llega desde el baño, y el resultado de ese encuentro de olores es peor que el que cada uno de ellos podría producir por separado. Un aparato de televisión de última generación, instalado en un soporte gris que cuelga en un ángulo, casi del techo, está sintonizado en un canal de noticias, sin voz. Román sospecha que ese televisor, que desentona por su modernidad con el resto del mobiliario, debe de estar allí desde el último Mundial de Fútbol. Recuerda dónde vio la mayoría de aquellos partidos, en un LED de 60 pulgadas con HD que parecía un microcine, rodeado de sushi que él no comía ni come, y del equipo. Equipo, otra palabra que quisiera evitar.

UNA LIBRERÍA EN BERLÍN


Inocentemente te tiras de cabeza a una novela que crees puede pertenecer a ese "género" de la Metaliteratura que tanto te gusta, inocentemente esperas una historia de huida y supervivencia trufada de libros, autores, citas literarias, heroicas aventuras con la literatura como acompañante e incluso como leit motiv y.......????
Te encuentras un diario de una señora que en algún momento de su vida regentó una librería en Berlín (creo que se menciona en las 20 primeras paginas) escrito con muy buena voluntad y el talento justito para no resultar una tomadura de pelo.
A esto le añadimos el prefacio laudatorio de Patrick Modiano y la historia de la señora que nunca escribió nada más y el hallazgo del manuscrito en un mercadillo y......, me recuerda peligrosamente a otro hallazgo reciente con un sustantivo en común.......!
Lo único que se me ocurre acerca de esta novela es: PRESCINDIBLE.
Por cierto, al genio de la editorial que decidió traducir el título de la novela “Rien où posser sa tête” por Una librería en Berlín habría que denunciarle por estafa en primer lugar y despedirle para que se dedique a otra cosa para terminar.
La recomiendo??? Pues no sabría que decir, se deja leer pero no tiene nada destacable, nada que no hayamos leído mil veces escrito con mayor talento, nada que nos sorprenda y, aunque parezca mentira, nada de librerías, nada de libros y nada de Berlín.

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
En 1921, Françoise Frenkel, una joven apasionada por la lengua y la cultura francesas, funda la primera librería francesa de Berlín, La Maison du Livre.
Una librería en Berlín es un libro de testimonio en primera persona en el que la autora cuenta su itinerario: en 1939 huye de Alemania, donde ya es imposible difundir libros y periódicos franceses, y se exilia en Francia, buscando refugio. Pero, en realidad, tras la ocupación nazi de territorio francés, lo que le espera es una vida de fugitiva hasta que, en 1943, logra cruzar la frontera suiza de manera clandestina y encontrar en Ginebra, al fin, la libertad. Una librería en Berlín nos descubre, milagrosamente intactas, la voz, la mirada y la emoción de una mujer valiente cuya fuerte determinación la llevará a conseguir escapar de un destino trágico.

Una librería en Berlín (fragmento)

IAL SERVICIO DEL PENSAMIENTO FRANCÉS EN ALEMANIA
No sé muy bien a qué edad se remonta mi vocación de librera, en realidad. Ya desde muy niña me podía pasar las horas muertas hojeando un libro con imágenes o un gran volumen ilustrado.
Mis regalos preferidos eran los libros, que se acumulaban en las estanterías de las paredes de mi habitación de niña.
Por mis dieciséis años, mis padres me dejaron encargar una librería hecha a mi gusto. Mandé construir, según mis propios planos, un armario que, para asombro del carpintero, debía tener las cuatro caras acristaladas. Coloqué aquel mueble de mis sueños en medio de mi cuarto.
Para mi mayor satisfacción, mi madre me lo consintió todo, y yo podía contemplar a mis clásicos en las bellas encuadernaciones hechas por sus editores y a los autores modernos y contemporáneos forrados amorosamente con papeles de mi fantasía.

EL INVIERNO DEL LOBO


Duodécima entrega de la serie de novelas protagonizadas por Charlie "Bird" Parker, detective privado en Maine, desde que abandonó la policía neoyorkina.

Reencontrarse con Charlie Parker es volver a lo oscuro, a lo perdido, a la Norteamérica profunda en la que conviven dioses, monstruos y creencias llegadas de otros tiempos y otros lugares.
Volver a Charlie Parker es volver, también a Angel y a Louis, a una amistad inquebrantable sellada con sangre; volver también a los espíritus protectores y volver a la violencia que nace, siempre, del hombre.
El Invierno del Lobo es, quizás, atípica entre las novelas protagonizadas por Parker y eso le añade valor, el valor de Parker sin Parker y no digo más.
Piérdanse en Prosperous y no se arrepentirán o si???

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Es necesario que Charlie Parker muera para que el pueblo de Prosperous sobreviva.
La comunidad de Prosperous, en Maine, siempre ha medrado mientras otros sufrían. Sus habitantes son ricos, sus hijos tienen el futuro asegurado. Rehúye a los forasteros. Protege a los suyos. Y en el centro de Prosperous se encuentran las ruinas de una antigua iglesia, transportada piedra a piedra desde Inglaterra siglos antes por los fundadores del pueblo… Unas ruinas que esconden un secreto.
Pero varios hechos, entre ellos la muerte de un sintecho, atraen a Prosperous al investigador privado Charlie Parker, obsesionado y letal. Parker es un hombre peligroso, al que le mueve no sólo la compasión, sino también la ira y el deseo de venganza. Los habitantes de Prosperous perciben en Parker una amenaza peor que cualquier otra que hayan afrontado en su larga historia. Parker, a su vez, encontrará en ellos a los adversarios más despiadados con los que jamás se ha enfrentado. Y es que se ha decidido que Charlie Parker muera para que el pueblo de Prosperous sobreviva.

El invierno del lobo (fragmento)

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La casa era intencionadamente anónima: ni demasiado grande ni demasiado pequeña, ni muy bien conservada ni deteriorada en modo alguno. Ocupaba una reducida parcela próxima a los aledaños de Newark, en el condado de New Castle, zona densamente poblada del estado de Delaware. La ciudad había sufrido un duro golpe cuando en 2008 cerró la planta de montaje de Chrysler junto con Mopar, el cercano centro de distribución de piezas. Así y todo, albergaba aún la Universidad de Delaware, y veinte mil estudiantes pueden gastar mucho dinero si se lo proponen.
No era de extrañar que el hombre a quien pretendíamos dar caza hubiese elegido Newark. Estaba cerca de las líneas divisorias de tres estados —Pensilvania, Nueva Jersey y Maryland—, y a sólo dos horas de la ciudad de Nueva York en coche. Aunque, claro está, sólo era una más de las numerosas guaridas que se había procurado, adquiridas en el transcurso de los años por el abogado que lo protegía. El único rasgo distintivo de esta casa residía en el nivel de consumo energético: las facturas de los suministros eran más altas que las de otros inmuebles que habíamos descubierto. Daba la impresión de que éste se utilizaba con regularidad. No se trataba de un mero almacén para las piezas de su colección. Venía a ser una base de operaciones.
Ese hombre se hacía llamar Kushiel, pero nosotros lo conocíamos por el sobrenombre de "El Coleccionista». Había matado a un amigo nuestro, Jackie Garner, a finales del año anterior. El Coleccionista, conforme a su versión de la justicia, diría que se había limitado a aplicar la ley del talión, pues en verdad Jackie cometió un craso error y, como consecuencia del cual, murió una mujer cercana al Coleccionista. En venganza, éste, sin la menor compasión, abatió de un tiro a Jackie, que estaba desarmado y de rodillas, y además dejó claro que ahora nos hallábamos todos bajo la mira de su arma. Posiblemente intentábamos dar caza al Coleccionista por lo que le había hecho a uno de los nuestros, pero también porque sabíamos que, tarde o temprano, él decidiría que quizá bajo dos metros de tierra representaríamos una amenaza menor para él. Así que nuestro propósito era acorralarlo y matarlo mucho antes de eso.

TODO ESTO TE DARÉ


Gracias a Chelo Casas y otras amigas de esta página he leído la novela premiada de Dolores Redondo y la he leído en un tiempo record, os preguntaréis ¿tan buena es?, pues......., es un thriller entretenido, muy entretenido que ahonda en los vicios de las últimas novelas de Redondo, a saber:
- Lenguaje un poco pedante, pero con errores tan obvios como "harmonía", "seto de gardenias", "bacteria botulínica", "cloro en el aire", "queso de Urzúa", "narcótico efecto de precipitación y alerta"......, esto último referido a un desmayo o lipotimia producido por calor y humedad excesivos. Podría seguir, pero para muestra valen estos botones.
- Longitud excesiva, mucho "marear la perdiz", a veces sin propósito o con propósitos que como lectora, se me ocultan.
- Personajes poco desarrollados, por decirlo de alguna manera, los malos son maaaaalísimos, los buenos unos santos y los que son "un poco malos y un poco buenos" resultan patéticos en sus arrepentimientos.
- Situaciones estereotipadas, los ricos, los pobres, la guardia civil, los yonkis......
- Ese raro gusto por el "esoterismo" que ya mostró en la trilogía del Baztan, que no aporta nada a la novela y en todo caso si quería incluirlo, Nosa Señora do Corpiño da para mucho más....

No quiero abundar más en los defectos de la novela porque la verdad es que me ha resultado muy entretenida, me ha sorprendido la ubicación del cultivo floral de gardenia en Galicia, cuando el tradicional es de camelia y alguna otra cosa...., pero puedo admitirla como licencia poética y la resolución precipitada del caso, que ya se adivinaba desde la mitad del libro, en fin, no está mal pero ese "bombo y platillos" de los medios me parece excesivo aunque coincide con la tendencia habitual en nuestro país y es lo habitual en los Premios Planeta.
¿La recomendaría?
Para pasar el rato.

Sinopsis (Ed. Planeta)
Una muerte inesperada. Un oscuro secreto familiar. La búsqueda de la verdad en el corazón de una tierra legendaria. 
En el escenario majestuoso de la Ribeira Sacra, Álvaro sufre un accidente que acabará con su vida. Cuando Manuel, su marido, llega a Galicia para reconocer el cadáver, descubre que la investigación sobre el caso se ha cerrado con demasiada rapidez. El rechazo de su poderosa familia política, los Muñiz de Dávila, le impulsa a huir pero le retiene el alegato contra la impunidad que Nogueira, un guardia civil jubilado, esgrime contra la familia de Álvaro, nobles mecidos en sus privilegios, y la sospecha de que ésa no es la primera muerte de su entorno que se ha enmascarado como accidental. Lucas, un sacerdote amigo de la infancia de Álvaro, se une a Manuel y a Nogueira en la reconstrucción de la vida secreta de quien creían conocer bien.

La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor. Empezará así la búsqueda de la verdad, en un lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres en el que la lógica nunca termina de atar todos los cabos.

Todo esto te daré (fragmento)

SALVAVIDASLa llamada a la puerta sonó autoritaria. Ocho golpes seguros, rápidos, de quien espera ser atendido con diligencia. El tipo de requerimiento que jamás podría confundirse con la llamada de un invitado, de un operario o de un repartidor. Más tarde, pensaría que al fin y al cabo es así como uno espera que llame la policía.
Durante un par de segundos observó pensativo el cursor parpadeante al final de la última frase. La mañana se le estaba dando bien, mejor que en las últimas tres semanas, porque, aunque odiaba admitirlo, escribía más a gusto cuando estaba solo en casa, cuando trabajaba sin horarios, liberado de las rutinarias interrupciones para la comida o la cena, y simplemente se dejaba llevar. En aquella fase de la escritura siempre era igual, Sol de Tebas estaría terminada en un par de semanas, quizá antes si todo iba bien. Y hasta entonces aquella historia sería lo único en su vida, su obsesión, lo que le ocuparía día y noche, lo único en lo que pensaría. Lo había experimentado con cada novela, una sensación a la vez vital y demoledora, como una inmolación que adoraba y temía experimentar a partes iguales. Un acto privado que, por experiencia, sabía que en esos días no le convertía en la mejor compañía. Levantó la vista para dirigir una rápida mirada hacia el pasillo que separaba el salón donde escribía de la puerta de entrada, y de nuevo al cursor que parecía palpitar cargado ya de las palabras que tenía que escribir. Un engañoso silencio se apoderó de la estancia creando por un instante la falsa esperanza de que el intempestivo visitante se hubiera rendido. Pero no lo había hecho; percibía la presencia de su energía imperativa y quieta al otro lado de la puerta. Volvió la mirada de nuevo hasta el cursor y acercó las manos al teclado decidido a terminar la frase. En los segundos que siguieron llegó incluso a contemplar la posibilidad de no hacer caso a la llamada que, insistente, retumbaba de nuevo en el pequeño recibidor.

ZAPATOS ITALIANOS


"La vida es una frágil rama que se mece en el abismo" (Zapatos Italianos).
Reconozco que durante años me he resistido a leer libros de Mankell no protagonizados por Wallander, es tal la perfección del personaje que me ha resultado muy difícil "superarlo" e imaginar a Mankell escribiendo para otros protagonistas.
Esta semana he terminado Zapatos Italianos, obra de 2012, que narra la "post-vida" de Fredrik Wellin, cirujano jubilado, que ha huido de todo para vivir en una isla acompañado de un perro, un gato y un hormiguero....., visto así no anima a la lectura pero es comenzar y el universo Mankell te inunda como un tsunami ártico, te congela y descongela el corazón en una frase y "revuelve" todos tus sentimientos.
Zapatos Italianos es una novela sobre las oportunidades perdidas, la cobardía, el egoísmo, la desesperación y el amor.
Con personajes no tan alejados de Wallander, como pudiera pensarse, el autor se pasea por las relaciones familiares con una elegancia y una sensibilidad tan agudas que la historia fluye sin freno ante tus ojos y en tu mente, dejando un poso difícil de olvidar y muy difícil de digerir.
Me ha gustado muchísimo¡¡¡

Sinopsis (Ed. Tusquets)
El emocionante relato de un hombre sacudido por la tragedia al que le ha llegado el momento de afrontar su propio pasado.
Fredrik Welin, médico retirado, vive solo y alejado del mundo en una isla junto a la costa sueca; pero su reclusión voluntaria se ve perturbada un día por la llegada de un antiguo amor al que abandonó en el pasado. Se trata de Harriet, quien, gravemente enferma, ha venido a pedirle que cumpla una antigua promesa de juventud: llevarla a una laguna del norte del país. Con su presencia, Harriet saca a Fredrik de la apatía en que éste vive sumido y es el detonante para que él se decida a saldar viejas cuentas con su pasado. Entre otras, el terrible secreto que lo alejó de la profesión y por el que decidió huir del mundo, o el conocimiento de Louise, la hija que Harriet tuvo de él y cuya existencia le había ocultado. Los vínculos que se establecen entre padre e hija mientras cuidan de Harriet durante su lento y doloroso final ayudarán a Fredrik, al tiempo que expía su propia culpa, a recuperar la capacidad de vivir sin esconderse de la realidad.

Zapatos italianos (fragmento)
"Entré y comencé a registrar metódicamente el interior de la caravana. Pese a ser tan pequeña, contenía una sorprendente cantidad de espacios de almacenamiento. Louise lo mantenía todo en perfecto orden. Le gustaba vestir prendas de color castaño, a veces de un rojo apagado, principalmente los colores de la tierra.
En un pequeño cofre rústico que llevaba la fecha de 1822 pintada sobre la tapa encontré, para asombro mío, una gran cantidad de dinero. Billetes de mil y de quinientas que sumaban un total de cuarenta y siete mil coronas. Después seguí revisando unos cajones que contenían documentos y cartas. Lo primero que encontré fue una fotografía firmada de Erich Honecker. En el reverso decía que había sido tomada en 1986 y que la había enviado la embajada de la República Democrática Alemana en Estocolmo. En el cajón había además otra serie de fotografías, todas ellas firmadas. De Gorbachov, de Ronald Reagan, así como de lo que supuse eran dignatarios de estados africanos a los que yo no conocía. Asimismo, hallé la instantánea de un primer ministro australiano cuyo nombre no pude descifrar.
Continué mi revisión con el siguiente cajón, que estaba lleno de cartas. Tras haber leído cinco de ellas, empecé a intuir a qué se dedicaba mi hija. Escribía cartas a los líderes políticos de todo el mundo para protestar por su modo de tratar tanto a sus ciudadanos como a las personas de otros países. En cada sobre había una copia de la carta que ella misma había enviado, escrita con su abigarrada caligrafía, y la respuesta recibida. A Erich Honecker le había escrito, en inglés y con tono apasionado, que el muro que dividía Berlín era una vergüenza. La respuesta a aquella carta había sido una fotografía en la que Honecker aparecía sobre un podio saludando a una borrosa masa popular. En otra carta, Louise le decía a Margaret Thatcher que debía tratar con decencia a los mineros del carbón que estaban en huelga. No hallé ninguna respuesta de la Dama de Hierro. O, al menos, el sobre estaba vacío, salvo por la fotografía de la mencionada dama blandiendo el bolso. Pero ¿de dónde había sacado Louise el dinero? No conseguí averiguarlo. "

EL NADADOR EN EL MAR SECRETO


Dice el autor que escribió este relato (apenas 45 páginas) de un tirón y con lágrimas en los ojos de la primera a la última página.
Yo lo he leído por recomendación de un amigo de LIBROS, también ha sido de un tirón y con lágrimas en los ojos de la mitad en adelante.
Describe Kotzwinkle los sentimientos más profundos del ser humano con una sensibilidad y un pudor que emocionan y estremecen.
Los dos momentos clave en la vida de una persona narrados con un lenguaje poético que sale del corazón del escritor hacia el corazón del lector, sin intermediarios, sin barreras, sin contención!!!!
Muy, muy recomendable!!!
Gracias Miguel.

Sinopsis (Ed. Navona)
Un pequeño libro con el mas grande de los temas: el nacimiento y la muerte.
Decir exactamente lo que pasa seria como parafrasear un poema.

El nadador en el mar secreto (fragmento)
"Se levantó y pasó junto a las otras visitas. Pasillo adelante una vez más, escaleras abajo, los pensamientos se le agolpaban: poner punto final a la tarea, recuperar la libertad.
Cruzó el aparcamiento deprisa y puso en marcha la camioneta. Con un vago recuerdo del paradero de la funeraria, circuló por la ciudad. Ellos se encargarán de todo y así no tendremos que intervenir.
Los quitanieves trabajaban aún y en algunos sitios se veía gente que retiraba a paladas la nieve de las aceras y de las entradas de las casas. Laski dobló una esquina y vio la casona colonial, con una placa en blanco y negro en uno de los grandes y viejos pilares. Era un lugar enorme, con muchas ventanas. Laski miró por la ventana principal y vio un largo recibidor flanqueado por ramos de flores y lámparas con pantallas opacas. El aparcamiento estaba lleno de coches. Había tres limusinas grandes llenas hasta arriba de flores y una cuadrilla de hombres profesionalmente sombríos, vestidos de negro, esperaban junto a la cuarta, que tenía cortinas grises de terciopelo en las ventanillas. Se abrió una puerta lateral del edificio y asomó el extremo de un ataúd hecho de madera oscura, tan pulida que brillaba con fuerza, y decorado con filigranas de plata y oro. Agarrados a los soportes de latón brillante iban los profesionales, con rostros de cera, silenciosos, acarreando el ataúd chillón y gigantesco hacia el coche fúnebre, cuyo conductor abrió con gestos suaves la puerta trasera y les ayudó a deslizarlo hacia el interior, lujosamente protegido por las cortinas. Laski siguió conduciendo, horrorizado. ¿Qué diablos estaba a punto de hacer?
Le temblaban las manos en el volante. Con los ojos en lágrimas, bajó la mirada hacia su cajita de pino, en el asiento contiguo, y apoyó una mano en su superficie, suave y lisa. "



BAILANDO CON ELEFANTE Y GATO


«Cerraba los ojos, se despojaba de sus fuerzas, interrumpía la respiración. En definitiva, se abandonaba a sí mismo y se arrojaba al mar del ajedrez. Se dejaba morir…» Bailando con elefante y gato
Editada por Funambulista con una bellísima factura, me traje de la biblioteca esta novela de Yoko Ogawa (la segunda que leo de la autora) y, aunque no resultó como esperaba (inconvenientes de no leer la... sinopsis y dejarse arrastrar por la cuidada edición) he disfrutado de la hermosa sencillez con la que Ogawa narra cualquier historia.
Quizás debería ser aficionada al ajedrez para apreciar en toda su plenitud esta historia protagonizada por un niño nacido con los labios sellados, criado por sus abuelos y "prisionero" de sus miedos.
En una suerte de fábula japonesa, el pequeño en lugar de adquirir seguridades, va adquiriendo miedos, el miedo a quedar atrapado, el miedo a crecer, el miedo a morir, el miedo a vivir.....y así entre jugadas de ajedrez, transcurre su vida relacionándose con adultos, cada vez más excéntricos, y perdiendo la perspectiva a medida que gana conocimientos ajedrecísticos.
No me ha apasionado la historia, pero me ha encantado la forma de narrar de Ogawa que hace de la historia más improbable un reto para disfrutar, sin más, de la belleza de sus palabras.

Sinopsis (Ed. Funambulista)
Un niño nacido con los labios sellados y que pasa mucho tiempo en la terraza de unos grandes almacenes —fascinado por la historia de la elefanta Indira, que se hizo demasiado grande para poder salir— descubre una mañana el cuerpo de un hombre ahogado en la piscina de la escuela. Tratando de averiguar quién era, el chico conocerá a un obeso jugador de ajedrez que vive en un autobús y que lo convertirá en su heredero espiritual: le enseñará a jugar como nadie, como si fuera ciego, escondiéndose debajo del tablero, sin ver ni a su oponente ni las piezas. Emulando las estrategias del gran Alexander Alekhine (1892-1946), insólito campeón mundial, nuestro protagonista se meterá dentro de un autómata para hacer frente a un rival inesperado: la tragedia de tener que crecer.
A través de la improbable relación de un niño con unos peculiares adultos en torno a una pasión compartida, como es la del ajedrez, Yoko Ogawa (autora de los acla­mados La fórmula preferida del profesor, Perfume de hielo y El museo del silencio) sigue explorando, con su exquisita sensibili­dad, los vínculos más ocultos que entretejen los seres humanos.

Bailando con elefante y gato (fragmento)

Comenzaré esta historia mucho antes de que a Little Alekhine le empezaran a llamar así, cuando no tenía más nombre que aquel común y corriente que sus padres le habían puesto.
Apenas cumplidos los siete años acompañaba a menudo a su hermano pequeño y a su abuela a un centro comercial, y esto se convertía en un pequeño motivo de alegría, a pesar de que los veinte minutos de trayecto en autobús se le hacían insoportables, como se le hubieran hecho en cualquier otro medio de transporte. A tal inconveniente se le añadía el hecho de que en ningún momento recibía la promesa de que fueran a comprarle un juguete o de que pudiera disfrutar de un menú infantil en un restaurante del centro comercial,  o de cualquier otra de las cosas que se hacen en estos lugares y, sin embargo, aquello no dejaba de ser una maravillosa experiencia para el.