martes, 28 de noviembre de 2017

ALEX


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Camille Verhoeven, comandante de la Brigada Criminal de la Policía de París.

En el capítulo final de agradecimientos, Lemaitre menciona, por orden alfabético, a Louis Aragon, Marcel Aymé, Roland Barthes, Pierre Bost, Fiodor Dostoyevski, Cynthia Fleury, John Harvey, Antonio Muñoz Molina, Boris Pasternak, Maurice Pons y Marcel Proust como autores a los que debe mucho.
Pues, les ha salido un alumno aventajado.
Es la tercera novela que leo de Lemaitre y la he leído en un suspiro....., no puedo contar nada del argumento ya que cualquier mención sería un "spoiler en toda regla" pero debo decir que la capacidad de este hombre para construir sobre la nada y el equívoco, es proverbial; unido esto a un gran "manejo" del tempo literario y el lenguaje correcto, hace de un thriller una gran novela.
Debo decir que el personaje del Comandante Verhoeven (esta es la segunda novela de la serie y la primera publicada en castellano, inexplicable como siempre la política editorial...) dará mucho que hablar¡¡¡

Sinopsis (Ed. Grijalbo)
Han pasado varios años desde el caso del asesino en serie que trastocó para siempre su vida, y el comandante Camille Verhoeven aún no se ha repuesta del todo cuando un nuevo desafío vuelve a implicarlo personal y profesionalmente: Alex, una mujer de treinta años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera, y Verhoeven, sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su personalidad para poder encontrarla, mientras ella agoniza en un almacén abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último. Y él no se lo perdonaría nunca.
El autor de Vestido de novia e Irène vuelve a sacudirnos con este thriller escalofriante, una trama diabólica e imprevisible que lo confirma como el rey de la novela negra. Alex catapultó a Lemaitre a la fama internacional, al ser aclamado como el sucesor de Stieg Larsson; hoy su estilo es reconocido como único e inconfundible y cuenta con una legión de seguidores.
Uno de los mejores libros del año según el Financial Times, en proceso de adaptación al cine, ganador del Dagger Award y del Premio de Lectores de Novela Negra de Livre de Poche.

Alex (fragmento)

1A Alex le encanta. Desde hace casi una hora que se las prueba, duda, se las quita, se lo piensa, vuelve a ponérselas. Pelucas y postizos. Podría pasarse tardes enteras haciéndolo. Tres o cuatro años atrás había descubierto, por casualidad, esa tienda en el boulevard de Strasbourg. Apenas miró, entró por curiosidad. Sintió tal conmoción al verse pelirroja, como si toda ella se hubiera transformado, que compró de inmediato aquella peluca.
A Alex cualquier cosa le sienta bien porque es extraordinariamente guapa. No siempre fue así, ocurrió en la adolescencia. Antes, había sido una niña bastante feúcha y muy delgada. En cuanto empezó el cambio, sin embargo, fue como un mar de fondo, y el cuerpo mudó casi de golpe, como en una metamorfosis acelerada, en pocos meses. Alex era despampanante pero, dado que nadie había prestado atención a ese súbito atractivo, y mucho menos ella misma, jamás llegó a creérselo del todo. Ni siquiera ahora. Nunca le había pasado por la cabeza que una peluca pelirroja, por ejemplo, pudiera sentarle tan bien. Fue un
descubrimiento. No había llegado a imaginarse el alcance de la transformación, su trascendencia. Una peluca puede ser algo superficial, pero inexplicablemente tuvo la sensación de que sucedía algo nuevo en su vida. De hecho, nunca se puso esa peluca. Una vez en casa, se dio cuenta de inmediato de que era de pésima calidad. A primera vista, se notaba que era falsa, fea y se la veía pobre. La desechó. No la tiró a la basura, pero la metió en un cajón de la cómoda. Y de vez en cuando la cogía y se la probaba para ver cómo le quedaba. Aunque fuera una peluca espantosa, de esas que claman a gritos: «Soy sintética y de gama baja», eso no
impedía que aquello que Alex veía reflejado en el espejo le ofreciera un potencial en el que deseaba creer. Volvió al boulevard de Strasbourg y se tomó su tiempo contemplando las pelucas de buena calidad, a veces algo caras para su salario de enfermera interina, pero que, esas sí, podían lucirse. Y se lanzó.

HIPOTERMIA


Octava entrega de la serie de novelas protagonizadas por Erlendur Sveinsson, inspector de policía en Reikiavik, Islandia

Si hubiese un sucesor para Kurt Wallander y un escritor de negra-nórdica que pudiese igualar a Henning Mankell, esos serían, sin duda, Erlendur Sveinsson y su "padre literario" Arnaldur Indridason.
Gracias a mi amiga Amelia Ruiz, he dejado todo lo que tenía previsto leer y me he sumergido en la fría Islandia de Indridason, fría por dentro y por fuera, con una calma "anormal" que esconde las más bajas pulsiones del ser humano...., en Hipotermia hay muchas historias dentro de una historia y todas ellas debilitan mi, escasa, fe en la humanidad.
Escribe Indridason con una precisión y una calma que puede confundir al lector menos avezado, porque debajo de ella y tras esa fina capa de hielo, late la pasión del pasado, del presente, de un futuro incierto y, sobre todo, del crimen.
Imprescindible para los amantes de la novela negra, sea nórdica o no¡¡¡

Sinopsis (Ed. RBA)
«Los cardiólogos estuvieron hablando de eso. De la vida después de la muerte. Algo que había sucedido hacía poco. Un hombre que estuvo muerto durante dos minutos en la mesa del quirófano. Dijo que había tenido una experiencia cercana a la muerte».
Una mujer obsesionada con saber si existe algo después de la muerte aparece ahorcada. Un padre sigue buscando a su hijo desaparecido hace veinte años sin dejar rastro.
El inspector Erlendur Sveinsson está investigando extraoficialmente un caso de suicidio que no le cuadra. Para él, la modélica Islandia es como una especie de triángulo nórdico de las Bermudas. A pesar de su envidiable estado del bienestar, de sus banqueros y políticos corruptos en la cárcel y de su bajísimo índice de criminalidad, el clima y la orografía salvaje de la isla hacen que muchos asesinatos pasen por desapariciones fortuitas.

Hipotermia (fragmento)

María casi ni se daba cuenta de lo que sucedía durante el funeral. Estaba sentada en la primera fila y tenía cogida la mano de Baldvin sin llegar a comprender por completo ni la situación ni lo que sucedía a su alrededor. El sermón del pastor y la gente que había acudido al entierro y el canto del pequeño coro... Todo se confundía en su dolor. El pastor, una mujer, había ido a su casa y había anotado una serie de detalles para redactar su sermón. Habló sobre todo de la carrera erudita de Leonóra, la madre de María, de la valentía que había demostrado ante su trágico destino, de la multitud de amigos que había sabido atesorar a lo largo de la vida, y de ella, su única hija, quien en cierto modo había seguido los pasos de su madre. La pastor mencionó cuán avanzada había sido Leonóra en su campo y cuánto había cultivado el cariño de sus amigos, como podía comprobarse en la nutrida asistencia ese triste día de otoño. La mayoría de los congregados en la iglesia procedían de la universidad. En ocasiones, Leonóra había comentado a María lo gratificante que era pertenecer a la comunidad docente. En sus palabras se ocultaba una arrogancia a la que María prefería hacer caso omiso.

APROPIACIÓN INDEBIDA. Una novela sobre el amor


Apropiación indebida es, como reza su subtitulo, una novela sobre el amor y, también, una novela de amor; ese amor que nos descontrola y hace que no nos reconozcamos, ese amor "obsesivo" que altera nuestros ritmos vitales y nos hace vivir única y permanentemente sumergidos en la vida del otr@.
Un amor que, correspondido o no, se apropia de nuestra vida para poner "patas arriba" nuestro cuerpo y nuestra alma, distorsionando nuestra realidad, nublando el pensamiento, llevándonos por senderos que, de otro modo, nos harían sentir vergüenza ajena......ese AMOR.....¡
Original y elegantemente escrita, es la primera novela que leo de esta autora, creo que repetiré¡¡

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
¿Somos nosotros mismos cuando nos enamoramos? Una original y brillante disección acerca de un tema del que sabemos todo y nada.Ganadora de los prestigiosos premios Svenska Dagbladet y August, con más de 200.000 ejemplares vendidos en Suecia

Apropiación indebida (fragmento)

El seminario destinado a repasar la trayectoria vital y artística de Hugo Rask dio comienzo a las trece horas del sábado. Aparte de Ester, también hablaría un conocido crítico de arte, cuya ponencia iría seguida de una mesa redonda sobre «la responsabilidad social del artista».
El grupo había acordado reunirse un cuarto de hora antes del inicio del acto. Todavía hacía una temperatura agradable, por lo que Ester llevaba un abrigo muy fino de paño gris que le caía con elegancia sobre las piernas, dando un aspecto de prenda cara: y así era, en efecto, si bien ella lo había comprado en rebajas. Tras quitárselo, lo puso en el respaldo de una silla al lado de la suya. Cuando Hugo Rask entró en la sala, eligió precisamente esa silla para sentarse, aunque había otras desocupadas; antes, tomó el abrigo de Ester con cuidado y lo depositó en la repisa de la ventana. El modo en que sus dedos apresaron la prenda y la manera de desplazarla se le antojaron a Ester lo más sensual que había presenciado nunca en lo que al contacto de la mano humana con un objeto se refiere. En la suavidad de esa acción había una gentileza absoluta, la representación física de una atención y un mimo perfectos.
Alguien que era capaz de tocar los objetos y los tejidos de esa forma no podía sino poseer una delicadeza y una sensibilidad singulares, pensó Ester Nilsson.
Durante la conferencia, Hugo Rask permaneció sentado en primera fila, sumamente atento a lo que se decía. Entre los ciento cincuenta asistentes que había en la sala reinaba una intensa concentración. Después, Hugo Rask se acercó a Ester con cara radiante y expresó su agradecimiento tomándola de las manos mientras le daba efusivos besos en las mejillas.
—Es la primera vez que alguien ajeno a mí me entiende de un modo tan profundo y con tanta precisión.
A Ester la invadió tamaño sentimiento de euforia y turbación que le costó mucho seguir las presentaciones posteriores. No podía pensar en otra cosa que en la gratitud que había visto en el rostro de Hugo Rask.
Cuando el programa concluyó a las cinco, Ester procuró no alejarse demasiado de él, esforzándose por que no se reflejara lo que sentía. Estaba presente el hijo del artista, un joven con barba y una gorra de punto que desplegaba unos modales francos y espontáneos, y que elogió la ponencia de Ester y sugirió que fueran a tomar algo los tres. No había nada en este mundo ni en el más allá que Ester Nilsson deseara con tanto fervor: si hubiera podido salir a tomar una copa con Hugo Rask esa noche, su vida habría alcanzado la perfección absoluta.
Pero tenía que volver a casa.

TODO TIENE SU PRECIO


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Konrad Simonsen.

Segunda novela protagonizada por ese "trasunto pálido y danés" de Kurt Wallander, llamado Konrad Simonsen; debo decir que ha mejorado mucho la trama, con respecto a la primera novela de la serie (también reseñada en este blog), ha mejorado pero sigue sin tener ese "algo" que te engancha a un personaje y te hace desear que rápidamente se publique una nueva novela con "sus aventuras".
Bebe de las fuentes de Sjöwall & Wahlöö, Mankell, Nesbo e Indridason; pero no logra transmitir la emoción con la que ellos te atrapan desde la primera página; aún así entretiene y es una buena opción de fin de semana o vacaciones.

Sinopsis (Ed. Roca)
Después de que el primer ministro alemán se tropiece con el cadáver de una joven, enterrado en la llanura helada de Groenlandia, Simonsen es enviado al Ártico a iniciar la investigación. La mujer, Maryann Nygård, fue asesinada hace más de veinticinco años, pero el modus operandi del asesino hace que al inspector le venga automáticamente a la cabeza un caso anterior en el que había trabajado. No solo se trata de las innegables similitudes entre las dos víctimas y la forma en que fueron asesinadas, sino que la aparición de este cuerpo hace que Simonsen se dé cuenta de que el sospechoso en el que centró sus pesquisas era, en realidad, inocente. Un inocente que acabó por suicidarse hace diez años, justo antes de ser detenido. Simonsen y su equipo acabarán descubriendo que el caso es mucho más complicado de lo que jamás hubieran podido imaginar.

Todo tiene su precio (fragmento)

1El inspector jefe Konrad Simonsen miró de soslayo hacia el sol polar, bajo en el horizonte. En la lejanía, donde el cielo y el hielo se fundían, el mundo se dibujaba en verdes y azules de nítidos tonos pastel, como si la naturaleza quisiera contar que en remotos lugares había rincones más amables que estos. ¡Qué sitio para poner fin a una vida! Ser asesinado allí era un auténtico despropósito. Trató de apartar aquel pensamiento: era ridículo. Como si para ella supusiera alguna diferencia. Durante un tiempo estuvo observando su larga sombra, que se extendía ante él, y trató de olvidar la tristeza buscando pequeñas grietas en el hielo, hasta que se le cansó el brazo. Luego miró de nuevo hacia el sol brumoso, que más parecía irradiar frío que calor, y sintió una punzada de desazón. El deber del sol era ascender y descender, no pasearse con monotonía por la bóveda del cielo confundiendo el día y la noche. En un vano intento de alejar la fatiga cerró los ojos y se volvió cara al viento. En las últimas veinticuatro horas no habría dormido más de tres horas en total y le parecía
mentira que ya hubiera comenzado un nuevo día. Se frotó la cara con las palmas de las manos, disfrutando por un momento de la oscuridad. ¿En qué habría pensado ella antes de que todo terminara? ¿Quizás en una primavera florida? ¿Tal vez en cálidas playas de arena blanca? ¿En una hoguera de San Juan? Seguramente no. En todo caso, había algo vejatorio en morir en medio de ninguna parte, donde el mundo es demasiado grande, y donde no mora ningún ser vivo. En cierto modo, su asesino la ultrajó doblemente.

EL MONSTRUO DE HAWKLINE


RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 27 de Febrero de 2015.
Tropecé un día con 'Un detective en Babilonia' y ese homenaje a la novela negra nacida de un chorrito de LSD en el café matutino me hizo enamorar de este hombre al que, si le miras a los ojos. no dejarías que se acercaran tus hijos.
Hoy, es una especie de novela del Oeste la que sale del carajillo matutino. Y sigo locamente enamorado.
Si alguien quiere perder la cabeza, Blackie Books tiene una edición en castellano recién sacada del horno.
PD. En caso de tropezar con el suplemento 'Babelía' de finales de enero 2015, guardar hasta después de leer. Tiene un imperdonable 'destripe', spoiler que dirían en la Gran Bretaña y afines, que no revienta el final pero, pero...
Leed la reseña completa en el siguiente enlace:
https://www.evernote.com/shard/s67/sh/588c1ad9-4e9c-4149-8c02-8ca1ded64643/9a90f3704f71e7126ffdaa54016fade0

Sinopsis (Ed. Blackie Books)
Nada es imposible en El monstruo de Hawkline, un western cómico-gótico considerado como uno de sus textos más convencionales. ¿Y qué es «convencional» para Brautigan, el gurú de la contracultura estadounidense? Pues una pareja de cowboys asesinos a sueldo, una Niña Mágica, dos hermanas idénticas y un mayordomo gigante enterrado dentro de una maleta en una mansión amarilla de Oregón rodeada de nieve aunque el termómetro marque más de 30 grados. Una casa encantada donde sus habitantes se quedan desnudos repentinamente o pierden el hilo enzarzándose en conversaciones delirantes (y en posturas sexuales impensables) mientras intentan resolver un caso: el de un monstruo, surgido de un experimento fallido con unas enigmáticas Sustancias…
Uno de los libros más célebres de los setenta y de Richard Brautigan, el escritor más milagroso de la literatura estadounidense del siglo xx. Uno de esos autores que cuentan con tantos seguidores apasionados que su apellido es ya un adjetivo. Sin duda, una novela muy Brautigan.

El monstruo de Hawkline (fragmento)

”La señorita Hawkline pensaba en Greer y Cameron, aunque no los conocía y ni siquiera había oído hablar de ellos, peroe esperaba eternamente su llegada, como si hubieran estado destinados a aparecer desde siempre, pues ella formaba parte del futuro gótico de ambos.”

lunes, 27 de noviembre de 2017

MERCADO DE INVIERNO


Reseñado por Ricardo Cortat el 25 de Febrero de 2015.
Diría que por aquí ya hemos comentado alguna vez que la serie de Gunther empieza a agotarse. Y parece ser que Kerr también lo piensa pues se saca de la manga un nuevo 'detective'. ¿El problema? ¿Cuántos muertos puede tener por temporada un equipo de fútbol?
Una novela para nada, pero para nada femenina porque prima más el fútbol que la novela negra en sí. Realmente sólo conozco a una mujer a la que le pueda interesar. Y precisamente es por el fútbol.
Bien como anecdotario, filosofía futbolística o si odias a un tal Mourinho. Necesita mejorar mucho o cambiar de orientación para consolidarse.


Sinopsis (Ed. RBA)
«En el fútbol no se puede jugar bajo los focos sin que haya sombras». Scott Manson es el segundo entrenador del London City, un equipo de la liga inglesa. Carismático y amado por sus jugadores tanto como por la prensa y la directiva, conoce todos los entresijos del juego, dentro y fuera del campo. Como si no bastara con la alta competición, el director técnico del equipo aparece asesinado en el estadio del London City. Un crimen que parece conectado con mareantes cifras de dinero, la exigencia deportiva y las miserias humanas. Scott Manson deberá encargarse de descubrir al asesino.
Magnates del Este, entrenadores fanáticos y futbolistas de primera juegan un fascinante partido a vida o muerte.
Mercado de invierno es el título inaugural de un nuevo ciclo dedicado a destapar el lado oscuro de la liga inglesa de fútbol a través de la figura de Scott Manson, entrenador del equipo del London City que se ve accidentalmente envuelto en la resolución de casos criminales. Antes del verano de 2015 aparecerá en el mercado anglosajón la segunda entrega, Hand of God, que arranca con la sospechosa muerte de un jugador del London City sobre el terreno de juego, en el transcurso un enfrentamiento contra un rival ateniense en una eliminatoria de la UEFA Champions League. Philip Kerr trabaja en estos momentos en una tercera novela de la serie, cuyo título provisional es False Nine (Falso nueve).

Mercado de invierno (fragmento)

1 enero de 2014Detesto la Navidad. Tengo casi cuarenta años y creo que la he odiado más de media vida. Antes jugaba al fútbol profesional y ahora entreno a otros para que hagan lo mismo, así que la Navidad es una época del año que asocio con un calendario de partidos tan abarrotado como la juguetería Hamleys. Esto conlleva entrenos a primera hora de la mañana en campos congelados, tendones maltrechos que no tienen tiempo para recuperarse adecuadamente, aficionados borrachos que esperan de su equipo mucho más de lo que se antojaría razonable —por no hablar de las elevadas expectativas que abriga un implacable propietario o presidente de club— y presuntos encuentros fáciles contra equipuchos de la parte baja de la tabla que pueden acabar dándote un susto.
Este año no es distinto. Nos enfrentamos al Chelsea el 26, lo cual significa que el día de Navidad a primera hora, cuando el noventa y nueve por ciento del país esté abriendo regalos, yendo a la iglesia, viendo la tele delante de una agradable hoguera o simplemente emborrachándose, nosotros estaremos en la ciudad deportiva de Hangman’s Wood, en Thurrock. Dos días después, el 28, tenemos otra salida a Newcastle, antes de un partido en casa contra el Tottenham Hotspur en Año Nuevo. Tres encuentros en siete días. Eso no es deporte, eso es un puto Ironman. Cuando la gente del mundo del fútbol profesional habla de lo bonito que es este deporte, normalmente no contempla las vacaciones navideñas.


CREMATORIO


RESEÑADO por Noelia Vallina para LIBROS,  el 22 de Febrero de 2015.
Recién empezado "Crematorio" de Rafael Chirbes, ya sé que es denso, que necesito concentración, que apenas hay diálogos...es como cuando hablas contigo mismo, que pasas de un tema a otro sin pausas...o sea, que apago el teléfono y me arrepanchingo en el sofá toda la tarde.
Ole!
Buf, me ha costado "Crematorio", no porque no merezca la pena ni porque no sea un novelón, es que no te puedes distraer porque te pierdes con tantos pensamientos que saltan de un tema a otro sin pausa ni tregua. Un poco asfixiante, pero tengo que recomendarlo pese a todo, seguro que a muchos os gusta
.

Sinopsis (Ed. Anagrama)
La muerte de Matías Bertomeu, el ideólogo que cambió la revolución por la agricultura, pone en marcha los mecanismos que componen Crematorio. El dolor devuelve el reverso de vidas levantadas sobre oscuros cimientos: la del hermano de Matías, Rubén, el constructor sin escrúpulos; la de Silvia, la hija de Rubén, biempensante restauradora de arte casada con Juan Mullor, el catedrático que prepara la biografía de Federico Brouard, viejo amigo de los Bertomeu, un escritor alcohólico que vive el fracaso de sus últimos días; la de Ramón Collado, el hombre que hizo los trabajos sucios del constructor; la de Traian, el mafioso ruso, viejo socio de Rubén; y la de Mónica, la jovencísima y ambiciosa esposa. Chirbes nos ofrece un panorama terrible: la corrupción como savia que recorre todo el cuerpo de una sociedad en la que la destrucción del paisaje adquiere valor de símbolo. Chirbes despliega así un mundo abandonado por los dioses en el que las palabras y las ideas son sólo envoltorios, y el arte y la literatura, juguetes inanes. Rafael Chirbes se nos muestra, en esta gran novela, más radical, más feroz, más «Francis Bacon» y mejor escritor que nunca.

Crematorio (fragmento)
"Él oye las pisadas acercándose por el pasillo. Antes lo había oído hablar con Javier en el jardín, así que, cuando entra, tiene ya la frase preparada: Sí, estoy borracho, ¿qué quieres?, ¿qué quieres que le haga? De alguna manera tenía que ayudarme a pasar la mañana. Juan lleva en la mano un par de libros que le ha traído para que los firme porque se los quiere regalar a un compañero con el que ha estado estos días en El Escorial. Los deja sobre la cama antes de abrazarlo. No es un abrazo largo, dura sólo un momento. Enseguida empiezan a charlar, evitando que la conversación recaiga sobre Matías. Federico firma libros: ¿No ves?, le dice a Juan, esgrimiéndolos, escribes un libro para estar cerca, para que te quieran; para que te pongan junto a la cabecera de la cama cuando se acuesten, en la mesilla; que te sostengan entre las manos por la noche mientras el sueño los vence, pero ocurre justo al revés. Que cada libro te deja más solo. Que tú también los quieres menos a ellos después de cada libro. Lo dice mitad en serio mitad en broma, al tiempo que le propone un trago de Whisky. Abre el cajón de la mesilla, saca la botella de JB, se sirve otro medio vasito, vuelve a guardarla, pero luego, como si de repente se diera cuenta de algo en lo que no había pensado, la saca otra vez y se va con ella en la mano. Ahora sí que es capaz de moverse, de salir, de bracear mientras habla, de dar manotazos. A la vuelta, sólo trae el vaso de Juan lleno hasta más de la mitad. La botella ha debido dejarla en algún escondrijo. Controlan, dice, guiñándole un ojo, los policías controlan. ¿No traes el magnetofón? ¿Hoy no trabajamos? Apunta esto: Yo buscaba la salud, la honestidad. Tenía la impresión de que salud y honestidad eran la misma cosa, y yo, con mi torpe cuerpo, sin gracia ni fuerza, enfermizo, buscaba la honestidad a través de la salud, creía que formaban parte del mismo campo semántico, porque mi falta de fuerzas me parecía una forma de pecado de la que tenía que purificarme, de la que otro tenía que purificarme. Rubén, tu suegro, era la salud. Creo que, siendo un podrido viejo, aún sigue siendo la salud. Sólo que ahora ya no tengo claro que me guste la salud. Me ha costado mucho tiempo darme cuenta de que la salud es el fruto de una cadena de actos de depredación. Eres sano, porque tus antepasados se han comido felizmente a otros, porque tú te has comido cuanto ha caído en tus manos, porque vas a lo tuyo, cuidas tus procesos digestivos, rehúyes cuanto no te alimenta, todo lo que perjudica tus digestiones. Cadena trófica. El ascetismo sin Dios es la nada, es el sadomasoquismo, la vida sin el espectáculo de la vida no es nada: energía, voluntad para seguir viviendo es lo que hace falta, y esa fuerza parece irremediable sacarla de comerse a otros. Sólo de comer carne saca uno sangre. La naturaleza no ha inventado otro método de nutrición, digan lo que digan los vegetarianos. "