jueves, 30 de noviembre de 2017

EL MAPA DE LAS VIUDAS


Este libro, Premio de Novela Ciudad de Badajoz-2013, y primero que leo del autor; me ha tenido con el alma en vilo de la primera a la última página y me ha dejado un regusto amargo....
Postguerra en Alemania del Este, soledad y locura; con tintes de novela negra sin detectives El mapa de las viudas es para leer en estado zen, porque de lo contrario deprime y mucho.
Bien escrita aunque previsible en muchos de sus avatares, muestra lo más negro del mundo y del ser humano. Terrible y no apta para "depresivos".

Sinopsis (Ed. Algaida)
A finales del verano de 1960, una serie de asesinatos en la ciudad de Stralsund, al norte de la República Democrática Alemana, agudizan la locura de Eleonora Maler. En ella conviven dos existencias paralelas: la mujer que fue hasta terminar la guerra y la personalidad que se originó una trágica noche de 1945. Pero ambas —la cuerda y la enajenada— son una, comparten el mismo cuerpo y viven una vida común, acompañadas de una niña que arrastra su propia desdicha. En el asfixiante ambiente de una pequeña ciudad donde la Stasi se
afana en controlar a todos sus habitantes, Eleonora tendrá que enfrentarse a sus propios miedos y a sus propios fantasmas: algunos sólo están dentro de ella, pero otros aún recorren las calles de Stralsund.

El mapa de las viudas (fragmento)

CEROA eso de las cinco de la madrugada, cuando el alba de verano llueve en la ciudad y los grillos se silencian, ella oye golpes en el hueco que hay entre el alero de madera del techo y las ventanas de la casa. Se meten en el cajón donde se enrollan las persianas e, inmediatamente después, sobrevienen unos chirridos desagradables y más golpes. Son los murciélagos que regresan a dormir a su guarida. Ella, metida en la cama, se los imagina estirando sus cuerpos deshuesados, aplanándose como el papel y escurriéndose por cualquier resquicio dentro de la habitación. Teme que vuelen medio ciegos y se estrellen contra la pared color mostaza que hay por encima del respaldo de la cama y que acaben cayendo como moscas atontadas sobre su cabeza. Lanza un grito cuando siente que algo blando le golpea en la mollera. El animal intenta desenredar las extremidades de entre su maraña de cabellos y no puede. Entonces, se asusta y la muerde. Siempre acaba mordiéndola y ella gritando. No es un sueño, jamás sueña con los murciélagos. Casi cada mañana, desde que oye el primer golpe de las aletas, recrea la misma escena. Se tapa la cabeza con las sábanas y aguanta hasta que no los oye más, o bien hasta que se empieza a asfixiar y, con la frente llena de sudor vuelve a asomar los ojos y la nariz.

UN FILO DE LUZ


Vigésimotercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Salvo Montalbano, comisario en Vigatá, Sicilia.

Si digo que "no hay buen verano sin Montalbano" quizás suene ripioso, pero así es desde hace muchos años. Termino, casi, junio con la última de mi admirado Camilleri con el comisario Montalbano como protagonista y, la verdad, poco queda por saber del personaje que avanza, inexorablemente, hacia ese "armario de protagonistas" que una lee porque les quiere, más que nada....¡¡
Entretenida para "seguidores recalcitrantes" de Salvo, Livia, Cataré, Fazio, Augello....y Vigatá siempre Vigatá.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Como en anteriores ocasiones, una pesadilla provoca en el comisario Montalbano un malestar profundo, una aciaga sensación que lo deja receloso y aprensivo. Por desgracia, una vez más, los acontecimientos parecen darle la razón.
Primero entra en escena Marian De Rosa, milanesa, propietaria de una galería de arte, mujer elegante y con experiencia, una auténtica femme fatale ante la que Montalbano cae rendido de inmediato. En su fuero interno, Salvo sabe que su atracción por Marian no es una aventura cualquiera; se trata de algo distinto, como una fuerza invisible que lo trastorna y amenaza con trastocar su lucidez. Livia pasa a ser sólo una voz al otro lado del teléfono y Salvo es incapaz de sincerarse con ella, recurriendo a tácticas y subterfugios para postergar una decisión. Y mientras se debate en el torbellino de sus sentimientos, tres casos importantes requieren su atención: por un lado, la jovencísima esposa de Salvatore di Marta, dueño de un supermercado, es víctima de un atraco; por otro, dos tunecinos que trabajan en una finca agrícola desaparecen en lo que aparenta ser un asunto de tráfico de armas; y por último, una operación delictiva de altos vuelos aterriza en Vigàta.
Así pues, el siniestro sueño de las primeras páginas resultará premonitorio. En el desenlace de sus investigaciones, alguien muy querido para Montalbano resurge tristemente en su vida, y su relación con Livia recupera un cariz olvidado. Con la nitidez con la que un filo de luz recorta la zona de sombra, un comisario Montalbano más vulnerable que nunca afronta su destino con el alma convulsa.

Un filo de luz (fragmento)

1La mañana, ya desde las primeras luces del alba, había sido voluble y caprichosa. Y tal vez por ello, debido a un efecto de contagio, aquel día el humor del comisario Montalbano sería también, como poco, inestable. En esos casos sabía que lo mejor era ver al menor número de personas posible.
A medida que pasaban los años, su estado de ánimo se volvía más sensible a las variaciones climáticas, de la misma forma que un mayor o menor grado de humedad influye en el dolor de las articulaciones de un viejo. Cada día le resultaba más difícil controlarse, ocultar el exceso de alegría o de mal humor.
En el tiempo que había tenido que invertir para llegar desde su casa de Marinella hasta el barrio de Casuzza — unos quince kilómetros como mucho, pero todos de pistas sólo aptas para tractores o de caminos de tierra tan estrechos que apenas cabía un coche— , el cielo había pasado del rosa claro al gris, y luego del gris al celeste pálido, para acabar quedándose en un blancuzco nevoso que difuminaba los contornos y engañaba la vista.
Recibió la llamada a las ocho de la mañana, cuando estaba a punto de salir de la ducha. Se había levantado tarde porque sabía que ese día no tenía que ir a la comisaría, y se puso de mala uva en cuanto sonó el teléfono. No esperaba que nadie lo llamara. ¿Quién querría tocarle las pelotas?
Teóricamente, en la comisaría no debería haber nadie, salvo el encargado de la centralita, porque aquél era un día especial en Vigàta.

LAS CUATRO GRACIAS


«Hasta las mejores personas guardan un murciélago en el campanario», esto dice la autora en el prólogo de esta deliciosa novela de ambiente puramente británico que discurre en la retaguardia de la II Guerra Mundial.
Las vidas y afanes de las cuatro hermanas Grace y sus vecin@s que van más allá del devenir diario y muestran una forma de vida que quedó atrás al finalizar la contienda, para dar paso a un mundo diferente.
Gran acierto de Alba Editorial, la reedición de las novelas de D.E. Stevenson, un formato cuidado y una excelente opción para nostálgic@s y adict@s al british¡¡¡

Sinopsis (Ed. Alba)
Aunque la señorita Buncle, ya señora Abbott, solo hace una mínima aparición aquí en la boda de Archie y Jane, al principio de la novela, Las cuatro Gracias (1946) prosigue el ciclo de Wandlebury con la habitual desenvoltura, ingenio y dotes de observación de D. E. Stevenson. Ahora la autora centra su atención en el señor Grace, el vicario de Chevis Green, un pueblecito cercano a Wandlebury, y en sus cuatro hijas: Liz, Sal, Tilly y Addie. Éstas tienen cada una su carácter, pero comparten «una forma de pensar especial, de sombrerero loco, rápida, intuitiva y ligeramente ilógica». Juntos, padre e hijas deben hacer frente a las circunstancias de la Segunda Guerra Mundial y a todos los cambios que se han precipitado en su apacible comunidad. Entre ellos, la presencia de una tía imperiosa que huye de los bombardeos de Londres, las visitas de un joven capitán enamoradizo, las incursiones de un patoso arqueólogo en busca de restos romanos y las vicisitudes de un niño refugiado. Esta nueva galería de personajes compone la atmósfera minuciosa que ya sabemos que se respira en los hogares descritos por D. E. Stevenson… sin olvidar que, como se dice en el prólogo escrito por la autora, «hasta las mejores personas guardan un murciélago en el campanario».

Las cuatro gracias (fragmento)

Capítulo I
La voz que insufló en el edén
aquél primer día de boda
la primera bendición matrimonial
esa voz no ha perecido

Matilda Grace cantaba la letra para sí, mientras tocaba el órgano. Le gustaba tocar el órgano en la Iglesia de su padre: en primer lugar porque conocía muy bien el instrumento, (era un amigo de toda la vida, con todas las faltas e inconvenientes de los temperamentos artísticos); en segundo porque disfrutaba de la música en todas sus formas; en tercero - ¿por qué no reconocerlo?- , porque era realmente muy divertido ver a todo el mundo sin que la vieran a una. Esa característica propia de los dioses se debía a que la galería del órgano estaba en un nivel más alto y aislada del conjunto de la iglesia por una verja de hierro forjado; dicha reja aunque no fuera la solución idónea,  era una obra de artesanía tan bonita - adornada con hojas de parra y delicados zarcillos - que nadie tenía el valor de pedir que la retirasen. A Matilda Grace le gustaba, era muy tímida y le habría resultado sumamente incómodo encontrarse ahí arriba a la vista de la totalidad de la congregación.



Tenía ganas de leer alguna novela de esta autora muy recomendada y multipremiada y......quizás no he empezado por el libro apropiado. Me atrajo el tema, la portada y la época (épocas) en que se desarrolla la novela, pero....al fin ha resultado un "batiburrillo" de datos con escasa conexión entre si y una sarta de personajes inverosímiles haciendo lo que se espera de ellos y, sobre todo, lo que no se espera...
Me encantan las novelas de postguerra y siempre las comienzo bien predispuesta pero he de reconocer que esta descorazona... reconozco que no puedo recomendarla, pero sirve para pasar el rato.....350 páginas de "pasar el rato", no digo más¡¡¡

Sinopsis (Ed. Alianza Editorial)
Situada entre el miserable Madrid de la posguerra y el convulso París de mayo del 68, El bulevar del miedo es una sugerente novela poblada por una insólita galería de personajes: el inquietante “Monsieur Maurice”, la manipuladora Frieda, la extraña y sensitiva Minou, el fugitivo de sí mismo Federico Fernet… Al servicio de una atrayente intriga que, en medio de luces y sombras, gobienan los secretos, las traiciones y la codicia, su hábil trama culmina en una inesperada vuelta de tuerca final.

El bulevar del miedo (fragmento)

“Vagamente se preguntó por qué se le antojaba tan difícil la idea de poder dejar alguna vez la huella de sus propios pasos en un sitio. Por qué tenía una tibia sensación de ingravidez dentro de ese lujoso automóvil que olía a cuero de Rusia y a cigarrillos egipcios…era como flotar, liviano, en el interior de una burbuja, sin hacerse preguntas de ningún tipo...”.

MEDIANOCHE EN MARBLE ARCH


Vigesimoctava entrega de la serie de novelas protagonizadas por el inspector Thomas Pitt y su intrépida esposa Charlotte.

Crimen en la época victoriana y escenas de familia; eso es lo que nos ofrece Anne Perry en sus novelas y aunque los datos históricos no coincidan, los personajes se repitan y las tramas se hagan previsibles a medida que avanza la acción, un@ se "engancha" a la novela y la lee de principio a fin, sin descanso... o con descanso playero, para el que son ideales.
Una nueva "vuelta de tuerca" al matrimonio Pitt, un entretenimiento que no tiene nada de histórico, como bien relata el siguiente artículo:
https://lanovelaantihistorica.wordpress.com/2015/02/20/luces-y-sombras-victorianas-medianoche-en-marble-arch-de-anne-perry/

Sinopsis (Ed. Ediciones B)
La horrenda violación y supuesto suicidio de Catherine Quixwood, esposa de un acaudalado banquero, queda fuera de la jurisdicción de Thomas Pitt, el nuevo jefe de la Special Branch. Sin embargo, los ofensivos rumores acerca de la víctima hacen que Pitt decida investigar por su cuenta.
Pese a contar con la ayuda de su cándida esposa, Charlotte, y de su antiguo superior, Victor Narraway, Pitt se siente desorientado. ¿Por qué la altruista y culta Catherine no acompañó a su marido a una gran fiesta la noche del su deceso? ¿Por qué dio permiso a los criados para que se retiraran hasta el día siguiente y dejó la puerta principal sin cerrar? ¿Cuál había sido su relación con el joven en cuya compañía fue vista en conciertos y exposiciones?
El camino hacia la verdad lleva a Pitt por derroteros sumamente perturbadores, desde las altas, y altivas, esferas de la política y las finanzas hasta la felicidad de su propio hogar, donde su hija adolescente, Jemima, se está haciendo adulta en el seno de una cultura plagada de peligros.

En esta nueva aventura de Charlotte y Thomas Pitt, Anne Perry nos sumerge en la compleja sociedad victoriana para mostrarnos un mundo en el que demasiado a menudo las mujeres cargan con la culpa de las violentas agresiones que padecen y en el que los hombres poderosos consiguen lo que quieren, dejando que otros paguen por ello.



Medianoche en Marble Arch (fragmento)

1
Pitt se detuvo en lo alto de la escalinata y contempló el fastuoso salón de baile de la Embajada española, ubicada en el corazón de Londres. La luz de los candelabros centelleaba en collares, pulseras y pendientes. Entre el formal blanco y negro de los hombres, los trajes de las mujeres florecían en todos los colores del incipiente verano: delicados tonos pastel para las jóvenes, dorados y rosas encendidos para las que estaban en el apogeo de su belleza, y granates, morados y lavandas para las de edad más avanzada.
A su lado, apoyando ligeramente la mano en su brazo, Charlotte no tenía diamantes que lucir, pero a Pitt le constaba que hacía mucho tiempo que había dejado de importarle. Corría 1896 y ella tenía cuarenta años. La lozanía de la juventud quedaba atrás, pero la plenitud de la madurez la favorecía aún más. La dicha que resplandecía en su rostro resultaba más encantadora que un cutis perfecto o unos rasgos que pareciesen esculpidos, cosas que eran meros regalos del azar.


CÓMO MATAR A UNA NINFA


Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Ada Levi, reportera e investigadora privada que vive en Granada (España)

Parece que tras un gran acierto en la elección de lectura, acecha un fracaso rotundo.....
Y este ha sido el caso, acompañando a Judith Hearne ha venido desde la biblioteca esta novela que promete "una trepidante historia de acción y misterio....una historia que atrapa..."(sic) pues de lo dicho, nada de nada¡¡
Con un estilo de escritura (llamarlo literario sería demasiado) vulgar e infantil; unos protagonistas groseros y planos, una historia tan deslavazada que no mantiene la atención en ningún momento y un final acorde con semejante sarta de despropósitos; esta "novela" es una pérdida de "tiempo lector", con todo lo bueno que hay por el mundo; exactamente 381 páginas de pérdida de tiempo.
Si la veis, huid¡¡¡¡

Sinopsis (Ed. Random House)
Como matar a una ninfa, de Clara Peñalver, autora de la novela Sangre, es una novela de narrativa romántica que narra una peligrosa caza de brujas en la que el amor, la muerte, la fantasía y la locura juegan papeles cruciales. Clara Peñalver es dueña de una narrativa fresca, ágil, actual y adictiva. La autora tiene un gran potencial y cuenta con muchas posibilidades de hacerse un nombre en el género de novela romántica y/o negra. Afirma, además, sentirse muy a gusto en un ámbito que ella misma denomina «dulce-gore», y que aúna lo romántico/sensual con situaciones duras y violentas. Este contraste es la marca particular de Peñalver. «Pretendo indagar un poco en un género que acabo de descubrir y al que yo llamo dulce-gore, con el que me siento tremendamente cómoda. Lo importante es que le guste a mi futuro lector y le deje un buen sabor de boca.» Clara Peñalver
Ada, una joven granadina de 29 años con una infancia traumática, una feroz fobia a las relaciones y una gran pasión por las motos, investiga el caso de la desaparición de la modelo Mari Vila. Todas las pistas inducen a pensar que ha sido secuestrada por «el asesino de la hoguera», un psicópata que ha emprendido una particular caza de brujas. Si sus sospechas son ciertas, Ada solo dispone de dos semanas para encontrarla. Empieza así una cuenta atrás llena de tensión, angustia y obsesión por salvar a la ninfa de las garras de este sanguinario asesino.

Como matar a una ninfa (fragmento)

PRÓLOGO
¿Sabes? Me considero una persona feliz. Si me preguntaras al final de cada día entre qué porcentajes de felicidad he ido moviéndome, casi con certeza te respondería que entre el ochenta y el noventa por ciento. Y ¿sabes por qué? Porque hubo un momento clave en mi vida en el que fui consciente de que estaba hundiéndome por completo y decidí sobrepasar la línea que va de la infelicidad a la no-infelicidad; decidí trascender a ella para apostar por MI FELICIDAD.
El resultado de aquellos jodidos meses: pesadillas, sobresaltos, la amputación del dedo pequeño de mi mano izquierda y cien mil euros en el banco. Las pesadillas y los sobresaltos suelen aparecer cuando doy vueltas a qué hacer con ese dinero; después de tres años, aún no he conseguido tocarlo.
No sé muy bien por qué acudo a ti, cuando nunca he confiado demasiado en los loqueros. Mi infancia no fue fácil, supongo que mis padres no lograron comprenderme. Aunque, para ser más exactos, siempre he creído que mi padre intuyó de algún modo que mi fuerte carácter y mi independencia acabarían volviéndoseles en contra, de modo que trató de anularme desde que era una niña. ¿Cómo? Psicólogo tras psicólogo, sufrí durante años múltiples intentos de ahondar en lo más profundo de mi mente. Buscaban traumas donde no los había, únicamente dejándose llevar por lo que un hombre con la más absoluta necesidad de control, un misógino hasta la médula, les contaba. ¿Resultado? Probablemente, algunos traumas que jamás deberían haberme acompañado.

LA SOLITARIA PASIÓN DE JUDITH HEARNE


Visitar la biblioteca siempre es un placer, pero hay ocasiones en que este placer sube de nivel y se convierte en un acto extraordinario de conocimiento y exquisitez lectora.
Esta es, sin duda, una de mis mejores lecturas del 2015; una historia escrita con una maestría y sensibilidad que me ha conquistado desde la primera página y es que la vida de la solitaria Miss Hearne es una inmersión en los ...sentimientos, las esperanzas, las decepciones y las alegrías (escasas) de una mujer especial que podría ser cualquier mujer de cualquier época, aunque en este caso sea una mujer irlandesa de mediana edad en la postguerra de la II Guerra Mundial.
Magníficamente escrita y con un punto de amarga ironía, La solitaria pasión de Judith Hearne, es una obra digna de figurar entre las mejores de la literatura universal.

Sinopsis (Ed. Impedimenta)
Brian Moore, astuto cronista del alma humana, pasó a ser incluido tras la publicación de esta novela, en 1955, en la nómina de los escritores fundamentales de la narrativa en lengua inglesa del siglo XX.
La solitaria pasión de Judith Hearne, considerada la obra más influyente del novelista irlandés Brian Moore, narra la historia de la autodestrucción de una mujer honesta pero débil en el Belfast gris de la posguerra. Heredera directa de las solteronas de Dublineses, de James Joyce, Judith Hearne es una mujer de cierta edad que no conoce el amor, y que poco a poco ha ido cayendo socialmente en desgracia. Es pobre, aunque respetable. Vive en casas de huéspedes. Tiene pocos amigos y aquellos de los que está más cerca solo la toleran por lástima. Sometida a los prejuicios y aprensiones de una educación temerosa de Dios y más preocupada por las apariencias que por la consecución de la felicidad, confinada en una ciudad triste y casi inmóvil, lo que poca gente sabe es que Judith tiene una vida secreta. Una vida marcada por el estigma de la botella.

La solitaria pasión de Judith Hearne (fragmento)

I
Lo primero que sacó de la maleta la señorita Judith Hearne cuando llegó a su nuevo hogar fue la fotografía de su tía, con el marco de plata. Desde aquel día tan triste de su funeral la tía siempre había ocupado su lugar en la repisa de la chimenea de la habitación en la que la señorita Hearne viviera en cada momento. Y ahora, al colocarla en su sitio, los ojos del retrato se mostraban severos e inquisitivos, como si participaran de las cuitas de la propia señorita Hearne respecto al estado de los muelles del colchón, el desgaste del mobiliario y la deteriorada zona de Belfast en la que se encontraba la habitación.
Una vez hubo dispuesto la fotografía en el centro exacto de la repisa de la chimenea, de tal modo que su querida tía pudiera observarla, la señorita Hearne retiró el papel de seda blanco que cubría la oleografía en color del Sagrado Corazón. Su puesto estaba siempre sobre el cabecero de la cama: sus dedos, elevados en actitud de bendición; sus ojos bondadosos y, sin embargo, acusadores. Era una imagen ya vieja y en el halo que rodeaba la cabeza se empezaban a apreciar algunas pequeñas grietas. Había contemplado a la señorita Hearne desde las alturas desde hacía mucho tiempo, casi la mitad de su vida.